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Mostrando entradas de octubre, 2019

Trata de cumplir tus propios sueños

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Salmo 126:1-3 «Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres».  Este salmo comúnmente se le adjudica a Esdras. La versión siria tiene una inscripción que dice, «es dicho de Hageo y Zacarías que salieron de Babilonia con los cautivos, pero espiritualmente es la expectativa de cosas buenas» (John Gill). Muchas versiones lo traducen en pasado hasta el v. 3; el v. 4 es una oración presente y el resto está en futuro. Si seguimos el futuro de la RV, leeremos las añoranzas de los exilados. Sueñan con el cumplimiento de las promesas de Dios, y, ¿quién no? En cierto lugar Salomón afirmó que donde abundan los sueños también abundan las vanidades (Ec. 5:7), pero no puede referirse ni al sueño físico que Dios da al trabajador en el salmo siguiente

Dios nunca le acepta el diezmo a los que no son salvos

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DEUTERONOMIO 26:5-15 “He traído las primicias de los frutos de la tierra que tú me has dado”. El sistema de diezmos es sólo para el pueblo de Dios que conoce su religión, sabe cómo funciona, aprecia el valor de ella y participa de la misma. Es un pueblo que diezma de sus bendiciones, de su abundancia. Para los extraños que miran la obra de Dios desde afuera esto es casi un hurto, porque no pueden entender la obra espiritual en la cual el diezmador se halla envuelto. Los diezmos no son la paga de un impuesto al templo, sino la participación en un mundo espiritual; indica refinamiento, comprensión y asentimiento a una religión revelada por Dios. El diezmador es una persona con esperanza, que no considera que aquello que financia es algo inútil, sino que es una Organización (la iglesia) visible de su pensamiento. Dios nunca le exige diezmo a los que no tienen esperanza de salvación, fe, ni cuentan con la bendición de Dios como hijos suyos. El diezmo forma parte de una religi

El que va contra la cultura liberal perece, es mentira

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DEUTERONOMIO 7:1-9 “Siete naciones más grandes y poderosas que tú”.  Aunque el mal parezca más poderoso que el bien, éste ganará. La fe vence al mundo. Las “naciones” que viven en el territorio de tu naturaleza humana son más poderosas que tú; no podrás vencer al cananeo que habita desde la caída de Adán a menos que seas una nueva criatura y cuentes con el poder de la resurrección de Cristo dentro de ti. Por otra parte, estas naciones representan la cultura actual, son siete, completas, “más numerosas y poderosas” que el pequeño Israel, pero no más grande y poderosas que Aquel, “Dios, el Dios fiel” (v.9). ¿Dicen que quien va contra la cultura perece? Eso es mentira. No hay que hacer alianza con ella sino transformarla, no contextualizar con sus ídolos y filosofías sino destruirlos y “llevarlos cautivos a la obediencia a Cristo” (2Co.10:5).