El diablo se opone a que se lleven sus muertos


Marcos 10:29-31
“29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros”.

Nota que Cristo y el evangelio son una misma cosa. En aquel tiempo de persecuciones era una montaña de cosas las que tenían que perder. Y “recibir cien veces más”, pero añade “con persecuciones”. Predicar el evangelio en todo lugar es difícil, las bendiciones siempre llegan pero las acompañan la oposición carnal y satánica. Si el mundo te sonríe cuando predicas el evangelio, mírale la cara a Dios que debe estar serio. No podemos ni siquiera hacernos la idea que enseñar el evangelio y obtener frutos es cosa fácil. Se trata de resucitar muertos y el diablo se opone a que se lleven sus muertos.

Nos hace falta que nos llegue un poder extraterrestre, “del siglo venidero” (He.6:5); el evangelio es “poder de Dios para salvación” (Ro.1:16; 1Pe.1:5)  y sin ese poder no hay salvación ni triunfo. No hay arrepentimiento, fe, justificación, redención y glorificación. Los que dan testimonio de Cristo siempre van perdiendo y ganado, teniendo más y teniendo menos, sumando y restando, sembrando y arrancando, sonriendo y llorando, dudando y creyendo, teniendo esperanza y perdiéndola, ilusionados y desilusionados. Y “para estas cosas, ¿quién es suficiente?” (2Co.2:16). En todo eso consiste la vida de un predicador, en todo eso se consume, en quitarle los muertos al diablo, y él no quiere que se los lleven.

Comentarios

  1. Hola hermano Humberto

    Yo quisiera preguntarle cómo podemos discernir las cosas que nos salen a la inversa de lo que planeamos, especialmente cuando queremos honrar a Dios.

    Cómo podemos distinguir que un plan ha sido frustrado por Dios o por Satanás.

    Un saludo en Cristo

    Ceci

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  2. Hola hermana Ceci, a veces sucede lo que tú dices, que las cosas nos parecen torcidas, "a la inversa" como mencionas, sin embargo a veces la óptica nuestra, lo que ven nuestros ojos y lo que dentro del tiempo apreciamos. Te voy a poner un ejemplo bíblico. Estas son unas notas que tengo hechas a este salmo.

    Salmos 107:4,7
    “…anduvieron perdidos”, llevando un camino sin sentido o más bien vagando; todo eso es lo que los países vecinos por donde Israel transitaba pensarían de él, quizás también los carnales, pero no era así. Dios los traía y los llevaba, se iban y volvían al mismo lugar pero no estaban perdidos, porque el Señor iba al frente de ellos. “Perdidos” es el criterio de los que no son espirituales pero no del Espíritu Santo (v.7).

    Lo que era tortuoso, complicado, enredado, lo que fue un ir y venir resultó un camino “derecho, recto” y sin curvas, o correcto. ¿No tienes esa experiencia? Ir y volver, empezar de nuevo, ocupar el lugar que tenías años atrás, pero ya tú no eres el mismo, las cosas no son iguales, como si no hubieras avanzado nada y hubieras vivido por gusto.

    La vida humana es cíclica, como a veces la providencia, y Dios en su sabiduría nos lo hace comprender y nos coloca en el torno de los años hasta que acabe con nosotros o termine su magnífica obra embelleciéndonos espiritualmente. Señor, cuánto he lamentado mis regresos, pero ha sido por necesidad espiritual mía que me ha parecido a mí mismo y quizás a muchos que he andado perdido, sabiendo donde pongo el pie hoy pero no donde lo pondré mañana, quizás cuando vaya un poco más allá, luego tenga que retornar al mismo punto donde me hallo hoy.

    A veces me he ido de un sito para otro sin haber estado preparado para el cambio; pero de todos modos, aunque mi vida ha parecido a otros que estoy perdido, que mis caminos han sido torcidos, siempre he andado por camino derecho, yendo de vuelta en vuelta hacia Sion.

    Hermana, cuando el apóstol Pedro negó al Señor, Jesús le había dicho antes "Simón, Simón, el diablo os ha pedido para zarandearos como a trigo"; es decir Satanás no puedes tocar nos, ni hacer algo contra nosotros los cuidados por el Espíritu Santo, por ángeles, sin que Dios lo autorice. Entonces ¿es el diablo o es de Dios que algo no pase como queríamos y como habíamos orado? En última instancia, aunque el diablo intervenga, es de Dios, pero no para mal sino para bien, y lo que ahora no puede ser mañana podría serlo, después de un largo compás de espera o de dar muchas vueltas para llegar, con cientos de curvas, a la tierra prometida.
    Disculpa la longitud.

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  3. Hola Humberto, gracias por su respuesta y nada de disculpas por lo extenso, para mí tiene que ser así, no porque desconfíe o dude de la Palabra, sino porque la comprensión de lectura a veces me es esquiva :)

    Es muy cierto eso de que es de Dios aún en la intervención del diablo, en Job vemos claramente que es así, eso recordé con esto.

    Muchas gracias y bendiciones



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