Los pastores y la cuestión de salarios y servicios
1 Pedro 5:1-4
“Ruego a los ancianos que están entre
vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de
Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 2 Apacentad
la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no
como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo
ejemplos de la grey. 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los
pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”.
Este texto, se ve claro que se refiere
a los pastores de la Iglesia, pero va escrito para ella y para ellos, lo mismo
que también en otros lugares se le escribe a la iglesia como deben ser sus
pastores, con el propósito que ella sepa escogerlos y ofrezcan el púlpito
solamente a los genuinos siervos de Dios. Una de las misericordias más grandes
que pueda tener Dios con una iglesia es enviarle un gran siervo de Dios que la
edifique y la haga prosperar. Por eso la Iglesia debe escuchar frecuentemente,
y en voz alta, como lo hace Pedro (v. 1) como deben los pastores cumplir con su
ministerio.
Se dan cursos para diáconos pero no
para pastores, y no estoy hablando sobre los seminarios, me refiero dentro de
la iglesia. Observa en el v. 1 que Pedro no hace una epístola privada a los
pastores de la Iglesia, eleva su voz dentro de la congregación para que sus
compañeros lo oigan y el resto de los hermanos también. La mejor persona para
ayudar a un pastor es otro pastor (v.
1), como él dice "yo pastor también", que es co-presbítero. Sobre
todo si es un anciano también de años, y mucho más si lleva tiempo como anciano
sirviendo a la iglesia. Eso es lo que sugiere, que los pastores tengan relación
unos con otros, y la lectura de libros pastorales.
Nadie comprende mejor el alma de un
pastor que otro pastor. He dicho que es mejor si tiene experiencia en el
servicio de Cristo. Es cierto que la experiencia no siempre viene con la edad,
pero debiera venir, y también que la capacidad pastoral no viene
necesariamente por haber ocupado el cargo por mucho tiempo, pero debiera venir.
Por eso los pastores deben procurar agrandar su capacidad ministerial,
intelectual, espiritual, misionera. En ese sentido tomo las palabras "testigo
de los padecimientos de Cristo", Pedro tenía un ministerio probado no sólo
por los años sino por las circunstancias.
En el v. 1 hay una tercera cosa. El premio de los pastores fieles, y lo dice
así "partícipe de la gloria que será revelada". ¿A qué gloria se
refiere el apóstol que él participará? ¿A la vida eterna en la cual
participarán todos los creyentes? Sin lugar a dudas primeramente se refiere a
ésta, porque una de las delicias del premio los pastores es estar junto a su
pueblo en el cielo. Me da gusto pensar que compartiré la eternidad con
mis rebaños; verles eternamente, oírles eternamente. Hay hermanos que son tan
queridos que tenerlos junto a mí por los siglos de los siglos será un placer
eterno. Volver a ver y oír en la resurrección a los que un día sembramos en
corrupción, no tiene ni límite ni paralelo esa alegría.
La última parte del v. 1 está conectada
con la totalidad del v. 4. El premio de los ministros fieles pienso que será
una corona pastoral, hablando en lenguaje simbólico. Como es natural, no
necesariamente los ministros usarán una corona especial, eso nadie lo sabe, pero quizás sea una gloria más brillante que la
del resto del pueblo, otorgada por Dios por los servicios prestados a su
rebaño. Pablo también esperaba su corona (2 Ti. 4:8) y también se menciona en
Daniel 12:3, como una profecía. Dios aprecia en gran medida todo lo que se haga
por su pueblo.
Y ¿por qué será que cuando aparezca el
Príncipe de los pastores? (v. 4). Porque a los pastores el mundo no los corona,
más bien los menosprecia, ni tampoco ellos deben procurar las coronas del
mundo. Jesús dijo, y él es el El jefe de los pastores, el archi- Pastor,
"gloria de los hombres no recibo". En sentido general la mayoría los
pastores salen de este mundo sin ningún reconocimiento, totalmente ignorados y
ni siquiera ellos pueden estar seguros si no han trabajado en vano, pero se
levantarán en la resurrección para oir de labios del Señor mismo que sus
trabajos no fueron olvidados. Amén.
Ahora vamos a las características
buenas y malas de un pastor (vv. 2-3). Volvemos a lo que dijimos al comienzo,
de que la iglesia debe saber escoger a sus pastores.
(1) debe escoger un pastor que cuide la iglesia.
¿Para qué lo quiere si no es para eso?
Lo principal es que la apaciente, que la conduzca a los pastos más finos de la
palabra de Dios, porque eso es lo que hace un buen pastor, y la alimentación es
insustituible, porque de nada le vale el corte de la lana, o las caricias; si
no las alimenta ellas perecen. El alimento que debe proveer tiene que ser
supremo. Y debe alimentarlas
voluntariamente, no obligado, que se le vea que está ansioso por cuidar la
iglesia y para atenderla siempre su ánimo está pronto; en vez de la iglesia
empujarlo a él, Él la empuja a ella.
(2) debe ser un pastor que gane honestamente su salario, "no
por ganancia deshonesta".
¿A qué se refiere eso? ¿A que pida por
su trabajo más de lo que vale? Si es eso ¿es deshonesto ganar más de lo que se
hace? Sí, pienso que la medida para ajustar el salario pastoral debe ser la
bendición del Señor sobre su trabajo, por supuesto que también el tamaño de su
familia, y la prosperidad de la grey. Si la iglesia es pequeña y él trabaja
bien, ¿se le pagará menos de lo que su labor vale? La cifra límite para el
salario del pastor la sitúa la posibilidad de la iglesia, porque si apacienta
bien no debe tener un límite bajo. Si es un pastor muy amado. No es deshonesto
que a un siervo de Dios se le pague un buen salario si por su mediación ha
traído riqueza y la prosperidad del rebaño. Lo que sí es deshonesto es
que se le pague un salario alto a un pastor indolente que no atiende la grey
con ánimo pronto o que lo que más le interesa es la caja fuerte de la iglesia.
(3) la tercera característica es que sea
ejemplo de la iglesia y que la autoridad que ejerza parta de eso. Y no de un
señorío tiránico.
Negarle autoridad al siervo de Dios y
tenerlo sólo como un empleado predicador es ir al extremo, pero la base de la
autoridad es su ejemplo. No está para enseñorearse de la fe de ellos. Siendo
ejemplo en mansedumbre, servicio, humildad, cosas que son lo opuesto a un
señorío dictatorial, porque la iglesia no es propiedad suya sino su área personal
de servicio. Es nuestra oración al Señor que de nosotros mismos él levante
jóvenes que amen la obra de Cristo tanto como para dedicar sus vidas a cuidarla
y engrandecerla. Amén.
Excelente articulo Pastor. Dios nos bendiga y siga levantando jóvenes que amen la obra de Cristo.
ResponderEliminarEste artículo me ha llegado justo en el momento preciso y doy gracias al Pastor de pastores por usarlo a usted como ese canal de bendición.
Da gusto leer blogs como este amado hermano.
¡Oh qué bonito hermano Kqijada! Alegra mi corazón que lo que leíste lo haya usado el Señor en tu preciosa vida y llamamiento.
ResponderEliminarDios quiera usarte mucho para su gloria. Amén.
Amen hermano Humberto!
ResponderEliminarSaludos,
Kenny Quijada
Puerto la Cruz - Venezuela
Amén, hermano Kenny. Bendiciones.
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