No ganas nada con impacientarte


Isaías 28:16
“El que creyere no se apresure” (Ro. 9:33); dice “no será avergonzado”; vivir en ansiedad e inquietud, abalanzarse en la vida, es sustancialmente incredulidad; y ser avergonzado es equivalente a ser rechazado, a perder y fallar. Si crees en Cristo no te apresures, ten paciencia y espera que a su tiempo llegará la palabra de Jehová. El apresurarse es contrario a esperar; la fe tiene paciencia y aguarda. El profeta no habla como Pedro, “apresuradamente” (2 Pe. 3:12), sino aguardando o mirando con deseos que la promesa se cumpla, la de su advenimiento o cualquiera otra. No te apresures ¿qué ganarás con eso? ¿Llegarás más pronto? Recuerda que Saúl se apuró y ofreció sacrificio pensando que ya era tiempo y no lo era, y fue desechado por su temeridad. “Corre con paciencia la carrera que tienes por delante puestos los ojos en Jesús el Autor y Consumador de la fe” (He. 12:2). Ni vivas en “ansiosa inquietud” (Luc.12:29).

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