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Mostrando entradas de junio, 2014

Un reloj que da unos pasos atrás

Isaías 38: 7, 8 “Atrasaré diez grados el reloj de sombra de Acaz”.  Cuando Ezequías estaba en las últimas Dios se le acercó y pudo haber pensado para sí: “Ezequías tú no sabes lo que eso significa porque no te envié al mundo en el siglo XXI después de mi Hijo; cuando esas fechas lleguen, los estudiantes de mi Palabra sabrán cómo explicar mejor esta señal, que lo que estoy haciendo es detener el movimiento de la tierra sobre su imaginario eje (que supongamos que sea la punta de mi dedo), pero no me importa que mueras teniendo errores científicos si tienes fe en mí. “Yo hice la tierra y está bajo mi control, quien la hace rutilar soy yo, la ley de ella está en mi mano, y puedo incluso hacerla mover en sentido inverso si quisiera o hacerla flotar en cualquiera otra parte y llevármela para otro sitio y hacerla girar alrededor de otra estrella, o dejarla sin sol ni luna que la alumbre. “Ni tú, ni los más modernos que tú   me podrán medir, ni siquiera imaginar de lo que soy c

Cierto que han matado muchos dioses pero queda Jehová, invicto

Isaías 36:13-20 "Entonces el Rabsaces se puso en pie y gritó a gran voz en lengua de Judá,   diciendo: Oíd las palabras del gran rey,   el rey de Asiria. El rey dice así: No os engañe Ezequías,   porque no os podrá librar. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová,   diciendo: Ciertamente Jehová nos librará;   no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria. No escuchéis a Ezequías,   porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz,   y salid a mí;   y coma cada uno de su viña,   y cada uno de su higuera,   y beba cada cual las aguas de su pozo, hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra,   tierra de grano y de vino,   tierra de pan y de viñas. Mirad que no os engañe Ezequías diciendo: Jehová nos librará. ¿Acaso libraron los dioses de las naciones cada uno su tierra de la mano del rey de Asiria? ¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad?    ¿Dónde está el dios de Sefarvaim? ¿Libraron a Samaria de mi mano? ¿Qué dios hay entre los dioses de estas tierras

Homenaje al Dr. Rafael Alberto Ocaña, casi medio siglo después

Isaías 32:20 "Dichosos vosotros que sembraréis junto a todas las aguas y dejáis libres al buey y al asno".  Ese tiempo de mucha bendición después del juicio por el pecado del pueblo; es un panorama paradisíaco; muy parecido al reinado del Mesías dibujado en el capítulo 11, donde no hay necesidad del uso de los animales, porque el pueblo "ha entrado en su reposo". Cuando el Espíritu Santo se derrame sobre el pueblo, la prosperidad no tendrá límites. Tendrán recreo y reposo (v. 18), tiempo para la familia y para descansar porque prosperarán con la bendición del Señor; y los animales participarán de esa bendición, ellos también reposarán (los dejarán libres); Dios bendecirá vuestra siembra y se reproducirá a cien por ciento; vuestros graneros estarán llenos y no tendrán que laborar tanto. Amoroso Dios, bendícenos con tu Espíritu (Sal. 127:1, 2). Hoy recuerdo que este texto lo anunció el Dr. Rafael A. Ocaña, pastor de la primera iglesia bautista en La Habana, “

No ganas nada con impacientarte

Isaías 28:16 “El que creyere no se apresure” (Ro. 9:33); dice “no será avergonzado”; vivir en ansiedad e inquietud, abalanzarse en la vida, es sustancialmente incredulidad; y ser avergonzado es equivalente a ser rechazado, a perder y fallar. Si crees en Cristo no te apresures, ten paciencia y espera que a su tiempo llegará la palabra de Jehová. El apresurarse es contrario a esperar; la fe tiene paciencia y aguarda. El profeta no habla como Pedro, “apresuradamente” (2 Pe. 3:12), sino aguardando o mirando con deseos que la promesa se cumpla, la de su advenimiento o cualquiera otra. No te apresures ¿qué ganarás con eso? ¿Llegarás más pronto? Recuerda que Saúl se apuró y ofreció sacrificio pensando que ya era tiempo y no lo era, y fue desechado por su temeridad. “Corre con paciencia la carrera que tienes por delante puestos los ojos en Jesús el Autor y Consumador de la fe” (He. 12:2). Ni vivas en “ansiosa inquietud” (Luc.12:29).

Despierta y espabila a tus colegas

Isa í as 21:11,12 “Centinela ¿qué hora es de la noche?”.  O ¿Guarda, qué de la noche? ¿Qué tiempo de calamidad les queda a los judíos en Babilonia? O ¿qué tiempo de dolor le queda a Edom? La noche son las aflicciones. ¿Qué queda de la noche, mucho? ¿Cómo va la noche? ¿Algo nuevo? ¿Algún percance? ¿Falta mucho para que amanezca? Veo aquí un buen compañerismo, una relación de unión entre dos centinelas. Uno a otro se habla para no dormirse porque cuando los centinelas de Dios conversan sobre sus experiencias, cuando la noche los cubre, se mantendrán despiertos. Los apóstoles se durmieron por la tristeza. Y fue triste que Aquel varón no tuviera a nadie, sino un ángel para fortalecerlo, que velara con él una hora. Y el uno le repite la pregunta porque quizás llevaba mucho tiempo sin decir nada, no asistía a las reuniones de centinelas, como si una raíz de amargura estuviera deteriorando su carácter; o quizás notó desde lejos que no se movía de su lugar, o lo vio en la sombra