Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2011

Vivir bien a costa de los feligreses

12:38-40 Jesús acusa a los escribas (Mt. 23.1-36; Lc. 11.37-54; 20.45-47) 38 Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, 39 y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; 40 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. Esta es una porción estrecha de una larga advertencia que Jesús hace a sus discípulos sobre el comportamiento de los escribas; y en los otros dos evangelios incluye también a los fariseos que hacían las mismas cosas porque eran seres iguales, con las mismas enfermedades del carácter. Aquí no se toca ninguna falta doctrinal o error de interpretación de estos exégetas de la ley sino la forma en que practicaban su religión, por dentro y por fuera; por dentro mentiras y por fuera pretensión; expresándola no con grandes y buenas obras sino haciéndole cambios a su ropa

Cosas jamás hechas por nadie

Marcos 11:12-14; 20-26 Maldición de la higuera estéril (Mt. 21.12-14) 12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. La higuera maldecida se seca (Mt. 21.20-23) 20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 25

Bartimeo y el silencio de la iglesia

Marcos 10:46-52 El ciego Bartimeo recibe la vista (Mt. 20.29-34; Lc. 18.35-43) 46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. En vez de usar el camino de la espiritualización preferido por varios, que hablan de ojos espiritua

Uno de cuatro es Muchísimo

Imagen
Marcos 4 Parábola del sembrador (Mt. 13.1-23; Lc. 8.4-15) 1 Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. 2 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: 3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. 5 Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. 6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. DEJA EL RESULTADO A DIOS Cuando Jesús les contó a los apóstoles esta parábola, recie