La frivolidad de la voluntad permisiva de Dios


 Artículo 3
"Los pecados son cometidos no solamente con el permiso de Dios, si no aun por la misma voluntad de Dios. Porque en cuanto al pecado concierne, es frívolo hacer distinción entre la voluntad permisiva de Dios y su voluntad. Cualquiera que haga esta distinción lo que desea es agradar a Dios con lisonja y adulación" (Juan Calvino, El Secreto de la Providencia de Dios, pags. 78-81"; editado por Paul Helm).


"En cuanto a la calumnia con que ahora se juzgan mis palabras, mantengo que la distinción entre lo que Dios permite y lo que es su voluntad es un asunto frívolo. Ustedes se oponen a lo que consideran un argumento tonto, sin embargo tal oposición en sí misma es defectuosa y es una falacia. Con respecto a esos que dicen que si todas las cosas en este mundo se hacen por la voluntad de Dios, eso significaría una contradicción entre cosas opuestas. Por ejemplo cuando dicen que yo soy un profeta del diablo, mientras yo mantengo que en realidad yo soy un verdadero siervo suyo. Esta aparente contradicción les resulta repugnante pero en verdad Dios mismo, que sabe dentro de sí mismo lo que él quiere y lo que no quiere no es afectado para nada por vuestra forma de pensar. Dios mismo levanta profetas que firmemente defiendan y luchen para proteger la doctrina y su ley, y a la vez también levanta otros que quieren destruirla.

"Se supone que haya contradicción entre esas dos cosas, los profetas falsos y los verdaderos, sin embargo en cuanto a Dios no hay ninguna contradicción por  cuanto él hace ambas cosas. En lo que a mí se refiere ustedes afirman que Dios más bien me tolera, sin embargo Dios declara muy bien que ningún falso profeta es levantado sino por su voluntad para probar la fidelidad de su pueblo o para cegar a los incrédulos. Aquí hay un texto, "si un profeta o uno que sueña se levanta entre vosotros- eso lo dice Moisés- es que Dios los está probando" (Deu. 13: 1-3). De una forma indigna ustedes transfieren estas palabras a otro sin embargo Moisés dice claramente que es Dios quien habla.

"Así que puede negar que Dios esté probando el alma de su pueblo, o quizás puedan finalmente reconocer que es una verdad clarísima e indubitable, que los falsos profeta son instrumentos de Dios para probar a su pueblo y que desea que su pueblo se dé cuenta que él mismo se los está enviando. Ezequiel todavía es más claro en este asunto, "cuando el profeta fue engañado y hablare palabra, yo Jehová engañé a tal profeta" (Eze. 14: 9). Aquí no dice que este profeta es levantado con permiso de Dios sino que asegura que es su expresa mano quien levanta el profeta para que engañe. Hay otros ejemplos.

"Cuando Dios llama a Satanás como un agente de su venganza y le da mandamiento de que engañe, yo pregunto ¿acaso no se hace así una clara distinción entre su voluntad y lo que es un mero permiso? Aquí está un texto "y Jehová dijo: ¿quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot? Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová y dijo: yo le induciré. Y Jehová le dijo ¿de qué manera? El espíritu le dijo: yo saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas y él le dijo: le inducirás y aún lo conseguirás, ve pues y hazlo así" (1 Re. 22: 20-22). Otro ejemplo. David secretamente abusó de la mujer de otro hombre, y Dios le dijo expresamente que él haría que sus esposas delante de todo el mundo a la luz del sol sufrirían similar desgracia. "Así ha dicho Jehová: he aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de sus ojos y las daré a tu prójimo, el cual se acostará  con tus mujeres a la vista del sol" (2 Sa. 12: 11). Ahí  no dice que Dios lo habría de permitir sino que Dios lo haría. No como una mera voluntad permisiva de Dios, como una forma de ayudarlo de modo que le dé una defensa lógica. Sin embargo el propio David reflexionando en esa experiencia dijo lo contrario "enmudecí, no abrí mi boca porque tú lo hiciste" (Sal. 39: 9).

"Y del mismo modo coloco otro ejemplo, Job bendijo a Dios porque los enemigos mataron y robaron no con su permiso sino que expresamente había sido el Señor quien por su voluntad había dado y había quitado (Job 1:21). Nosotros reverentemente adoramos estos misterios que sobrepasan nuestra comprensión hasta que algún día en su presencia cara a cara podamos comprender todo lo que hemos visto como en un espejo, oscuramente. Cuando los hombres están actuando en contra de la voluntad de Dios, en realidad ellos están haciendo la voluntad de Dios. Así que de forma maravillosa e inefable ninguna cosa ocurre contrario a su voluntad, porque en realidad lo que es contrario, es su voluntad. Ninguna cosa sucede si él no lo permite y aquello que él permite no lo permite porque no quiera sino porque quiere. Y esto lo puede hacer porque es omnipotente y es capaz de sacar de lo malo algo bueno."

Reflexión.
Dios no tiene dos voluntades sino una misma. Eso es un consuelo y una bíblica y razonada explicación de lo que sucede con nuestros pecados y catástrofes, porque tanto desgracias como errores, equivocaciones, "meteduras de patas" "malos pasos", accidentes, enfermedades, pérdidas personales, económicas,  por su voluntad las encaminará para nuestro bien. Y como ha sido su voluntad, podemos pedirle misericordias. Siempre será el nombre de Jehová bendito y algún día reconoceremos su oculta y sabia providencia. Estaremos complacidos, satisfechos y sonrientes. Amén

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