Lucas 2:8-20
8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
He visto muchísimas celebraciones navideñas, representaciones, cuadros plásticos, dramas y cantatas, y todo eso de acuerdo a las ajenas experiencias y la mía, voy a exponer este texto en relación con las festividades que en casi todas las iglesias tienen por esta época, como una alternativa anti-mercantil a la de los negociadores y cambistas. Es mi intención sugerir, si no quieren suprimirlas, cómo pudieran ser efectivas, y no precisamente mejorando el arte de la dramatización ni puliendo los cánticos. Si comparamos las celebraciones modernas con esta vieja historia bíblica, notamos que hay diferencias, sobre todo en los resultados que se consiguen.
La celebración bíblica, que es más más bien anuncio de la navidad porque las canciones, direcciones, luces mágicas, astrólogos, ovejas o camellos, tienen que ver con el conocimiento del Rey. Para que un festejo navideño sea exitoso debe contener el anuncio del ángel y el de Simón, que una espada de dolor traspasó el alma de la virgen viendo a su Hijo en la cruz, que el Niño ha sido una señal muy contradicha y que sirve para levantar a muchos caídos en sus pecados, y para otros orgullosos y prepotentes, dejarlos caer o tropiecen y se caigan (Luc. 2:34-35). Alguno de los improvisados actores debiera mencionar eso.
I. En primer lugar fíjate en el orden la celebración navideña que Lucas cuenta
Una celebración navideña es exitosa cuando el contenido de la fiesta es el de un culto, y el centro de la atención es el mensaje de salvación en Cristo y no lo que acompaña a la salvación: No los ángeles, el pesebre y los animales, ni tampoco la música navideña por bonita que sea, pues es complementaria, para respaldar la predicación y no para deleitar a los pastores. Estos ángeles cantaron, si tomamos lo que dijeron como la estrofa de un cántico de alabanzas. Lo único que nos queda de aquella canción fue su letra, el mensaje que contenía. Lo que el mensaje transmitió fue la buena disposición de Dios para salvar a los hombres porque dijeron “buena voluntad para con los hombres”. Una celebración navideña en la iglesia es provechosa si tiene el formato de un culto y el esfuerzo principal es que los espectadores se lleven impresiones de salvación.
II. En segundo lugar el éxito de la celebración navideña en Belén no tuvo que ver con la actuación, el decorado y los efectos especiales de un teatro
Si la hubieras presenciado verías que todo giró en torno a la salvación en Jesús. Si los invitados se llevan una impresión de salvación, las posibilidades son grandes que regresen el próximo domingo al culto. Y eso pasa si la gente se queda hablando del mensaje y no de los ángeles, sus vestiduras y resplandor (estos varones no parecen alados, y no los pongan femeninos por favor, pues es un ejército de militares), ni del hermoso coro, sino del mensaje del evangelio. Y además si toman una decisión, ir a Cristo, equivalente a lo que él dijo, “venid a mí” o “creed en mí”; y pasan del mundo a Belén.
Una celebración navideña es exitosa si provoca lo que estas explicaciones pastoriles, la admiración de un grupo, que se queda maravillado de lo que están oyendo; y otras personas como María, el mensaje los deja reflexionando, o sea ¡pensando!, cosa que no producen muchos festejos el 25 de Diciembre. Y si otros salen como los pastores, sintiéndose bendecidos, que no es lo mismo que entretenidos sino que inspirados, y se suben a sus autos cantando a Dios.
Si “el pueblo” sale de una celebración navideña diciendo que estuvo bonita, que le gustó o riéndose de los artistas y de los incidentes de la representación, no valió la pena el trabajo que se pasó ni el dinero que se invirtió porque lo que se logró fue que la disfrutaran y por supuesto la satisfacción de tener el templo lleno, pero ¿valió la pena si el próximo domingo no regresa ni uno sólo? A no ser que después del “drama”, el pastor predique un buen sermón que compense lo que faltó, y eso si tiene la suerte que los invitados, por lo tarde de la hora, no empiecen a irse.