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Mostrando entradas de agosto, 2011

Desaliento de los ministros

Isaías 49: 1-4 "Jehová me llamó desde el vientre de mi madre, puso en mi boca espada aguda, me dijo mi siervo eres, pero yo dije por demás he trabajado".  En este capítulo aparecen los dos desalentados: el profeta (v. 4) e Israel (v. 14). Él se siente frustrado porque en vano ha trabajado, de balde ha consumido sus días predicándoles.  Pero no duda de su vocación (v. 1). Reconoce que sus predicaciones han sido fuertes (v. 2) y que la mano del Señor ha estado sobre él en cada palabra que ha dicho. El Señor le dijo, "ese es mi pueblo, háblale aunque tengas un ministerio sin fruto". Oh Señor nos hemos sentido así, como si hubiéramos vivido por gusto. El Señor le dice, “yérguete sobre tu desaliento”; y podría decir,   “mi ministerio se halla delante de Jehová y mi recompensa en su mano”. “Mi “justicia”, o sea, “mi conducta, fidelidad, ministerio”. Dios conocía lo que había hecho y su recompensa se hallaba en el cielo. Meditar en 2 Cor. 12: 15, “y yo muy g

La única llave de la puerta estrecha

Lucas 13:22-24 (Mt. 7:13-14)   22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. 23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Este texto tiene dos porciones unidas en el primer evangelio están desconectadas, pero aquí por un fino hilo temático están juntas (vv. 22-25; 26-30), como si al terminar de hablar sobre la puerta estrecha insertara el otro símil de la salvación, específicamente aplicado a los ministros y predicadores. Existía entre el pueblo la forma de pensar que todo Israel entraría por elección al reino de Dios, y Jesús claramente evoca esa forma de pensar pero la rechaza, claro, en la segunda parte donde les dice que los privilegios de haber sido descendientes del patriarca Abrahán no le servirán de mucho porque habiendo él sido justificado por medio de la fe, y ellos indignos descendientes de aquel santo

Iglesias que se deslíen

 Oseas 8:10 “Comenzarán a debilitarse”. Es una mejor traducción que “comenzarán a entristecerse”; y me parece que es aún mejor si se traduce “comenzarán a disminuirse o disolverse ”; que por supuesto siempre lleva la idea que por la opresión del rey de Asiria y sus impuestos, serán “heridos”, en número, económica y moralmente, haciéndose a la vista de todos un pueblito insignificante; y eso ocurrió durante el reinado asirio de Pul primero y Tiglat-pileser después. Y la desgracia les ocurrió cuando alquilaron a los egipcios y otras naciones para desligarse de Asiria. Fue una mala cosa enamorarse de esa clase de fuerza humana, arcos, flechas, vigorosos músculos y ágiles pies. Un dinero mal invertido o una renta pecaminosa que no era de fe. Así se defienden las naciones, así se hacen las guerras de los hombres, pero es una estúpida equivocación hacer lo mismo que hacen ellos cuando se trata de golpear al diablo en la cabeza y combatir a los principados y potestades de

Un prisionero salta la cerca de espinos

Oseas 2:6-7 “Cercaré su camino con espinos, levantaré muros para que no encuentre sus senderos. Buscará a sus amantes pero no los hallará. Dirá: Volveré a mi primer marido porque mejor me iba entonces que ahora”. Es delicioso pensar por medio de estas palabras en la perseverancia de los santos que es igual a la renuencia de la gracia a abandonarnos. En la providencia de Dios que juega un papel sabio en nuestras vidas, misterioso e indescifrable, haciendo surgir impedimentos en frente nuestro para evitar que abandonemos la fe en Dios. Y la santificación que sinceramente dicho y ante todo es más   una separación del acto pecaminoso y no una pureza interna. Es un texto riquísimo que habla de la benevolencia divina en el cuidado de nuestra salvación, porque “a los que antes conoció también los predestinó”, y enseña que el Salvador no falla en “llevar muchos hijos a la gloria”, porque “es poderoso para guardarnos sin caídas ni manchas” (Jud. 1:24). El profeta afirma que

Una precursora de las heroicas mujeres cristianas

“ 17 Porque este hecho de la reina llegará a oídos de todas las mujeres, y ellas tendrán en poca estima a sus maridos, diciendo: El rey Asuero mandó traer delante de sí a la reina Vasti, y ella no vino. 18 Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media que oigan el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo. 19 Si parece bien al rey, salga un decreto real de vuestra majestad y se escriba entre las leyes de Persia y de Media, para que no sea quebrantado: Que Vasti no venga más delante del rey Asuero; y el rey haga reina a otra que sea mejor que ella. 20 Y el decreto que dicte el rey será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor. 21 Agradó esta palabra a los ojos del rey y de los príncipes, e hizo el rey conforme al dicho de Memucán; 22 pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a s