Primera de Pedro
1 Pedro
“Seguramente esta es una epístola pastoral. El apóstol de habla a las
iglesias del Asia Menor para animarlas dentro de la tormenta de persecución
desatada contra ellas. Esa tormenta ruge hoy en India donde las turbas hindús
destruyen los edificios cristianos que Acosta de mucho sacrificio han sido
edificados en los barrios pobres de Bombay; también en muchas tierras
comunistas donde confesar a Cristo trae la pérdida de privilegios educacionales
y oportunidades de trabajos y algunas veces resulta en prisión. En gran parte
del mundo occidental estas cosas parecen extrañas, quizás por no estar atentos
a las señales de los tiempos.
“El Ponto, Capadocia, Bitinia, Asia, son las provincias donde se hallaban
los cristianos y a quienes el apóstol se dirige. La región incluye toda el Asia
Menor desde las montañas Taurus recorriendo todo el sur de la costa. La mayor
parte de la moderna Turquía debe ser incluida, aunque el término pudiera ser
que signifique más bien regiones que provincias oficiales. La iglesia
primitiva, o mejor dicho Eusebio el historiador de la iglesia sugiere que Pedro
mismo pudo haber tomado parte en la evangelización de esas áreas nombradas.
Obviamente el apóstol Pedro tenía algunas razones para dirigirse a los
cristianos en aquellas provincias. No incluye Lidia y Panfilia o Cilicia. El
Ponto y Bitinia, en la costa del Mar Negro son nombrados separadamente aunque
pueden ser incluidos dentro de una provincia romana. Se ha sugerido que el
apóstol comenzó en el Ponto y siguió a Bitinia. Existía una sustancial
población judía en el Asia menor. Judíos desde Capadocia, el Ponto, estuvieron
presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés y escucharon el sermón de
Pedro, regresando a esos lugares podría haber sido los que plantaron el
evangelio.
“La más temprana referencia encontrada en 2 Pedro 3:1. Clemente de Roma,
antes del final del primer siglo cita esto también se menciona esta epístola en
otros autores primitivos tales como Ireneo en el segundo siglo y atribuye
específicamente esta cita bíblica al apóstol. Claramente la expresión de 5:13,
refiriéndose a la antigua Babilonia es una manera de identificar a Roma. El
hecho de que Pedro mencione a marco y no a Pablo parece improbable que este
estuviera en Roma durante ese tiempo. No obstante tampoco el apóstol Pablo
menciona a Pedro en sus cartas, aún cuando se refiere a los “de la
circuncisión” quien permanecen como fieles compañeros. Según la tradición el
apóstol Pedro estuvo en Roma solamente al final de su vida. Probablemente este
apóstol escribió desde Roma después que Pablo se había marchado, liberado de su
prisión en el año 62 d. C. tampoco parece probable que la persecución contra
los cristianos bajo Nerón hubiera comenzado, el apóstol Pedro hubiera hecho
alguna mención referente a este asunto y no lo hace (2:13-17). La fecha de la
carta se sitúa en el año 63 d. C. después de la partida del apóstol Pablo antes
de la persecución de Nerón, como una fecha altamente probable” (The Bible
Speaks Today, Introducción of 1Peter).
1:1
"A los expatriados, de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia,
Asia y Bitinia, elegidos". Esta carta deben leerla con especial atención
los emigrantes; el Espíritu Santo se las dirige, a los cuales llama
"expatriados de la dispersión".
1:2
"...según el previo conocimiento de Dios Padre...". ¿Por qué el
apóstol, a diferencia de Pablo, menciona la presciencia de Dios, o
pre-conocimiento? La palabra usada en griego es prognosis, o conocer de
antemano. Esta palabra también es usada por Pedro en su sermón (Hch.2:23).
Pablo habla de la predestinación aunque es más o menos lo mismo. Quizás
para que no pensemos que nuestra salvación es improvisada sino que hemos estado
por la eternidad en la mente de Dios, y preservemos la fe y la santidad en
tiempos adversos. El propósito de tal elección es doble: la obediencia y la
santidad o "ser rociados" con la sangre de Jesucristo (esto es una
expresión sacerdotal). Es decir, en lenguaje de Pablo, "llamados a ser
santos" (Ro.1:7).
1: 3
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según
su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva,
mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos". Nuestra
esperanza es viva porque Cristo está vivo; la salvación plena es nuestra
resurrección. La palabra viva, Jesús, en varias formas es de gusto del apóstol
usarla (1: 23; 2: 4, 5).
Compremos las experiencias de otros
1:7
"...para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que
perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y
honor en la revelación de Jesucristo...". Cuando tu experiencia cristiana
es sometida a prueba, tienes la oportunidad de mirar dentro de tu corazón y
hallar la fe que existe o descartarla. Amado, nuestra fe es más dependiente
de otros que lo que uno supone. Necesitamos de lo que otros digan para
animarnos, las palabras de ellos nos hacen falta para cobrar aliento aunque ya
las sepamos, necesitamos oírlas para reponer lo que hemos perdido, consumido o
nos han robado; la fe suele ser, a veces, tan extremadamente débil y tímida que
una pequeña ofensa, una blasfemia, una confesión de incredulidad, la sacude y
estremece toda. La voz de otros hermanos y siervos de Dios nos ayudan a
recuperarla. Lo mismo pasa con los que escriben, no basta con que seamos
autodidactas ni con lo que el Espíritu nos enseñe en la soledad; los
pensamientos de otros fortalecen nuestra mente y sentimos hambre de ellos;
debemos comprar sus libros y leerlos, comprar sus experiencias, pagar por sus
bendiciones. Eso es lo maravilloso, podemos conocerlos aunque hayan vivido con
siglos de diferencia al nuestro, sentarnos a sus pies y deleitarnos de su
sabiduría. Sentimos ganas de bendecir a Dios por ellos. ¡Qué delicioso es
entrar dentro de sus almas! ¡Qué favor nos hacen con tan poco precio! Por muy
apreciados que sean los autores profanos como Sócrates, Aristóteles,
necesitamos a Ireneo, Atanasio, Agustín, Lutero, etc., a nuestros pensadores
creyentes, que nos hablen, nos fortalezcan y defiendan los temas de la fe que
los otros no tratan, menosprecian o desacreditan.
Dios no se revela para que sepamos que existe
1: 8
"...a quien sin haberle visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero
creéis en El, y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de
gloria...". Oh Señor ¡cuántas cosas preciosas creemos sin haberlas visto!,
y llamamos sin haberlas ser atención de ellos lo principal eres tú, por eso
somos bienaventurados porque creemos sin ver, y las esperamos porque lo que uno
ve ¿a qué esperarlo? (Ro. 8: 24). Las creemos y llamamos por la Palabra porque
aceptamos el testimonio de los que vieron y oyeron (Jn. 3: 11; 1 Jn. 1: 2; 1
Jn. 4: 14; Mt. 10: 18). Creemos y le amamos por la providencia, porque con ella
se manifiesta su bondad, en ella se revela su amor, su fidelidad, sabiduría,
fortalece la esperanza; si me piden pruebas de la existencia de las cosas que
no se ven, las mejores son las que salen de una relación de fe, son ellas las
que le dan validez y seguridad a las otras más externas. Recuerda que Dios se
revela no para que sepamos que existe sino para que creamos en él, para
hacernos salvos. Oh Señor que instemos a otros por nuestra fe a que crean y por
nuestro amor a que te amen.
1: 12
"...en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que
os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las
cuales los ángeles anhelan mirar". Las cosas que anhelan mirar los ángeles
son las que son predicadas por el Espíritu Santo. Oh Señor que yo predique con
tu Espíritu Santo. Los ángeles son fieles oyentes todo el que predique la
palabra inspirada por Dios.
1: 13
"...ceñid vuestro entendimiento para la acción...". Hay muchos
ministros que ciñen los lomos de su sentimiento, de su entusiasmo, pero no de
su entendimiento.
1: 15
"...sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed
vosotros santos en toda vuestra manera de vivir". El hombre más santo del
mundo sería el hombre más libre, más feliz, el mejor padre, el mejor ciudadano,
el hombre perfecto (Mt. 5: 48). Es un hombre de paz, el pecado no combate en
sus miembros. No es sólo el hombre sabio e inteligente y que más la humanidad
necesita, el que más conozca la creación sino el que más se parezca al Creador.
1: 17
"...conducíos en temor durante el tiempo de vuestra
peregrinación". Pedro llama a la vida "el tiempo de
peregrinación"; oh Dios que no sea el temor a la muerte el que me acompañe
(He: 2: 15) sino a pecar.
1: 22
"Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras
almas...". ¿Sabes que no puedes obedecer a la verdad sino por el Espíritu?
Es cristianamente correcto para los que esperan la resurrección del cuerpo,
habla de la del alma. La palabra Espíritu no aparece en los mejores
manuscritos. El texto completo tiene una difícil traducción. La idea es que el
comienzo del amor al prójimo y la fe en la verdad, o a la inversa, el énfasis
recae en el experimento de la vida cristiana y la purificación de las costumbres,
la mejora del testimonio y la obediencia a lo aprendido. Lo que sigue lo
confirma, los sermones escuchados.
1: 23-25
"...mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la
palabra que os fue predicada". La palabra griega euaggelizō (evangelio),
se traduce anunciada o predicada. Todo esto es una alabanza a la palabra de
Dios, a los sermones predicados que los pusieron en el camino cristiano. ¡Oh el
Espíritu y la Palabra! Yo soy nacido de simiente incorruptible, hijo de la
Palabra, nací bajo un púlpito, tal vez lejos de él, pero no de la Palabra.
2:2
"..No adulterada" en griego es "sin engaño" "sin
dolo"; al sonido de estas palabras no debiera serte igual ir a cualquier
iglesia y escuchar a quien sea predicar. El Espíritu nos exhorta a localizar
los centros de predicación bíblica donde la palabra no se mezcle con la
tradición de los hombres, con las opiniones de la sociedad, donde no se le
añada ningún ingrediente extra y se le disminuya la calidad; pero la idea
del apóstol es peor que eso, es que se escuchen enseñanzas que corrompan las
buenas costumbres. Apetece la palabra de Dios de mejor calidad porque
todavía la salvación es una meta en lo que respecta a toda la obra del Espíritu
Santo (v. 3).
2:3
"...si es que habéis probado la benignidad del Señor". “Has
experimentado que Dios es bueno, lo has gustado”. Mucho la he gustado
Señor y más quisiera gustarla; pero no estoy seguro de que sea así con otros.
2:4
"Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada por los hombres,
pero escogida y preciosa delante de Dios". El Espíritu a veces invita a
acercarnos a Cristo porque todos los días no estamos a la misma distancia de
él.
2: 4-8
"...también vosotros, como piedras vivas...". El uso del símil de
la piedra no es tan sólo para indicar la solidez individual que cada cristiano
debe tener sino la de la iglesia; cuando la vida cristiana de la congregación o
una parte de ella está bien edificada y permanece, pero si es más muchos son
blandos y viven sin consistencia espiritual la congregación se cae a pesar de
que haya algunos pocos que sean sólidos. Este texto habla de la equivocación
tan grande que tuvieron los judíos con Cristo, y aún persisten en la misma
equivocación. No comentas el terrible error de desechar o abandonar a Cristo.
El error más grande que un hombre puede cometer es cuando tiene a Cristo
enfrente para creer y vivir y no lo toma; puede que en toda su vida no vuelva a
estar en semejante posición.
2:6
"...pongo en Sion una piedra escogida, una preciosa piedra
angular...". El centro de la iglesia es Cristo. Que no será avergonzado
quiere decir que pasará bien por el juicio de Dios. la piedra de esquina donde
recae el peso del edificio. Haciendo una identificación, con su Palabra, sobre
ella recae la fortaleza de la construcción de la iglesia.
2:7
"...Este precioso valor es, pues, para vosotros los que
creéis...". Es una mejor traducción decir que el que es precioso es Jesús.
Si le disminuyes la importancia a Cristo en la iglesia ésta se hace pequeña y
si lo quitas ella se cae; "precioso", de sumo valor (v. 6). Y
"destinados"; Pedro habla como si el destino de ellos estuviera
echado y no tuviera esperanza que se volvieran atrás para rectificar su error.
La respuesta de la Escritura para explicar el porqué del rechazo del evangelio
es rápida. Jesús dice "porque no son de mis ovejas". El apóstol Pablo
todavía más amplio y categórico; dice "los elegidos sí lo han
alcanzado". Así sólo pueden hablar los que creen en la pura gracia y que
la salvación pertenece "al que está sentado en el trono y al
Cordero".
2: 8
"...pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para
ello estaban también destinados". "Destinados" “señalado,
puestos”; como ya he mencionado arriba ahora lo repito, habla como si ya el
destino de ellos estuviera echado y no tuvieran esperanza los que se
volvieron atrás. ¿Con qué propósitos lo dice? Para bien de los ministros que
predican la Palabra y que no se acusen a sí mismos ni se desalienten por el
rechazo de los hombres. Nuestra observación del millonario concepto de lo que
es el éxito, los números, en otros siervos, daña a los que no pueden obtener
parecidos resultados. Uno tiene que ir a la teología para no considerarse un
fracasado. La iglesia debe volver la espalda, y eso suena duro, a los que
persisten en rechazar a Cristo, en contra de los casi nada, que por medio
siglo han estado huyendo de la verdad y por medio de un gran aprieto claman a
Dios y dicen sí a todo lo que les ofrecen. Yo no veo en la Escritura que el
Espíritu nos obligue a forzar a los hombres a creer en Cristo, cuando por un
tiempo han dado muestras de que son destinados a no creer. Así sólo pueden
hablar los que saben que la salvación pertenece a Dios.
2: 9, 10
"...a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable". “Virtudes”, se puede traducir hombría. La
hombría de Jesucristo, la hombría de Dios. En 1:3, 5, tiene una connotación
moral. La palabra también significa alabanzas, glorias. Nuestra vida espiritual
ha de reflejar las virtudes y las alabanzas de nuestro Señor Jesucristo. Al
conocimiento del verdadero cristianismo, se le llama "luz admirable"
que la luz a los ojos más ciegos y el corazón más muerto. Sobre las "virtudes",
ver 2 Pe 1: 3, 5; Flp 4: 8, y siempre tiene que ver con humanidad, valor
humano, y excelencia moral. La esencia de la predicación es dar a conocer a
Dios. Esa es la principal y más grande necesidad que un pecador tiene, la de
adquirir el conocimiento de Cristo. Las otras están subordinadas en la escala.
2: 10
"...pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el
pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido
misericordia". Se puede traducir también alcanzado y obtenido
misericordia. Puede que en esta vida nunca alcance la meta que se propuso, pero
si alcanza misericordia no tiene que sentirse mal; el hecho de poseer un
conocimiento tan admirable, el de Dios, y pertenecer a un pueblo tan excelente,
compensa y excede a todas las reales expectaciones.
1 Pe. 2: 11
"Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis
de las pasiones carnales que combaten contra el alma". Esa idea de qué
modo no es nuestro hogar fijo predomina mucho en el N. T. (1:1; He 11: 13),
motivada por la esperanza y por la persecución. No es un simple o acalorado
debate craneal entre los pensamientos carnales y los espirituales, entre la
tendencia para hacer mal y el deseo de hacer el bien; es una pelea a muerte.
1 Pe. 2: 12
"Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que
en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras
buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación". No es que glorifiquen a Dios en el día de la visitación con
una espontánea alabanza sino con una amarga confesión de culpabilidad (como
Acán) en el día del juicio. Trata que tu fe sea de las que condena al mundo
(Jos 7: 19, 20; He 11: 7). La palabra inspección proviene de la griega episkopeō,
el que da origen a la que conocemos como episcopal y obispo, que es un
sobreveedor o un inspector. El día en que Cristo venga y se inspeccione las
vidas de todos.
1 Pe. 2: 13-17
"Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al
rey, como autoridad...". Se ve que el cristianismo en su origen no tuvo el
propósito político de derrocar malos gobiernos; sin embargo no creaba criaturas
apolíticas. El interés de Dios primario es el hombre. Cambia al hombre y
cambiará al ciudadano. Los cambios más duraderos en la sociedad son aquellos
que incluyen a Dios primariamente en el cambio.
1 Pe. 2:19-25
"Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios,
alguno sobrelleva penalidades sufriendo injustamente". La mayor
preocupación de la iglesia en este período de su historia no era evadir la
persecución, ni trabajar para que cesara sino no pecar, sufrir inocentemente y
que las calamidades que soportara no fueran un castigo de Dios. La gran meta de
cada hombre y mujer que se había bautizado en Cristo era "morir al
pecado". El mayor deseo de ellos no era salvar sus vidas sino no ser
condenados con el mundo (1 Co. 11: 32). Todas las injusticias que a través de
los siglos ha sufrido la iglesia cristiana no ha tenido la aprobación de Dios
sino su desaprobación, y que sufra inmaculadamente.
No sitúes a tu mujer debajo de tus zapatos
1 Pe. 3:1-5
"Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo
que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin
palabra alguna por la conducta de sus mujeres". Mira como el apóstol
indica a las hermanas el modo de "ganar" a sus maridos; el énfasis
recae sobre el estilo de vida, en vez del físico y la belleza corporal. El
énfasis está dirigido a situar a la mujer no bajo el zapato del varón sino
erguirla por la palabra de Dios. No una sirvienta ni una esclava. Ahora bien
sería hoy imposible que una mujer llamara a su marido "señor" como a
Cristo. Lo que está revelado es el principio de autoridad, sin machismo sino
divinamente viril. El hombre como hombre debe ser juzgado así, por la forma
fina en que trata a su mujer y ella no por su sensualidad sino por su
personalidad. Una mujer que tiene sentido en la vida. En el aspecto doméstico
lo mismo que en la política y el orden social, el apóstol se cuida de atacar
directamente la estructura y la organización vigente, pero con el evangelio la
ennoblece y la cristianiza de modo tal que prácticamente la absorbe y la
convierte en otra cosa muchísimo mejor con una forma nueva de matrimonio y de
gobierno. Dale un buen testimonio a tu esposo; un esposo feliz con su mujer no
tiene reparos para aceptar la fe de ella, y la mira como toda una Eva, carne de
su carne, vida de su vida, futuro de su futuro, destino de su destino, y anhela
vivir con ella, morir a su lado y ser sepultado en la misma tumba. En el
matrimonio cristiano la pareja se complementa sin que constantemente uno de los
dos esté recordándole al otro sujeción o autoridad. Ni feminismo ni machismo
sino cristianismo. El hombre se comporta como varón y la mujer como mujer y en
todo son una carne con un solo par de ojos y no cuatro, con un solo par de pies
y no cuatro, caminando en la misma dirección, con un solo corazón y no dos sino
sintiendo una misma cosa. La mujer no es un paño para secarse las manos, ni un
trapito de cocina, ni el hombre un cínico dictador sino un amante esposo y un
estupendo padre.
3:12
"Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos
a sus oraciones". Se sobrentiende que quien está siendo injustamente
tratado estará intentando resolver su situación primeramente con oraciones y
paciencia, dejando en las manos del Señor la situación y el cambio. Y
aprovechando la oportunidad cuando éste sea provisto.
3:13
"Y ¿quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo
bueno?". No, nadie puede hacernos daños, a menos que sea un déspota cruel;
y si hace daño será temporalmente. El mayor daño no es el que nos hagan sino
los sentimientos dentro de nosotros que esa mala acción genera.
3: 14-17
"...sino santificad a Cristo como Señor en vuestros
corazones...". La idea es que sean santos los que sean arrastrados a los
tribunales y no sean pecadores y zelostes anarquistas. Es mejor sufrir por los
principios que por los pecados. Lo primero endulza los sufrimientos, para lo
otro no hay consuelo sino remordimientos y vergüenza. La única explicación para
algunos sufrimientos es ésta: la voluntad de Dios así lo quiere. El mundo no
puede hallar explicación a las injusticias que sufren los cristianos porque
ignoran el bien espiritual que esas tribulaciones les traen.
3: 15
"...sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando
siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de
la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y
reverencia". Oh sí, cuando recibas daño de otros, adora a Dios
y así estarás preparado para hacer una defensa espiritual a tu causa.
3: 18
"Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo
por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en
el espíritu". Quizás un significado sea que los sufrimientos no lo mataron
espiritualmente, no le dañaron su vida espiritual, puede que lo hayan
vivificado en el sentido de perfeccionar su humanidad, aunque me atrevo decir
que ya era perfecta desde un comienzo sino que sólo lo llenó con sufrimientos
adecuados para la redención (He. 5: 8, 9). Pero otro significado si se procede
a seguir con el contexto, si fuera posible la traducción ésta, "pero
vivificado por el Espíritu", sería una referencia a la resurrección y en
ese caso ya haría imposible que en cuerpo bajara al infierno o a cualquier
parte de la región de los muertos; de ese modo la palabra Espíritu no se
refiere a la predicación de él después de haber resucitado de los muertos sino
a la predicación a través del Espíritu, mediante Noé en los días del diluvio,
cuyas personas ahora están bajo arresto infernal.
3:19
"...en el cual también fue y predicó a los espíritus
encarcelados...". Los que mueran sin haber creído a Cristo por el
evangelio que les ha sido predicado, su espíritu es encarcelado hasta el día
del juicio final; lo mismo que los ángeles que han pecado (Jud.1:6; 2Pe.2:4);
no hay transmigraciones de almas, ni reencarnaciones, ni nada se puede hacer
aquí en la tierra por las almas de los difuntos. Dicho de paso, con tímida
seguridad, rehuyendo toda clase de especulación y de superstición, Cristo
predicó a los espíritus encarcelados por medio del Espíritu y Noé, en los días
del diluvio, y todos aquellos incrédulos ahogados permanecen encarcelados sin
remedio hasta ser juzgados por Dios.
3: 21
"Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no quitando la
suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia)
mediante la resurrección de Jesucristo". No hay duda que el bautismo en
aquellos días tenía una importancia enorme no porque tuviera poderes
salvíficos, sino porque se tomó como un símbolo de fe en Cristo como Señor y
Salvador (Ro 10: 9, 10); era más una confesión pública que un acto emblemático
de doctrina asociado a un credo. Sobre todo era un osado acto de fe. La llamada
regeneración bautismal cuando el niño al cual se le aplica agua, se le declara
cristiano, es un invento. El apóstol Pedro mismo, o pudiera identificarlo mejor
con San Pedro, dice que los pecados no se quitan con el bautismo. En todo caso,
tiene que ser administrado a un adulto porque ningún pequeño ora a Dios o
aspira a tener una buena conciencia cristiana para resucitar con él del polvo
de la tierra, simbólicamente toma esa resurrección al emerger del agua.
3: 22
"...quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después
de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades...".
Esta es una forma muy bonita de decir que Jesús es el Señor. Amén Señor, amén.
Nuestro Señor está encumbrado y se le ha dado un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se sobre toda rodilla de los que están
en los cielos y de los que están en la tierra (Flp. 2: 9-11).
4:2
"...para vivir el tiempo que le queda en la carne, no ya para las
pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios". Todos los apóstoles
creían en la supervivencia del alma; si no puedes estar seguro de ello por
medio de lo que dijeron, no tienes otro medio para ser convencido y quitarte
tus dudas; demostrar la existencia del alma por medio de razonamiento
filosófico es bastante difícil y por la ciencia imposible. Es una verdad
revelada por Dios. Pedro escribe como quien menciona una doctrina que es parte
del aceptado credo de la iglesia.
4:3
"Porque el tiempo ya pasado os es suficiente para haber hecho lo que
agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras,
orgías, embriagueces y abominables idolatrías...". Los que hemos conocido
al Señor Jesucristo siendo mayores podemos decir al diablo y al mundo que se
conformen con los pecados que cometimos cuando estábamos con ellos. No hay más.
¿Cómo voy a aumentar aquella cantidad de pecados si he sido destinado para otra
vida, si tengo mejores ejemplos, promesas, bendiciones, esperanza y otro y
mejor amor. Ahora mi nuevo afán no es complacer a mis antiguos amigos sino
hacer sonreír al Señor.
4: 4
"Y en todo esto, se sorprenden de que no corráis con ellos en el mismo
desenfreno de disolución, y os ultrajan". Les parece cosa extraña que no
nos volvamos locos con las cosas que a ellos se vuelven locos, ni nos
precipitamos en la destrucción en que se hunden; a mí es a quien me parece
asombroso que me inviten a vivir la vida que ellos viven. ¿Están locos? Si
tuviera más fuerzas en mis piernas más rápido huiría de la clase de vida que
ellos viven, y no entienden el horror que me da pensar que pudiera retroceder a
vivir en la destrucción de donde salí un día.
4: 6
"...con este fin fue predicado el evangelio aun a los
muertos...". Oh iglesia, predica tu evangelio a los muertos, a los que
tienen nombre de que viven (Efe. 2: 1).
Si eres un ex pecador estas palabras son para ti
4:1-13
“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues, sobrios, y velad en
oración”. Velar en oración es estar atento al cuidado del alma, puesto los ojos
en su esperado su retorno, y con ello "el fin de todas las cosas",
que en este contexto significa el fin de la insistencia del mundo y de todas
las estrategias para arrastrar de nuevo al cristiano al seno y lugar dentro del
cual había salido (v.4). A esto se opone el Espíritu Santo.
Lo más posible sobre este texto es que se refiera al fin de todas las
cosas, y que se acerca es la segunda venida de Cristo; aunque con menos
posibilidad pudiera referirse al fin de la ciudad, al fin del templo y del
judaísmo, un fin que aconteció un poco después que esta carta fue escrita
cuando el general romano Tito, hijo del emperador Vespasiano, rodeó la ciudad y
la redujo a escombros. Los judíos siempre asociaron la destrucción del templo
con el fin del mundo y en esta época apostólica se esperaba la venida del Señor
en cualquier momento. También otro significado un poco distanciado es que el
fin de todas las cosas corresponde al fin de la vida de cada uno de ellos, pero
es menos probable porque la expresión “todas las cosas” es demasiado amplia
para reducirse individualmente.
El propósito del apóstol no es amenazar a los creyentes con la segunda
venida del Señor sino lo contrario, animarlos con ella para que tengan
en cuenta que pudiera ser que "antes que terminen de recorrer todas las
ciudades de Israel" el Señor venga. El contexto del pasaje de lo que trata
es de infundirles ánimo a los creyentes que están sufriendo en la carne (v. 1),
y el v. 5 es otro énfasis pero esta vez dirigido como una amenaza a aquellos
que quieren arrastrarlos hacia su conducta pecaminosa y si se niegan los
ultrajan y los amenazan (v. 4). La insistencia en la santidad de cada
creyente es palpable en todo el contexto, y la expresión "para no vivir el
tiempo que resta en la carne conforme a las concupiscencia de los hombres, sino
conforme a la voluntad de Dios" (v. 2), lo demuestra. Todos estos
hermanos, o posiblemente la mayoría era de origen gentil, y se habían
convertido después de haber pasado ¡mucho tiempo! viviendo en el pecado (v. 3);
y los otros se asombran, y "les parece cosa extraña" que hayan abandonado
la compañía pecaminosa con las cuales habían pasado tanto tiempo juntos (v. 4),
y como no lo han podido lograr por la gracia perseverante que sostiene a los
fieles, han decidido difamarlos o ultrajarlos. Entonces, pues, "el fin de
todas las cosas" que se acerca es una esperanza cristiana que se les
comunica con respecto a la venida en juicio del Señor que ha de terminar con
todas estas injusticias y abusos, y con todos los peligros que corre la vida
cristiana entre impíos; porque es difícil para aquellos que en tiempos pasados
estaban "muertos en delitos y pecados", pero que ahora por medio de
la predicación han resucitado (v. 6), tener que continuar viviendo en la carne,
pero si Dios así lo dispone antes que venga Jesús o ellos vayan a su encuentro,
deben continuar con la resolución de haber "cesado de pecar" (v. 1),
cuya palabra también significa "desistir del pecado" y
"restringir el pecado". Ante todas esas perspectivas, el apóstol lo
que desea es que todos esos ex pecadores, aunque no perfectos, “desistan del
pecado” “lo restrinjan” en movimientos y apetitos.
4: 8
"Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros,
pues el amor cubre multitud de pecados". Tal vez no sea tanto tener amor
para disculpar las faltas y soportar a los otros como para que se arrepientan;
porque con lágrimas en los ojos se les enseña y se les amonesta (Hch. 20: 31).
El amor no se engaña, disculpa. Perdona. Encubre pero no es cómplice.
5: 1
"Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como
ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la
gloria que ha de ser revelada". ¡Qué bueno es hablar con esa seguridad!
(Similar a 2 Ti. 4: 8). Mira, el apóstol habla, no como un Papa sino como un
consiervo, "ruega", no manda. La palabra exhortar sería mejor haberla
traducido rogar o implorar.
5:2
"...pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por
obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del
dinero, sino con sincero deseo..." "Voluntariamente", por amor,
por vocación, con sumo placer; deseoso siempre hacer un buen trabajo.
"Ganancia"; desde tiempo casi inmemorial los pastores eran atendidos
financieramente por la iglesia (1 Co. 9: 11). Un pastor laborioso es digno de
doble honor. De doble salario, según dice el apóstol. Pero el móvil del dinero
jamás puede ser el motivo por el cual ingrese al obispado.
5: 3
"...tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados,
sino demostrando ser ejemplos del rebaño...". "Señorío", no
tomes esto para negar toda autoridad al pastor porque a los anti-pastorales y
facciosos les agrada quitarles la autoridad a sus pastores para asumirla
ellos (v. 5). La autoridad plena en amor brota del buen ejemplo.
5: 4
"Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona
inmarcesible de gloria". Señor yo espero de ti sólo esto, "bien buen
siervo y fiel": (1) que hice bien mi trabajo, con el Espíritu Santo lo que
debía, y con amor. (2) "buen siervo"; ¡oh Bendito, a nada más pudiera
aspirar que oír de tus labios que me llames "buen siervo", porque me
parece no haberlo sido! (3) "Fiel"; es el triunfo de tu gracia; un
inmerecido elogio y una exageración de mi conducta cristiana. ¿Para qué quiero
más gloria si tendré una que no se me marchitará? Esperando escuchar de boca
del Señor estas palabras se esfuma el miedo a la muerte, y hasta por momentos
se apetece para alcanzar escucharlas.
5: 6
"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios...";
"la poderosa"; la organización de la iglesia, pero también la
aceptación de las circunstancias hasta que estas cambien. Puede vivir uno lleno
de ansiedad por muchos años, no por el cuerpo sino por el alma, la propia y la
de otros. ¿Está bien eso Señor? ¿Cuál es la diferencia entre el celo y la
ansiedad? Uno puede estar tan ansioso porque una situación cambie que se
debilite su fe. El Señor lo tiene arreglado todo y cuando "el tiempo se ha
cumplido", cuando "llegue el hora" él nos exaltará, entonces le
daremos gracias y humillados alabaremos su sabiduría. El Señor sólo quiere que
tengamos fe. Esperemos su tiempo. La falta de fe nos hace daño y hace más
difícil soportar los días de humillación.
5: 8
"...Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente,
buscando a quien devorar". Cuando pienso en el diablo con relación a mi
testimonio cristiano y como ministro, no pienso que me lo quiere dañar sino
"comérselo y devorarlo", se alimenta de almas, de testimonios.
"El diablo" aquí si no es el emperador o el gobierno, trabajan
juntos.
El diablo siempre busca una rendija
5:9
"Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias
de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo".
Uno viene a este mundo con una porción amarga que tragar, que otro no puede
beber ni tampoco puede rehusar. ¿Has leído eso, resistid en la fe? No
esperes que el diablo se marche por su propia voluntad, que se aleje de ti por
algún acto de compasión, que viéndote destruido tenga misericordia. No, él no
tiene misericordia con nadie, no conoce eso; ese sentimiento no existe dentro
de él. Lo único que se puede esperar es que mordida tras mordida te devore
por entero. Si empieza por un ojo quiere los dos, un miembro y después el otro,
hasta toda la mente y el corazón; hasta acabarte.
¿Cuál es el consejo? "Resistid". Eso trae esperanza porque
si uno no se entrega puede vencerlo. Esa actitud es importante, luchar,
no entregarte. El no se aleja mientras vea alguna posibilidad, algún hueco,
alguna imprudencia en el camino. Son innumerables las formas como intenta una y
otra vez acercarse al alma; explora toda la armadura, por detrás, por enfrente,
sus costuras, buscando ansiosamente alguna rendija, algún pequeño orificio para
agrandarlo y romper. Hasta los sentimientos nobles, los más puros él busca cómo
corromperlos; si puede nos tortura de día y de noche agrandando nuestra
convicción de pecados, haciendo que aunque hayamos implorado y recibido el
perdón la conciencia siga acusándonos y no disfrutemos de la paz que nos viene
por la sangre de Jesús.
5: 10
"Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda
gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, El mismo os perfeccionará,
afirmará, fortalecerá y establecerá". Todos nuestros hermanos siempre
pensaban en el sufrimiento como perfeccionador y conveniente para la salvación;
destructivos sólo para lo que es dañino, y oculta las virtudes cristianas (He.
5:9).
5: 12
"Por conducto de Silvano, nuestro fiel hermano (porque así lo
considero)..." La expresión entre paréntesis "porque así lo
considero", lo mismo puede manifestar una aseveración que expresar alguna
duda; "lo tengo, supongo"; en ese caso el testimonio de nadie es 100%
creíble, ni uno puede estar 100% seguro de la salvación de los otros. Cada uno
cuide su salvación con temor y temblor; y el Espíritu Santo le dará testimonio
s a u espíritu de que es o no hijo de Dios. De todos modos Pablo invita a los
creyentes en Corinto que se prueben si están en la fe (2 Co. 13:5). Todos
tratan que la iglesia sea fiel, que no se muevan de donde estén.
5: 13
"La que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, os saluda,
y también mi hijo Marcos". "Babilonia", el apóstol también está
en la dispersión. Muy lejos. Si es que no es Roma. Y puede que sí.
5: 14
"Saludaos unos a otros con un beso de amor...". El énfasis es el
amor; todos los apóstoles lo hacen, saludarse con ósculo santo. Ahora con un
apretón de mano y un fuerte abrazo entre varones.
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