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Mostrando entradas de julio, 2013

Deja la conciencia culpable que te desmorona y destruye

Josué 7:10 “Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?”. “No eres tú el que ha pecado, es Israel el que ha pecado. No quiero que te humilles más ni te sientas culpable de esa derrota, no se ha perdido por culpa tuya sino de ellos, no te hagas responsable de lo que no eres, y ya has orado y te has quejado bastante, estás metido en un círculo vicioso, sale de él, pon en marcha un mecanismo de justicia que me glorifique y resuelva la situación de retroceso (o estancamiento) que permita sacar a la luz el pecado y que se elimine, levántate y deja la conciencia culpable que te desmorona y destruye”. Oramos desesperadamente y nos quejamos de los fracasos, nos volvemos puros lamentos, descendemos dentro de la situación acusándonos sin salir de ahí, y llega el momento que Dios no quiere vernos más postrados sino accionando si ya sabemos cómo resolver el asunto; hay que localizar el mal que nos dañó y nos quitó la influencia divina, arrepentirnos y

Hagamos reflexionar a Dios sobre su gloria

Josué 7:6-9 “ Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas ”.  Lea toda la historia, y la sorpresa que se llevaron al ser derrotados por una ciudad inferior. Josué es el primero que da señales de dolor y arrepentimiento, y pide que lo acompañen los ancianos; y así se completa la directiva de aquel entonces. Los pastores, los ancianos y los diáconos son los primeros que deben postrarse ante Dios para saber porqué las cosas han ido mal y para tratar en su presencia que no sigan así y cambien. Y no por unos minutos sino “hasta el anochecer” “al caer la tarde”, no fue una vigilia sino un día laboral. No debemos conformarnos con perder. Josué se quejó con Dios de forma parecida a como se habían quejado sus hermanos, con parecida incredulidad (Ex.16:3; Num. 29:3). Nos reuniremos, nos postraremos en oración y le pediremos a Dios que nos h

Secreto de un misionero

2 Corintios 4:13-18 “ 13  Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14  sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15  Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 16  Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17  Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18  no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. Observa un secreto misionero de Pablo: su fe, o sea, es primero que un secreto pastoral es un secreto cri

Una esposa no amada, y el propósito de Dios

Génesis 29:31-35 “ 31  Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. 32  Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. 33  Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón. 34  Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá [ c ] mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví. 35  Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz”. No soy un experto en la comprensión del alma femenina, así que esto no es más que un intento exegético para sacar del caso de Lea algunas lecciones bíblicas. Mi propósito es dar alguna comprensión y conformidad, en el Señor, a las hermanas lectoras de este blog. Uno : El var

Si ellos quieren ser santos, déjenlos quietos

Apocalipsis 22: 10, 11 "Que el injusto siga haciendo injusticias, que el puro siga siendo impuro, que el injusto siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo".  Estas palabras tienen varias formas para entenderlas. (1) Las he oído en la boca de los desalentados: "Cada uno haga lo que quiera, sea bueno o malo (lo que le dé la gana, despectivamente hablando), Dios le pagará   sus obras, prepárese para recoger el fruto de sus locuras (v. 12); no menciona sino más adelante la invitación (v. 17); porque uno debe pasar poco tiempo resignado a que los hombres se pierdan sin tratar de cambiar la dirección del futuro eterno. Es ese lenguaje el del desaliento (2) El que habla en el Espíritu; el que no se ha enfriado ni ha perdido el celo por la salvación de las almas usa un lenguaje distinto: "Ya no seas más injusto o no heredarás el reino de Dios, basta el tiempo que has sido injusto, sea tu justicia mayor que la los escribas y fariseo

No aprovechaban a sus ministros porque no sabían tenerlos

1Corintios 3:5-8. “¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor”. Si usted toma el cuchillo de la verdad y le aplica un corte a las contiendas y divisiones entre hermanos hallará seguramente un poco más profundo en la carne, celos y envidias. El apóstol al principio del primer capítulo habló acerca de las contiendas, preludio de la división, pero abandonó el asunto para dedicar espacio a los profesores de sabiduría mundana, ahora retorna al tema, invocándolo con alguna longitud para su análisis con detalle. Aquellos hermanos juzgaban erróneamente a sus ministros y lo mismo al trabajo que ellos hacían. ¿Quién es mi ministro, qué es l

Cómo estar de buen ánimo

Génesis 27: 37 "He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos tus parientes; y con grano y mosto lo he sustentado".  Esas cosas acaban de comenzar a existir sólo en promesas, digamos que son virtuales, desde ese momento hasta la obtención de todas esas bendiciones habrían de pasar años, siglos, pero ya se dan como ciertísimas (Luc.1: 1), y se enuncian en pasado, aunque todavía no se hayan acercado, porque aquello que se encuentra como en cápsula dentro de una promesa divina ya existe potencialmente para los cuales están destinadas.  Si con fe suficiente pudiéramos creer de antemano las promesas que leemos en este Libro Santo trabajaríamos con más esperanza, con más paciencia, esperando que se haga realidad lo que se ha pronunciado a nuestro favor. Creer y esperar son las dos virtudes o dones de la gracia que hay que poseer y ejercitar para estar de buen ánimo y tranquilos mientras se aguarda lo prometido, y creyéndolo hasta ese ent