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sábado, 4 de octubre de 2025

No Corras co las Botas de Gigante Siete leguas

NO CORRAS CON LAS BOTAS DEL OGRO SIETE LEGUAS

MIS NOTAS SOBRE MATEO EL PRIMER LIBRO DEL NUEVO TESTAMENTO

 

Las citas bíblicas son copiadas de Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org

Un libro atrevido con interpretaciones en auténtica exégesis, honestidad y la libertad que me da el Santo Espíritu con mi experiencia cristiana y pastoral, con respeto y amor por Dios y por su Libro, único, la

Hace poco una doctora especialista en asuntos de sangre le diagnosticó anemia a quien ha sido mi esposa por más de medio siglo. El laboratorio mostró escaso hierro en la sangre, y que era un milagro pudiera caminar, pero dijo que ella la curaría. Y resultó exitoso el tratamiento con continuas infusiones de ese metal directo en la sangre y el consejo que comiera alimentos ricos en proteínas. Ahora es mi “dama de hierro”. No Margaret Thatcher. Algunos cristianos sufren de anemia bíblica y su medicamento pudiera ser la infusión férrea en su lectura de las Sagradas Escrituras. Mi mujer solo tenía el uno por ciento y aunque sigue ingiriendo proteínas ya los niveles sobrepasan el veintiuno. Recobró su salud. La medicina para la anemia bíblica son infusiones no de hemoglobina sino de biblina. Si amas a Dios deberías amar la Biblia y estudiarla hasta que ella corra por tu sangre. Si tienes mucho que hacer, levántate temprano antes de enredarte en tus faenas y sean aquellas como el pan tuyo de cada día. Todas las células que componen la sangre se fabrican en la médula ósea. Ésta se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos planos (cráneo, vértebras, esternón, crestas ilíacas) y en los canales medulares de los huesos largos (fémur, húmero). Cuando la leo si ella no me abre su boca y parece que es un libro sellado o mudo, empiezo orando por mí y pido la bendición a su Autor Principal, el Espíritu Santo. La Biblia que leo tiene notas impresas y con un bolígrafo dentro para subrayar textos y circular palabras que sobresalen sobre las otras, como pequeñas uvas que se mastican y endulzan la boca. Yo y mi Biblia somos dos enamorados y ella se deja acariciar y besar con dulzura y gratitud, a escondidas, porque si alguien nos viera fingiría como si soplara polvo. ¿Quién puede afirmar que ama a Dios con toda su alma, con todo su entendimiento y a su prójimo como a sí mismo si no ama de igual manera su Biblia? Esos sentimientos los crea el Espíritu Santo porque sin él ella me hubiera sido, y te sería un libro mudo con sus letras muertas.  Si amas tu Biblia y la besas, no te ruborices, es como besarle la mano a Dios. Escoge la mejor hora del día para orar y leer la Escritura, cuando nadie te moleste. 




Si puedes compra una Biblia con notas exegéticas y no galopes en su lectura. Yo ordené otra y la que enviaron no tenía el orden tradicional de los libros y la devolví. John MacArthur publicó una con sus notas. Son Biblias para estudio. Las hay en inglés si la prefieres. Si perteneces al “Israel de Dios” (Ga. 6:16), recoge cada día un poco de pan del cielo, que los israelitas llamaron con asombro “maná”, ¿qué es eso? (Ex. 16:31). La buena lectura bíblica siempre asombra.

No soy médico, pero si las enfermedades no son del cuerpo sino del alma, sé, porque atiendo la mía, las medicinas apropiadas y recetas de nutrición. Las infusiones de Biblia en el cerebro son el remedio exitoso tocante a la casi incurable anemia bíblica que sufren algunos púlpitos cristianos, en esta época de seco pragmatismo; y como el contagio proviene del envidiable éxito numérico y la institución donde fueron formados, y haciendo ambas cosas imposibles prestarles mi modestísima ayuda, he pensado hacer llegar furtivamente estas lentas notas, por la providencia divina, a las manos de los que no han visto mi rostro, y sírvales a ellos como lo fueron a sus primeros oyentes. No leas la Biblia para cumplir una meta de versículos engullidos que pasan por la mente y no se asientan en la memoria. La vida cristiana es una carrera, no dando saltos y corriendo con precipitación a la velocidad de los pies de Asael que eran ligeros como la gacela del campo (2 Sa. 2:18), sino con paciencia como dice el autor de Hebreos (He. 12:1). Pablo cuando habla de la vida cristiana la compara a una carrera, como en una olimpiada.  Camina con Dios, sea la Biblia lámpara a tus pies y lumbrera a tu camino. Algunos corren, pero si saben poco de ella, él les dice como a Ahimaas, “pasa y ponte ahí” (2 Sa. 18:19-30). Callados.

La sabia providencia bendiga este libro y no llegue a tus manos como un dinero malgastado, sino que haga bien si padeces de anemia espiritual sin diagnóstico, debido al pragmatismo positivo dominical que ingieres.  Si es tu caso, necesitas una infusión de hierro bíblico, de biblina. La historia cristiana tiene celebridades como Spurgeon, Whitefield, que predicaron sermones temáticos o de asunto, pero otros prefirieron imitar a los reformadores y explicar los textos bíblicos y sacar la idea principal por su contexto, así se oye más de lo mismo, pero no lo mismo. Así habla el Espíritu Santo en los estudios y sermones expositivos y se enseña a la iglesia a escudriñar las Escrituras y leerla bien como son los sermones y comentarios de Agustín de Hipona, Martin Lutero, Juan Calvino, Jonathan Edwards, John MacArthur y algunos más. Si hallas a un predicador que usa mucho la Biblia no te vayas, regresa a oírlo. Si su sermón está saturado de consejos prácticos donde la teología es súbdita de la psicología, tal vez salgas con buen ánimo y ganas de vivir, pero con escasa fe, que no es lo mismo que optimismo. Ten por seguro que eso es cierto.  Dale la oportunidad a otro para que le oigas usar de memoria la Biblia mientras predica, y compara. A mí me pasa similar a los atenienses, ellos con filosofías, yo para oír bíblicamente sobre lo mismo algo nuevo (Hch, 17:21). ¿Has leído la etiqueta de los alimentos que ingieres? La mayoría de ellos ponen en primer lugar las calorías que te vas a comer porque ahora la gente lo que quiere es estar flaca, y en segundo lugar la nutrición que es más importante porque está relacionada con tu salud. Eres lo que comas y bebas. Un sermón puede tener muchas calorías, gritos, poca proteína y escaso hierro. Si quieres caminar con Dios como Enoc y Noé tienes que nutrirte bien (Ge. 5:22-24; 6:9). Si no en la iglesia porque estás poniéndote famélico o flaca, entonces en tu casa tienes que comer saludable, leyendo buenas notas al pie de la página, como tortas bíblicas iguales a la que cocinó Dios para Elías cuando le dieron ganas de morirse, “3Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. 4Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 5Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. 6Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. 7Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. 8Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios” (1 Re. 19:3-8). Si te gusta comer pan, come el saludable, el integral como el de Aser, sustancioso y sentirás deleite (Ge. 49:20). No engorda el yo, no es fofo y nutre el alma.

Cuando estudies el Antiguo y Nuevo Testamento no corras con las botas del Ogro Siete Leguas que olfateaba la carne fresca de los niños y quería comérselos. Me refiero al cuento de Charles Perrault (12 enero 1628–16 mayo 1703) donde cuenta las desventuras de unos niños, que son abandonados por sus padres hasta en dos ocasiones, y viéndose lejos de su hogar y en un bosque tenebroso encuentran la casa del señor Ogro quien está dispuesto a comérselos, pero los niños, por la astucia de su hermano Pulgarcito, logran librarse de ese. Pulgarcito, acercándose al Ogro, le sacó suavemente las botas y se las puso rápidamente. Las botas eran bastante anchas y grandes; pero como eran mágicas, tenían el don de adaptarse al tamaño de quien las calzara, de modo que se ajustaron a sus pies y a sus piernascomo si hubieran sido hechas a su medida.


Biblia. 


Pruebas de detección de la anemia y cuándo remitir a los ...


No leas ni estudies tu Biblia con esas botas puestas, a paso de gigante. No solo leas, escudríñala, ve despacio en tu lectura, toma un bolígrafo, consejo que ya te he dado, y subraya lo que encuentras interesante, esto te servirá para leer esos versículos cuando la hojees o no dispongas de mucho tiempo.  Eso no lastima la Biblia. No es conservarla joven sino envejecida por el uso. Spurgeon dijo que una Biblia usada y rota generalmente pertenece a una vida que no lo está. La de la imagen pertenece a Walquiria, que se renueva cada noche “por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”.

Voy a usar algunos ejemplos e imágenes bíblicas para ilustrar mi convicción que la lectura de la Biblia para que sea nutritiva debe ser leída despacio como se trituran los alimentos antes de tragarlos. Así la pondrá el Espíritu Santo en la mente no en el estómago. Tomar una retahíla de versículos bíblicos y leerlos a toda velocidad y sin concentración será casi perder el tiempo. La orientación que le dio el Señor a su pueblo cuando vagaba por el Sinaí fue recoger el maná, molerlo, cocerlo como quisieran y variar el menú (Num. 11:7-9). Cada alimento tiene su tiempo para ser cocinado. Si quieres sacarle a la Biblia su sustancia tienes que rumiar lo que lees. El diccionario de la Real Academia Española define esa palabra “masticar por segunda vez, volviéndolo a la boca, el alimento que ya estuvo en el depósito que a este efecto tienen algunos animales” “considerar despacio y pensar con reflexión y madurez algo”.  La ley de Dios dada por Moisés clasifica los animales rumiantes como los únicos aprobados comestibles. Eso tiene que ver con la lectura y aplicación de la Biblia.

3De entre los animales, todo el que tiene pezuña hendida y que rumia, éste comeréis. 4Pero de los que rumian o que tienen pezuña, no comeréis éstos: el camello, porque rumia, pero no tiene pezuña hendida, lo tendréis por inmundo. 5También el conejo, porque rumia, pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo. 6Asimismo la liebre, porque rumia, pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda. 7También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. 8De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; los tendréis por inmundos” (Lev. 11:3-8). 

Si llegas a ser un rumiante de la Biblia eso está bien, pero si no tienes la pezuña hendida con relación al mundo, eres inmundo. Si rumias lo que lees, pero no te separas del pecado, eres inmundo. Vuélvete un rumiante completo, cáele como una polilla a las páginas de tu Biblia, sé mi compañero o compañera de viaje.  Si estás de acuerdo corramos con paciencia nuestra carrera, vayamos en dúo al ritmo que dice Hebreos, sin premura, con velocidad limitada “por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (He. 12:1,2). 

Mateo ocupa el primer lugar dentro de los evangelios llamados Sinópticos, junto con Marcos y Lucas. Su autor un judío de posición notable en el puerto de Capernaum. Este varón de Dios está convencido que su Maestro, Jesús, es el mesías anunciado y esperado por Israel, al cual ama. Mateo no es la figura central de su narración, sino Jesús, y en convincente caso, la Escritura, a la cual se refiere constantemente para probar a sus lectores de la misma nacionalidad que lo que estaban esperando ya arribó. Es un creyente convencido, humilde, como hemos leído, que avergonzado de su vida anterior decidió no usar más su nombre Leví, por ser demasiado honorable para su vida con un historial de publicano, y es por esa razón que se le conoce como Mateo, porque es lo que quería, ser otro y visto y leído con un seudónimo como si cambiara su genealogía.

En todos mis comentarios bíblicos, procuro acercarme lo más posible al significado del texto sagrado, lo que quiso decir el Espíritu Santo, y una vez aclarado el asunto, entonces procedo a derivar aplicaciones para facilitar su uso en la lectura y práctica, suelo ponerle un título con la idea principal descubierta dentro de la aplicación. Agradecido estoy a Dios por este documento, al apóstol y al Espíritu Santo para que lo escribiera, y que, aunque procuró quedarse en la sombra, su propósito y logro nos atrae hacia él con gratitud.

“En el tiempo que Cristo nació, Israel se encontraba bajo la dominación romana por unos sesenta años. Uno de los peores aspectos de la opresión romana fue el sistema de impuestos, el cual funcionaba de forma metódica, sin detenerse, y sin piedad alguna. Dos impuestos básicos consistían en una especie de impuestos comparables a la declaración de renta en este tiempo, y ellos también se adjudicaban a las propiedades especialmente la tierra. Los senadores romanos y varios otros oficiales de alto rango podían comprar del gobierno en subastas el derecho para colectar los impuestos en determinado país, provincia, o región, por una cantidad determinada y por un tiempo específico de años. Cualquier cosa que se recolectaba, me refiero a cualquier cantidad de dinero se consideraba una ganancia. 

“A esas personas que cobraban los impuestos se les llamaba publicanos. Los publicanos podían contratar a otros que fueran también ciudadanos romanos con el propósito de trabajar en lo mismo, recogiendo los impuestos. Estos recaudadores hacían los mismos arreglos con los otros publicanos que éstos hacían con el gobierno. Aquí estaba la ganancia de ellos que podían cobrar lo que quisieran sobre lo que los otros publicanos les exigían de modo que lo que sobraba era para ellos. Ambos, los publicanos y los recaudadores, por lo tanto, tenían una fuerte motivación para tratar de recaudar todo lo que pudieran, elevando los impuestos, sabiendo que contaban con el apoyo completo de las autoridades incluyendo a los militares de Roma.

“Por supuesto que estos recaudadores de impuestos eran profundamente odiados por el pueblo, no solamente porque les arrebataban el dinero sino porque los consideraban traidores. En Israel todos ellos estaban considerados de la misma clase de gente que consideraban a los pecadores, las prostitutas y los gentiles (Mt. 9:10,11; 18:17; 21:31,32; Mr. 2:15,16; Lc. 5:30; etc.). Mateo, que también era llamado Leví, era un recaudador de impuestos cuando Jesús lo llamó para que fuera uno de los doce apóstoles (Mt. 9:9; Mr. 2:14). Tenemos poca información de la clase de religioso que era Mateo antes que Jesús lo llamara. Es dudoso que fuera muy religioso, porque los recaudadores de impuestos más bien vivían en ostracismo en relación con la religión, prácticamente si no oficialmente, rara vez se les veía en las sinagogas y algunas veces en el templo. No cabe duda de que por esta razón fue que Mateo respondió de forma tan rápida cuando Jesús le hizo la invitación para que lo siguiera, y del mismo modo muchos de sus compañeros hicieron lo mismo (Mt. 9:9,10; 11:19; Lc. 15:1). Era una cosa rara que ellos fueran aceptados como amigos o compañeros de los judíos, especialmente de los rabíes, de algún maestro tal como Jesús.

“Mateo fue particularmente modesto al escribir su evangelio. Siempre se refiere a sí mismo en tercera persona y nunca habla acerca de él como su autor. Conocemos su autoría porque su nombre se halla junto a las más antiguas copias y manuscritos, y además de eso porque los llamados Padres de la iglesia unánimemente aseguran que es el autor de este libro. Es obvio por el texto mismo que Mateo escribió el evangelio antes de la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén en el año setenta. Aparte de esta fecha es casi imposible ser dogmático en cuanto al año específico en que fue escrito” (John MacArthur, Comentario, Moody Press).

En la siguiente genealogía de nuestro Señor aparecen muchos nombres, unos con una historia gloriosa, y otros con lamentable historia.

 

Mt. 1:1-25

 

1Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. 2Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. 4Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. 5Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa. 6Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. 7Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. 8Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. 9Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. 10Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia. 12Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. 14Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. 15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. 17De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce”.

 

Trabajemos para que sobreviva la civilización 

 

Esta es la genealogía de Jesucristo, iré pasando por sus nombres e intentando recordar algo de la historia de cada uno, buena y mala, y notaremos que los mejores personajes vivieron por su linaje o predecesores asociados a otros, que mientras más lejos de ellos habría sido mejor y si les hubiera sido posible de buena gana habrían borrado de la familia algunos nombres. Ni nosotros podemos hacerlo, aunque no nos falten ganas. Eso opacaría el resplandor de la gracia de Dios, electora y perseverante. El cuadro de la gloria divina en lo que somos brilla mejor si tiene un fondo oscuro. Nada de qué gloriarse. Los santos de este linaje están asociados a los pecadores, juntos, pero no revueltos, porque para no estarlo habrían tenido necesidad de salir del mundo como dijo Pablo (1 Co. 5:9-11).

Tamar fue una mujer cananea; Rahab, una inteligente ramera que ocultó en su casa a unos espías judíos, pero se convirtió a Dios, dejó el oficio y se casó con un príncipe de Israel; Rut una viuda joven del pueblo de Moab, moabita, que por su matrimonio con Booz un hombre mayor que ella se convirtió a Dios; en cuanto al rey David, Mateo no escribió lo malo que hizo este cantante y rey para casarse (un eufemismo) con la legítima esposa de uno de sus mejores soldados. Solamente escribió que había sido “la mujer de Urías” sin dar detalles porque a Mateo no le gusta pregonar los pecados de otros que Dios ha perdonado, y algunos gustosos, han sacado de los propios sus recuerdos; Roboam, hombre blando y sin carácter, dejó al Señor, y su madre era una pagana amonita; Asa fue un buen rey con los pies enfermos; Josafat fue también un buen rey que por poco lo matan en un conflicto por disfrazarse; Joram fue un mal rey y se casó con la hija de otro rey malo, Acab, enemigo del profeta Elías, y su mujer era peor, y ambos hicieron “lo malo ante los ojos de Jehová”; Uzías hizo lo recto; Acaz fue buen rey; Ezequías muy buen rey y se le recuerda entre otras cosas por su reloj; Manasés malísimo como rey, asesino, bañó a Jerusalén en sangre, pero oró por el perdón y cambió su historia, y con más razón que Pablo pudiera ser llamado “de los pecadores el primero” (1 Ti. 1:15); Amón, malísimo; Josías muy bueno y no debió morir por meterse en lo que no debía y tomarse para sí un lío que no era suyo (2 Re. 28-30); Jeconías, malo; Zorobabel, muy bueno; José el esposo de María un varón justo, quizás mayor que ella  porque su omisión en muchos eventos sugiere la idea que no estuviera vivo. 

De todo aprendo en mi lectura a no ir corriendo sobre la Biblia, sino investigando y orando. Si aparecen los nombres de estas personas es porque son importantes, y están distribuidos en grupos de catorce para ser memorizados con el propósito de ayudar a los creyentes judíos y a la fe en Jesucristo, y comprobarles que Jesús es el Mesías de línea real, por cuanto desciende de Judá. También para que puedan testificar a los que lo niegan, defender su autenticidad histórica y compartirla con ellos. Con ese doble propósito debiéramos leer la Biblia, bosquejar, hallar lo interesante, memorizar, y sacar lecciones provechosas de las historias de cada personaje por aburrido que eso pudiera ser, porque las jotas y las tildes en la Escritura no son puestas por gusto (Mt. 5:18). En español igual, no es lo mismo escribir “mi marido, me mato” que “mi marido me mató”. Fíjate en la coma y el acento son determinantes para el juez dictar sentencia. Lee tu Biblia como un investigador con su lupa. La historia es la historia y debemos mirarnos en ella y ver quiénes fueron y hasta donde nos parecemos a ellos para no cometer los errores como algunos lo hicieron ni imitar sus tonterías que pagaron caro. Esta sociedad moderna ya está enferma y decayendo, con los mismos males que hicieron sucumbir a los babilonios, los persas, los griegos y los romanos, y que hoy no tienen ni pálidos reflejos de lo que fueron otrora. 

La deportación a Babilonia confirma que no es cosa de juego hacer lo malo ante los ojos de Diosporque eso traerá su juicio y la destrucción nacional y la iglesia; en aquel caso durante setenta años con casi la totalidad del pueblo eliminado, quedando sólo un remanente con el cual volver a empezar. Y aplicando sus locuras y devaneos, si las cosas ahora siguen como van, el cristianismo tendrá una gran deportación, sacado quizás de occidente para otros países donde sobreviva la civilización (léetelo en Ro. 1:24-32), o por la desgracia de sus pensadores, a la deportación de otra forma de pensar, la apostasía de la cual habla Pablo, y que sólo sobreviva un remanente escogido por gracia.

La genealogía también enseña el compromiso consigo mismo que Jesús hizo para ser el Salvador de los pecadores, perteneciendo en esencia al mismo árbol adámico que nosotros. Jesús es el más puro de nuestra familia o el único puro. Por su carácter sus contemporáneos lo llamaron “amigo de los pecadores” (Mt. 11:19); no somos gente extraña para él y por eso no “se avergüenza de llamarnos hermanos” (He. 2:11). Algunos tenemos reflejos de aquellos que hicieron lo recto ante los ojos de Dios y de los que hicieron lo malo. Examinarse y confrontarse consigo mismo lo aconsejó un sabio (2 Co. 13:5); Jesús, el hijo de María, aunque tuvo la sangre mezclada con todos ellos no heredó el pecado original, por la virtud divina en su concepción y encarnación, de modo que llevara legalmente en su cuerpo, el pecado de todos nosotros sobre la cruz (Is. 53:5,6); y sepultó nuestras enfermedades en su tumba y subió glorificado con un cuerpo nuevo, absorbido por inmortalidad (1 Co. 15:54), e invitó a quien dudara de su resurrección, que se acercara y llenara sus ojos con su gloria y palpara con sus dedos que no era imaginación ni un fantasma de otro mundo (Jn. 20:27).

Y relativo a la iglesia, pensemos con indulgencia en nuestra comunidad cristiana que, aunque no todos sean santos en ella hay vidas hermosas en su seno, y que, así y todo, imperfecta, es la iglesia de Cristo. Y además entendamos por ellos que la peor influencia y malos ejemplos familiares no son omnipotentes ni mayor que la gracia de Dios en Cristo. Las doctrinas de la gracia no son una teoría bien intencionada ni cuentos quiméricos. Que, si los peores nombres en nuestro árbol genealógico no los podemos cercenar, sí podemos hacerles de oídos sordos cuando nos griten que tenemos en las venas la misma mala savia que nuestros padres, abuelos y tíos, y que algún día u otro nos verán regresar a las viejas costumbres que nos enseñaron y nos aplaudirán la apostasía, o nos escupirían por haber sido desertor del diablo y de ellos. Bendíceme Señor con tu gracia perseverante. Estos ignoran voluntariamente el poder de la gracia de Dios y se quedarán con las ganas (He. 10:39). No somos de los que retroceden para la perdición, ni perros para volver al vómito, ni puercas lavadas para revolcarnos en sus asquerosos cienos (2 Pe. 2:22). No tenemos sangre azul, siempre es roja, pero no todas son igualmente sucias.

Si algunos de tus familiares te hacen sentir vergüenza al salir a la calle, lee esto y una biografía de Juan Calvino. Acerca de la familia de este reformador se dice: “Carlos, su hermano mayor, que había sido sacerdote fue acusado de herejía y murió excomulgado en 1537. Antonio, su hermano más joven, que vivía en Ginebra y le ayudaba en la obra, tuvo dificultades en su matrimonio porque su esposa que había sido acusada varias veces de adulterio sin pruebas fue finalmente acusada de tener relaciones con un hombre que trabajaba para Calvino, y el matrimonio terminó en divorcio que se finalizó en 1557. La hijastra de Calvino fue acusada de adulterio, tan mal se sintió que un tiempo después dijo que hubo períodos en su vida que se sentía tan avergonzado que no quería salir de su casa” (John Calvin, por Burk Parsons, A Heart for Devotion, Doctrine and Doxology; pag. 27).

En los ancestros de Jesús había hombres y mujeres notables, y villanos, aunque él nunca se avergonzó de “llamarnos hermanos” (He. 2:11), ni de ser “amigo de publicanos y pecadores” (Mt. 11:19). Los parientes de nuestro Señor: Abraham, “el padre de la fe”; un hombre a quien poco se le podría criticar en su vida, en relación con su esposa tomó decisiones equivocadas (Ge. 12:9-20). Isaac, el hijo de la promesa, aquel varón tranquilo, lee lo que pasó.

Ge. 26:6-11

“Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer”. Pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. Cómo, pues, dijiste: ¿es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá”. 

Una situación parecida a la de su padre; heredó su fragilidad, pero no tuvo ningún obstáculo milagroso que evitara su pecado, sino que lo vieron acariciando a su mujer. El relato de Beerseba y el nombre son similares (Ge. 12:9-12). Parece una duplicación.  El hijo siguiendo los pasos del padre, incluso en sus baches. A veces los hijos no aprenden de algunas experiencias de sus padres porque no se las cuentan. Les dan la suma de ellos sin que sepan los dígitos. No somos dioses bajados del olimpo. 

A Jacob, el padre del pueblo judío es fácil hallarles defectos con sus ambiciones, aunque era un hombre de fe. En cuanto a Judá hizo cosas impropias que me da vergüenza escribírtelas (Ge. 37). Tamar se vistió como una prostituta para conseguir sus deseos. Rahab, una mujer de mucho valor y fe fue una ramera durante la primera parte de su vida. La mujer de Urías sufrió una violación. Manasés fue un asesino, y por una pequeña oración como si levantara un dedo a Dios, Jehová le lavó las manos tintas en sangre. Y ese Jesucristo, incrustado en la humanidad, es Emanuel, “Dios con nosotros”, así llamado por su esencia divina y por su relación con el linaje humano. Fue hecho carne de nuestra carne y hueso de nuestro hueso, un gran misterio de amor (Ef. 5:30-32). 

Particularizar, si algunos de tus familiares te hacen sentir vergüenza al salir a la calle y preferirías borrar sus nombres de tus ancestros, o hacer algunas sustituciones, piensa que ésa fue la familia que Dios te dio, es tu árbol genealógico y no deberías cortar ninguna de sus ramas porque ellas hacen más raros y loables los frutos del Espíritu Santo y la excepción de la divina gracia contigo. Enamórate del estudio de la Biblia y léela sumergido o sumergida en su espíritu, como lo he hecho cuando escribí estas notas. Un texto que no tengo espacio para explicártelo es éste (Ro. 11:15-24). Disfrútalo unos minutos, lámelo como hace el perro con la lengua, aprisa, como aquellos trecientos militares (Jue. 7:1-7). 

Ya estamos de nuevo en camino con el texto principal: Somos injertos de Dios en Cristo y bebemos la sustancia de las promesas hechas al árbol, Israel (Ro. 11:15-24).   ¡Mira que al Espíritu Santo se le ocurren palabras bonitas! Salto como becerro en la manada o como los chiquillos en el parque tocando flauta y bailando, al pensar que soy un injerto a todo el Antiguo Testamento, a Israel, lo que nunca pensé ni nadie pensó, ni yo en sueños. Ningún profeta se acercó y me lo dijo, ni yo mismo lo imaginé, Dios me sorprendió y sin sospecharlo pasé a ser de su propiedad, comprado con sangre (1 Co. 6:207:23), ¡oh, nuestro Hortelano, hermano y hermana! ¡Oh bendita la gracia de Dios!

 

Mt. 1:1-3

1Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. 2Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram”. 

Una genealogía comprimida donde se quedan afuera los que no conducen a Jesús. “Tamar”, cananita, pero se convirtió a Dios, y arregló su dilema matrimonial casándose con un príncipe de Israel.

Mt. 1:5

“Rut”, otra extranjera, moabita, recibió la gracia de Cristo por la fe en Dios, se convirtió en una dama importante al casarse con un empresario israelí. Como es bonita la historia, quizás te guste leerla. Así te sazono la lectura de Mateo con pasajes del Viejo Testamento. No te daré a gustar algo que yo con gusto no haya saboreado. Acaso la excepcional gracia de Dios en nosotros, extranjeros y advenedizos ¿no tiene partes bellas? (Ef. 2:19). Y si digo bellas es que pueden ser casi anecdóticas.

3No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, 4por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. 5Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba” (Dt. 23:3-5). 

Lee esto para que lo saborees como un dulce.

Cuando se lee el texto anterior, piensa en Rut la moabita y Booz que se casaron, y ella formó parte de Israel y de la genealogía de David; no tuvo que esperar hasta la décima generación (Rut 4:21,22). ¿Porque era el tiempo de los jueces y cada cual hacía lo que bien le parecía? ¿Fue una violación de la ley mosaica? Ahí tienes un ejemplo de cómo la fe viola la ley y es sin culpa; enseñanza que hallamos en los labios de Jesús (Mt. 12:5); no hubo que esperar diez generaciones para que ella fuera insertada dentro de la congregación de Israel, se purificara su sangre pagana, se convirtiera en una real adoradora israelita, hasta que no le quedara ni una gota de la sangre de Moab. Sé que lo que voy a hacer ahora va alargar el libro, pero haré algo, copiarte un trozo de su librito, Ruth la moabita,“1Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. 2Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Vé, hija mía. 3Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec. 4Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. 5Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven? 6Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab;7y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento. 8Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. 9Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. 10Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? 11Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. 12Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. 13Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas. 14Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró. 15Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; 16y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis. 17Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada. 18Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio. 19Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido. Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.20Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos. 21Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega. 22Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo. 23Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra”.  

Saco el v.12 para que en tu boca lo saborees como azúcar, “bajo cuyas alas has venido a refugiarte”. Así, tú, yo, nosotros y ellos, bajo la sombra de las alas divinas.

Hizo bien Noemí al emigrar

Rut 1:2,3

“Su esposa se llamaba Noemí, sus hijos Mahlón y Quelión y habitaron en el país de Moab”.  

Era un país vecino y sólo tenían que cruzar la frontera. Sin embargo, uno estaba mejor económicamente que el otro. Y ¿eso por qué? En este caso porque Dios bendecía a uno y al otro no tanto; y siempre pasa así, aunque la economía depende de la cultura que tengan los pueblos y como ellos se desarrollen y preserven sus instituciones. Ese conjunto de cosas trae la bendición de Dios y no tanto por la sabiduría de sus políticos y economistas porque, por ejemplo, ¿por qué algunos otrora más prósperos países de la antigüedad hoy día son pobres, digamos como Egipto y Grecia que junto con Chipre son los dos peores económicamente de la comunidad europea? Los países se van quedando atrás si dejan a Dios, y da ocasión a que los ciudadanos tengan que emigrar. Pero si sigues leyendo ves que no pasó mucho tiempo y se murió Elimelec y se quedó Noemí viuda con sus dos hijos y ambos murieron fuera del país. Estaban casados, y eran jóvenes. Cuando Noemí regresó dejó atrás los cadáveres de su marido y de sus dos hijos, y tampoco llevó alguna fortuna para invertir. Entonces, ¿para qué salí? –diría ella. ¿No hubiera sido mejor que no emigrara? Pero como ya he dicho con casi toda la familia muerta no podría decir que le había ido bien, sin embargo, pudo ver la bendición de Dios sobre su vida, y si lo que perdió no lo recuperó, Dios le dio otras cosas bonitas, aunque no pudiera explicarse por qué se le metió en la cabeza “cruzar la frontera” y salir del país. Los que conocieron su historia lo hicieron y ella supo por experiencia que había hecho bien con emigrar, aunque llegara con las manos vacías. 

Mt. 1:6 

“la mujer de Urías”, su nombre es Betsabé y se omite, porque no importan para el caso los pecados en su biografía. Menos cuando habría que mencionar la conducta de David. Las cosas lamentables de otros se callan. 

Mt. 1:7 

Roboam, a este rey no le gustó tener como consejeros a los viejos y prefirió hacerles caso a los jóvenes. Asa, fue un buen rey y cuando era viejo se enfermó de los pies (1 Re. 15:23).

Mt. 1:8

Josafat fue buen rey; Joram fue un mal rey y se casó con la hija de otro rey malo, Acab, y se dice que hizo lo malo ante los ojos del Señor.

Mt. 1:9

Uzías hizo lo recto; Acaz fue buen rey; Ezequías muy buen rey.

Mt.1:10,11

Manasés malísimo como rey, asesino, pero oró y se convirtió a Dios (2 Cr. 33:10-20). Si quieres busca el texto y léelo.

Amón, malísimo; Josías muy bueno; Jeconías, malo.

Mt. 1:12,16

12Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 16y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo”.

Mira el derrumbe de una sociedad. Por los suelos de Israel, sucios por sus pecados, cabalgaron los babilonios y los romanos. Como si el brazo humano y sus dioses fueran tan o más poderosos que Yahvé. Se los llevaron a Babilonia, los que quedaron Zorobabel, muy bueno; y José el esposo de María se supone un hombre mayor porque no se dice nada de él durante el ministerio de Jesús, un varón de fe y respetuoso, ya que no quiso infamarla; y cuando vinieron a él no se menciona José, ni tampoco después de la resurrección en una reunión de oración; tuvo que haber muerto (Mt. 13:55; Hch. 1:14), etc. Eso de las catorce generaciones es un resumen, recurso mnemotécnico como sugerí (BTX).

Mt. 1:18-25

18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS”.

 

No se usa la palabra engendrar sino concebir. En ese tiempo el compromiso para casarse era algo serio equivalente casi a un divorcio, pero José por amor a ella y por amor a la ley de Dios, decide no casarse, pero tampoco exponerla al descrédito público y a otras consecuencias, formalmente sin la celebración de la boda.

Esto ya María debía saberlo, el mensaje divino se oye para corroborar la asombrosa versión de ella, que jamás ningún hombre la había tocado; y la explicación teológica de que el hombre sería el mesías que salvaría a Israel, no de la tutela romana sino de los pecados, así su vida tendría que ver con las sombras levíticas y anuncio de su llegada. Otro evangelio es el que aclara que el dolor tan grande de esa misión sería como una espada que atravesaría el corazón de la madre. La cita es de Is. 7:14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”; y “6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isa. 9:6,7). 

A Jesús nunca le llamaron, ni siquiera la madre, Emanuel. Cualquiera que sea el favor divino que el nombre prometiera a la nación judía donde plenamente alcanzaría toda su enorme extensión es en el cuerpo de Jesucristo, esto es, la iglesia cristiana. 

Este detalle íntimo aflora no se sabe por medio de quien, sino que tal vez el mismo público se dio cuenta que no estaban viviendo juntos, porque, aunque la intención del evangelista es subrayar la concepción y vida excepcional de Jesús. Las cosas personales y de la familia son de consumo doméstico. Las cosas íntimas no se le cuentan a nadie excepto a un médico, que tiene toda la información de nuestros órganos saludables y los que necesitan tratamiento.

Muchos que comen en familia, intercambian regalos y oyen villancicos navideños, no tienen ni idea de los divinos misterios que la navidad encierra. Cuando Mateo dice “antes que se consumara el matrimonio” (se juntasen) es para enfatizar que su nacimiento fue diferente a los de la genealogía anterior. No se dice que José engendró a Jesús. Pone cuidado en afirmar que José no la tocó en todo ese periodo de concepción y embarazo. Se siente rubor hablar de estas cosas sobre la madre de nuestro Señor. 

El caso de Jesús no tiene precedente en la historia de Israel. Que no lo expliquen pensando que es lo mismo que pasó con Raquel, que se demoraba en salir embarazada y al fin tuvo hijos. O como Sara la mujer de Abram que cuando tenía más de noventa años su naturaleza femenina fue fortalecida, y la del marido, y tuvieron “deleite” o “placer”.  La palabra significa que hubo “delicadeza, delicia” que son muy sugerentes como ella dijo cuando concibió a Isaac (Ge. 18:12), “después de mi menopausia” (BTX). 

Se deja claro que no es mitología griega y romana pues no hubo cópula entre el Espíritu Santo y María. Ese detalle íntimo dejado por Dios en la Escritura, de que José no durmió con ella durante un año, y cómo fue formado Jesús en el vientre de su madre, no es solamente para salvar su honor de mujer ni para tranquilizar a José que no aceptaba la explicación de ángeles y Espíritu Santo que le daría María.

Jesús podía permitir que otro hombre, el joven Juan, se recostara sobre su pecho porque se sentía como el “Anciano de Días” (Dan. 7:13,22). Por otra parte, cuando una mujer se le acercó y con sus cabellos enjugaba sus pies y los besaba, lo que ella sentía por él era cariño santo, adoración y así él recibía la unción y los roces de cabellos de esa mujer (Lc. 7:38). Jesús nunca oró como Pablo, “quién me librará de este cuerpo de muerte” (Ro. 7:24), porque a diferencia del apóstol él sí podía hacer con su cuerpo lo que quería y lo que no quería, no comer o flotar sobre el agua, o pasar como invisible entre la multitud (Lc. 4:29,30). Nació de mujer y bajo la ley de Dios para librar a los hombres de esa maldición (Ga. 4:4). Y eso le permitió adquirir una justicia perfecta, que no le faltara un solo hilo, una sola disculpa, de modo que nos sirviera a nosotros para ser justificados ante Dios. 

El pecado original es una señal de la maldiciónde Dios. Lo que se suspendió en el vientre de la virgen fue esa maldición y la Criatura no fue concebida con ella a cuestas, sino que tendría un Santo Ser, es decir sin ella en “todo su ser”, espíritu, alma y cuerpo que le permitiría ganar para nosotros eterna salvación; pues se dice que “por la desobediencia de uno los muchos fueron constituidos pecadores, por la obediencia de uno los muchos son constituidos justos” (Ro. 5:19). Ese es nuestro “postrer Adán” espíritu vivificante (1 Co. 15:45). Si te han enseñado un poco de doctrinas sabrás que “el Verbo se hizo carne y “el Verbo era Dios” (Jn. 1:1,2)

Hay una equivocada conclusión a la que pudieras llegar, que si era hijo de María y no heredó de ella el pecado eso quiere decir que María es inmaculada o sin pecado concebida. No. Dicen que el Espíritu Santo estuvo presente para que no se efectuara esa transmisión de modo genético y llegara por medio de hormonas y células adámicas.  Como en el resto de la creación, el pecado provocó un desorden biológico y es una señal de la maldición de Dios, y su transmisión indica la permanencia de esa maldición, hasta el tiempo de su liberación (Ge. 3:8; Ro. 8:19-23). Los otros hijos de María sí lo heredaron, sobre todo la incredulidad (Jn. 7:3-5). Y, ya siendo Víctima y Sumo Sacerdote con un cuerpo sin pecado podía llevar sobre él todos los pecados que el Padre le pusiera, puesto que agradó a Dios “cargar en él el pecado de todos nosotros” (Is. 53:6) y que lo “llevara en su cuerpo sobre el madero” (1 P. 2:24); y por ende “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”, “juntamente crucificados” (Ga. 2:20). El significado del pecado es amplio, jurídicamente es infracción, pero llegado a la conciencia la culpa pesa, saca suspiros y lágrimas. Es una infernal carga que no se le desea a nadie. Un crujir de dientes.

El cuerpo del Niño fue preparado por Dios para “introducir al Hijo en el mundo”. La palabra preparado (He.1:6; 2:9; 10:5), en griego también significa “ajustado, arreglado, restaurado”. Su cuerpo fue arreglado y restaurado a su estado original porque como en Adán todos mueren “en Cristo todos serán vivificados”; de modo que ordena, “adórenle todos los ángeles de Dios” (He. 1:6). Y ese es el gran misterio de la Piedad, que Dios puede ser adorado en carne porque así fue manifestado, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, servido por ellos, fortalecido por ellos, predicado a los gentiles, creído en el mundo y recibido arriba en gloria (1 Ti. 3:16).

5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. 12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Flp. 2:5-12). 

Puedes suspender su lectura en este punto y dejarla para cuando dispongas de media hora porque voy con Pablo, el mejor intérprete de Cristo. 

 

Lo que vas a leer es un extracto de un libro que he disfrutado y tiene que ver con lo escrito por Mateo sobre la encarnación del Hijo de Dios. Los apóstoles le dieron a Pablo la diestra en señal de compañerismo (Ga. 2:9), y ellos a él nada nuevo le enseñaron, era maestro de las mismas doctrinas que ellos tenían en su credo. Si quieres aprender doctrinas, si puedes masticar alimentos sólidos, lee mil veces las epístolas suyas y Romanos dos mil porque ella es la Carta Magna del cristianismo. No retengo los elogios para ese apóstol porque sus escritos forman parte de nuestro Nuevo Testamento, y Mateo a quien la iglesia le dio el honor de que su libro fuera el primero en la colección del NT, no fruncirá su ceño.

“Sin Pablo el Nuevo Testamento se quedaría sin teología sin doctrinas, y sin Antiguo Testamento” “Pablo políglota, conocía cuatro idiomas: hebreo, griego, arameo y latín” “no hay cooperación entre Dios pecador, todo es por gracia, no hay sinergismo” “para Pablo Adán no es un mito” “Cristo desciende de Adán, pero no está en Adán” “no hay ira restante o escondida de Dios contra nosotros” “es difícil para un pecador reconocer que Dios no es su amigo y no puede recibir a Cristo como salvador si no se siente pecador” “lo que pagó Cristo en la cruz por nosotros lo pasó a nuestra cuenta de crédito o de débito” “las obras de la ley pertenecen a un lenguaje marcado como deuda” “la gracia de Cristo es más ancha y profunda que lo que uno pudiera imaginar” “nuestra justificación o declaración de inocencia es irreversible” “la justificación es imputada e instantánea, la santificación es progresiva. Primero ocurre la primera y luego la otra” “es cierto que hay pecados de todos los colores, pero todos son feos y sin embargo la gracia es ‘multiforme’, y su pacto es un arcoíris” “es cierto que la vida cristiana no es una sucesión de victorias, pero las derrotas son pocas, perdemos algunas escaramuzas pero las peleas más peligrosas las hemos ganado, el diablo nos ha herido en algunas partes, pero no nos ha dado una estocada final siempre se queda con las ganas y termina la tentación huyendo (Sgo. 4:7). “Hemos sido transferidos al dominio de Cristo” “las cosas malas que pasan la soberanía de Dios las usa para bien” “la iglesia es creada, la sostiene, la defiende y la preserva Dios. Ser miembro de una iglesia no es garantía de salvación” “aunque hay dones naturales y espirituales, el don no te hace más o menos santo. La santidad resulta de una estrecha relación con Dios por medio de su Palabra” “el crecimiento cristiano tiene su lugar, al de semejanza con Cristo” “con esa esperanza cristiana fuerte no solamente se le pierde el miedo a la muerte sino hasta puede disfrutarse. El cuerpo muerto de un cristiano permanece unido a Cristo aún en la fosa de descomposición” “Pablo rara vez menciona el castigo eterno de los incrédulos después de la resurrección” “un cuerpo glorificado no quiere decir inmaterial” “Pablo en el capítulo 8 de Romanos escribe la cadena de oro de nuestra salvación” “si Dios es por nosotros ¿quién contra nosotros?, el que no escatimó a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, nos dio con eso la más grande y concebible prueba y demostración de su amor” (estas son citas y reflexiones sobre el libro The Life and Theology of Paul escrito por Guy Prentiss Waters).

 

Mt. 1:20

“Y pensando en esto se apareció un ángel”. 

El ángel no le citó la Escritura para convencerlo, porque es muy difícil hallar dentro de ella algún caso similar; la divina concepción es algo nuevo; que el Redentor de los pecadores no debía nacer con el pecado original (v.21). Aunque en el v.23 se da una referencia suave como a una revelación escondida sobre la concepción de una virgen. La referencia profética es limitada y no se pudo saber su alcance hasta que las cosas ocurrieron; la historia estaba en la Biblia, pero sellada. Debemos pensar mucho en las cosas de Dios que no entendemos hasta que recibamos de él iluminación y él nos abra la Escritura y con eso arda nuestra devoción (Lc. 24:32).

 

Mt. 1:21

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. 

La raza humana como la diabólica está infectada con eso; comoquiera que se mire el pecado, como su nombre en griego significa, es errar el blanco. Se puede añadir muchísimo más, que es una desgracia, un mal amo, una pésima equivocación, se vestirá bonito, pero es feo, no es una bendición que se disfruta sino una maldición que siempre se recuerda y dura mucho tiempo. El aguijón que lo inocula es la mismísima muerte. Ha puesto el mundo en desorden y aunque se disfrace y maquille es feo, innatamente feo. Necesitamos ayuda no psicológica como si la catarsis, el desahogo, fuera la panacea. No se meta en esos círculos de bobos que se consuelan de sus miserias oyendo las ajenas con las cuales se tornan resignados incurables. El psiquiatra suyo es Dios y sus recetas médicas se hallan en la Biblia. Solo Jesucristo quita el peso del pecado y remedia los remordimientos y recuerdos infernales. El infierno es un estado de perennes recuerdos, sin solución. Disfruta la doctrina de la justificación por la fe, la absolución, el sublime amor de Dios. Acércate al Monte Calvario y deja allí todos los malos recuerdos y culpas. El perdón de Dios no borrará tu historia, no la puede cambiar, será tu aguijón en la carne por las grandezas que has de recibir y aquella espina en el recuerdo ocasional evitará que te subas a las nubes. La culpa la trae Moisés, la gracia y la verdad con letras griegas, latinas y hebreas: EL REY DE LOS JUDÍOS (Lc. 23:38). Jesucristo. Desde el momento cuando se le puso el nombre al Niño se le marcó su destino, justificar a “muchos” (He. 2:10). La cruz era el medio usado por Roma para los criminales, por eso en su martirio lo acompañaron dos condenados. De ellos uno le pidió que no le olvidara cuando llegara al paraíso y Jesús, vuelto hacia él le dijo que allí estaría esperándolo.

Mt. 1:22

“Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo”. 

Mateo no va de la Escritura a la concepción, sino de la concepción a la Escritura; porque siendo María virgen y Jesús su primogénito no hacía falta inventar la historia de la milagrosa concepción. La historia de Jesús obliga al texto de la Escritura dejando libre su contenido oculto, y el significado tras las palabras y el contexto histórico. No es engendrado de modo físico sino por el “poder del Espíritu Santo”; la intención es mencionar su divinidad, pero no antes que el mundo fuera, como lo hace Juan, sino a partir de este momento. La divinidad de Jesús, según Mateo, no tiene que estar relacionada con la definición teológica de engendramiento eterno; es suficiente para su cristología conocer que el Hijo de Dios fue engendrado milagrosamente, y que es Hijo por esa concepción; no igual a la de los dioses paganos porque no hay relación sexual entre la deidad y la señorita, sin bodas ni alguna viril figura angelical. Santamente acomodada la visión y el relato a la definición espiritual e invisible de Jehová. Los apóstoles ni la iglesia divinizaron a Jesús fue que lo oyeron hablar, oyeron la voz desde la gloria, la palparon, y las epístolas la desarrollaron.

Mt. 1:23,24

23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer”.

El “Dios con nosotros” no es sólo que Dios se manifestaba en la persona de Jesús, sino que Dios en la persona de su Hijo habita en Jesús. Es el Emanuel de Is. 7:14; Jn. 1:1; He. 1:3; por eso quien lo ha visto a él ha visto al Padre (Jn. 14:9). No se pregunta más, quedamos conformes.

 

Pensó en el divorcio, pero no lo llevó a cabo

Mt. 1:24

“Hizo como el ángel le había mandado y recibió a su mujer”. 

Le diría a María: “Esta noche me habló el Señor y me explicó de su propia boca tu embarazo”. Nadie puede creer la verdad del divino engendramiento hasta que Dios lo convierta en un hombre espiritual o una mujer espiritual y se acomode a ella. ¿Por qué te separarás de tu mujer por cuestiones del Señor? Y no lo hizo porque un ángel lo evitó, porque ¿quién puede creerle a su novia virgen que se halla encinta y que no se ha acostado con algún hombre? José no aceptó fácilmente la explicación. Mostró ser un caballero. Pensó en el divorcio sin formar un escándalo porque la amaba. No buscó un rabino para que manejara el asunto. Dios sabía su dilema matrimonial y desvelos y escogió un ensueño, en vez de una pesadilla habitual en esos casos, que viera un ángel y oyera la solución, que no sospechara de infidelidad en su novia, que era impensable, sino que aceptara su testimonio y abrazara a su novia que se hacía la ilusión de convertirse en su esposa. Nunca ocurrieron comentarios y chismorreos.  

 

Mt. 1:25

“Pero no la conoció hasta que dio a luz”. 

Un detalle íntimo que refleja que llevaron un matrimonio normal. No es correcto decir, sin injuriar la Escritura y a José, que María fue “virgen antes del parto y después del parto”. Las palabras “su hijo primogénito” no aparecen en los manuscritos superiores, sino en los llamados inferiores. LBLA no las tiene y dice que “algunos manuscritos antiguos la contienen”.  Las omito. La BTX dice que eso aparece en manuscritos de inferior confianza.

De todos modos, en otro lugar se menciona que ni aun sus hermanos creían en Jesús (Jn. 7:5), o medios hermanos (Mr. 6:2,3) “¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de Él”. Hay una cita que da una idea de haber sido un niño precoz (Lc. 2:47; Mt. 13:54). A ellos les parecía inaudito que un carpintero sin un diploma universitario, supiera tanto (Jn. 7:15). Habían sacado cierta idea de que la procedencia del Cristo sería desconocida. Contraria a la Escritura (Jn. 7:27, 42; Is. 7:14). El pueblo que había visto sus milagros aceptaba la posibilidad que la clase de mesías político era infundada y había que arreglarla por un filántropo y benefactor. Como no es el momento de abundar en ese tema regreso a lo de su natividad y te ofrezco una lectura hermosísima que ocurre en una visita que hizo María por ese tiempo, Lc. 1:26-38 “26Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37porque nada hay imposible para Dios. 38Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. 39En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.43¿Por qué se me concede esto a mí,  que la madre de mi Señor venga a mí? 44Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. 46Entonces María dijo: 47Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. 49Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, 50Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen. 51Hizo proezas con su brazo; Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes. 53A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos. 54Socorrió a Israel su siervo, Acordándose de la misericordia 55De la cual habló a nuestros padres, Para con Abraham y su descendencia para siempre. 56Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa”.

 

Mt. 2:1-12

1Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. 3Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. 4Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: 6Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel. 7Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; 8y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. 9Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. 10Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. 12Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”. 

En Belén nació Jesucristo y nació el rey David. En vez de turbó (v.3) que es el último significado de la palabra griega, es mejor “se agitó, se perturbó”. Corrió el rumor de la llegada y comentarios sobre a qué venían, y “toda Jerusalén” parece una exageración, hiperbólico, sino más bien que muchísimos jerosolimitanos recibieron la noticia con asombro, curiosidad y preocupación por la violenta reacción del mandatario que cualquier movimiento social pudiera considerarlo subversivo. La procedencia de estos astrónomos pudiera ser Arabia, Persia o Mesopotamia, y ¿adorarle? Quizás pagarle respetos, un homenaje como a un rey, no como a Dios. La palabra griega “adorarle” tiene estos significados, besar, como el perro lame la mano del amo; abanicar, agazaparse, postrarse en homenaje, hacer reverencia, adorar, suplicar. No le cantaron ninguno de los cánticos de Sión, sino que trajeron ofrendas. Y luego se fueron, juntos o separados, según su camino. Pensé cerrar la página de ellos, pero no te vendría mal el exceso de información. Si tienes la digestión lenta, pero sin empacho.

Se hace esa aclaración porque también había otra ciudad con el nombre Belén en la tierra de Zabulón (Jos. 19:15). De Herodes el Grande se dice que amaba las construcciones arquitectónicas, y comenzó y no le dio tiempo la vida para construir el templo en Jerusalén, pues murió antes de que se concluyera el proyecto; era de raza edomita, tuvo diez esposas, la segunda la asesinó, y de la primera tuvo un hijo que mandó asesinar un poco antes de su muerte; y reinó treinta y siete años en Judea. Jesús nació en el último año de su reinado. En cuanto a los magos quiere decir astrónomos no astrólogos, tal vez de la escuela de Zoroastro el persa, y del oriente quiere decir del este y se ha supuesto también que vinieron de Saba, de donde mismo vino aquella reina que visitó a Salomón, y que tenían el conocimiento del Dios vivo y verdadero a través de la tradición que llegaba hasta Abraham y Cetura. Llegaron como unos dos años después del nacimiento y Jesús se hallaba en su casa. No se sabe cuántos eran, pero sí se deduce que no eran reyes sino astrónomos, personas culturalmente preparadas, e interesadas en la historia y los acontecimientos de Israel, lectores y creyentes en su Escritura, hombres piadosos que esperaban el arribo, tal vez político, del Mesías Rey,  y la consideración de todo eso así, arribaría a considerarlos fervorosos prosélitos judíos, expectantes del Mesías, que viajarían en camellos o andando, para dar homenaje a un incipiente Rey, Jesús, que no había nacido a la vuelta de la esquina. Los monarcas tiranos tiemblan cuando se les amenaza sus dictaduras, y quien paga los platos rotos es el pueblo; por eso toda la ciudad cogió pánico. 

Herodes convocó a los gobernantes judíos y los maestros de las Escrituras, no porque deseaba aprender o quisiera oír un buen estudio, sino para conocer si esos libros eran perjudiciales para la política o tenían algo que ver, que le sirviera para adelantarse a cualquier rebelión o propaganda religiosa que lo perjudicara, y matar el cristianismo en la infancia. Léase gobernador en vez de guiador. Es una alusión al Mesías hijo de David.

Mt. 2:7,8

“hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore”.

Ojalá eso fuera verdad, pero es una mentira de engañabobos ¿quién va a creer cien por cien lo que diga un político, y peor si ha llegado al poder sin democracia; y lo que le daba vueltas en la cabeza era el exterminio de la Navidad, en una casa o en un establo “Averiguad con diligencia acerca del niño”. Y esas palabras que sig-uen son una estratagema para deshacerse del pequeño. Así son los tiranos, taimados y salvajes. Este hombre usó el mismo método que el sanedrín para encontrar a Jesús. Quizás una razón para la aparición de la historia de los magos fue explicar la barbarie contra los niños de Belén y la huida temporal y exilio de Jesús a Egipto.

Les- señaló la casa como con una linterna

Mt. 2:9

“Y la estrella iba delante de ellos hasta donde estaba el niño”. 

Llegaron hasta Belén con la ayuda de Herodes y hasta la casa donde se hallaba el Señor por medio de la revelación. No hay contradicción entre la visión de ellos (que tomaron por estrella) y la Escritura. ¡Qué forma tiene Dios! Dios le marcó el sitio como con una linterna y les dijo, “deténganse ahí”. 

Estaba oscuro el barrio, la luz casi tocaba el techo. Pronto empezarían a encenderse lámparas en las casas.  Quizás habría gente levantada, pero nadie los vio. -Tocaron la puerta, alguna mujer la abrió. El vecindario dormido no se enteró de nada. José y María oyeron lo del viaje, hicieron las preguntas que quisieron, le ofrecieron algo si tenían apetito, y antes de la aurora y que aparecieran los trabajadores en las calles, y la emigración de judíos de otros sitios se fuera.

En cuanto al narrador, es un apóstol un hombre de fe y no de ciencia, y le llama estrella, lo cual es un eufemismo, porque la luz aparece y desaparece y va delante de ellos como la columna de fuego que guió al pueblo por el desierto, un fenómeno especial para ellos escogido por Dios como algo sobrenatural, observado dentro de la ciencia que conocían. Se puede aprender muchísimo de los fe-nómenos y leyes naturales, si se observan sin prejuicios, y aunque no dan fe que justifique los pecados y abatan toda incredulidad, generan la seguridad de que hay una suprema inteligencia, un Creador Admirable. Y si no genera eso es porque la persona tiene los ojos comidos por sus prejuicios. Esa fue mi convicción previa a mi fe. No podía vencer mi incredulidad, pero tampoco era un tonto para creer que de una explosión sideral apareciera tanto orden y giratorios, como que de una explosión en una imprenta apareciera un diccionario. Vuelvo al principio. Dios le marcó el sitio como con una linterna y les dijo a los orientales, “deténganse ahí”.

Mt. 2:11

-“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”. 

Empiezo por el final, lo de que abrieron, dice que sus tesoros, y me asombra que todas las versiones traducen tesoros, y lo entiendo, pero cuando uno piensa en un tesoro piensa en oro, perlas, cadenas, pendientes, anillos, todo de oro. No es el caso, porque cuando lo llevaron al templo lo que ofrecieron fueron dos palomos, la más pequeña ofrenda en el ritual levítico. No tendrían para más. Supongo. Los magos trajeron lo emblemático, y lo que podían dar según sus fuerzas económicas, oro, incienso y mirra, que indican que el bien nacido sería profeta, sacerdote y rey. De igual modo nosotros damos a Cristo adoración, reverencia, homenaje, y todo lo que podamos, dones, tiempo, viajes y dinero. Todo aquello por y para conocer al Niño, y de paso a los padres, sin postrarnos ante ellos ni adorarlos. 

 

Una estrella misionera

Mt. 2:11

“Y al entrar en la casa vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron”. 

El viaje fue larguísimo, de región en región, de hotel en hotel no para reposo y turismo sino con fines religiosos, como los que tienen dinero y visitan los lugares bíblicos y regresan contentos. A propósito, en una celebración de la navidad poner a los magos es un error histórico igual que deducir que eran tres por los regalos. Tampoco sus nombres pues aparecieron siglos después en Italia. Estos visitantes anónimos fueron afortunados al llegar a Jerusalén y conocer no solo a Herodes el monarca romano en persona sino a los mejores líderes religiosos del mundo porque abriendo las Escrituras judías le señalaron los textos con la dirección y características del Líder nacido.

 La entrevista con el rey no se hallaba en la agenda. Ni tampoco se les dio el nombre de José y María para que preguntaran a los vecinos. No hicieron un viaje tan largo para encontrarse con el rey Herodes, conocer algunos escribas y admirar a Jerusalén, o postrarse ante María. Se inclinaron ante el pequeño que tendría unos dos años de edad; entregaron a la madre el dinero, pero la adoración no. Ellos venían buscando al “rey de los judíos que ha nacido”, no a Herodes, la madre del rey de los judíos, ni a la madre y al rey, ni al rey y a los hermanos. La estrella se detuvo sobre la casa no para que ellos supieran que allí estaba la madre sino porque allí estaba Jesús. Aquella persona que lleva a otra al encuentro con la familia de Jesús, la iglesia cristiana, es una estrella misionera.  

 

Pienso en dos cosas sobre José y María 

 

Él, un hombre que no infama a las mujeres y una mujer que se le nota la sombra del Espíritu Santo.

Quizás recuerdas que no hay seguridad que fueran tres astrólogos y que los presentes no hicieron ricos a los afortunados sino para que ambos supieran en emblema que las joyas de oro, o el efectivo, hablaba sobre su realeza, el incienso sobre su sacerdocio futuro y la mirra alude a su muerte.

Las Escrituras no especifican el número de magos y han supuesto que tres por los regalos que traen, oro para el futuro rey de Israel, incienso para su oficio sacerdotal y mirra, porque se convertirá en rey de los judíos. No me voy a detener en lo que ofrecieron que lo considero bien recompensado por la estatura de lo que se llevarían, uno, importancia porque toda Jerusalén supo de ellos y fue la comidilla por varios días y aun los niños que jugaban en la calle tocando flautas dejaron de tocarlas y los que bailaban, sin música no dieron un salto más (Mt. 11:17). Se llevaron relacionesimportantes, políticas, religiosas y culturales porque fueron llevados a la presencia del rey. Conocieron a todos los principales sacerdotes de la ciudad, supuestamente a los hombres más santos del momento, los mejores líderes espirituales del mundo, y a los hombres más cultos; y por primera vez entraron en contacto con la Biblia, algo más seguro que la astrología, que los signos de zodíaco, y se dieron cuenta que la ciencia termina allí, y que cuando la ciencia pasa por ella es de nuevo encontrada sobre Jesús, sin conflicto alguno, pero en ese recorrido por dentro de la Palabra de Dios, ella debe apagarse y tomar su lugar el Espíritu Santo, aprendieron muchas cosas de los políticos, que por sucio que sean ellos, si se convierten en una amenaza para Jesús, al final serán burlados y él no caerá en sus manos, que no  hay que preocuparse demasiado por los ataques de la sociedad contra el Señor, que la sociedad y la cultura no son invencibles, que la iglesia puede seguir siendo ingenua e ignorando la política, que eso no es ningún problema porque mejor informado de las intenciones de los políticos contra la iglesia está Dios, no hay otro político mejor que él, Soberano, Santo, Respetuoso, y que los adoradores deben ser dirigidos por la revelación y nunca caerán en sus manos. Aprendieron a desconfiar de las declaraciones religiosas de ciertos políticos que prometen ser creyentes convencidos y dispuestos a adorar cuando lo que están queriendo es un canje, algo de la iglesia, y engañarla.  Se reunieron con gente buena, con un hombre de carácter maduro que no infamaba a las mujeres y a una mujer santa que se le notaba la sombra de Espíritu Santo. Como se mira, es más lo que se llevaron que lo que trajeron. 

Mt. 2:12 

“Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”. Herodes se quedó con las ganas y furioso como una bestia. Esa forma de onírica comunicación de Dios ya es obsoleta y más segura es enterarse de otra manera, con sentido común, amigos y Biblia. Como no sabían nada de la Escritura y la luz que los condujo a la casa se apagó, Dios les hizo saber que les hablaba, si tres o un par de ellos, a los que fueran porque soñaron lo mismo. Y se escaparon.

Mt. 2:13-15

13Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14Y él, despertando, tomó de nocheal niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo”.

Nota la interpretación que le da a la salida de Israel de Egipto. Decir Jesús es decir Israel y viceversa. El ángel le dijo toma a Jesús y a María y sale al exilio, porque si corren peligro en un país váyanse para otro, y si es el propio mejor; y esto para proteger al Niño, pero en otros casos hay buena razón para ponerse lejos del alcance de una tiranía, porque Dios nos hizo libres, y si el que tiene el cetro odia o teme a la religión cristiana y la amenaza o quiere corromperla, muy bien que la misericordia estime trasladarla, hacer que emigren los mejores hijos de esa nación y se lleven con ellos el tesoro de los magos y al Hijo de Dios. Mateo dice que eso ocurrió para que se cumpliera la Escritura, que de Egipto llamó a su Hijo, porque todo lo dicho a Israel tiene cumplimiento en Jesús, haciendo referencia a la salida del pueblo de Israel de Egipto, eso ya lo dije. Quien mejor representa a Israel es su Mesías, Jesús, a quien le dicen no, por ahora. Están atrasados en la fe dos mil años. 

 

Jesús ha tenido millones de enemigos que yacen en el polvo 

Mt. 2:16-18

16Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. 17Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: 18Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron. 

Se sintió burlado porque los magos no cooperaron con sus intenciones y quien se rio de Herodes fue Dios (Sal. 2:4;37:13). Se ha calculado que fueron unos treinta niños. Herodes murió unos meses después de esta tragedia y según los judíos en el mes que se correspondería al veinticinco de noviembre y que después fue un día que los judíos celebraron. Según Eusebio tuvo una muerte miserable, una fiebre terrible con una picazón incontrolable en todo el cuerpo, sufría dolores de cólico, los pies hinchados y una gran inflamación en la parte baja del vientre; sus partes privadas se pudrieron con gusanos, tenía dificultad para respirar; convulsiones en sus miembros. También padecía de un apetito voraz y su aliento era apestoso. Los intestinos con muchas úlceras. Usó todos los medios disponibles para curarse sin ningún resultado positivo. Trató de suicidarse, pero se lo impidieron y así murió de esa manera miserable” (E-sword). El tiempo del exilio depende del programa personal de la inteligente providencia de Dios; muchos mueren en otro suelo que les dio el beso de bienvenida, alegría de vivir y un futuro abierto a los dones que la libertad les invitó usar. Si uno no puede luchar contra el terror hay la opción del exilio y tirarle palabras desde lejos.  Arquelao fue hijo de Herodes el Grande. 

Mejor hubiera dicho que era del linaje de David y la cita referente es esta, Is. 11:1, donde se hace referencia al reinado del Mesías, hijo de David y que lo mismo que este, habría de nacer y nació en Belén; lo de nazareno es más bien despectivo, y lo que Mateo dice es sobre la mala reputación que querían colgar sobre las espaldas de nuestro Maestro. Sin tener que hacer una adaptación de otro pasaje bíblico (Jn. 1:46).

“Han muerto los que procuraban la muerte del niño”. Es una buena noticia cuando la guadaña pasa por el cuello de los enconados enemigos del cristianismo. No esperes que Dios ajusticie a tus enemigos en un dos por tres. Herodes murió cuando le llegó la hora. Los relojes de Dios siguen en marcha y esos políticos infatuados están en turno. Jesús ha tenido millones de enemigos que yacen en el polvo y él sigue sentado en su trono de gloria. Dura cosa les fue dar coces contra el aguijón (Hch. 9:5;26:14).

 

Han muerto los que procuraban la muerte del cristianismo

Mt. 2:19-23

“y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo”. 

19Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, 20diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. 21Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. 22Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, 23y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno”.

 

Hay un interés supremo para relacionar a Jesús con el cumplimiento de la Escritura. Es que su autenticidad judía y escritural es fundamental para su mesianismo mundial. Es una identificación imprescindible. La salvación viene de los judíos, pero tiene que originarse en la profecía. No hay ningún texto que diga que él sería llamado nazareno. Todo esto dicho para y por los lectores judíos; pero sí que lo despreciarían por haber nacido allí, y el odio y el desprecio sí estuvieron dentro de las profecías que se escribieron.  ¿Nazareno? En sentido despectivo, para humillarlo, era como decir que era un galileo (Jn. 1:46; Is. 53), que es mejor referencia que Is.11:1. José diría que por miedo fue a vivir a aquella ciudad, y ésa fue la motivación que Dios usó para su decisión, como pudo haber sido cualquiera otra: económica, trabajos, estudios, etc. Pablo llegó a Galacia y abrió una iglesia cristiana allí porque se enfermó, no por una estudiada decisión misionera; y la primera iglesia europea, gentil, nació con la huida de los primeros creyentes judíos (Ga. 4:13; Hch. 11:19-21). Algún día se dirá que han muerto los que procuraban la muerte del cristianismo, incluyendo al secularismo, agnosticismo europeo y norteamericano.

 

Mt. 2:16

“Herodes se vio burlado por los magos”. ¿Quién te dijo que fueron ellos los que se burlaron de ti? Déjate de tanto enojo. No fueron ellos. Fue Dios porque “Dios no puede ser burlado” y tú querías burlarte de él (Ga. 6:7). Ellos no tienen la intención de convertir su adoración y búsqueda espiritual en un asunto político. No son así los tales. El enojo, como el tuyo, reposa en el corazón de los necios (Ecl. 7:9).

Mt. 2:18

“Se oyó una voz en Ramá, llanto y gran lamentación; Raquel que llora a sus hijos, y que no quiso ser consolada porque ya no existen”. Perecieron. Se cumplió en tiempos de Jeremías (31:15; 40:1) con Nabuzaradán. ¿Cuántas veces se cumple una profecía? Muchas. Todas las veces que Dios quiera. Es un buen martillo que la historia golpea para salud de nuestra fe. Si a una madre se le mueren los hijos, un hijo, por accidente o por asesinato, no intentes consolarla, no hay consuelo para ella. El llanto será su único alivio y el pañuelo su único compañero. Tratar de consolarla es una benévola incomprensión de sus sentimientos. Esa expresión “sus hijos ya no existen” porque perecieron, encierra mucho dolor. Históricamente se diría: “Entonces se repitió lo dicho por el profeta”.

Mt. 3:1-12

1En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas. 4Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. 5Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. 7Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. 11Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”.

Juan llamado bautista porque bautizaba, es una figura extraña y uno se explica sus por qué cuando son leídas sus notas biográficas. Sus padres eran personas honestas y muy religiosas, el papá un sacerdote que mientras le tocaba en turno oficiar tuvo una visión junto al altar del incienso y un ángel le dijo que, aunque él y su mujer eran viejísimos habrían de tener un hijo y fue así, nació Juan, el primer profeta del Nuevo Testamento mientras el programa de Dios transita de la ley a la gracia. La crianza de este niño fue estupenda con un elevado concepto de justicia y de lo divino. Él conocía cómo había venido al mundo y cuál sería su papel en la transmisión de la verdad de un pacto al otro. Para llegar a su púlpito no era algo fácil porque estaba en un lugar solitario, pero la gente iba, incluyendo algunos jerarcas de la hipocresía, los fariseos, y los saduceos con sus doctrinas casi heréticas. Pues Juan, llamado el bautista porque como señal de un cambio en las vidas de su auditorio les pedía arrepentimiento para bautizarlos. No se emocionó favorablemente cuando aquella calaña religiosa quiso bautizarse sin una pizca de arrepentimiento, sino de modo formal y por conveniencia. Les dijo que eran unas serpientes venenosas, y por supuesto los directamente aludidos salieron del agua frustrados y con un rencor que no les permitió posteriormente hacer algo para que no lo metieran en la cárcel y lo pasaran por una guillotina, o por el filo del cuchillo en su cuello.

Mt. 3:2

“Diciendo arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado”. 

Ese es el ideal social, el reino de los cielos; reformar la sociedad no con ingeniosos programas sino con una contundente y desafiante predicación sobre el arrepentimiento. Sin guiños de complicidad y afeminamiento pues ya está corrupta como Sodoma y Gomorra. Tal tez aquellas se quedarían cortas comparadas con la actual que tiene en su médula admiración por lo podrido y que ya huele a azufre. Varios apóstoles, Pablo, Pedro, Judas, hacen referencia al impetuoso crecimiento de la descomposición sexual de las sociedades cercanas al fin de ellas. La actual es el retrato de aquellas que alcanzaron el clímax de la descomposición moral. Ya nada va siendo moral y se califica como prejuicios religiosos. En el capítulo 19 copio lo escrito por Pablo sobre la inmoralidad pertinente. No vayas hasta allá a menos que te mueras por curiosidad.

Mt. 3:1-3

En el versículo tres quien habla es Mateo, “3Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”. Dice que fue llamado Juan el que bautizaba, que no obraba milagros sino predicaba sermones. No en una sinagoga ni por las calles de la ciudad como Jonás sino a pleno sol y en un lugar inhóspito. Un sitio completamente despoblado y no lejos del río Jordán.  El evangelio lo trae como buenas nuevas Jesús, Juan es un profeta, y así mismo se tenía, puesto que escogió un vestuario similar al del profeta Elías que le precedió unos cuantos siglos, porque el reino de los cielos se había acercado. Si no fuera él sino otro sería un ridículo atrevimiento y una impostura. La expresión reino de los cielos es común en Mateo y es de Jesús mismo (Mt. 6:3312:28), cuyas bienaventuranzas y predicaciones tienen un gran porciento de énfasis social, y por eso igual que los otros evangelios, se prefiere hablar del reino de Dios y darle más discreción con “reino de los cielos” que suena menos comprometido con su contexto político y social. Sin Jesús no hay reino de Dios ni reino de los cielos. A nuestras continuas y longevas predicaciones se les puede tener como una promoción de ese reino. Piensa quizás que son nuestras quimeras.

Mt. 3:4-7

4Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre”. Quería ser un duplicado del profeta Elías que vivió siglos antes que el suyo imitando su ropa, aunque Elías no era un asceta ni su comida era tan frugal. Comenzaba con la imitación de tan admirado predecesor. Pero a un profeta no lo distingue su vestuario sino lo que dice y hace. Juan imitaba su valor y fe y ansiaba copiarlo en su contexto histórico. Se enfrentó a Herodes y le pidió que reajustara su moral y, un predicador que acentúa el aspecto ético de sus enseñanzas, los que viven mal, los inmorales, no van a escucharlo y si les molesta mucho y tienen poder para dañarlo lo hacen y eso ocurrió, pero corresponde que lo leas en el capítulo catorce. Hay poco escrito de sus palabras, aunque parece que su predicación tuvo dos temas importantes, la vida moral de los gobernantes que los fariseos y otros aplaudirían y sus elogios hacia Jesús de Nazaret que él consideraba el Mesías judío prometido. Así que tendría descontentos a los políticos que no querían reformas sexuales, arreglo del matrimonio, y por supuesto Juan cayó en desgracia. Juan no se cuidaba la boca y les llamaba linaje de víboras. Ahora tendría una congregación pequeña y la prensa, la televisión y el teatro harían todo lo posible para ignorarlo o acusarlo de retrógrada y predicador de prejuicios religiosos.

“Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos”. “alrededor de su cintura” (LBLA). ¿Qué pensaría de él su auditorio al mirarlo vestido fuera de su época como Elías el profeta?  (2 Re. 1:8). No lo juzgue un tipo raro o presumido hasta que le escuche su predicación.

Ningún profeta obtuvo resultados tan buenos como él, que la gente saliera en andas a escucharle. Y no predicaba en un templo con sombra y aire acondicionado sino en el desierto. ¿Podía tener buen humor con una dieta tan frugal, comiendo langosta y miel silvestre? ¿Únicamente, con casi todo el estómago vacío? Eso es casi un postre. Ya dije que fue un alimento común en el desierto. Supongo que una de sus razones sería condenar a los ricos y fariseos gulosos aficionados al plato y la cuchara. Vivía como un ermitaño. Su estilo de vida era condenatorio. Asceta. De los otros profetas apenas tenemos informes de su vestuario, aparte del zapato, la túnica, la capa, es decir el atavío judío. “Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos”. ¿Qué pensaría de él su auditorio al mirarlo vestido fuera de su época como Elías el profeta? No lo juzgues como un tipo raro hasta que le escuches su predicación.

 

Sígueme en estas excusables piruetas de comentarios

Mt.3:8-12 

8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. 11Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”. 

Esto parece una compilación de ardientes recuerdos por la forma que los versículos están engranados y suenan a precipitación o a “escribiente muy ligero” (Sal. 45:1). Es un pequeño currículo verbal de Jesús.  Si Dios quisiera podría formar otra nación empezando desde un cero bien redondo, sin continuar con la raza judía descendiente de aquel excelente tronco como si quisiera formar un nuevo mundo sin usar el linaje adámico. El v.8 es un reproche fortísimo, pero es una realidad porque no vayas a creer que es sólo una metáfora porque como no hay peor ciego que el que no quiere ver así no hay peor incrédulo que el que no quiera creer, vea lo que vea y oiga lo que oiga, peor que los de Tiro y Sidón (Mt. 11:21,22). Esas figuras de roca las he visto, a las cuales no vale predicarles porque son como estatuas de piedra. Yo les he hablado a esas estatuas que no me discuten y se sonríen, pero no creen. 

Jesús no siguió por ese camino y yo lo dejo. El contenido del pasaje está mezclado y revuelto como si el apóstol lo hubiera recogido de varios oyentes o él mismo zurciera retazos de sus recuerdos. O de tempranas biografías de Juan el bautista. El “ya” de Juan tiene inminencia y no deja los resultados de su predicación para mañana. La situación social se lo decía y el presentimiento de que su vida y ministerio sería corto. Debemos hacer todo lo que podemos hoy porque el futuro es solo una posibilidad. La vida humana es breve como una flor, los colores y su perfume duran poco, como dijo Jesús hablando de la hierba (Mt. 6:28) y un profeta (Is. 40:6). Las flores son bonitas en primavera, el tiempo de los frutos es más conveniente y en la intención de Juan y de Jesús esas palabras califican como resultados. La fe no es un adorno bonito. Las palabras de Juan con respecto a Jesús no tienen algo de mansas y no lo presenta como el cordero de Dios que quitará el pecado del mundo sino como un juez. Lo del fuego no parece que se refiera a un pentecostés para dar poder a la predicación apostólica a no ser que pensara en eso por el contexto, sino a juicio. En realidad, habría que hacer malabarismo para introducir el poder espiritual y en ese caso el apóstol ha hecho una mezcla de propósitos tan pegada que habría que pedirle por favor que revise su manuscrito y lo reescriba. El fuego no es fervor sino el que quema pajas y gajos secos. ¿Me has seguido en estas excusables piruetas? Lo siento. Hallar la verdad de un pasaje a veces cuesta el precio de un par de anteojos que alcancen en retrospectiva dos mil años. Rumia como te dije al principio, descálzate las botas mágicas del ogro comedor de niños.

 

No desestimes los designios de Dios para ti mismo

Mt. 3:4-10

4Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. 5Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. 7Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”.

¡Vaya recibimiento que les dio a esa gente que le pedían el bautismo! ¿Acaso les decía, ¡bienvenidos, me honran con sus visitas, es un honor para mí tenerlos entre mis oyentes, pueden sentarse donde gusten o aquí cerca de mí!? Nada de eso, lo que les dijo no con disimulo, sino directo, como para que se ofendieran, volvieran la espalda o le tiraran piedras. ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? porque le pedía a la gente que si se arrepentía de sus pecados debían bautizarse o bautizarse mientras confesaban sus pecados; el bautismo era una señal del arrepentimiento, y significaba también un voto de consagración para huir de la ira venidera, un compromiso que hacían con Dios, un sello de la decisión que habían tomado de huir del pecado y del juicio de Dios. No bastaba con que alguien deseara tomarlo ya que rechazó a muchos fariseos y saduceos (v.7). Era tanta la gente que caminaba hasta el desierto, que parece una exageración, pero habla de las ansias que tenían los judíos que llegara el Mesías, y hasta se lo preguntaron con ingenuo interés “¿eres tú el que habría de venir o esperamos a otro?”. Eso está en otro evangelio, aunque me parece largo. De todos modos, el relato bien escrito por un doctor, Lucas, está bello y lo copio con su contexto porque la figura de Jesús se pasea dentro de él de un modo tan profético, y más como un comprensivo maestro lleno de ternuras y haciendo bienes con ambas manos, yendo para un funeral que no se completó. Si puedes imaginártelo todo y relamerte de gusto, ahí va.

11Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.12Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. 13Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. 14Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. 15Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. 16Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. 17Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor. 18Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos, 19y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. 24Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 25Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están. 26Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 27Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. 28Os digo que, entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. 29Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. 30Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan” (Lc.7:11-30). Además de importante es encantador saber que Dios está cumpliendo sus designios contigo, conmigo hoy, mañana, siempre. “Jehová cumplirá su propósito en mí” (Sal. 138:8). Si estás en Cristo eso es el requisito y la garantía. La contraseña o password.

 

Si te cansé tómate un respiro, guarda el libro y mañana lo sigues leyendo.

 

Mt. 3:10

“Haced frutos dignos de arrepentimiento; el hacha está puesta a la raíz de los árboles; todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”.  

Lo que sirve es para carbón. Y quizás algunos ni para eso sirven y todo lo que son se volverá cenizas. Si se trata de malos seres humanos, ingratos que su solución tendría que ser un cambio genético. Se identifican mejor por sus nombres los árboles que ofrecen frutos que los que tienen solo hojas. Si en un huerto, una viña, el árbol estéril que reciba agua y cuidados y no corresponde con frutos, se expone a que tomen su espacio para otros. Las palabras del Señor ponen los pelos en punta. No son amables. Habla del hacha enérgica que trae el viñador en la mano, los ojos fijos en las ramas, aparta las hojas y comprueba si por ventura puede recoger algún fruto, y si no, se dice para sí mismo “ya le di bastante tiempo y he gastado dinero y mimos en él y parece que me ignora o se ríe de mí”; apunta debajo del tronco y con fuertes golpes, digo, experiencias humanas, lo cercena. Esa forma trágica de cortar un árbol no es común pues mejor se ve en la parábola de la zarza y la cizaña. Si un ingrato árbol pudiera hablar, digo gemir, lloraría sintiendo que le cercenan lo que fue su conducto de vida, abono, agua y mimos. Es mejor que lo vuelvan nada con el fuego a que lo tiren al piso y se vaya secando y pudriendo a la intemperie, a la vista de curiosos y chismosos.

Mt. 3:11

Voy a enriquecer a Mateo con lo que escribió Marcos “6Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. 7Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. 8Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo” (Mr. 1:6-8). 

Inmediatamente les anuncia a Jesús traspasándole completamente toda la gloria que él había recogido como profeta, diciéndoles que bien haría el papel de un esclavo calzando y descalzando a su amo y en cualquiera otro servicio necesario.  Jesús como profeta y como persona le excede, y que él como predicador se consideraba solamente una voz en el desierto. “Es más poderoso que yo”. Jesús es más poderoso que nosotros. Lo que no puedas hacer déjalo a él. El bautismo de agua no es el fin de la predicación del evangelio; el arrepentimiento y el abandonar la vida viciada no es tampoco el fin, el fin es el ser bautizado en el Espíritu Santo; conseguir arrepentimiento también se logra mediante la predicación de la ley de Moisés, pero el ser revestido del Señor Jesucristo es una obra de gracia (Ro. 13:14; Efe. 4:246:11). No es común que Dios retenga el Espíritu de regeneración para postergarlo; ese baño, esa llenura espiritual converge con una fe auténtica, el hombre y la mujer carnal se transforma en seres espirituales porque el Espíritu de Dios es espiritual y así les da forma a los suyos, echa afuera la incertidumbre, le cambia la vista desde la sensualidad a lo espiritual. El origen de todo lo auténtico que tenemos es una soberbia obra del Espíritu Santo. 

Un hombre o mujer natural, animal, adámicos no caben dentro de una comunidad de espíritus, sienten que sobran, y lo son, sobrantes. Lo del fuego es añadido para describir la presencia purificadora del Espíritu Santo. Naturalmente nacemos hechos de basura adámica y el fuego de Dios se encarga de reducirla a cenizas.

 

Mt. 3:12

“Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”. 

No tenemos la calidad que desearíamos, pero tampoco somos pajas ni ramas secas. Por la gracia de Dios hemos resistido los cambios de tiempos y pasado las estaciones de lluvias y rayos, sórdidos truenos, granizos, helada, nevadas, inundaciones del pensamiento. Rastrojo no.  Un fuego que se mantiene vivo desde entonces y si por segundos languidece sentimos que estamos muriendo y el poco calor que nos queda lo usamos para atizarnos con las “llamas eternas” (Is. 33:14). Un fuego caído del cielo que atizándolo bien no se extingue.

Paja son los falsos profesantes que no dan frutos que evidencien arrepentimiento. Escucha como Juan exalta la dignidad del Señor que demuestra su humildad como predicador. Entre las primeras cosas que Juan dice de Jesús es que en dignidad él sobresalía. Juan desde un principio se proponía demoler la falsedad religiosa de su auditorio. Evidentemente no quería que la futura iglesia se llenara de hipócritas y que él hubiera contribuido, bautizando a gente no convertida a Jesús. Con esa clase de mensaje condenatorio pudiera hacer más difícil conseguir conversiones. Pero las conseguía. ¿Es necesario predicar sermones ácidos para preparar el camino al Señor? Él es sublime y atrayente, aunque los malos le miraron sin atractivos y no lo desearon. Aquellos no eran sermones ácidos, eran verdades fuertes. La gente temblaba oyendo a Juan. Es cierto que era poco atractivo, él, los sermones y el sitio de predicación, pero Dios obraba con su mensaje. Anunciaba bautismo del Espíritu para algunos y con fuego para otros. Lo bueno es que los hipocritones fariseos no lo envidiaban. Los que ansiaban reformas le daban vivas a esas predicaciones. El contexto se presta más para interpretar “fuego” como juicio que una alusión a Pentecostés. El último sermón que predicó antes de ver a Jesús fue sobre el infierno (v.12). Juan estaba verdaderamente disgustado con su sociedad y se apartó al desierto, y cuando regresó vino con un mensaje duro, difícil de oír (Jn. 6:60). Aun cuando se refería al ministerio de Jesús decía que era de juicio (vv.11,12). El auditorio de estos sermones fueron los hipócritas, por eso saben amargos. Hay otros auditorios que necesitan un poco más de “miel silvestre” (Mr. 1:6), de la dulzura del evangelio de Jesús. 

 

Mt. 3:13-17

13Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
14Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.

Mt. 3:13,14

Cuando Juan estaba predicando contra la hipocresía religiosa apareció el Señor Jesús para recibir el bautismo; aquel hombre recién aparecido no necesitaba tomar ninguna clase de bautismo porque no se gloriaba en alguna religión ancestral ni practicaba mínimamente alguna clase de hipocresía espiritual; Jesús se unió al movimiento espiritual de Juan y le pidió que le permitiera formar parte de él. Ese momento deberían haberle tomado fotos. ¡El bautismo de Jesús de Nazaret! El imaginario fotógrafo que la tomara podría vender las fotos por millones a todos los periódicos del mundo. El que tuviera una, auténtica, podría ganarle millones.

Siendo más exacto y sin desdecir lo anterior, el bautismo está relacionado con la fe de una esperanza futura como con el cambio de vida de una persona. Mira mucho hacia delante y suspira de emoción con una alada y felicísima esperanza. Expresa su arrepentimiento y no debe ser tomado sin que éste exista, pero tiende más allá hacia la aspiración de una buena conciencia, como si “lavara sus pecados” (Hch. 22:16). No regenera, pero testifica de un nuevo nacimiento. ¡Oh que dicha la de ingresar en ese momento a la compañía de los elegidos en Cristo! La única persona que por su dignidad propia podía tomar el bautismo fue Jesús, el “autor y consumador de la fe” (He. 12:2), dio el ejemplo que su movimiento espiritual era otra cosa. No te demores en hacer lo que el Señor te pide, no debieran pedírtelo sino exigir como Jesús a Juan, para mostrar así que en Jesús has “cumplido toda justicia” (Mt. 3:15). Si sabes lo que haces te sentirás la persona más feliz del universo.

 Para mí aquel momento fue emocionante y salí del bautisterio llorando de celestial emoción como si hubiera alcanzado la cumbre del Himalaya y quise corriendo huir por un pasillo que tenía la puerta cerrada y los jóvenes me siguieron hasta allí sin yo poder secar con manos mojadas mis lágrimas, que quería tenerlas oculta. El bautismo cristiano en el nombre de la Santísima Trinidad es un soberbio privilegio, dulcísimo, que exuda gratitud hacia el Padre, amoroso, eterno el Hijo, llamado por Juan Verbo o Palabra, la que yo creía y confesaba, el Espíritu Santo que se relamía de gusto con el trabajo que hacía y su misión de enseñarme la Escritura para que su Sagradas Escrituras no fuera un libro mudo. Aquel testimonio de un hombre tan grande como Juan debió haber favorecido la apreciación del pueblo por Jesús, a quien no le dijo “no exageres”.

 

Mt. 3:15

“Pero Jesús dijo: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó”. 

Juan lo sabía, que su ministerio estaba en el proyecto. Desde que se fue al desierto y allá lejos predicaba al pueblo que en tandas quería oírlo y les aclaraba que su dignidad no era tan alta como debiera serlo para bautizar con el grupo de pecadores al Mesías. Jesús como uno más del grupo que hacía solicitudes para bautizarse sin llevar en su mano algún diploma firmado por los escribas y fariseos. Juan lo identificó porque vio al Espíritu Santo como una paloma que se posaba sobre su hombro (Mt. 3:16). ¿Quiénes deben bautizarse? A los que públicamente pueda vérseles la paloma del Espíritu Santo en sus vidas.

Le quiso decir: “Yo me identifico con la esencia de tus sermones. Pensamos igual, pero ando cumpliendo la ley para hacer justicia a todo aquel que cree” (Ro. 10:4). El bautismo es un privilegio no una opción. Se estaba bautizando no en arrepentimiento sino cumpliendo nuestra justicia, se puso en nuestra fila e hizo lo mismo. Ni un solo paso del Señor está fuera de sus intenciones por nosotros. Y por su justicia somos justificados. Nuestro bautismo más que una obediencia es una imitación, una confesión sublime. ¡Somos justificados! ¡Cumplió lo que deberíamos a la divina justicia! Las doctrinas cristianas están tan bien tejidas que todas ellas son hermanas gemelas. Lee y saborea estos textos y si Jesús insiste en hacer su voluntad, déjalo. Nuestra justificación está completa en él (Col. 2:10). No dejó afuera ningún detalle que nos favoreciera. Ni un solo hilo de su santa vestidura (Ro. 13:14; Efe. 4:24). Amén.

 

Mt. 3:16,17 

16Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Eso es lo que uno siente cuando el bautismo es bien tomado, la divina complacencia. Es sublime. Si ellos escucharon la voz divina también tuvieron que haber visto esa divina figura de paz. Juan fue el que vio esas dos cosas. Desde que Jesús comenzó a cumplir toda justicia Dios dijo: “Estoy contento como han empezado las cosas. Voy bien con mi plan”. Cuando un creyente se bautiza Dios dice lo mismo: “Este es mi hijo amado con quien me complazco” (Mt. 12:18; Mt. 17:5). “Subió del agua”, estas palabras no son un argumento fuerte a favor del bautismo por inmersión porque siempre la ribera es más baja que donde hay más agua. Aunque el símbolo completo que dibuja mejor una regeneración sea la inmersión. No debieran estas formas constituirse en un debate teológico. ¿Cuál de los famosos reformadores fue bautizado por inmersión? ¿Lutero, Calvino, Zwinglio? Ninguno. ¿Cuál es el bautismo que retrata mejor la ordenanza? La inmersión. Ya, y no quiero ser contencioso.

 

Toma tu Biblia en la mano y ponte de rodillas

Mt. 4:1-11

1Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”.

Por supuesto que este diálogo no tuvo lugar fuera del cuerpo de Jesús sino dentro de su mente.

Un escritor moderno diría que estas experiencias de visiones del Señor son surrealistas, porque tuvieron realidad dentro de su mente sin dar algún paso para cualquier lado y cabrían dentro del mundo de la fantasía porque ocurrieron más allá de su sensorial percepción. El pecado es algo sobrenatural, una producción luciferina, y por eso es casi omnipotente sobre la naturaleza humana. Lucifer no es una fábula, el torrente de locuras y sensualidad en todos los tiempos lo confirma más allá del cien por cien. Estas visiones fueron copiadas para nosotros saberlas y eludirlas porque como dijo Pablo, tenemos un cuerpo de muerte. Jesús le respondió al diablo por nosotros, que la vida verdadera no corresponde a la nutrición estomacal que es la misma de los animales sino a la espiritual que se recibe con su Espíritu y la palabra que brota de la boca divina. El propósito del relato es llamarnos al triunfo espiritual. Si el relato hubiera dicho que Jesús lo hizo se clasificaría como fábula. Lo del viaje aéreo es una locura como Supermán, y el pecado la fabulosa kryptonita. Lo de tirarse de la cúspide del templo pensando que no arribaría al piso porque Dios le daría órdenes a sus ángeles que ayudaran a ese loco que quería suicidarse, y por supuesto Dios no mete la mano donde un tonto metió la pata. El diablo pretende que pequemos con visiones engañosas de un triunfo sensacional. Al diablo hay que callarlo desde un principio y cualquier deshonesta y traidora sugerencia responderle con una cita bíblica. Para eso llénate de Biblia, pon pie en polvorosa o mejor dicho rodilla en tierra. Cuéntale a Dios tus secretos con la puerta de tu habitación cerrada (Mt. 6:6). Cuidado con las alturas que producen mareos y precipitan si te acercas al borde. El diablo ronda, el pecado tiene la boca, dientes, labios y lenguas sulfúricas. Los demonios ponen caras angelicales y se atavían de un resplandor de fuego fatuo. Él sabe sonreír e imitar la gracia con excelente falsificación. Los peligros que asedian a los que triunfan, los riesgos que conlleva el éxito, no tentar a Dios con una imprudencia porque no se puede volar cuando no se tienen alas, los ángeles dan la mano para que se huya como a Lot, pero no cargan a nadie y los riesgos que traen apoyarse en mentiras exegéticas. Esto es una visión espiritual, solo Jesús la vio, en un lugar solitario, no fue un viaje aéreo sino representaciones mentales con percepciones reales. Quien hubiera estado a su lado, y nadie estaba, se hubiera enterado de nada. Así son las tentaciones y pueden describirlas, con derrotas y victorias, quienes de sus conciencias las extraen y enseñan a otros. Algunas tan peligrosas y vergonzosas que necesitan ser revestidas y camufladas para preservar el honor al contarlas. 

En las tres pruebas contra Jesús, el diablo atacó su carácter, su religión y su cuerpo. Jesús es quien único puede caminar con el diablo y no pecar. Los textos bíblicos son golpes certeros. Aprende de memoria toda la Biblia que puedas y sentirás lo ricos y celestiales que son sus textos inspirados. Las oraciones se vuelven saltos de páginas en páginas. La respuesta del Señor está tomada de Dt. 8:3, donde se ve que lo más importante no es lo que entra en nuestra boca, ni siquiera lo que sale de ella sino lo que “sale por la boca de Dios”, la lectura de ella, su aprendizaje y los sermones. El Espíritu Santo pone el cielo en cada versículo que nos recuerda. Jesús no estaba enseñándoles a vivir del aire sin trabajar sino a depender de Dios. Más importante que la comida, dijo Jesús posteriormente, es hacer la voluntad de Dios (Jn. 4: 31-34). Jesús cuando luchó con el diablo lo hizo de rodillas. Lee despacio este texto que te explicaré en su turno (Mt. 26:36-46). El diablo conoce la Biblia. Tú aprendes mejor interpretándola en su contexto y la idea principal que tuvo el escritor.

 

Si crees que digo más de lo mismo, ponte en guardia que te reto, es sobre lo mismo, pero no digo lo mismo.

 

Confía en ser recogido por los brazos de la providencia

Mt. 4:1-11 

El v.1 parece que pertenece a una narración anterior. Por supuesto que después de un ayuno tan prolongado tuvo que tener hambre; todo su organismo lo necesitaba y sería un milagro que no hubiera desfallecido por inanición. El diablo sabe cuándo nuestro cuerpo pide algo y hace sugerencias que rompan las reglas divinas. Locuras. Eso es lo que estaba pidiendo, que demostrase su poder y deidad con un milagro descabellado. Lo que merecía era que la piedra que señalaba con el dedo se la arrojase a la cabeza. El Señor, sin decirle algún improperio dijo algo pensando en nosotros más que responderle la estupidez, le dijo que no solo de pan vivirá el ser humano sino con la palabra de Dios. Y eso sí merece un gran comentario, que el alma y el cuerpo lo que verdaderamente necesitan es la palabra de vida más que la comida. Por eso dijo para todo ser humano “26Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre” (Jn. 6:26,27). Debemos estar atentos a lo que ha salido de la boca divina, su Biblia.

La segunda tentación parece inconcebible, al menos del modo en que es contada, que el diablo lo lleve a la “santa ciudad” que no ha tenido nada de santa, que él mismo dijo que mataba a los profetas que Dios enviaba, y que el diablo lo ponga sobre la almena del templo y le pida que se tire y saca de su bolsillo una promesa falsa. Aunque el diablo intentó torcer el significado de este versículo, su interpretación en nuestros corazones no es arrojarse al aire desde un edificio, sino echarse completamente por fe en las manos de Dios, sin lamentar la pérdida de la seguridad carnal, y confiar completamente en ser recogidos con amor por los brazos de la providencia. Y el Señor fue simple, pensando en nosotros. El sentido común decide por lo obvio, que no y en vez de decirle cortésmente que no se debe ser ni imprudente ni fanático, y si alguno no sabe leer bien la Escritura busque un maestro no sea que su llamada fe sea estupidez y fanatismo.

 

Lecciones que el ministro no aprende en el colegio pastoral

Mt. 4:1

“Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo”. 

Estas son tres visiones ministeriales donde se introduce el diablo. Son tentaciones a que el Espíritu lo somete antes de comenzar su carrera pública. Es la principal preparación para el ministerio, su fortaleza interior donde el ministro se entrena en resistir al diablo. Esto no es algo que se enseña en los colegios pastorales sino en la vida espiritual donde debe adquirir “dominio propio” mediante el Espíritu Santo (Hch. 24:25; 2 Ti. 1:7; 2 Pe. 1:6). Estas tres tentaciones son importantes para los ministros del evangelio, entrenados, empezando con el dominio de su cuerpo, sobre sus malas inclinaciones naturales a las cuales satanás tiene acceso. Toda su vida, especialmente en sus primeros tiempos, enfrentará una lucha feroz contra el diablo dentro de su cuerpo no sabiendo a veces distinguir entre una tentación biológica y diabólica porque ambas se confunden en una y lo que le parece puramente físico y orgánico es igualmente diabólico. 

¿Por qué Pablo decía que golpeaba su cuerpo y lo ponía por servidumbre si no es porque trataba de aplastar al diablo dentro de sus instintos naturales? (1 Co. 9: 27). No literalmente que se castigara con un látigo. La diferencia con nosotros es que Jesús no tenía un cuerpo de muerte y nosotros sí, no estaba sometido a pasiones semejantes a la nuestras y nosotros sí. 

En segundo lugar, cuando lo sube hasta la almena del templo y le dice que se arroje desde allí, es que lo arriesgue todo como en una misión suicida, en una misión supuesta de fe, en especial los que han alcanzado la cúspide del servicio lo más y exaltado de los líderes y siervos del evangelio, los que han subido en el ministerio hasta el pináculo del templo, y arriesgan todo con posibilidad de perderlo totalmente, o fanáticamente, todo dentro del templo de Dios, dentro de la iglesia misma, y viene el diablo para derribarlo: a no ser que en lo más empinado de su posición esté de rodillas, porque los vientos a tanta altura son fuertes y derriba, a los más notables y populares predicadores. Y si tuviera los pies ligeros como los de Azael (2 Sa. 2:18), huir. 

En tercer lugar, renunciar a la gloria de los hombres o a la fama; tomar el mundo por asalto espiritual y no por rendición a él. Esa es la última de las tres más grandes tentaciones que un ministro confronta: la popularidad en el mundodejar su carrera ministerial para ser grande entre los hombres (Jue. 9:9-13); o conquistar el corazón y las hurras de los reinos del mundo al estilo de un anticristo que se sienta en el templo de Dios como si fuera Dios, rodeado por la aureola de mundana gloria. Todo esto porque el diablo está metido en las tres visiones que el líder de la iglesia enfrenta en su ministerio.

En cuanto a nuestro Señor, no fue una tentación carnal, sino que fue conducido por el Espíritu; Lucas dice que en ese momento se encontraba “lleno del Espíritu Santo” (Lc. 4:1). Marcos dice que fue el Espíritu quien le impulsó al desierto; que estaba con las fieras y los ángeles le servían (Mr. 1:12); donde el desierto pudiera representar la soledad y el abandono; las fieras, sus enemigos. Jesús fue llevado al desierto y vivió en visión tres tentaciones de las cuales el diablo hace réplicas.

 

Mt. 4:2

“Cuarenta días y cuarenta noches” (Ex. 34:28; 1 Re.19:8). Dicen los rabinos que en Espíritu Moisés y Elías ayunaron así porque ascendieron al cielo. Cuando uno sube tan alto, “en el cuerpo o fuera del cuerpo” (2 Co. 12:2), en la presencia misma de Dios, no necesita de agua ni alimentos porque el cuerpo no se lo exige, ni alguna que otra función física. Cuando los ángeles descienden a la tierra ellos comen y beben. No porque lo necesiten sino para hacerse reales. Esa fusión de Moisés y Elías en la persona de Jesús es bellísima. Como ya sabemos, representan a la ley y los profetas que tienen su cumplimiento en Jesús.

 

Cómo contestar a una tentación 

Mt. 4:3,4

3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Otro punto de vista. Esta tentación además de real es simbólica y representa todas aquellas que tienen que ver con la subsistencia humana. El ministro tendrá que estar dispuesto a penurias, aprender a estar contento cualquiera que sea su situación, a vivir humildemente, a recibir un salario magro y quizás nada, para anunciar el evangelio gratuitamente o de balde (1 Co. 9:18; 2 Co.11:7). A veces habrá que arriesgar el pan nuestro de cada día por la fe y ser capaz de vivir con lo mínimo o con nada por ser fiel a la Palabra de Dios. También cuando lo que falta es el dinero y él trata de promover inquietudes en el ministro y que resbale un poco (Sal. 62:2). Le dijo, “si eres Hijo de Dios” o “ya que eres hijo de Dios”; él sabía que lo era, pero quiere con esa insolencia que Jesús lo ponga en duda, y con nosotros es lo primero que hace, que dudemos de quienes somos y lo que podemos hacer, o no hacer, o desviar nuestra vocación. Jesús habló con el diablo, en nuestro caso es mejor no hacerlo y decirle una sola vez, “apártate de mí Satanás”; y si insiste citarle algún texto bíblico, me refiero a los que el Espíritu trae cuando se ora, y reflexionar en él mientras persiste la sugerencia mental. Por eso la victoria se halla menos en la lengua y más en las rodillas.

Mt. 4:5

“El diablo le llevó a la ciudad santa”; se refiere a Jerusalén, son inevitables las imaginaciones diabólicas. Le da forma a la imaginación como un embeleso hipnótico. Lo que ocurría en el cerebro del Señor es imposible imaginarlo, pero los hermanos sinceros saben que Lucifer es un malvado psicólogo o un espíritu psicópata. Conoce además la magia de la imaginación, de la irrealidad y la fantasía. Ese individuo fue casi divino y la envidia hacia Yahvé dio origen a la calumnia y millones de brillantes espíritus las creyeron y se volvieron opacos y malvados. 

 

No falles en tu exégesis

Mt. 4:6,7

6y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.7Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”. 

Otro punto de vista. La tentación es simbólica y sutilísima, y asalta específicamente al que lee la Escritura y su interpretación en relación con la providencia de Dios y el curso de la vida; el blanco de ataque de esta tentación son los hombres y mujeres de fe a quienes el diablo tienta para que deriven fe de promesas bíblicas que no les corresponde, que esperen ayuda del cielo y quizás no llegue, y por supuesto, no reciban cumplimiento alguno y de ese modo minar la confianza en la oración y la fe en la Palabra de Dios, matando la vida cristiana. La tentación es equivalente a un suicidio espiritual. Una situación de peligro es posiblemente la que en esencia más cercana se encuentra a esta clase de tentación, donde se arriesga la vida no diciendo “si perezco que perezca” (Est. 4:6), o “nuestro Dios puede librarnos del horno de fuego, pero si no es así tu estatua tampoco adoraremos” (Dan. 3:17,18). En ambos casos no se arroja la fe sobre una promesa de la Escritura y se espera una sola clase de respuesta, sino que se deja abierta la posibilidad de que los ángeles no sean enviados para ayudarles y la vida se pierda, que es como decir “mas no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lc. 22:42). Los textos de la Biblia no se contradicen, se complementan, se prestan sus luces, en amor. Debes aprender lo que en realidad el autor quiso decir, a eso se le llama “abrir las Escrituras”, no el libro sino el significado. No te metas en una situación que, si mides y pesas tu fe, te das cuenta que no te alcanzaría.

Mt. 4:6

“A sus ángeles mandará acerca de ti y en sus manos te sostendrán”. 

Estoy contento de que el Señor ordene a los ángeles que estén cerca de mí, que me sostengan con sus manos y que me guarden de tropiezos y si así ha pasado no he llegado al suelo ni ha sido quebrado hueso mío. Son oportunos y no se retrasan. Saben cuándo hemos llegado a un límite posible y no hemos caído en el hoyo. No sé volar y no puedo volar, pero los que vuelan me sostienen. Saben cortar por lo sano y poner fin a un acoso malvado. ¡Cuántas misericordias recibimos sin verlas! ¿Recuerdas haber leído cuando a Jesús su futuro le hacía sudar, no agua sino sangre? Pues un ángel de Dios se hallaba cerca, en silencio, no dice que Jesús lo vio y que conversaron, solo que se hallaba al alcance de su vista (Lc. 22:39-46). En nuestras situaciones de peligro físico y espiritual seguro que hay uno porque somos los herederos de la salvación (Sal. 91:12; He. 1:14).

 

Tres decisiones hechas para toda la vida

Mt. 4:8-11

8Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”.

Observa que aquí sí aparecen los ángeles,después, no antes de haber triunfado sobre la tentación. Es lo mismo que sucedió cuando Jesús oró en el huerto de Getsemaní, después que dijo “no se haga mi voluntad sino la tuya”, se le envió un ángel (Lc. 22:42,43); y semejante a los jóvenes hebreos, después que fueron echados al horno de fuego (Da. 3:25).

Es decir, los ángeles no son enviados cuando se necesita ejercitar la fe, para sustituirla, sino cuando la “obediencia es perfecta” (2 Co. 10:6). Y esta tentación tiene que ver con el glamour, glamor del mundo. El diablo lo llevó en visión a un monte alto y le propuso que cambiara la gloria de Dios por la del mundo, y Jesús se negó. Jesús miró la gloria del mundo y no la quiso. Le dijo a Satanás: “El resplandor del mundo no me atrae sino la gloria de Dios. Si tengo que rendirme a tus pies para conquistar el mundo, lo rehúso, dáselo a otros que les gustaría aparecer en la historia humana. No deseo un poder mundial entregándome a ti y con tus métodos; el mundo yo lo conquisto a mi modo y no con el tuyo; si tengo que hacerte a ti mi señor, me niego, no lo quiero.  Esa clase de fama no me importa; el mundo lo voy a conquistar a pesar tuyo y contra ti, no sirviéndote; los reinos de los cuales hablas son tuyos y yo los conquistaré; dentro de ellos yo estableceré mi reino que no es de este mundo y ellos serán míos”.

Y después de rechazar la fama llegaron los ángeles. Señor que no acepte nada a cambio de entregarme a él, porque es mejor perder todo el mundo y ganar mi alma (Mt. 16:26).  Éstas no fueron tres ocasionales tentaciones sino tres decisiones hechas para toda la vida. Tres veces dijo Jesús que no. Jesús no hace la selección de sus apóstoles sino antes de que él mismo experimente las tentaciones que ellos como sus representantes habrían de vivir para que tres y muchas veces digan no, no y no, y a Jesús sí, sí, y sí.

 

Fue un joven el que llevó nuestros pecados en la cruz

Mt. 4:12-17

12Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; 13y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, 14para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 15Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; 16El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. 17Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.

¡Qué bonito está ese v.16! Esa luz que alumbró toda Galilea tiene un nombre, Jesús. Los galileos tendrían sus lámparas de aceite y leña para calentar el hogar y cocer los alimentos, pero espiritualmente todas las casas estaban apagadas, hasta que una voz juvenil comenzó a sonar por sus calles y casas. La voz de Jesús nazareno. Aquellas vidas muertas resucitaron y se acabaron los rostros opacos y empezaron a crecer los saludos afectuosos y las sonrisas, porque el evangelio, las buenas nuevas de Jesús cambiaban el ambiente humano y toda relación social. Hombres y mujeres adquirieron una nueva perspectiva social y ya vivir no era una carga porque se les estaba creando la esperanza que son las alas que llevan hacia un futuro con sentido para vivir. Las alas que la humanidad perdió, las traía aquel joven nazareno. Vivían como gente salida de sepulcros. Y lo sentían ya, sin espantos, cuando comprobaban que aquel predicador mismo era la resurrección y la vida. 

Muy bonito son los días cuando se comienza el ministerio cristiano en un lugar que la providencia y la sabiduría divina hayan designado. Nuestro Jesús era un joven de unos treinta años (Lc. 3:23), que sonaba con empezar bien, pletórico el corazón de buenos deseos y metas, enriquecer a Capernaum, ciudad marítima, con su voz y doctrinas, además de su humana filantropía y ayudando a los pobres a vivir vidas saludables. Su vida terrenal no salió mucho de la juventud pues su ministerio duraría unos tres años (Lc. 3:23). Fue un joven pastor de veintiséis años el que llevó nuestros pecados en la cruz. Murió joven, se diría con toda su vida por delante. No es la extensión de la vida lo más importante sino en que ella se utiliza.

 

Tenían a Jesús como caído del cielo

Mt. 4:18-25

18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19Y les dijo: Venid detrás de mí, y os haré pescadores de hombres. 20Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. 21Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. 22Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron. 23Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. 25Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán”.

 

La clase de vida primero antes de abrir la boca

Mt. 4:18

“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores”. 

Los dos hermanos dieron un salto fuera del bote, recogieron las redes y se fueron con Jesús para llenar de luz este mundo oscuro. Tuvieron el privilegio de ser los dos primeros apóstoles. Los escoge ya con la comisión de tener un apostolado bendecido. Pedro fue el más connotado de ambos, ganó muchas almas y escribió dos trascendentes epístolas que se leen hasta hoy.

¿Dónde se lee ahí que se postraran ante él llorando por un perdón? Jesús pedía arrepentimiento, y ¿dónde se halla eso? ¿Se postraron ante él gimiendo? Está ahí, sin confesiones pecaminosas, sino llenos de entusiasmo. Los dos sabían que esa clase de mensaje estaba en línea con el profeta Juan. Y los rumores de su bautismo llegarían a oído de estos dos hermanos. Sin embargo, el llamamiento de estos dos fue diferente, se los llevaba para que fueran apóstoles y ministros de sus enseñanzas. 

Todo el mundo conoce que hubo mucho conflicto entre Jesús y los contemporáneos religiosos de sus días. Las enseñanzas cristianas, desde un principio parecían ser opuestas al judaísmo tradicional y dañarlo. Los fariseos y los saduceos se sentían atacados por lo que él predicaba. Cristo afirmaba que él no estaba demoliendo el judaísmo, sino lo contrario, enseñaba el verdadero judaísmo. Puede que la intención aquí se halla en reafirmar a los judíos cristianos que no se sintieran perplejos en cuanto a si estaban abandonando a Moisés por Jesús. Los judíos convertidos a la fe vivían como dice Pablo, “como los gentiles”, y eso perturbaba la mente de los más estrictos (Ga. 2:14).

Si lo oyes hablar te darás cuenta de que no estaba tratando de destruir las instituciones judías sino quitarles sus impurezas, regresarlas a lo que ellas habían sido en su origen. Jesús actuaba como un reformador, yendo al origen de todo el judaísmo y acusándolos por haberse apartado de los mandamientos de Dios y seguido tradiciones antiguas; por ejemplo, el divorcio (19:8); el problema del uso de la tradición (Mr.7:8). El desinterés por el prójimo, la ausencia de filantropía, “esto es corbán” (“mi ofrenda a Dios con que pudiera ayudarte” Mt. 15:1-6). Los llamados intérpretes de la ley estaban haciendo un enorme daño al pueblo (Lc. 11:46,52). Por esas cosas referentes a la ley divina fue que el Señor protestó y se buscó el odio de los gobernantes. La comparación que nos hace con la sal, para gusto y delicia, contrario a lo insípido, y la luz gloriosa, son bellas. Oír sermones insípidos no da gusto ni tampoco ver vidas sin sabor. El testimonio, hermano, el testimonio, la predicación con la vida antes de abrir la boca.

 

Vidas y libros con trascendencia

Mt. 4:20-22

Es un texto bello y emocionante, Jesús colectando de sus admiradores sus discípulos y ellos respondiendo al momento por el privilegio de entrar en labores trascendentales y olvidarse de los remiendos. La red, según la BTX tenía unas cien brazas de largo y era muy costosa. Que en esas labores siguieran el padre, parientes o amigos, o podían venderlas. Jesús en un dos por tres va formando su colegio de pastores con dos parejas de hermanos, Pedro y Andrés, Jacobo conocido como Santiago, y Juan. De esos cuatro, de tres tenemos literatura. ¡Quién podría haberlo pensando que su Espíritu Santo haría de ellos vidas cristianas y escritores trascendentes, mejor que si hubieran escrito sobre piedras como deseaba Job“23  ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro;24que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas en piedra para siempre!” (Job 19:23,24).

 

Vuelvo con Mateo

Los galileos y los sirios tenían a Jesús como caído del cielo

 

Nota que por dos veces se usa la frase “al instante” que es la forma de responder al llamamiento del Señor, sin demorarse ni un solo minuto cuando él pide algo; a él le gusta que lo hagan enseguida, al instante, “59Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lc. 9:59-62). El padre le dijo adiós a sus dos hijos que ingresaban al ministerio, y orondo lo comentarían con sus amigos, y con conocidos que no fueran refunfuñones y no miraran con nobles ojos el oficio.

Ese llamamiento específico al ministerio es lo que garantiza su sostén continuo porque como dijo el apóstol Pablo, no pueden convertirse en predicadores si no son enviados. La gente pobre de esos barrios bajos, necesitada de comida y salud, Jesús la ayudó. Aquella sociedad tenía razón para empezar a sentirse contenta, que pusiera sus pies en esas calles, Jesús. Y la genuina filantropía de Jesús lo coronaba de gloria. La insalubridad estaba vencida. Las fiebres huían, no se escuchaba a nadie toser y las temperaturas bajaron. Las ventanas de las casas se abrieron, ya no había necesidad de tenerlas trancadas. Los locos se volvieron cuerdos. Los paralíticos recogieron sus camas, las pusieron en ventas o las reservaron para los huéspedes. Jesús era un milagro divino y la sociedad judía y las de alrededores les dieron buena acogida (v.25). Aquella gente hubiera querido que viviera con ellos toda la vida, Jesús era un encanto, los galileos y los sirios lo tenían como caído del cielo.

Mt. 4:23-25

23Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. 25Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán”.

Se diría con asombro norteamericano ¡wow! (guao). Todavía por este momento no tenía cerradas las puertas de las sinagogas que se irían trancando mientras su popularidad aumentara, hasta que no lo quisieran ver ni en pintura. Se menciona a Siria que se hallaba cerca indicando que Jesús se iba volviendo internacional y así fue hasta hoy. ¡Bendita fama que corrió como espuma saliendo de Israel! Contribuían a su prestigio, que sin seguro médico atendía en la calle a sus pacientes y formaban colas para que los tocara o al menos les echara un vistazo y salieran sanos y contentos. Los que los cambios de la luna, según opinión popular, tenían arrebatos de locura, podrían disfrutar con sus amores la luna llena y los cuartos menguantes. A pesar de la precaria transportación cada cual se las agenciaba para hallar, en burro, carruaje o cargado en litera, un modo de acercarse al buen médico predicador. Todos no irían para que les quitara algún dolor de cabeza o algo así sino para disfrutar sus doctrinas, aun las más complejas como la elección y predestinación.  

Mt. 5:1-12 

1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 5Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 9Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.10Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”. 

Hicieron una rueda enfrente a Jesús y pendientes de todo lo que dijera, sentados cómodos. Cuenta las veces que les dice bienaventurados que pudiera traducirse afortunados, bendecidos y dichosos. Ponle esas definiciones a todos esos percances, contratiempos y desastres “29Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna” (Mr. 10:30). La BTX pone entre paréntesis “con persecuciones”. Mira como las renuncias y despojos, llámalo vicisitudes, están mezcladas las bendiciones con momentos difíciles. Es que la compañía del Señor nunca falta. Jesús sentado como solían enseñar los rabinos. Estas son las muy populares bienaventuranzas, excelente modo de comenzar su ministerio para que por adelantado queden consolados y preparados para prevenir el desánimo y la sorpresa que traería, y el privilegio del discipulado. El futuro no era algo así como pedir de boca. Jamás habrían escuchado cosas tan bonitas e interesantes y debieran haberlas recordado los que él no les caía bien.

 

Mt. 5:1-3

Es bonito imaginar este momento, los apóstoles en semicírculo a su alrededor oyéndolo sin interrumpirlo y Mateo como “escribiente muy ligero” (Sal.45:1) haciendo resúmenes de sus sermones y exposiciones bíblicas no teniendo grabadoras ni lápices a su alcance. Esto lo puedes hacer cuando oyes cosas excepcionales. Cosa rara. Y no lo sería si se usara más la Biblia. Jesús era un buen orador, calificado así por sus oyentes que exclamaron que nunca habían escuchado a otro ni parecido (Jn. 7:46). Y ¿quiénes son esos bienaventurados? En principio no alcanzo a ver quiénes son ellos. ¿Los humildes, que no disputan sus discursos, que aceptan lo que cualquiera diga? No los que carecen de entendimiento sino de arrogancia, no los de un super yo. Todos estos primeros versículos son conocidos como las bienaventuranzas, los afortunados, los dignos de ser felicitados (LBLA). 

 

Con el evangelio llega al mundo una revolución 

Mt. 5:4-12

Eso ya lo tienes escrito.

Este texto es para saborearlo con las intenciones de Jesús. En el v.3 lo imagino con un pañuelo en su mano como si nos acariciara las lágrimas, en los v.5,6 aboga por la no violencia y llama a la pacificación. Los eminentes comentaristas dan un significado espiritual a estas palabras. Es posible que eso esté mezclado y exude una intención social. Los primeros llaman afortunados a los que sienten sus pecados y lloran, con el perdón serán consolados, los que son humildes y no procuran establecer su propia justicia sino la de Dios, no como los arrogantes fariseos. También oigo en esas palabras un suspiro por justicia y que el sermón del monte exuda un cambio social cuando sin razón son perseguidos por sus ideas y convicciones. Los que lloran sufren persecución, son puestos a un lado o discriminados. Estos anhelan un cambio. Los territorios conquistados por los hombres serán un día conquistado por Jesús. Es el triunfo de la no violencia. La conquista del perdón, del amor, de la fe, por los hijos de Dios que procuran la paz, los pacificadores. Los versículos finales hablan del triunfo de esos pacificadores, los perseguidos, los marginados, los desacreditados, y pienso que soy razonable porque el versículo final menciona a los profetas y todos ellos hablaron a favor de Dios y quisieron traer a Israel a su auténtica adoración e igualdad cívica. Todos ellos fueron perseguidos y en su mayoría muertos. 

Lee lo que predicaba Juan el bautista y fue el último que vino en camino de justicia, pero no lo creyeron “1En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, 2y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. 3Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, 4como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. 5Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; 6y verá toda carne la salvación de Dios. 7y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 9Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.10Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? 11Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 12Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 14También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.15Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 16respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 17Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. 18Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo.  19Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,20sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel” (Lc. 3:1-20; Mt. 21:32). Con el evangelio llega al mundo una revolución.

 

Mt. 5:13-16

13Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. 14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos”.

Bien, pero los que glorificaban a Dios son los que esperaban un cambio social y lo vieron por el incentivo de la extraña conducta de esa gente que hacía contraste con la generalidad. El evangelio produce vidas luminosas como la del casi ermitaño que “era una antorcha que ardía en lugar oscuro” (Jn. 5:35). Si sacaran a todos los buenos cristianos del mundo sería como si se apagara el sol.

 

El evangelio da sabor a tu vida

Mt. 5:13. 

“Vosotros sois la sal de la tierra”. 

La sal comúnmente la sacaban del mar o de minas rocosas. Sirve para dar gusto y preservar alimentos. Los médicos modernos dicen que retiene líquido en el cuerpo y sube la presión arterial. Jesús habla del gusto. Cuando se menciona la sal en la Biblia tiene que ver más con el buen gusto que con la preservación. He escuchado sermones no solo desabridos sino aburridos. La sal fue necesaria en los sacrificios de animales como si fuera parte del sabor a Dios (Lev. 2:13). No tengo que demostrarte lo que es una vida desabrida o un sermón insípido. Image result for salt rocks in the sea (wikipedia.org. dos imágenes).

Los versículos son cortos pero las figuras sugestivas que merecen más espacio. El mundo te comprende si nunca has tenido sal, pero si la tuviste y ya no, te menosprecia. Jesús quiere decirles, “preserven la sal de vuestro testimonio, por nada del mundo pierdan el sabor que le es he dado, no es hora de rebajar vuestro estándar de vida espiritual, si sois un poco menos de lo que yo quiero no serviréis para nada y vuestra suerte será menos digna: ser “echados y hollados por los hombres”, caeréis en categoría y estaréis muy bajos, en el piso (v.13). Como la sal era extraída de las minas en trozos de rocas que una vez sacada ésa, aquella quedaba vacía y usable para rellenar huecos y hacer caminos. Vuelvo arriba, con el evangelio no habrá vida desabrida, como dijo alguien en tiempos de la Reforma Protestante ¡qué tiempos! ¡qué alegría de vivir!

 

Jesús amaba a Dios con todas sus fuerzas y sus prójimos más que a sí mismo

Mt. 5:17-20

17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que, si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.

Entonces los fariseos y su corte de celosos guardadores de la ley mosaica no tendrían que inquietarse porque ese predicador lo que afirmaba fue que la estaba viviendo y enseñándola y ellos no. No mencionó ningún milagro, pero ellos eran testigos de su filantropía, y miles de hambrientos y cientos de enfermos recuperados. ¿Cuál fue el problema entonces con esos protectores de la ley de Dios?, que estaban celosos porque “el mundo se iba tras él” (Jn. 12:19) y la envidia que se los estaba comiendo y por envidia pagaron testigos falsos para incriminarle, lo declararon hereje y dijeron “matémosle”. Y lo más interesante que les dijo fue que estaba viviendo todos los mandamientos de Moisés, amando a Dios con todas sus fuerzas y a sus prójimos más que a sí mismo, y comprobado eso hasta las jotas y las tildes exigidas, su muerte sería jurídicamente injusta y por los injustos “18Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pe. 3:18). 

 

Cuando Satanás no movería ni un dedo

Mt. 5:21-26 

21Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.”

Esas dos palabras de enojo, estúpido, cabeza vacía o hueca (raca), son fuertes y hieren. Tal vez el contexto de ellas tenga que ver con alguna desavenencia usando palabras ofensivas que escalen hasta la violencia. El asunto pudiera llegar a los tribunales, porque el lío entre estos dos ciudadanos es un asunto legal. Jesús quiere calmar y evitar que llegue tan lejos el problema y que no haya que acudir a demandas judiciales que pudieran traer el veredicto de prisión para el defraudador, o una severa multa. Hoy día está de moda en este país las demandas judiciales por cualquier asunto y los abogados sacando partido de las situaciones y exagerándolas. Estas palabras están fuertemente dirigidas a un contexto determinado (por su lenguaje) pero demuestran que el evangelio es superior a la Ley de Moisés y la excede (v.20); que Cristo es superior a Moisés. Moisés prohibió el homicidio, pero Cristo instaba para crear una fraternidad universal, no sólo para evitar los asesinatos sino para reconciliar a los hombres entre sí. Dio por sentado que todos somos hermanos y que no se debe practicar la religión a menos que se traten como hermanos sin ofenderse. Su visión no era crear otra religión sino una nueva humanidad. Oh, Dios, que mis prácticas religiosas no excusen mi falta de amor por el prójimo; que yo no sea más religioso que humano. Amén. Los judíos tenían tres penas capitales: decapitaban, el Sanedrín, tribunal supremo, podía condenarlos a morir a pedradas o en casos extraordinarios echados en el Valle de los hijos de Hinnóm, o gehenna (Mathew Henry); que simboliza el infierno y no debiera traducirse tal en este contexto, ni en vv.29,30 sino “gehenna” un lugar que; es posiblemente la única vez que se debiera traducir literalmente sin la explicación rabínica de morada de los muertos o de vida de ultratumba, o infierno, “es muy posible que nuestro Señor no quiera decir sino esto: si un hombre acusa a otro de apostasía de la religión judía, o de rebelión contra Dios, y no puede probarlo, entonces será acusado y condenado a la pena capital a ser quemado vivo en lugar de su acusado. Se presentan tres clases de ofensas y cada una excede en grado de culpabilidad y castigo a la otra” (Clarke).

Especialmente cuando vayas a adorarle con hipocresía. Debemos bendecir al Espíritu si dirige nuestra adoración para que con ella no ofendamos al Señor ofreciéndole abominación. En el tiempo de la reconciliación cualquier pecado que nos recuerde la conciencia, debemos interrumpir la adoración para hacer las paces con Dios o con el prójimo. Satanás no es el que interrumpe la adoración de ese modo, sino la conciencia cristiana, porque él no movería ni un dedo para que nos arreglásemos con nuestro hermano ofendido

 

Se puede medir el tamaño de la fe por el tamaño de la lengua

Mt. 5:21

“Habéis oído que se dijo a los antepasados: “no matarás” y: “cualquiera que se endurezca”. La versión más popular dice que si estamos informados de lo que se les dijo a los antiguos o, en este caso a los abuelos, bisabuelos y por supuesto antepasados, en relación con la declaración de la ley de Moisés. El asunto es éste, que si uno observa la intención del Señor se da cuenta que el trato que se le dé a un hermano ya sea en la fe o a un conciudadano, tiene que ver con el destino eterno de la persona. Jesús habló algunas veces acerca del infierno y generalmente en relación con el maltrato a los demás. No mencionó la negación de Dios en relación con la filosofía, ni dijo que el infierno estaba guardado para lo que no creyeran en Dios; es cierto que la hipocresía tuvo un rol importante en la condenación eterna de una persona y su exclusión de la vida eterna. Si le llama a una persona idiota, estúpido o persona de poco seso, comete un pecado gravísimo, y la enseñanza de nuestro Maestro es que se pida perdón rápidamente, y si se entera que otra persona tiene justas razones para reprocharle algo que ha dicho o hecho, debe apresurarse antes de entrar a un servicio religioso de adoración, ir donde ella y pedirle de cualquier forma las disculpas, el perdón y las paces. El credo en este pasaje no es la regla para medir la fe y la vida espiritual de una persona, sino su comportamiento en relación con el prójimo, con el uso y el tamaño de su lengua.

Mt. 5:23

“Y allí te acuerdas…”. No he oído de algún hermano molesto por sus recuerdos y culpas que haya salido del culto e ir a casa de otro a pedirle perdón. Sale del templo, enciende tu teléfono móvil y llámalo.

Mt. 5:25,26

25Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante”.

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“Hasta que pague el último centavo” (cuadrante, imagen). Es un invento tomar estas palabras e imaginar que Jesús no hablaba de una celda de castigo sino del purgatorio y que se le paga con dinero y humillaciones al papa o a la iglesia católica, para que traslade el alma de un difunto de un sitio intermedio entre el cielo y el infierno a mejor gloria. En el camino quiere decir, mientras progresa la conversación y ambos buscan una solución que no sea ir a juicio. Como Jesús hace el planteamiento se dirige al que tiene todas las de perder y con o sin un abogado pudiera ser sentenciado a una severa multa, firmar alguna forma de saldo de la deuda, quizás por cuotas con intereses añadidos, etc., pero si debiendo rehúsa pagar, va tras las rejas, confiscadas sus posesiones y se queda en la calle.Denario - Wikipedia, la enciclopedia libre

 

Los archivos de memorias ajenas

Mt. 5:27-30

27Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”.

Este pecado como casi todos se mete en la cabeza por la puerta de los ojos, sin llamar. Furtivamente como lo hace un descarado ladrón. Antes que se extienda la mano, se bese y se acaricie un cuerpo ajeno. Me refiero al de la mujer o el del marido. La traición se acerca con pasos cortos, sonrisas cómplices y comparaciones engañosas. La fidelidad matrimonial se va perdiendo poco a poco, sin darse cuenta por donde y hacia donde se camina, que no es el paraíso lo que se ve sino el infierno, remordimientos y chirridos de dientes. Es una forma de hipnotismo o idiotismo. De arriba abajo el adulterio es un engaño o muchos. Es un negocio chiquito que culmina con la bancarrota. Seguro estoy al cien por cien que el príncipe de las tinieblas, la serpiente antigua se halla enroscada en algún árbol cercano al de la vida feliz. El diablo sabe hipnotizar y manejar los ojos hacia el Eros y Afrodita. Es un engañador profesional que con mentiras acalla la voz de la conciencia dormida, hasta que tenga seguro en sus manos un mal testimonio cristiano y explote el escándalo. Es difícil después reponerse de esa embobecida decisión y dar marcha atrás a pasos que nunca se borran, tampoco, de memorias ajenas, aunque como a José no deje toda la capa sino un pedacito de ella. “1Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. 2Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. 3Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. 4Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. 5Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. 6Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. 7Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. 8Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. 9No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? 10Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella, 11aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. 12Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. 13Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, 14llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; 15y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. 16Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. 17Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. 18Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera. 19Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. 20Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. 21Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. 22Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. 23No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba” (Ge. 39:1-23). La reputación perdida es irrecuperable. Si sigues leyendo verás que Dios nunca lo abandonó y prosperó muchísimo, pero para desgracia suya, aunque Dios no lo cuenta, él jamás podría sacar de su historia y conciencia esos recuerdos. Ni de las no misericordiosas memorias ajenas

 

Más de lo mismo:

Si continúan las miradas y las sonrisas

 

Nosotros hemos oído de los antiguos, y en los sermones bíblicos muchas cosas buenas en relación con la infidelidad conyugal y el uso santo del sexo. Sin embargo, cosas estúpidas y diabólicas acontecen que destruyen familias enteras y las arrojan hacia un futuro en el cual estarán lamentándose toda la vida. Esa tragedia malamente llamada amorosa, empieza con recíprocas miradas y sonrisas que conducen a conversaciones que desembocan en la infidelidad conyugal. Para que las manos no se extiendan y toquen lo prohibido es mejor que el fruto de la codicia desaparezca de la vista, incluyendo el traslado de la membresía de una iglesia para otra congregación. Y ¿si es una mujer miembro de la iglesia que con piedad fingida mira y conversa con exceso con el pastor? Pedirle ayuda a Dios y enfriar en lo posible la relación y las atenciones espirituales. La familia pastoral es el plato exquisito del diablo para comerse la vocación de él y su esposa. El diablo los odia a los dos, mueve infernales lenguas de azufre que planeen alguna situación tonta del pastor para destruirle su matrimonio y hacer que cometa errores que no tienen que llegar a la consumación, pero que sirvan para que con asombro y sin piedad fracturen su reputación. 

Cualquiera que leyera eso de Mateo, sabría que no estaba apostatando de la ley de Dios, sino que le estaba dando una extensión en la vida de sus discípulos “mayor que la de los escribas y fariseos”. Una extensión sin precedentes y mucho más positiva y humana. Cristo no se propuso formar una secta ni una religión sino una norma de vida superior a partir de la Escritura. Sus enseñanzas son más sublimes y hermosas porque centran la adoración a Dios no en las ceremonias ni en la letra de obligaciones religiosas sino en el amor que se expresa en el servicio humano. Cristo no vino a morir a este mundo para que cantáramos, oremos, predicáramos y construyéramos edificios, sino para crear una nueva humanidad justa, perfecta no en relación consigo mismo sino con la medida del amor y perdón al prójimo, amante de Dios y los demás. Y retornando al asunto de la infidelidad: si hay tentación en la propia, hablar con el pastor y si continúan las miradas, las sonrisas, la atracción, asistir a otra.

 

No existen matrimonios como los autos, automáticos sino de cambios

Consejos para elegir entre caja manual o automática para tu vehículo. –  SegurarseMt. 5:31,32

31También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 32Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio”. 

Ellos, los hombres judíos, manipulaban lo dicho por Moisés en cuanto al repudio por divorcio, y casi por cualquier motivo, por ejemplo, si era geniosa, protestona, dormilona, o se le quemaba la comida, para aprovechar la ley, compuesta por rabinos, no por Moisés, artículos escritos que favorecían el cambio de mujer. Las mujeres, generalmente no hacían ese trámite.

Hace que ella acepte unirse a otro hombre teniendo legalmente adulterio ambos. Los rabinos quisieron mostrarse flexibles y llegaron al punto que, si se desencantaban, si no se llevaban bien, si no cocinaba a gusto, él podría dejarla. Dios no reconoce el divorcio (Lc. 16:18).

La carta de divorcio le servía a ella como documento oficial que no había sido por adulterio y oficialmente podría buscar con quien casarse. Si ella no lo había traicionado él no tenía por qué dejarla. Por supuesto que, si a una mujer joven al marido le deja de gustar, si tiene hijos, con el documento en sus manos la salva de comentarios y pudiera aspirar a rehacer su vida con otra persona. El honor de ella estaría a salvo con ese papel en sus manos. 

Como una lectura adicional, pienso que sería de provecho si te traigo como consejero oficial al apóstol Pablo.

1En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 7Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. 8Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 9pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.10Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. 12Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.16Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer? 17Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias” (1 Co. 7:1-17). Como quieras que lo vires, el divorcio es una mala idea y digo yo, no el Señor, que el matrimonio no es una relación automática, sino que hay que repararlo, como los autos, si se rompe alguna pieza, cuidarlo sabiendo que no existen en ese sentido matrimonios automáticos sino de cambios. Hay muchos sitios donde mecánicos los reparan, pero el mejor lugar es llevarlo a un concesionario donde los que lo examinan son acreditados por la fábrica. Dios y sus empleados. ¡Ah!, y la palanca para los cambios es el amor.

 

Mt. 5:33-37

33Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. 34Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 37Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”. 

El propósito de los juramentos ha sido para obligar a una persona a cumplir algo o reafirmarlo. La forma más simple es cruzar el dedo índice sobre el pulgar y besarlo. Si se interpone juramento es como si firmara una declaración. Algunos rabíes socarrones afirmaban que uno podía jurar falsamente y en su corazón arrepentirse. El juramento es como una rúbrica. Jesús dijo que el sí y el no juntos es duplicidad. Jesús dijo que no, nada de jurar para que nos crean, bástele a quien sea que somos gente de honor y no procederíamos a engañarlos diciendo medias verdades como suelen hacer algunos vendedores de propiedades y ciertos abogadillos que se la dan de listos y no les importa la verdad de un caso sino sembrar la duda en el juzgado. Esos apoyos para jurar ya me parecen raros, jurar por el cielo, jurar por la tierra que se pisa, jurar por el pelo, cuando no se puede cambiar su color a no ser que se tiña y a poco la mentira se descubre en la raíz. Y jurar por una sagrada ciudad tan llena de mentiras e hipocresías. Los judíos por mucho no se la merecían y la perdieron y no quedó de ella una piedra en su sitio.

Mt. 5:36

“No puedes hacer blanco o negro ni un cabello”; a no ser pintándolo, y en poco tiempo junto a la raíz comienza a descubrirse la mentira. Ya te lo dije.

 

Mt. 5:38-42

38Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses”.

Esto, con una primera ojeada, no es practicable a no ser que Jesús este enseñando a sus discípulos una moral de esclavos o convertirlos en tontos. La tal es conocida como la ley del talión (Ex. 21:24). Los saduceos decían que había que tomarla literalmente, pero sus intérpretes afirmaban, incluyendo al historiador Josefo, que quería decir que se pagaba en dinero el valor del daño en el mercado. Ese era el espíritu de la ley. La ley persa aplicaba eso en los correos del rey, que tenían la autoridad de usar cualquier medio para hacer sus trabajos. 

Esto con la civilización sonaría como sugerir que los discípulos tuvieran una moral de esclavos o de tontos. No es el caso. Jesús enseñó la no violencia la no venganza. Yo tomaría como mejor explicación que instruía a sus discípulos en la no violencia. Ese es su espíritu fundamental. A quien quiera arrebatarnos lo que tenemos hay leyes y demandas judiciales que nos protegerían contra el abuso y el despojo por descarados y ladrones. La propiedad y los derechos humanos dentro de esta civilización hay que protegerlos.

Mt. 5:42

“Al que te pida prestado no se lo rehúses”. 

Aunque uno no es una agencia bancaria no debe tener el bolsillo completamente cerrado para los hermanos en necesidad. Quizás socorrerlos comprándoles alimentos. “no le vuelvas la espalda” (BTX). Hay otras propiedades que no se prestan y hay que negarse a concederlas al descaro. Hoy día vivimos en un contexto social mucho mejor que aquellos, en sentido general más civilizado que tiene la capacidad para con jueces y abogados y derechos humanos vivir un cristianismo más humano que bajo una ocupación militar. Aprobamos favores no despojos.

 

Dos locuaces callitos en las rodillas 

Mt. 5:43-48

43Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.

Este texto ha sido armonizado con Lucas 6:27,28; 32-36. Harías bien leerlo para tu instrucción.

Hay una palabra que hay que haberla sentido como una cuchillada en la carne para comprenderla, ultraje, ser acusado falsamente. ¿Qué oración podremos hacer por alguien que nos inventa pecados que son creídos por los que ya no nos querían, que nos envidiaban lo que somos y tenemos? El considerarnos bienaventurados preferiríamos no serlo si fuera posible. Esas se leen fácil, pero el cumplirlas ya es otra cosa. El recuerdo de ellos nos hace sudar sangre. 

Te doy gracias, Señor por no tenerlos como recuerdos perennes, pero si pasan por mi memoria o me los menciona algún lengualarga me voltea el recuerdo un siglo atrás. No me queda otro refugio que esconderme de ese o esos anda-ve-y-dile y bloquearles su acceso a mí. ¿Amarlos? ¿Si respondían a mi candidez con afectos y abrazos fingidos? Si algún imparcial reportero los entrevistase para confeccionar un reportaje y pasarlo a un habilidoso Tértulo (Hch. 24:1.2), podría ser que el Juez de los vivos y los muertos los castigue a echarme de menos, a subir el precio de treinta monedas de plata, cambiarlas por las de oro, a tener de vez en cuando algún remordimiento y llorarme y chirriar los dientes. Esa altura de Himalaya tendría yo que haberla subido de rodillas o con una escalera como la de Jacob y casi lo logré, gateando y jadeante, más de rodillas que de pujante corredor. Me dejaron mis amores múltiples e incompletos, dos callitos locuaces que tienen buena memoria para perdonar sin rencores y sin olvidos, mirar las cicatrices que no sangran ni supuran. He enseñado a ingratos, a razas taimadas que viven por interés y no por ideales y desconocen el sacrificio y el amor sin lujurias, puro.

 

Ser un poquito mejor que los que no leen la Biblia para nada

Mt. 5:46,47

“¿No hacen lo mismo los publicanos y los gentiles?”.  

El amor se define mejor por sus acciones, con abrazos y besos. Es más fácil amar un enemigo que a un envidioso hipocritón que da rabia.  No debiera existir ni existió un judío honesto que, comparando el Sinaí suyo con el Monte de las bienaventuranzas, no le dé la palma de victoria al segundo. La ley es el ceño fruncido de Dios, la gracia su sonrisa. La gracia es más bella y la traen las manos de la misericordia. La gracia debe exceder a la ley de Moisés, en el comportamiento. La gracia obra por el amor (Ga. 5:6). Aquí el amor al prójimo no es abstracto o verbal sino de hechos y en verdad, tiene que ver con el perdón y con la ayuda mutua. Y el amor y el servicio en la iglesia debe desbordarla y correr hacia los que no son nuestros amados ni nosotros los suyos sino hacia aquellos desconocidos e indiferentes porque responder con amor al amor no tiene grandes méritos espirituales; hacer bien a la familia y a los hermanos de la iglesia es algo, pero los publicanos y los paganos hacen lo mismo, aman a los que los aman y ayudan a los que los ayudan. Ser un poquito mejor que los que no leen para nada la Biblia

Mt. 5:48

“Sed perfectos”; si te parece una exigencia empírica como subir himalayas, tradúcelo como maduros.  El sinónimo tiene que ver con la personalidad y el carácter añejo y completo. Si se busca la perfección por la ley, el servicio a todos tiene el número uno, después de amar a Dios con el alma. Y no es para pavonearse. La perfección no es inhumana ni abstracta. Santiago dice en 3:2 que el que deja de murmurar y criticar a los demás alcanza una perfección, y Pablo dice que la perfección se alcanza en Cristo Jesús (Col.1:28). La moral con teología surge de una fe bíblicamente sólida. Lo que sí es poco probable es que la perfección se consiga con ejercicios místicos amputados de relaciones humanas. La idea en el v.48 es de imitación de la Deidad y lo que quiere decir es que el que sirve a todos es como Dios, se parece a él y actúa como él, que es el Sol de Justicia. La iglesia debería superar en acciones nobles a las otras organizaciones no lucrativas que los gentiles han creado. Si tiene con qué. Y que no se hinche solo con programas benéficos y famélicas energías evangelísticas.

Mt. 6:1-4

1Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará “en público”.

Mt. 6:1

“Cuidad de practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser visto por ellos”. 

Ninguna cosa se hará intencionalmente procurando satisfacer la complacencia de alguien, por encumbrado que esté. Eso es distinto a “agrada a tu prójimo en lo que esa bueno”. La aprobación que hemos de perseguir es la voluntad de Dios ante cuyos ojos estamos y obramos. Prohibido hacer las cosas para ser alabado por la gente (v.2), porque el aplauso y la fama humana podrían sustituir eternamente la alabanza de Dios. Aquellas dos cosas caben en un dedal. Con timidez y precaución lo digo, no es bueno esperar vítores y aplausos, pero sí, aunque fuera, un poquito de gratitud.

Mt. 6:2

“Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana”; eso es el futuro y cuanto sean los días, están en el puño de Dios. El almanaque de nuestra vida cuelga de su despacho. La providencia los lee y los ejecuta. Debiéramos colocar en alguna parte del hogar, especialmente en la cocina, estas palabras que el mañana pertenece a Dios y es una posibilidad nuestra vivirlo. El Señor es tajante, dice que echemos fuera toda preocupación que nos quite el sueño. Mañana habrá trabajo, entrará dinero a la casa, se pagará el alquiler o la hipoteca, y con él comida. Y vuelvo a decirlo con voz divina “11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. 14Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar” (Je. 29:11-14).

Mt. 6:3,4

Que no tienes un doble estándar de vida, “cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta (cerrada con llave, BTX). 3Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará “en público (esa última frase de recompensa pública es una adición hecha por algún escriba, no pertenece al original. Jesús no dijo cuándo ni dónde).

 

Mt. 6:5-15

5Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

En esa oración se halla todo un cristianismo y no hay nadie bajo el cielo que si quisiera no podría disfrutarla, hasta los ángeles caídos en desgracia deben admirarla y envidiarla porque para ellos es imposible hacerla, bien llamada modelo, que muestra cómo debemos orar y como no hacerlo. Jesús primero señala que la oración privada debe ser casi sino la única que se haga porque la delante de otros es ocasional y la privada es la auténtica y cotidiana y sistemática, no la compuesta para ser oída y perseguir amenes y así seas, ¡como yo! Cuando se ora en privado se consigue el contacto con nuestra Deidad, se disfruta a Dios en sus tres Personas y se reciben instantes de inspiración y felicidad. Recibe el espíritu humano más bendición cuando se cierran los ojos para orar que el cuerpo para dormir. Orar solo es como ir al cielo y lo otro, a la cama y en los servicios religiosos repetitivos y aburridos.

 

Los rezos están desaprobados

Mt. 6:7,8

7Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.

Realmente lo que Jesús dijo fue que los gentiles usaban “muchas palabras”. En el texto “palabrería”, en dos manuscritos diferentes, uno indica muchas palabras, y en el otro, balbuceos o sonidos repetidos sin ningún sentido, “vanas repeticiones”. Parloteo. Por favor si te piden una oración pública no le eches un discurso a Dios, y si oras en privado, a veces, tus suspiros indecibles son más espirituales que tus palabras (Ro. 8:26). Eso da al hábito de orar, dulzura. Si quieres aprender de otros, lee el Diario de David Brainerd. No copies la oración de otros, eso es plagio, sé sincero con Dios, espontáneo, amigable y reverente. Dile a Dios, si lo sientes, cosas dulces, de gratitud y amor, como si lo enamoraras o adularas.

Mt. 6:9

“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre”. Lo puse en mayúscula, en el idioma que hables, puedes decirle Santo Dios, Padre bueno, Señor mío y Dios mío, mírale los ojos a Dios si puedes que son como los de Jesús que estaban llenos de compasión, y si te lo figuras mira una sonrisa, y si penetras a los latidos de su corazón hallarás todo lo bello y bueno que apenas conoces por la creación, en los colores del arcoíris, en los de las flores, en las aves, en los caracoles, en los frutos de los árboles, en sus ojos nunca verás odio, envidia ni en su boca reproches. Lo bello y bueno de este mundo es una copia de él que es ambas cosas. Santificar el nombre de Dios es ser como él.

Nuestro Dios cuando se revela nos explica que es tres veces santo, así “santo, santo, santo” (Is. 6:3); el Padre es santo, el Hijo también y el Espíritu Santo. Yo estoy encantado con mi Dios Trino. Eso es un invento que hizo Dios de sí mismo en las profundidades de la eternidad. Elevar el nombre de Dios en esta sociedad sucia, otrora cristiana que, vuelta la espalda a Dios, la Escritura, la iglesia, retorna al modus vivendi de los gentiles que no conocen a Dios (1 Ts. 4:5). Están desarticulando la civilización y volviéndola bárbara y escita que no conocían a Dios. La agenda política general es destruir la familia, la iglesia, sexualizándola hasta que desaparezca por su hedor todo el olor del conocimiento de Cristo (2 Co. 2:14). Necesitamos iglesias con mucha energía. No con fuego fatuo.

 El honor de Dios es la primera razón para no pecar. Y la reputación de la iglesia que es el fundamento mismo de su expansión; “santificado sea tu nombre”. No quiero que Dios tenga mala reputación por mi culpa. El Padrenuestro a quien le guste y lo viva estará completo. Es un bellísimo modelo espiritual y no una letanía. Lo farsantes perdonadores de pecados lo imponen como una multa repetirlo muchas veces para obtener de Dios absolución. Es un compendio de deliciosas doctrinas con un sabor insuperable. El padrenuestro es bello como los colores que tendría Dios en su palabra cuando las pronunció. ¿Has visto el arcoíris en las nubes? Recuerda al Dios de las flores y la mujer. Me imagino a Dios muy bonito, que inspira un soberbio éxtasis su contemplación. ¡Oh tener ojos que vean a Dios y siga viviendo! 

 

Mt. 6:9-13

9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”.  Este es el famoso padrenuestro, ¿lo reconociste?

Fíjate que de todas las peticiones que se hacen, sólo una es material, secular, todas las otras son religiosas, que conciernen a Dios, el alma, la iglesia, el perdón, el testimonio, etc. Esas son las cosas por las cuales debemos orar constantemente. La doxología, ya he dicho, “porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén”, no aparece en muchos manuscritos y muchas versiones de la Biblia la omiten, y tiene un fuerte gusto a las Crónicas sacerdotales del Antiguo Testamento. Te lo repito para tu instrucción, sin embargo, es cierta y hermosa. Omítanla si quieren, pero créanla. Y no nos metas en tentación”, es mejor la traducción “no nos sometas a prueba”. Nadie quiere pasar por un crisol.

 

Mt. 6:14,15

14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. 

Perdonar está bien, olvidar la ofensa es difícil y necesita amor y tiempo. Y quedan cicatrices en la memoria. No busques algo de Dios que tú niegues a los hombres; pide lo que estás dispuesto a dar, lo que concederías libremente si lo tuvieras en abundancia, y que lo soliciten, eso pide a Dios. Somos regla y medida para nosotros mismos (Lc. 6:36-38). Desterrar del carácter una imagen fantasma, no original y postiza.

“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. “Desfiguran sus rostros sombríos” (BTX). Demostrando una apariencia lamentable. Alicaído, tristón.  Hacen teatro. La piedad no hay que exhibirla, es natural, humana y espontánea, si se fabrica la imitación se juzga como hipocresía. Los frutos del Espíritu nacen y maduran de modo natural. No pueden quedarse inmunes los que falsifican un Espíritu Santo. La piedad proviene de Dios para disfrutarla no para exhibirla, tiene los ojos invertidos, mira hacia dentro y al Invisible. Es espontánea. La vida cristiana se disfruta cuanto más se llene de la gloria de Dios, a veces si nos la dejan disfrutar. 

 

Dios debe tener los ojos bonitos

Mt. 6:6,15.

¿Qué te parece si te hablo un poco de filantropía, que llamamos amor al prójimo, al próximo, al cercano? No recuerdo quien dijo que diéramos hasta que nos doliera. La cooperación con el fondo de la iglesia supone que la beneficencia entre en el presupuesto. Aunque no haya recompensa divina, si uno puede aliviar el hambre de alguien, que es pobre y no mendiga ¿por qué no sacar algo de nuestro mucho sin que con cara fresca nos hayan pedido algo? Uno puede imaginarse las penurias de otros, amputados de libertad o mal gobernados por ambiciosos. Con todo, en países donde cada cual puede quejarse de lo que quiera, que viven sin mordaza, pero los han enseñado a pecar, se les pueden enviar ayudas filantrópicas. No se debe tener el bolsillo cerrado y los oídos sordos a los que les suenan las tripas. Dejo eso a un lado porque yo tampoco he sido tan espléndido y a veces me he parecido al hombre “de la mano seca” por no caminar en los zapatos de otros (Mr. 3:1). Como esto lo ha puesto Mateo enfrente de la adoración, damos un brinco.

Uno debe fijarse cómo adoran otros y si vemos que con hipocresía no imitarlos. Jesús insistió en que eso no nos sucediera. Lo que dijo el Señor fue sobre la oración y su motivación. Es buenísimo poder hablar con sinceridad con Dios, volcar de rodillas en tierra, en el piso de la oficina o despacho, en el baño cerrado y sobre una pequeña alfombra como hace alguien, que con una agenda de oración a veces la levanta en alto y le dice al Padre celestial que la lea. Y como a Dios no le hace falta leer nada se la lee él y establece un dialogo sin oír alguna voz y hasta se ríe de las cosas que le dicen. Hoy le dijo que tiene los ojos bonitos porque si ha hecho ojos humanos bonitos los suyos también lo son. Dios santifica esa imaginación y la promueve y la convierte en revelación particular porque son dos amigos inseparables y están enamorados. El Espíritu Santo que es el de Cristo le echa incienso a la oración, la atiza para que sigan alargándose esos instantes especiales. Dios decide concluir sus impresiones y le pide al impertinente que abra sus ojos hacia el pasado y lea en su vocación la gloriosa espalda divina No seas indiscreto ni trates de adivinar de quién habla. Te recomiendo con énfasis que dediques un tiempo para releer este texto (Ex. 33:13-23). 

Las cosas que se dicen dos enamorados son privadas

Disfruta el relato de otro siervo con mayor gracia, “17Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. 18El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.23Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro”. 

Las experiencias con la gracia se cuentan veladas para que no exalten desmedidamente y decaigan en petulancia o soberbia. No hagas ni digas nada para conquistar buenas opiniones o se extinguirá el resplandor de la gracia divina en ti. La piedad es dada para ti mismo no para exhibiciones. Al ser muy bendecido te expones a sufrir la envidia que muerde a pequeños corazones. Ella es más explícita de tu divina aprobación que miles de hurras, vítores y aplausos. Esconde en lo posible tus triunfos. Que los méritos son de Dios (v.8). Guárdate cuando digas “lo que Dios ha hecho en mi vida”, que se halla de moda en estos tiempos, y tú seas el adorado y no Dios. De todos modos, si eres de los que les interesa la opinión pública, paga el precio, ora en secreto y que Dios obre sobre ella. En algunos manuscritos muy antiguos, he dicho, no aparece la frase “en público”; y así sin ella, entre otras versiones en español, la Biblia de las Américas y la Versión Internacional. Y es creíble que haya sido así, puesto que lo que quiere el Señor es que la vida íntima con él no se exponga a la vista y oídos de otros. Las cosas que se dicen dos enamorados son privadas. El Espíritu Santo no se presta para decirlas. Tal vez les diga, “he aquí el ora” pero no lo que está diciendo (Hch. 9:11). No más que eso. Con los oídos de las paredes basta.

Mt. 6:16-18

16Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 17Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.

Mt. 6:18

“Para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará”; “en público”, martillo lo escrito, que esa última frase fue añadida por algún escriba, no aparece en los mejores manuscritos. Es mejor que la recompensa divina llegue callada y no se enteren otros entre los cuales pudiera estar tapada la envidia de tus amigos. Para Dios no hay secretos y nunca es el último en enterarse. Cuando veas un árbol con mucho fruto y otro con poco la diferencia la hacen las raíces no las hojas. Es el producto neto de lo que es esa persona en la soledad. Tiene en sus entrañas un fértil manantial y un hortelano laborioso. Si el cristianismo en algún lugar está débil, casi siempre lo ocasiona la hambruna de la Palabra de Dios. Propongo que leas algunos autores cuyas obras esparcen su espíritu tanto si están vivos como muertos porque sus obras “con ellos” continúan (Apc. 14:13). 

No dice con ellos “se van”, sino que siguen como si estuvieran presentes. Nos dejan su espíritu, sus palabras y sus oraciones, archivadas en libros o en las memorias de los que los oyeron o leyeron. El espíritu de ellos se queda con los que los sustituyen, como el espíritu de Elías se quedó con Eliseo. auto la perfeccionan, agrandan, y de ese modo se puede seguir siendo útiles en este mundo luego que se hayan marchado, y Dios sea bendecido y alabado por lo que han dejado. Vivieron con trascendencia. Para sus épocas y el porvenir. Sirve de inspiración a tu propia generación, vive de modo trascendente, escribe si puedes para servir a tu época, que conoces, cosas que no envejezcan porque tienen raíces en la Palabra de Dios y en una vida santificada por Dios. Compra y lee, fórmate y vive la teología reformada. Los que lean tus escritos estarán en contacto contigo mismo. No obstante, cuídate de los autores que tienen apariencia de piedad (2 Ti. 3:5).

Otros, tienen trascendencia sus libros. Sirvamos de inspiración, de ejemplo, a los que siguen en este mundo. Podemos irnos tranquilos y encomendar nuestra obra a la providencia de Dios, que si él quisiera que alguien la acoja y la continúe, y edifique encima, así será. Quizás no todo lo que hayamos hecho se perpetúe, sino una parte, sólo un poco y el resto sea puesto por Dios en el olvido, entonces ¿nos vamos a sentir mal por eso? No todo lo que Pablo escribió, sobrevivió. Se deduce que algunas cartas se perdieron para siempre, y llegaron hasta ahora las que Dios quiso. Bastante ¿no? ¡Casi todo el Nuevo Testamento! Él nunca imaginó que eso ocurriría. Cuando David Brainerd estaba muriéndose (ver imagen) le entregó su diario a Jonathan Edwards y le dijo que lo quemara. No lo hizo y como dijo Spurgeon, “si alguien quiere que se avive la obra de Dios en un lugar, que lea el diario de David Brainerd”, y la corta vida de ese misionero entre los indios americanos de Delaware y Nueva Jersey. Y sabemos de ellos porque Agustín de Hipona, Lutero de Alemania, Calvino para Francia, Edwards, Brainerd, Guillermo Carey, Henry Martyn, Adoniram Judson, Jorge Whitefield, Carlos The Inspirational Life of Missionary David Brainerd ...Wesley y Spurgeon están por sus libros, vivos.

“Cuando Lutero clavó las 95 tesis en la puerta de La iglesia en Gutenberg él no tenía ni idea que sus reformas teológicas habrían de cambiar el mapa de Europa e impactar la fe cristiana alrededor del mundo. Nunca hubiera previsto que vendrían guerras, conflictos, siglo de luchas y lo que sus esfuerzos eventualmente producirían. No solamente el monopolio del catolicismo finalmente había sido roto, sino también, como algunos predijeron, múltiples grupos serían formados a causa de ello y la solidez del pasado catolicismo había sido finalmente rota. El manto sin costura de la cristiandad había sido convertido en tiras” (Rescuing the Gospel, Erwing W. Lutzer, págs. 99, 102). Ver imagen.

500 años desde que Lutero clavó las famosas 95 tesis en la ...Mt. 6:18

Ya dije que la otra parte del versículo que tiene que ver con la recompensa pública no es original, y la dejamos fuera. Mas tú que no tienes un doble estándar de vida cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta (“con llave” BTX), muy bajito para que las paredes ni los ángeles se ruboricen, como si hablaras contigo a solas. Y en parte así es porque cuando hablamos con Dios es como si nos miráramos en un espejo. ¿Recuerdas la bonita parábola del fariseo y el publicano que no se atrevía a mirar a Dios y pedía piedad mientras lo del otro no pasaba de ser un soliloquio? (Lc. 18:9-14). Detén la lectura aquí, abre la Biblia y disfruta el cuento que hizo Jesús. Cambio de idea pues me gustaría leerlo y así mi libro quedaría más bonito “9A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.14Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”. Ora como tú eres, si es en público, que sea corta y acerca de otras cosas y gente, no leas un currículo religioso sobre ti mismo

Poderoso caballero es don dinero

Mt. 6:19-21

19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos, tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.

 

ImageNo tengo ni idea de cómo se forma un tesoro en el cielo si allí no hace falta el dinero, nadie sabe lo que es un euro ni un dólar, no se compran ni venden casas porque ellas ya están preparadas por Dios, los agentes de bienes raíces ni los banqueros tienen oficinas, pero eso tampoco, aunque el Arquitecto y Constructor (He. 11:10) ha dicho que en la casa de su Padre muchas casas hay (Jn. 14:2). Así que no hay nuevas fabricaciones, sino que lo que falta son sus huéspedes o propietarios. La BTX traduce “donde ladrones irrumpen” y roban. Es gráfica esa traducción. No se trata de no ahorrar dinero por miedo a que se lo roben o que se ponga mohoso y sin uso. Todo el mundo debiera tratar, si puede, ahorrar. El que gasta todo lo que recibe a pedir se queda. Jesús nos dio ejemplo de buena economía y administración recogiendo los sobrantes de un milagro (Jn. 6:12). El problema no es que uno lo pierda si lo guarda un banco, sino que se llegue a amar el dinero y a nada ni nadie más (v.24); entonces se convierte en la raíz de mucho daño (1Ti. 6:10). Las obras que hacemos son por gracia desde una punta a la otra. Quedaría bonita esta nota si la titulo con las palabras de Quevedo, Poderoso Caballero es Don Dinero “Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado de continuo anda amarillo, pues doblón o sencillohace todo cuanto quiero, poderoso caballero es Don Dinero”.

 

Mt. 6:22,23

22La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?”.

 

Si Jesús abre tus ojos no lo pierdas de vista

 

Por supuesto que habla en sentido figurado para referirse a la vista, si la tienes buena sabrás dónde pones el pie para no tropezar y caerte, donde sentarte, llegar al lugar deseado, ya sabes lo importante que es tener buena visión. Perder cualquier órgano del cuerpo es una calamidad y los ojos son los que, aunque delicados, de los que más importancia tienen. En los evangelios se relata a uno pidiendo socorro al Señor y emplea la palabra “recobre” que indica que la vista la tuvo en un tiempo y la perdió. “46Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí! 48Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino”. Y nunca lo perdió de vista.

 

Si no puedes tocar a Dios, pídele que te toque 

 

Si Dios te abre los ojos, aunque sea palpando como un ciego podrás hallarlo porque ciertamente no está lejos de ti “22Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; 23porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.  24El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. 26Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; 27para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos”. Si no puedes tocar a Dios pídele que te toque. Su gloria llena toda la tierra (Is. 6:3). Bien ciegos son los ojos que no ven a Dios.

 

Las aves de Hialeah duermen entre sábanas verdes, con el buche lleno

Mt. 6:24-34

24Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. 25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. 

Menciona cosas bellas, pero empieza con la preocupación por el dinero que cayéndole atrás en su búsqueda acaba con el sosiego, el sueño y la salud mental. No vayas a pensar que estas palabras son un aplauso al desempleo y que con fe se puede vivir del aire porque es imposible. El dinero no cae del cielo y hasta al primer hombre, viviendo en un paraíso, se le dijo que trabajara. La creación de la semana en el origen del mundo y el reposo están en una sola tabla. Se menciona el dinero, o sea el oro no común sino de calidad como el de la tierra de Havila. Ni se te ocurra la idea que estas palabras son un aplauso a la holgazanería. Los pájaros y las flores genéticamente tratan de alimentarse para sobrevivir. De las aves no te insisto porque las ves que se las arreglan para hallar entre ramas y hojas semillas y es raro entre ellas la inanición, excepto si la vegetación se seca. Están programadas para subsistir. Jesús puso al final la palabra “mal”, se refiere a las responsabilidades presentes y sugiere la fe en la providencia para el futuro. Tajantemente dijo, estad tranquilos. Nos llama gente de escasa fe no como un reproche sino como un diagnóstico tratable. 

Las palabras de nuestro Maestro son tan delicadas y bellas, que caminar sobre ellas parece un abuso. Y es tan humano y delicado lo que dicen que tendré cuidado no las marchite. ¿Quién hizo mi cuerpo sino Dios? Si no lo cubre el resplandor de su gloria me permitirá tejer hojas de higuera que disimulen mi desnudez. La fe no es descuido ni tapa desvergüenzas, pero una dosis de ella calma los nervios y llama al sueño. Jesús nos dijo muchas palabras para que pudiéramos dormir sin drogas. Dio su opinión sobre el dinero y dijo que era útil, pero peligroso. 

El versículo 24 debieran ponerlo seguido del v. 21 y los vv.22,23 donde dice “vosotros sois la luz del mundo” (Mt. 5:14-16). Esto se dice para que no pensemos que teniendo dinero y todas las clases de seguros que se pueden comprar para la salud, la vejez y la muerte, ya estamos totalmente seguros, pero los ahorros limitan suspiros y desvelos y dan oportuna muestra de filantropía; no consagres tu vida a hacer dinero, pero ahorra. No sabes cuánto has de vivir, va y te mueres y otros se quedan con tu fortunilla, pero no gastes todo lo que ganes porque dicen los sabios que acabas mendigando. No obstante, mira la providencia en las aves. Estando en el centro comercial de Hialeah, Florida, en las tardes veía a cientos de aves alojarse entre las ramas de los árboles, como entre sábanas verdes. Cada cual escogía su cama, es decir una rama y después de eso, el silencio, se quedaban dormidas con el buche lleno.

Ya dejo el texto, es cotidiano y puedes meditarlo sin que te ayude.

 

Mt. 6:24-26 

24Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. 25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”.

Beber es añadido al texto. Es saludable para el uso del cuerpo, pensar que lo hizo Dios, es su inventor.  Insistió mucho en quitarnos el desespero para que no se nos caiga el pelo y durmamos bien. Por supuesto que valemos más que cualquier ave. Si la providencia cubre sin disgusto sus necesidades y la vista y el instinto las conduce a donde halla qué comer, la bondad y sabiduría de Dios hace los arreglos para que a nosotros no nos falte algo para cubrir su templo, nutrirlo y conservarlo sano. La salud es un don divino, como una sonrisa de su amor. Doy por sentado que usted entiende que cuando les indicó “el pan nuestro diario dámelo hoy” lo que quería decir al obrero es que saldría de casa que hallaría trabajo y vuelto con dinero.

 Mt. 6:27-30

27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?”. 

No se puede ser más alto que lo que pueden los genes a no ser que se suba en zancos. No tengo necesidad de hacerte llover sobre lo mojado porque ya antes estuvimos conversando sobre la despensa divina que está repleta hasta el tope y si no nos da todas las bendiciones de golpe, las distribuye ocasionalmente. Hace un par de días mi esposa y yo caminábamos para no oxidarnos, y ella iba comentando sobre las pequeñas flores que mirábamos, arranqué una y se la di. Cuando regresamos la puso en un pequeño vaso y después me llamó para que viera el tallo revivido. En cuanto tuvimos necesidad de ir al mercado le pedí que no saliera del auto que, porque era poca la compra, fui solo con otra idea en mente. Compré la lista y además una pequeña planta con flores. Mejor vestidas que Salomón.  Al regreso al estacionamiento le dije aquí está lo que me pediste, le di la bolsa y la planta escondida en la otra mano se la mostré y también dije, esto es lo que no me pediste. Se sorprendió, que yo quería eso, me dio las gracias y me añadió un besito. ¡Mission acomplished! (misión cumplida). Dios también nos da bonitas sorpresas, bonitos regalos.

Mt. 6:31-34

31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. 

Es muy sensato todo, especialmente las palabras finales, su propio mal, no lo cojas como cosas malhechas a diario sino su propia carga, para doce horas, excluyo la tarde cuando el día laboral llega al límite.

Nuestro Señor disponía de un auditorio de lo común y pobre del pueblo. Los hacía felices sin dinero. El trabajo y el dinero tienen su importancia, pero no más que la vida espiritual, que hay que hallarse en guardia y defenderla de esos dos dones temporales. Si a veces la carga, la preocupación de un día o una semana es pesada, ¡dígame usted si queremos mirar más lejos!; Dios nos enseña el camino paso a paso, de veinticuatro en veinticuatro, mirando a las cosas de arriba. No es tener la mente en los celajes sino en lo divino. Así se disfruta la vida, con una sonrisa que trae el futuro y no un suspiro que nos deja el desaliento. Los refuerzos divinos son cotidianos.

 

No cruces el puente antes de llegar al río 

Mt. 6:34

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán; basta a cada día su propio mal”. 

Otra traducción en vez de afán dice ansioso y que el día de mañana o sea el futuro, tendrá sus propias ansiedades “el día de mañana se cuidará de sí mismo” “bástale a cada día sus propios problemas” (LBLA). Miramos al futuro y le tenemos miedo, o queremos desenredarlo a la distancia de meses y años. Eso es imposible y lo único que cultivamos es comernos los sesos sin provecho, matar el poder de vivir, parar con impaciencia el tiempo, y cruzar el puente antes de llegar al río. Debemos solicitar a Dios por ayuda.

No somos como la mujer virtuosa de los proverbios de Salomón, que se reía de lo por venir (Pro. 31:25), ni acabamos de estar seguros de que todo es nuestro, sea la vida, sea la muerte, sea el presente y lo “por venir” (1 Co. 3:22). Satanás es el gran contradictor de las promesas de Dios, su íntimo afán es que no las usemos; y si no puede evitar que las leamos al menos que no nos apropiemos de ellas para que no recibamos el beneficio del sosiego y la paz que comunican, porque con tal objetivo fueron enviadas por Dios. Las rodillas nuestras son la única solución, implorar al Señor que ni un solo día después de nuestro presente emita preocupación. Señor danos para hoy, ayúdame a vivir hoy, a reposar en ti hoy, que mi única preocupación sea el reino tuyo, y ni tampoco servirte en él con “ansiosa inquietud” “mente dudosa” “ansiosa perplejidad” “ansioso suspenso” como se pudiera traducir (v.27; Lc.12:29). Bástale a cada día “sus propios problemas”, a no ser que yo pueda decir, “sol detente en Gabaón y tú luna en el valle de Ajalón” y ocurra el fenómeno por un día entero (Jos. 10:12,13), mayor que el de la sombra del reloj de Acaz (Isa. 38:8). Ya me iba a retirar cuando me acordé de este ejemplo. Siéntate con comodidad, léelo y después rúmialo (Flp. 4:10-13). Si se te olvidó lo que te dije, lo repito, no cruces ningún puente antes de llegar al rio.

 

No toques los ojos si los haces llorar

Mt. 7:1-6

1No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. 6No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. 

Jesús sabía mucho de esas cosas porque era “hijo de carpintero” (Mt. 13:55) y carpintero de oficio. Frecuente es que una viruta se meta en los ojos. Muchas de estas frases siguientes suenan como palabras enojadas, dichas por Jesús a la iglesia, con enojo por los fariseos. Al Señor le molestaba la doble vida de los fariseos, que se ocupaban más en criticar que de ellos mismos. No caben dudas que por desgracia natural todos tenemos pajas no sólo en los ojos sino por dentro, dentro del carácter, temperamento y corazón. Hay creyentes que parecen haber sido comisionados, no sé por quién, para sacarles las pajas de los ojos a sus hermanos, son verdaderos sacadores de paja (o de motas). Lo que ellos ignoran quizás es que nunca se la sacan, cada vez que se acercan y lo intentan hacen llorar el ojo, lastiman, hacen sufrir mucho y más bien torturan a sus pobres pacientes. Para poder sacar una paja en la vida de otro hace falta gracia, amor, sabiduría, paciencia y generalmente estos sacadores de pajas son irreflexivos, quieren sacar la paja con alguna explosión temperamental o en el humillante momento en que la paja se hace visible. Cualquier santo puede agradecer más a los que han orado por él que a los que lo han criticado. Los sacadores de pajas que el Señor verdaderamente nombra son gente espiritual, graduados oftalmólogos en la Escuela de la Gracia que hacen juicios espirituales; son verdaderos médicos del alma y curan sin uno apenas sentirlo. El paciente fraternal nunca da un grito de dolor y apenas se percata de la operación. Estos enseñan con paciencia y la instrucción misma saca la paja. Por favor, abandonen ese oficio, hay demasiados obreros trabajando en eso, con uno o dos nombrados por el Señor alcanza para todos. Jesús como carpintero, sabía mucho de pajillas que mientras se corta la madera el viento las hace llegar al rostro y más lejos.

Mt. 7:1

“No juzguéis para que no seáis juzgados”. 

En otra parte se dice “juzgad con justo juicio, no por apariencia” (Jn. 7:24), y además en algún momento se necesita alguien con sentido común y sabiduría para que pueda resolver malentendidos entre familias y hermanos en Cristo (1 Co. 6:2). Aquí a lo que se refiere es a la crítica, que no andéis criticando a los demás y mirándole las cosas pequeñas cuando el tal y el mas cual tiene muchísimas cosas buenas que son más notables que esos gazapos que se elevan a una altura que no les corresponde, y que bien por amor a Dios y al tal individuo o señora, debieran pasarse por alto. Eso del v.4, es una excusa porque rara vez la crítica saca nada del carácter, el propio ojo lagrimea y echa fuera lo que viene molestándolo. Eso es distinto a darle ánimo a alguien con la sonrisa de una amorosa exhortación (He. 3:13). Eso suena como darle un abrazo.

 

Los productores de televisión, el cine y el teatro

Mt. 7:6

“No echéis vuestras perlas a los cerdos”. 

No es la única vez que menciona las perlas, en 13:46 también lo hace y clasifica esa perla con más valor que todas las otras joyas y propiedades que ese hombre poseía. Parece un coleccionista desorbitado o un fanático, y nada de eso es, sabe lo que hace; pero el comentario entero si no corres a toda prisa cuando llegues podrás leerlo. En cuanto a los puercos, Jesús también sabía de la cría de esos animales levíticamente inmundos y cuando compuso una parábola de dos muchachos bien criados a uno de ellos se le metió en la cabeza correr mundo y aprovechar sus años mozos, si el padre vivo aún corregía su testamento y le daba por adelantado la mitad de la herencia. Y se fue con los bolsillos llenos a vivir la dulce vida con amigotes y mujerzuelas, y como no tenía algún oficio lo emplearon lavando y alimentando puercos (Lc. 15:11-32). Si te leíste la parábola, da la vuelta y mírale los ojos al papá que día tras día, en su puerta, en el patio, o en su oficina, miraba y miraba y suspiraba porque extrañaba a su hijo huido. Cuando te metas en lo que no debiste, date la vuelta, echa a andar en sentido contrario y mírale los ojos a Dios tu incomparable Padre del cual no eres digno, no está pasivo, sino que corre para recibirte con abrazos y besos. La figura central en la parábola de tu vida no eres tú sino la gracia que salió en tu búsqueda y te trajo.

 

Ya, me fui por otro lado y termino esta digresión, con lo que escribió Pedro y quedo conectado con el texto de Mateo que dijo que algunos hombres-cerdos extrañan el pantano de donde los sacaron y regresan a “revolcarse” en todas las suciedades que aman (2 Pe. 2:22).

En Mateo se nota en Jesús un poco de cólera. Aunque el lenguaje tenga una excusa ceremonial. Hay personas que se enojan muchísimo si uno les habla de Cristo, y si quiere que dejen sus pecados están dispuestos a agredirnos si insistimos. Pero yo no sé realmente quiénes son. Los misioneros arriesgan sus vidas entre salvajes en lugares inhóspitos, les traducen la Biblia a sus dialectos y se exponen a enfermedades, a ser lanceados, devorados por caníbales, o destrozados por las fieras. ¿Son aquellos perros? ¿Puercos? Nunca este versículo ha prohibido el envío de hombres y mujeres a la obra misionera. No se refiere a los “bárbaros y escitas” sino a la gente de nuestro país, a los perros que vuelven a sus vómitos y no quieren oírnos, y a las almas puercas, los sensuales que se alimentan de basuras y desperdicios, individuos inmundos incapaces de valorar la belleza de una verdad bíblica y se enfurecen cuando se las decimos como si estuviéramos tratando de envenenarlos (2 Pe. 2:20-22; Jud.1:17-19), los ceremoniosos que han caído de la gracia y  que con afilados dientes se comportan con una actitud canina (Ga. 5:15). Y puerquísimas son las contagiosas vidas de algunos productores en el arte de la televisión, el cine y el teatro; entran a los hogares diseminando todo lo que no sea sano sino pudrición, animalesco. Mazmorras de diablos sueltos o por el destino encarcelados (Jud. 1:6).

Mt. 7:7-12

7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. 

El v.12 parece colgado a lo de arriba que es un incentivo para la oración amplia y persistente. Entonces lo envío para lo último de la fila y que siga su turno. Las ilustraciones son domésticas y fuera de hace dos mil años suenan raras, al niño hambriento servirle en un plato una piedra y decirle come o un tenedor y cuchillo para que enroscada se coma una víbora. A un niño hambriento una madre le da por desayuno leche y por almuerzo un emparedado de jamón, y después leche. Un niño bien alimentado es un niño saludable, alegre y retozón. Si el pequeño rapaz sabe caminar, pero no hablar, llora y no por malcriado, y a no ser que tenga un padre holgazaneando, se apura y le provee leche o alimento sólido. Dios nos cuida, nos ama y nos soporta hasta cuando peinamos canas “Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré” (Is. 46:4).

Es súper lo que este Predicador enseña sobre la oración, la ilustración doméstica, el incentivo, la aplicación, trata a los otros como quieres que te traten. Esto es una ley casi universal porque se halla en el hinduismo y el budismo, pero generalmente aplicada en forma negativa “lo que no quieres para ti tampoco lo quieras para otro”. Jesús como un padre de familia, saca cosas nuevas y viejas de su tesoro (Mt. 13:52). La gente que le escuchaba le llamaba “rabí” (Jn.1:38). Y era bendición para locos, enfermos, hambrientos, como ovejas sin que tuvieran alguien que las cuide. A los suyos vino y a los suyos sirvió hasta el tope.

 

Pidiendo a Dios un gran favor

Mt. 7:7,8,10-12

Todo lo que Dios nos da es bueno. Dios sabe cuándo estoy al amanecer a la puerta del cielo tocando. Reconoce quién tuvo el atrevimiento de despertarlo, a veces deja que parezca que quiero echar la puerta abajo con impertinencia. Ha dicho que me va a abrir y está comprometido con promesas que ha firmado y leo la rúbrica suya. 

Dios no es peor que nuestros progenitores. Él siempre nos da cosas buenas. Y nosotros siendo malos, sintiendo celos, y cosas semejantes, podemos decir y hacer cosas buenas, sobreponiéndonos por la gracia del Señor y obrar con amor como él lo desea. Tal vez nuestras buenas palabras y obras no estén totalmente limpias, pero Dios entiende que son un resultado de la conciencia cristiana y de habernos esforzado en la gracia siendo obedientes. Es una gran manera de matar con acciones buenas la subyugada raíz del mal. Y la moraleja o aplicación de todo esto es que Dios es más bondadoso que nosotros y aunque no merezcamos que nos preste ni un minuto de atención, es todo oídos cuando postrados en oración le estamos pidiendo algún gran favor.

            

Entérate de lo que es gracia previa y sinergismo

Mt. 7:13,14

13Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;14porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. 

Lo difícil para los caminantes es que son ciegos y la manera de llegar a esa puerta es como palpando (Hch. 17:27), y además la imposibilidad de pasar de una creencia en Dios a tener fe en él. Los diablos saben que hay un Dios creador, no son ateos ni agnósticos, tiemblan, pero no tienen fe. El dios de este mundo les cegó el entendimiento. “18Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 1Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 3Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Co. 3:18-4:1-6).

Y aun dentro de algunos púlpitos bautistas se predica sin doctrinas. La elección y predestinación las vuelven mudas y cuando aparece en la lectura de un texto, se brinca sobre ellas como si no existieran, o se le dan fugaces explicaciones semipelagianas inaceptables en un púlpito supuestamente heredero de Pablo de Tarso y Agustín, obispo de Hipona, Martín Lutero, Juan Calvino. El pelagianismo tiene que ver con un monje que vivió al final del cuarto siglo y que insistía en la habilidad que tienen los hombres para dar los pasos iniciales hacia la salvación por sus propios esfuerzos si no es con una gracia previa. Esta doctrina es completamente opuesta a lo que enseñó Agustín que enfatizaba la absoluta necesidad de la gracia interior dada por Dios para la salvación. Pelagio era de nacimiento británico y fue un celoso asceta. La doctrina de Pelagio negaba el pecado original y afirmaba que la gracia de Dios no era necesaria para ser cristiano, tampoco gratuita, sino que se la merecía si hacía un esfuerzo en la práctica de la misma. Esa doctrina fue considerada una herejía en el Concilio de Cartago en el año 418.

Los pasos iniciales para la salvación los da Dios y suple la gracia previa para que aparezcan la fe, el arrepentimiento y por supuesto un nuevo hombre y una mujer nueva, otra. Sin esa gracia previa el pecador no da un sólo paso. El sinergismo enseña que el pecador coopera con Dios, eso más que error es herejía. 

 

Nuestro currículo, los libros y la ropa

Mt. 7:15-20

15Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20Así que, por sus frutos los conoceréis”.  

El currículo de quien solicite la admisión de profeta o predicador del cual el aspirante es escritor y que sea de su puño y letra, no es suficiente para prestarle oídos y que tome el oficio vacante de apóstol, pues hay que recabar información entre conocidos y allegados de qué tal es el tal. Sus pasados lugares de labor, incluso oyéndole y viéndole trabajar dan una idea buena sobre el trabajador. Una carta de recomendación ayuda (2 Co. 3:1).  El apóstol Pablo no la necesitaba porque ellos, o en su mayoría, eran el resultado de su trabajo y en deuda espiritual se hallaban. ¿Volvería tu iglesia a pedir como pastor a uno que ya lo fue? Las opiniones de algunos que sepan de él ayudan si provienen por escrito de gente honesta. El examen doctrinal es esencial tanto como el ético formado sin difamación. No sea que un incompetente o con doctrinas sospechosas ponga su pie en el plantel o en la iglesia con un empleo vacante. 

Los apóstoles siempre vivieron como apóstoles y se daban la mano en señal de aprobación. Si algo dejaban atrás sería ropa no mal testimonio. Las prendas y sobre todo ¡los libros!, eran devueltos (2 Ti. 4:13). El oficio de Jesús era la carpintería, sin embargo, toma sus ejemplos de la creación, las plantas los agricultores, las zorras, las aves, etc., por eso sus enseñanzas eran muy atractivas a todos los niveles.

Mt. 7:15,16

Lobos hambrientos (v.15), generalmente de dinero (Hch.20:33-35; 2 Co.11: 19-21). No dejarían, si cuentan con la ingenuidad del rebaño, piel, carne ni hueso. Por sus frutos no quiere decir que le midamos la popularidad y los dones que presumen ni el tamaño de sus sonrisas ni la hilaridad de su carácter, sino esto: el número de propiedades que han comprado y con qué. Antes de oírles un sermón que nos enseñen qué hacen con las donaciones que les entregan. Cuídate de ellos el bolsillo. Son árboles secos, desde la raíz hasta la copa y ya la candela para ellos está encendida. No los leas, no compres sus libros ni les abras tu bolsillo.

Mt. 7:21-23

21No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

En aquel entonces, como siempre, la hipocresía y falsificaciones caminaban rampantes y de la mano. En el paso a la eternidad les espera un no, “no os conocí, hacedores de maldad”. El v.21 no parece tener continuidad con los dos anteriores si fueras a explicarlos tienes que separarlos y pensar que Mateo está usando sus recuerdos no una grabación electrónica. Los cristianos auténticos se conocen mirando como viven si los frutos son los del Primer Adán, terrenal o del Segundo Adán, del cielo, de la carne o del Espíritu. 

La mejor forma de tratar estas palabras es empezando por las severas palabras de desenlace, que si las pesas te preguntarías cuáles son las cosas tan condenables que esas personas hicieron (v.23). No se menciona ni una sino excusas en el servicio y cierto poder espiritual que no estoy seguro de que sea auténtico, además es una hipérbole usada por el Señor que, aunque se hagan cosas extraordinarias por él no valen si no se hace su voluntad y es cesar esa duplicidad de vida, con una cara religiosa y otra profana, “la voz de Jacob y las manos de Esaú” (Ge. 27:22). Con Dios en la lengua y el mundo entre manos. Esos milagros que mencionan que hicieron en el nombre del Señor, si es cierto que lo invocaban por un lado y vivían en contra de su código, no les servirían para la salvación. Si se invoca a Dios y se vive como el diablo, es este el que responde esa oración.  Te doy una cita y tú la buscas si tienes tiempo, así ahorro mi espacio para los que agradecen la brevedad y no los tiente a ponerse las botas del ogro siete leguas (Ex. 7:8-12). 

 

Mt. 7:24-27

24Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”. 

Las parábolas son ilustraciones de sus ideas y doctrinas y fáciles para memorizarlas. El hombre prudente es el hombre cuerdo que hace las cosas bien hechas y si se trata de una casa hará los planos, o pagará por ellos, y con un arquitecto y constructores experimentados. Se alza con lentitud la construcción pensando siempre no en el buen tiempo sino en el malo, aluviones y quizás temblores o deslaves. Jesús orientó a sus apóstoles que construyeran de modo que la construcción resistiera los cambios de tiempo, incluyendo sismos y huracanes. La sociedad no siempre mirará con buenos ojos y felicitaciones para la iglesia. Los políticos tienen sus ideas de conveniencia y si ella estorba sus programas buscan fastidiarla, desacreditarla, contagiarla. Planean su derrumbe. Sus apóstoles no eran académicos sino hombres sin letras “sin una preparación rabínica académica” (BTX), pero inteligentes pescadores con buena memoria y en camino de progreso e iban sorprendiendo a los oyentes (Hch. 4:13). Dios tenía a un universitario para suplementar el firme trabajo de ellos, Saulo de Tarso y Pedro cuando hablaron se estrecharon la mano (Ga. 2:9). Esta parábola es para el futuro como 1 Co. 3:10-15. Lo único seguro que yo tengo es mi fundamento. Mi construcción edificada sobre él a veces tiembla, es débil, milagrosamente no se ha caído; porque Dios no ha querido que se caiga. No hay cosa más triste que el derrumbe de una fe y ver sus escombros. Toma muchos años edificar una vida cristiana sólida. Me siento contento con los materiales que hallo y enriquecido porque son de oro bueno como el de la tierra de Havila (Ge. 2:11,12). El Espíritu Santo es el héroe de mis estudios. Sin él deambularía entre líneas y capítulos áridos. 

Mt. 7:28,29

28Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”, “las multitudes quedaron asombradas de su enseñanza” (BTX). Las enseñanzas de Jesús sonaban a los oídos del pueblo como algo fresco, bello y con aplicaciones espirituales nunca hechas por los escribas y fariseos. Él era práctico y extraía de la ley y los profetas cosas nuevas y viejas útiles para vivir, daba consuelo y un programa espiritual para sus oyentes. Sin jergas ni subterfugios. Mostraba que las enseñanzas de aquellos doctores sonaban vacías y sin sabor a gracia divina, secas y a veces con montones de tradiciones añadidas a los manuscritos mosaicos, a las tablas de la ley. Si quiere saber si exagero los elogios hacia Jesús léase de nuevo el sermón que predicó sobre aquel monte, despacio por favor, y seguro se relamerá de gusto. Oiga el tono que usa, personal, de modo que ninguno se entretiene desinteresado. No sé, quizás cuando yo he predicado alguno que otro de mis oyentes se estiraba y bostezaba aburrido, no fue porque mi maná fuera ligero (Ex. 16:31-35) sino porque el tal o la tal, querían algo menos del cielo y más calorías que nutrición. Hablé mucho de lo mismo, pero nunca dije lo mismo, casi nunca enseñé verdades ya exprimidas y con iguales sabores. ¡Dios mío si la exégesis me proveía una variedad inagotable!

 

Parecía rejuvenecido con su misma edad

Mt. 8:1-4 

1Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. 4Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos”.

La lepra es una enfermedad causada por un bacilo que arrebata la figura de la persona con la aparición de nódulos en la nariz, las mejillas, las orejas, dándole al enfermo una apariencia leonina, sin cejas ni pestañas. Algo horroroso y contagioso. Los leprosos vivían, lo que les quedaba de vida, en lugares apartados y estaban obligados a vocear su epidemia para que la gente los evitara. Este hombre contra toda regla higiénica y social se metió en el grupo y logró llegar hasta Jesús, al alcance de su mano y voz, y dicho y hecho, recuperó al instante sus carnes con un sí. Creo que no existe en todos los evangelios un caso que alguien le pidiera un favor a Jesús y él le diera una negativa. Inclusive su bondad adelantaba la organización de la providencia en esa persona. Si Dios quisiera le haría modificaciones por peticiones y ruegos. En este caso, un leve roce, un simple toque y el mal salió. Y en otros sitios una simple mirada o palabra (Mr. 4:39; Lc. 22:61). Este Jesús no podía quedarse escondido en la historia antigua. Su figura fascinante tendría que hacerse trascendente, y así ocurrió. Los súper pulcros fariseos jamás hubieran hecho eso, tocar a un leproso o a una mujer con tifus. No, por su religión, y por miedo al contagio. Lo mismo que algunos de sus parientes que no van a un hospital a ver un enfermo ni visitan una casa para no enfermarse. Vale la pena correr ese riesgo si no está vacunado, con coraje y fe, para poner un termómetro a un contagioso, llevarle un plato de sopa y hacer una oración. Los hospitales, los hogares de ancianos, los velorios de muertos no son salones de fiestas, el coraje es el que hace falta. Y taparse la nariz. Ser un auténtico ser humano.

“Si quieres”. Siendo leproso la gente por miedo lo esquivaba y oyendo por él mismo el anuncio de su enfermedad ¡leproso! ¡leproso! nadie lo estorbó y llegando donde Jesús se postró sobre el rostro e hizo su oración. Cuando nos arrodillamos ya la posición motiva las palabras y por ahí podemos comenzar, “Señor no tengo palabras, acepta mi posición como una petición completa”. Si tenemos una agenda de oración, mucho mejor. Casi instantáneo fue el sí, le daría su mano y lo ayudaría a erguirse. Cuando uno se arrodilla, obtiene la respuesta, erguido. ¿Por qué dijo: “limpiarme” en lugar de sanarme o curarme? Es evidente que pensaba en su enfermedad a través de su religión y la connotación más triste de su mal eran las implicaciones religiosas que eso tenía. El leproso en Israel tenía que abandonar la sociedad y huir a la más pequeña aproximación de otro ser humano sano, gritando su enfermedad. No era un médico el que certificaba la lepra sino el sacerdote y por ese motivo en vez de decirle a Jesús que le curara la enfermedad le pide limpieza; la palabra limpiarme de este leproso está en consonancia con todo eso. En esta misma categoría se hallaban otras enfermedades, como la de aquella mujer que padecía flujo de sangre: levíticamente inmunda. El leproso le dijo si quieres, ¿si quieres? ¡Claro que Jesús quiso! Y a su benevolencia añadió un toque con su dedo, cosa que no esperaba, y lo que no hacía su religión él lo hacía. Se acabó su ostracismo, parecía rejuvenecido con su misma edad.

Ahora nos toca meditar en un militar

Mt. 8:5-13

5Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 11Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 13Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora”.

Si un grupo de nosotros hubiera oído eso nos habríamos sentido asombrados, chicos y boquiabiertos. No que Israel sea desechado completamente, sino que, por su parcial endurecimiento, han de entrar los gentiles y mientras eso va teniendo lugar los privilegiados hijos de Abraham siguen endurecidos y la población mundial regocijándose con la nutritiva cena del evangelio puesta, y Jesús cenando con ellos, entretanto los descendientes según la carne siguen en el lado opuesto al patriarca creyente. 

Es un altísimo privilegio tener a Jesús bajo nuestro mismo techo, y lo tenemos cuando entra una Biblia y el evangelio que él predicaba. ¿Dónde este militar habrá sacado esa asombrosa cantidad de fe? Y no fue una excusa lo que dijo, para no abrirle las puertas de su casa, a él y a sus discípulos. En su mente la palabra de Jesús es Jesús mismo, ella sustituye su presencia física, aunque la diga a una milla o desde su trono de gloria.

Este fue un encuentro extraordinario que los historiadores de Jesús, o sea los evangelistas, no podían pasar por alto. Que un hombre de la jerarquía militar romana sin que se le conociera como uno de los seguidores públicos de Jesús tuviera tanta fe. Y en efecto la demostración de ella, junto con su sensibilidad hacia el Maestro, hicieron que Jesús la alabara y le concediera inmediatamente lo que pedía. No era necesario que estuviera en cuerpo presente junto al enfermo o el muerto, para que se reviviera y diera la orden de recuperación, el conflicto con la enfermedad o con la misma muerte cesara y ambas quedaran derrotadas. La intención de este recuento, que no debía ser pasado por alto por nadie, sirve para avergonzar a los judíos, que, instruidos desde temprano en la ley de Moisés, y habiendo visto tantas señales en Jesús, persistían en su incredulidad. En todo el territorio de Israel, no había nadie que tuviera la mitad de la fe de este gentil (Hch.13:44,48; Ro. 9:4). Yo podría decir las mismas palabras, tal vez con una porción de aquella fe. Quisiera que mis oraciones alcanzaran un objetivo a millas y me conformaría con un radio de efectividad más cercano.

 

Mt. 8:14-17

14Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.15Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. 16Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”. 

Pedro vivía con su suegra o la suegra con él. Sin antipatías ni carga. No estoy seguro porque en la narración de Mateo no le pone ni una coma, pero la casa se llenó de muchos que habían perdido la salud y de otros la mente, de locos o neurasténicos. La casa del apóstol Pedro se convirtió en  en el cuerpo de urgencias de un hospital. No estaban en moda los psicólogos. Los enloquecidos y neurasténicos con escucharlo un poco se ponían en sus cabales. Cuando se echa lo bueno dentro, lo malo va afuera.  En el cuarto evangelio las sanidades eran consideradas señales y no exactamente filantropías, pero el propósito de Mateo es poner el nombre de Jesús por las nubes, o sea en la gloria.

“Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías: Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias”. El v.17 es unaaplicación del ministerio de Jesús, porque el cumplimiento total de la profecía ocurrió en su muerte (Isa. 53). Mateo quiere decir que todos nuestros males y desgracias con él se irían. Y vale también decir que fue recogiendo legalmente nuestras enfermedades en su salud para que seamos sanos, lo mismo que murió y resucitó, para sepultar nuestros enfermos cadáveres en el polvo y levantarlos saludables con la gloria del cuerpo suyo.

 

Prefieren vernos ebrios y lujuriosos que sobrios y decentes

 

Mt. 8:18-22

18Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. 19Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas. 20Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. 21Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. 22Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”.

Es una oferta válida pero quimérica. Esto lo dijo un entusiasta escriba atraído por las letras de Jesús y quizás decepcionado por la falta de sustancia y originalidad de su escribana escuela. Buscaría algo que tuviera más vida y sabor. Y lo halló. El asunto es el tiempo en el seminario de Jesús, y tendría pendiente una “gran comisión” mejor llamada “la difícil comisión”. Jesús se lo advirtió y lo ilustró con dos símiles bellos, las aves con nidos y las zorras con cuevas. Para pensarlo dos veces, tres veces, o no pensarlo si llegara a estar absorto en lo que tendría para compartir y no lo que le haría falta para vivir. En Lucas hubo dos más que tenían inconvenientes, uno dijo que el padre estaba viejo, quizás moribundo, y que necesitaba tiempo, y el otro pidió permiso para decirle adiós a la familia y que supieran donde andaría. ¿Y si ellos no le daban el visto bueno? (Lc. 9:57-62)

Eso no es fácil, es difícil ir con él a algunos lugares; y muy difícil estar allí. Oh, Señor donde tú me llevas allí estás, que no me sienta solo (Apc.14:4). Tal vez no sea tan difícil dejar lo suyo y los suyos, como adaptarse a vivir sin ellos. A veces no queremos estar donde Jesús nos llevó. No tenemos la certidumbre de que se haya quedado. Por lo menos eso nos hacen sentir los malagradecidos. Y los que desde un principio están preparando un golpe de estado.

 Aparentemente las aves vuelan sin rumbo y escogen por sí mismas el lugar donde han de anidar, pero Dios dirige sus diminutas inteligencias y hace que no fallen. Y viven en fraternidad y se avisan unas a otras como si tuvieran teléfonos móviles. Saben vivir con las de su misma especie, sin odios ni celos. Jesús nunca tuvo un nido fijo ni le ofrecieron una guarida y no promete comodidades a sus seguidores, y buscarlas primero que a él es una traición. Un engaño vocacional. El santo ministerio cristiano no es una vocación que expire a plazos.

No te asombres por eso que la familia suele no querer que tengamos un destino distinto al que ellos quieren, y que vean con malos ojos el rumbo que toma nuestra vida. Casi se sienten ofendidos por nuestro súbito cambio de rumbo, como escribió Pedro, “1Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 4A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 5pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 6Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. 7Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.” (1 Pe. 4:1-7). 

Sigo con Mateo, quizás el padre era ya anciano y lo que tomaba como pretexto fue esperar que se muriera, una excusa para retardar el llamamiento. No los muertos sino los muertos de los muertos, la familia no cristiana y viva necesita que un amado pastor le acompañe a enterrar un querido difunto porque si el finado no se salvó quizás ellos oyendo un buen sermón sobre el mundo del más allá se dispongan a tenerlo en cuenta antes que les llegue la hora. El llamado por Cristo al ministerio nunca halla razones ni excusa para no responder de inmediato, ni en el salario ni en la familia que a veces no la rúbrica como si fuera dueña del destino de cada uno y piensa que esa vocación que dice que viene de arriba, ellos están más arriba. Se sienten defraudados y hasta hostiles y preferirían verlo un poco más terrenal y con los pies en la tierra y cambiado los intereses de arriba por los de abajo que les infle el orgullo. Y siendo general mi comentario, sucede como si les rompiéramos en pedazos sus expectativas u ofendidos y prefieren vernos ebrios, desenfrenados y lujuriosos.

Mt. 8:23-27

23Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. 25Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 27Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”.

 

Las promesas divinas son buenas almohadas, pero no las usamos

Mt. 8:24,25

Esa gran tempestad pudiera ser un tornado o huracán. Eso lo conocemos los que hemos vivido en Florida. Un comentarista dice que fue levantada por satanás porque de súbito brotó para hundir el barco y ahogar a los tripulantes. Otros dicen que estos bruscos cambios en el clima eran propios del lugar, pero todo eso son minucias, el asunto principal es que fue la providencia de Dios y la confianza que Jesús tenía, ejemplarmente, para ellos, enseñándoles a no perder la fe y la calma y reposar pese a tormentas dentro y fuera de los ojos. Jesús nos enseñó a dormir bien.

Si vemos a Jesús tranquilo ¿por qué nos ponemos nerviosos? ¿No dormía así Pedro en su celda la noche antes de su posible ejecución?  (Hch.12:5-7). ¿No dice que él da a sus amados el sueño? (Sal.127:2). La incredulidad nos despierta más temprano cuando todo el cuerpo lo necesita. Las preocupaciones nos dan los buenos días antes que la luz del sol. Ya nos vemos sin remedio en el fondo del mar. Fallamos en nuestra imitación de Cristo. Si nos parece que el Señor no le da importancia a nuestra situación es que no la tiene, estando él ahí. Nuestros miedos la exageran, fertilizan nuestra imaginación, la complican, la llenan de fantasmas, nos matan estos temores antes de morir. Ninguna cosa quiero ahora tanto, cuando mi suelo se mueve, como ver engrandecida mi fe. Jesús domina los tiempos y con él, aunque esté dormido, las cosas se ponen mejor, el viento guarda silencio y las nubes se van. Tal vez imitamos de Jesús muchas cosas, menos su tranquilidad y su manera de dormir. Las promesas divinas son buenas almohadas, lo que pasa es que no las usamos.

Mt. 8:27

“Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”.

Debían pasar del asombro a la investigación, no sea que fuera una visita de Dios. Iban descubriéndolo poco a poco, pasaban de maravilla en maravilla y de sorpresa en sorpresa (Mt. 28:18). Con un Señor así en cualquier situación bamboleante podemos permanecer calmados que la situación no nos ha de tragar. Como a Jonás en la barriga de aquel fantástico pez, en cualquier momento nos vomita. Saldremos con pocos considerables rasguños. Lo principal no es el sueño profundo de Jesús, sino que sus discípulos tenían que aprender mucho del control de Señor sobre las situaciones turbulentas y permanecer en calma ejercitando la fe.

Mt. 8:28-34

28Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. 29Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? 30Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos. 31Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos. 32El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas. 33Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados. 34Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos”.

Gadara antigua está situada junto a la actual ciudad de Umm Qais (o Qays) en una meseta que se eleva en medio de un paisaje magnífico en el extremo noroeste de Jordania, con imponentes vistas más allá de los límites del país.

 El “país de los gergesenos/gadarenos/gerasenos” en los evangelios del Nuevo Testamento se refiere a algún lugar en la orilla oriental del mar de Galilea. El nombre se deriva de un pueblo junto al lago, Gergesa, la siguiente ciudad más grande, Gadara, o la ciudad más conocida de la región, Gerasa.Image

Mt. 8:28-30 

“furiosos en extremo” (BTX). Marcos y Lucas dicen gergesenos, uno de los orígenes de palestina (Ge.15:21), porque se hallaban cerca una de otra que al fin y al cabo era lo mismo (Mr. 5:2 y Lc. 8:27 mencionan uno, el más prominente, un hato de muchos cerdos como dos mil, Mr. 5:13). 

 

Preguntas que cualquiera haría al diablo

Mt. 8:29-31

29Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? 30Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos. 31Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos”. 

Los demonios se dieron cuenta que las intenciones de Jesús eran desalojarlos (Mr. 5:13 dice que eran como dos mil), lo sentían con estremecimientos, y que si la Palabra proseguía serían desprendidos del alma de ellos (vv.30-34). Entonces se fingieron inocentes como si no tuvieran nada que ver con la ruina total de aquel hombre. Puedo responder esta pregunta. ¿Qué tienen que ver con él? Todo. ¿No tenéis vosotros que ver con las almas y vidas de los hombres? ¿No los corrompen? ¿No los incitan a que blasfemen a Dios? ¿No les ciegan el entendimiento? ¿No hacen que huyan cuando oyen la palabra de Dios? ¿No se oponen a todo lo que sea objeto de culto? ¿No inventan nuevas herejías? ¿No meten en tentaciones a los santos? ¿No oprimen la mente de los hombres? ¿Quiénes levantan a los falsos profetas sino vosotros, y quiénes hacen milagros engañosos para perder a los pecadores? Si atacan a los hombres entre los cuales el reino de Dios está, ¿no están atacando a Jesús? ¿No sois vosotros hijos del padre de mentiras? ¿Entonces cómo es que dicen que no tienen nada que ver con Jesús si se oponen a sus negocios? No se finjan inocentes porque no lo son. Yo no hablaría ni cuatro palabras con él.  Son preguntas hipotéticas.

 

Cuántos demonios metidos en la cabeza de los alemanes nazi

Mt. 8:32-34

32El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas. 33Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados. 34Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos”. 

Estaban horrorizados con esa tormenta de demonios. Es asombroso que en un par de hombres quepan tantos demonios, como también se puede pensar en pasados y actuales criminales y asesinos como Adolfo Hitler, que tuvieron que haber actuado por los demonios. Consta en las páginas de la historia y quienquiera lea los juicios en Núremberg que terminaron el 1 de octubre de1946 contra los criminales en la Alemania Nazi. Quienquiera que lea o vea los videos de los campos de concentración, los trenes repletos de judíos y otras naciones conducidos a crematorios se le achicaría el corazón. (Imagen de Liberación de Auschwitz: cómo este campo de concentración se convirtió en  el centro del Holocausto nazi - BBC News MundoWikipedia). 

 

Prefieren tener vidas porcinas y los bolsillos llenos

Mt. 8:34

“Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos”. Estaban tan oscurecidos que cuando una pequeña luz les resplandeció ante los ojos, quisieron que se apagara, escogieron seguir viviendo en la noche, siendo inmundos, con los diablos, búhos, murciélagos y muchos cerdos; pero vieron que la luz como el rayo, alumbra, desgaja y mata. Con el primer indicio del evangelio, de Jesús, del Espíritu Santo, del cielo, cierran las puertas como si viniera una fatalidad. Dijeron: “Así estamos bien, nos acostumbramos, no nos hace falta nada mejor”. Le dijeron a Jesús, “vete de nuestras fronteras, de nuestros contornos, no queremos la influencia tuya; haces bien, pero nos perjudicas, la transformación de las personas perjudica nuestra porcina vida”. Siguieron sin Jesús, en sus fangos. No volvió más (Hch. 19:23-27).

Y la población volvió a ser como antes, siguió en su rutina, los ladrones minando, los adúlteros adulterando, las rameras vendiendo sus cuerpos, los ebrios en las tabernas, los jugadores en los casinos, la homosexualidad rampante y con aplausos públicos, la prensa liberal buscando el pecado de los ministros y  oponiéndose a la fe, los alcaldes aceptando sobornos, la prostitución reconocida, las clínicas de abortos recibiendo a niñas embarazadas, los políticos corrompiéndose, y en fin, el cristianismo pasando malos ratos con los nuevos escándalos de los evangelistas de televisión, y los sacerdotes abusando de niños. Todo eso es mi actualización. 

Cada día se hace más difícil la evangelización porque la gente descreída no confía en los predicadores y los tilda de manipuladores y aprovechados, y la sociedad está de acuerdo que le cierren las puertas a Jesús y se le eche de la vida pública, los colegios, de los medios de difusión masiva y de la educación familiar. La economía es más importante que él, y si las enseñanzas suyas perjudican la manteca de puerco, los chicharrones y los bistecs fritos, las tortillas y las empanadas, entonces que se marche y no vuelva más por ahí.  Así operan los hombres de almas puercas.

 

Mt. 9:1-8

1Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. 3Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este, blasfema. 4Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: ¿Levántate, y anda? 6Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7Entonces él se levantó y se fue a su casa.8Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres”.

Su ciudad no se refiere a Belén donde nació ni Nazaret donde fue educado sino a Capernaum. He oído orar a Jesús pidiéndole tal y tal con acciones de gracia, ¿está mal? No, está bien, pero me suena un poco extraño dirigir la oración al Hijo porque el modelo de oración de Jesús para seguir es hacerla a Dios y firmarla con el nombre del Hijo Jesús.

 

Pedir ayuda cuando los pecados de otros pesan mucho

Mt. 9:2

“Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados”. 

Este relato si lo lees en Marcos 2:1-12, lo hallarás con mucho colorido cuando suben al paralitico al techo de la casa y mueven una teja y lo bajan. Jesús, le responde con cariño queriendo animarlo, como un padre, llamándole hijo. La fe se observa (es una respuesta humana a una gracia previa BTX), no se oye, ten coraje ¿miedo a que Jesús no lo sanara? ¿Qué le echara en cara que lo que le pasó, quizás un accidente, le sucedió por sus pecados? Y como está deprimido por su invalidez y sus pecados, Jesús le dice “ten ánimo”, antes de darle salud le da un perdón en plural. Qué situación más triste esa, mirando el techo de la casa todo el día y dependiendo de otros para todo, comida su cabeza con pensamientos de culpa. Cuando dice “la fe de ellos” es porque la iniciativa inusual tuvo que ser de ellos y el trabajo.  Sirve el caso ahora para ponernos de acuerdo cuatro o más para conducir a Jesús a un pecador inmóvil cuyos pecados pesan mucho y lo asedian (He. 12:1). 

 

El tullido dio un salto estrenando sus piernas nuevas

 

Mt. 9:3-7

3Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este, blasfema. 4Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: ¿Levántate, y anda? 6Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7Entonces él se levantó y se fue a su casa”.

Eran los comentarios que hacían entre ellos. O pensando. Si no fuera Hijo de Dios, haciéndose igual a Dios, sería una blasfemia. Aparentemente razonaban bien; jamás Dios ha dado tal potestad a un hombre sobre la tierra o ángel en el cielo para que perdone los pecados que se cometen contra él; ni a juez, profeta o vidente; lo más que podrían estos ministros hacer era y es orar para que Dios los perdone y ofrecer sacrificios buscando perdón.  Pero darle la absolución a alguien ni soñarlo. Luego se deduce, que Jesús tiene que ser algo más que juez, vidente, profeta, hombre o ángel. O es un blasfemo impostor. Jesús es Hijo, eterno Hijo de Dios (He. 3:1-6; 1 Ti. 3:16). Recibió del Padre esa autoridad porque era de la misma naturaleza de él. El Hijo de Dios. Dios perdona pecados. Todo pecado y blasfemia que se le confiesa mirando a Jesús, los perdona. Y calla los reproches de la conciencia. Para no alargarte la lectura te doy una cita que hace más breve el libro, es de Pablo (Flp. 2:5-11). Es fascinante. ¡qué digo!, impresionante y sublime. ¡Grande es este piadoso misterio! (1 Ti. 3:16). Cambio de idea y te ahorro el trabajo, “5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. 

El tullido dio un salto como con piernas nuevas, recién estrenadas. Así corrí yo, saltando dentro de una unidad militar estrenando mi infantil fe. Y entré a un mundo nuevo y fascinante, encontrando a Dios que veía por todas partes, pero sin fe, entonces el Espíritu cambió mis ojos y ya no veía como miraba, me miraban a mí y yo tenía dos ojos nuevos.

 

Los mejores testigos de Jehová no son los que tocan a la puerta de tu casa

 

Mt. 9:4-7

4Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: ¿Levántate, y anda? 6Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7Entonces él se levantó y se fue a su casa”. 

Decirlo es facilísimo, pero no hacerlo. Si un sacerdote católico asume la autoridad divina para perdonar pecados, pudiera ser válido el perdón si sana un enfermo con cáncer o que tiene la columna vertebral partida o está tullido de ambas piernas. Si es negativo, entonces Dios no le ha dado tal potestad para perdonar a nadie. Los milagros obrados por santos católicos son leyendas, ni siquiera como las culebras fantasmas de los hechiceros de faraón (Ex. 4:3;7:9,15).

La identidad de Jesús o ¿quién es él? La gente en su mayoría miró el milagro y se maravilló, pero los fariseos apenas hicieron caso de él, a no ser que cargaba su cama en sábado; estaban más preocupados por lo que habían oído que por lo que habían visto. Lo que él decía ser, la autoridad que afirmaba tener era lo que más les perturbaba (Jn. 5:17,18), “mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo. Por esto los judíos aún más procuraban matarle porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre haciéndose igual a Dios” (Mt. 21:23,27). “Los sacerdotes y los ancianos le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio esta autoridad?”. Los escribas, fariseos y los sacerdotes, que supuestamente eran los que más conocían la Escritura lo miraban como un hombre, cuya familia conocían, no como Dios encarnado o como el Hijo del Bendito.

Que un hombre perdonara pecados, aunque fuera con autoridad suprema era inadmisible; tomaba para sí mismo un rango mayor que el del sacerdocio levítico instituido en la Ley; de hecho, una sustitución de todo el orden sacrificial. Los judíos creían razonar correctamente y actuar como legítimos defensores de la religión ancestral cuando se le oponían. Saulo de Tarso, que fue un prototipo de todos, dijo que consideraba su deber “hacer muchas cosas contra el Nombre de Jesús de Nazaret” (Hch. 26:9).  La BTX dice “muchas maldades”.

Las obras que Jesús hacía no perturbaban tanto el alma de los judíos como lo que afirmaba de sí mismo, y se lo hicieron saber a él (Jn. 10:31,33), “entonces lo judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedrean? Le respondieron los judíos diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia porque tú siendo hombre te haces Dios”. Lo único que explica la afirmación de perdonar pecados, es que sea hijo de Dios en el sentido judío que ellos no entendían, no en un sentido pagano. Aquellos hombres eran celosos guardadores de la religión judía contra la invasión del paganismo y de dioses ajenos. Entendieron la intención de Jesús, no de hacerse un dios, como los paganos, sino igual a Jehová. Y los evangelios defienden esa posición y respaldan a Jesús en su afirmación, en sus escritos, cultos y literatura. ¿De qué lado te pondrías si hubieras estado allí? ¿Serías un testigo de Cristo? (Jn. 10:29-38; Hch. 1:8). Los mejores testigos de Jehová son los testigos de Cristo, no los que tocan a tu puerta

 

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Mt. 9:5

“Tus” pecados. Uno se alegra cuando oye que los pecados de otros son perdonados ¡cuánto más que escucha al Señor decirnos tus pecados te son perdonados! Y nos señala con su dedo. Me estremezco. Eso es una notición. A nadie más le importan mis pecados más que a mí. Pero no podemos borrar nuestra historia. Lo que hemos escrito, escrito está. Parafraseo a Pilato. La sangre de Cristo nos limpia la conciencia, pero no la vuelve completamente muda. Respóndele a tu conciencia que ya tus malas obras están muertas (He. 6:1; 9:14). A veces la culpa hay que domarla. Si Jesús dijo que toda blasfemia y pecado serán perdonados a los hombres ¿por qué me voy a excluir yo mismo?

Mt. 9:8

“Pero cuando las multitudes vieron esto, sintieron temor”; y después glorificaron a Dios que había dado tal poder a los hombres. Si ese milagro se ejecutara en presencia de cristianos en el día de hoy, probablemente glorificarían a Dios y dirían muchos amén y aleluya; pero si se hiciera delante de personas que repudian el cristianismo dudo que sintieran temor, inclusive los que nominalmente se llaman cristianos o simpatizantes. Las sociedades han cambiado y estos gentiles, o judíos, son menos inclinados que aquellos a creer en lo sobrenatural. Es que realmente no les importa nada sobrenatural fuera de sus bestiales pasiones.

 

Mt. 9:9-13

9Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.10Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.

Cuando dice que se sentaron con él a la mesa no piense en una mesa como la nuestra sino muy baja donde podían comer sentados o agachados en el suelo. El llamamiento de Mateo inicia una procesión o desfile de personas mal vistas por la sociedad religiosa, y reunido con ellos él recuerda claro como la luz del día y lo transcribe aquí. Los criticones estaban disponibles y se lucieron bombardeando a Jesús con críticas por lo que ellos dirían, amigotes.

 

Dios tiene escrito un libro que se titula Destino

Mt. 9:9

“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme”. 

Mateo o Leví como lo llaman con más honor los otros evangelios, pero como dice Spurgeon, se quitó el honorable nombre por vergüenza de su comportamiento. Trabajaba en la aduana en Capernaum cobrando los impuestos que cargaban los romanos a los judíos por entrada y salida de los botes. Desde allí, trabajando, lo levantó Jesús para darle una posición apostólica. Estaba cumpliendo su horario de trabajo. Ese día la aduana recibió una solicitud de baja. Mateo pidió la renuncia, cobró su dinero y entregó el manejo de los papeles y la recaudación del día. Jesús le miró el corazón y vio que la obra de gracia ya estaba hecha y simultánea le pone el fuerte deseo de cambiar su vida por otra, millones de veces superior, menos tranquila pero mejor, sublime, que le daría gusto vivirla con un destino vocacional sin paralelo ni iguales. Sabía un poco de números y cálculos financieros, pero escuchando a Jesús oyó y sintió que su vida tendría más entusiasmo si lo seguía, aprendería y enseñaría lo que fuera aprendiendo. Sería un apóstol educado, un escritor educado, un pastor culto. Y así lo hizo y jubiloso preparó un banquete e invitó a sus amigos, recaudadores como él y a diversos pecadores. Y escribió un libro con el honor de que llegaría a ser el primero en una eterna colección sagrada. Dios tiene un libro completo con muchas páginas que se titula Destino, que costará toda la vida para completarlo. Eso dejaremos en la memoria de nuestros descendientes para que lo lean.

 

Jesús, gran atractivo para pecadores

Mt. 9:10

“Muchos publicanos y pecadores que habían venido se sentaron junto a la mesa con Jesús y sus discípulos”. 

Mateo pudo haberlos invitado a su fiesta de salvación como dice Lucas, entonces comenzó a desarrollar su vocación con los que tenía más cercanos y ejerció un apostolado de evangelista, y ellos estaban curiosos por las últimas decisiones que había hecho y cómo era eso que lo estaba dejando todo; y ¿qué había descubierto que valía más que su continuo salario en la aduana? Y les explicó eso que consideraban una “cosa extraña” que los dejara seguir sus caminos y él volteara en redondo hacia otro. Y Jesús continuó con las inscripciones abiertas para el apostolado e ingresaron uno tras otro hasta completar doce representantes auténticos de las tribus iniciales de Israel, la iglesia cristiana, con un sólido fundamento cuyo ángulo principal es Cristo (Ef. 2:20). 

Nuestras renuncias por Jesús son atractivamente evangelizadoras; a veces producen admiración, envidias o furias. En algunas ocasiones tanto o más que las adquisiciones. Además, el invitado Principal, Jesús, adornaba la fiesta de un modo sorprendente, y si a algunos no les importaba mucho Mateo, sí les importaba, con cualquier motivación, quién era ese extraño y famoso personaje.

Mt. 9:11

“Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro maestro come con los publicanos y pecadores?”. 

Eran pláticas domésticas. Ellos lo buscaban, le habían oído decir “el que a mí viene no le echo fuera” (Jn. 6:37) “de ningún modo le echo afuera” (BTX). Estaba a disposición de todos y la gente común y los letrados como Nicodemo, le prestaban oído de buena gana, como a Juan. Muchas conversaciones que Jesús tuvo fueron de sobremesa. Y no para chismear y desacreditar, porque siempre eran edificantes y las cosas que hablaban de otro no eran rumores infundados ni fábulas de viejas que no promuevan la piedad (1 Ti. 4:7); explico que “fábulas de viejas” se refiere a tradiciones de los ancianos, o de los gnósticos en relación con Dios, los ángeles y la creación del mundo y doctrinas de demonios que prohibían el matrimonio, como escribió John Gill. Un ejemplo de santas conversaciones es nuestra “santa cena” que fue enseñada durante una de esas comidas y explicada mientras platicaban a la mesa.

Jesús les mostró un modo mejor para leer la Biblia 

Mt. 9:13

“Id y aprended lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (“al arrepentimiento” aparece en manuscritos inferiores, BTX). Eso algún entusiasta escriba lo puso. Sorpréndase si quiere o difiera, pero Jesús a algunos no los llama para que dejen algo, no les crea remordimientos y culpas sino para que tomen lo que sinceramente desean, no comodidades sino fe. Ese fue mi caso. Mi pasado voló como si no hubiera existido cuando mi imposibilidad para creer fue abatida por el contacto con Dios y el brote de mi fe.

La presencia de un santo y fiel a Dios entre pecadores, es una luz que alumbra en lugar oscuro. Estar con ellos como un médico no como otro enfermo. El texto que cita es Oseas 6 pero omite la última porción referida al conocimiento de Dios. No se merecían ninguna explicación, pero él se las dio, que leyeran mejor la Biblia; se las dio por decencia y porque les hacía falta leer mejor la Escritura, no en relación con las ceremonias y ni siquiera con mejor teología sino en relación con el prójimo y aprender cómo Dios salva a los pecadores y no los rechaza.

Mejor era que fueran más compasivos y recortaran en algo las ceremonias porque si los sacrificios valían algo sin amor al prójimo valían nada. Y la explicación que les dio para que se enteraran por qué se reunía con los pecadores fue que los estaba evangelizando, no comiendo con ellos para pasar un buen rato sino exhortándolos para que dejaran sus pecados. No les estaba celebrando sus iniquidades sino diciéndoles que las abandonaran. No aparece ninguna palabra que nos indique cómo se los dijo sino cuál fue el fin de la reunión, el arrepentimiento de ellos, aunque la palabra no aparece en algunas versiones como la Vulgata Latina, etíope, siríaca, etc. Es que eso se daba por sentado en el ministerio de Jesús, que si se reunía con la gente y les predicaba era para llamarlos al arrepentimiento. Si hubieran estado leyendo mejor la Biblia, apropiándose mejor de su contenido, la aplicarían a la compasión con los demás y hacia el bienestar espiritual de ellos.

Mt. 9:14-17

14Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? 15Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. 16Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. 17Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente”.

Sabes bien que ese Juan es el famoso profeta que se vestía a la antigua y predicaba en el desierto. Recuerda que fue este quien bautizó a Jesús y antes de ser guillotinado traspasó su honor y seguidores al cuidado de Jesús. La pregunta que le formulaban fue en relación a un rito mosaico, que los fariseos destiñeron todo lo que la hipocresía les pedía.  El ayuno en sí no se practicaba como una obra sino como una abstinencia para dedicar tiempo a la oración que era su compañera.

Cambiemos de tema, continúa con tu instrucción.

 

Diezman y ayunan, con niveles bajos de vida espiritual

Mt. 9:14

“Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos y tus discípulos no ayunan?”.  

Es válida la pregunta y recibió la contestación. “Muchas veces” es una adición que alguien le hizo al texto original. Uno puede ayunar pocas veces o casi nunca, pero tiene que orar mucho, sin cesar, y andar humildemente ante Dios. Ese ayuno le agrada (Isa. 58:6,7). Con las dos ilustraciones puestas parece dejar ver que el ayuno desaparecería, o se usaría en situaciones especiales. Jesús ayunó al principio, luego comía y bebía con los pecadores. Pablo lo practicó (Hch.14:23; 2 Co. 6:5;11:27), pero no aparece dentro de sus enseñanzas directas  a las iglesias gentiles. Está más unido al arrepentimiento de Juan que a la fe en Jesús, más a Moisés que al Cordero de Dios.

Aparte que el ayuno sirve para molestar el cuerpo y doblegarlo a servidumbre, es parecido al diezmo y las dietas alimentarias, siempre y cuando no se constituyan en obras para ganar méritos, son buenas, porque como una obra de la ley, visto que los fariseos diezmaban y ayunaban, y seguían teniendo niveles bajos de vida espiritual. Con todo y todo el ayuno del mundo, y ser los mejores y más estrictos diezmadores de la iglesia, pudieran ser clasificados espiritualmente sus testimonios, como insatisfactorios. Se ha visto, todo el mundo lo sabe, que la posición eclesiástica no es sinónimo de la gracia de Dios, y que es horrible como se ha dicho, que un hombre sea superior en cargo e inferior en alma.

Mt. 9:15

“Vendrán días cuando el esposo le será quitado entonces ayunarán”. Las cosas les iban tan alegres y bien, estando tan llenos y satisfechos, de fiesta con Jesús, que estaría fuera de lugar el ayuno, porque no tenían preocupaciones. Ayuno para recuperar la comunión perdida. “El que está alegre cante alabanzas y el que está triste que ore” (Sgo. 5:13). Hay tiempo para afligirse y orar y hay tiempo para disfrutar las bendiciones de Dios, y mucho. Deja la tristeza para cuando tengas razón para tenerla y las preocupaciones para cuando los quebrantos no sean imaginarios.

 

Si combinas el evangelio, se pierde

Mt. 9:16,17

16Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. 17Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente”. 

Jesús les está enseñando que sus discípulos ya están aprendiendo a usar el sentido común en su religión, que el cristianismo es lo obvio, la verdad y el buen tino. Estas palabras son aplicables tanto a los judíos ortodoxos y tradicionales apegados a la ley mosaica y las tradiciones de los ancianos, como a los nuevos miembros del movimiento de reforma encabezado por el Señor. Principalmente les dice a sus convertidos del judaísmo que no sería inteligente que, a sus nuevas enseñanzas, o sea al evangelio, intentaran darle la forma y combinarlo con los viejos preceptos enseñados desde hace mucho por los rabinos. No debían intentar una combinación. El nuevo espíritu del evangelio se perdería dentro de los odres de ceremonias, abluciones, oraciones y mandamientos del judaísmo si se vaciaba dentro de él. Lo mismo que dentro del ritual católico, mormón, adventista, la consejería psicológica y la secularización. El evangelio es el cumplimiento de la ley, es su espíritu, y por lo tanto no tiene que llevar su forma ni hacerlo aparecer ante la gente como su contenido. Si se lee en Lucas 5:36-39 se nota lo mismo, especialmente en el v.39 donde los judíos tradicionales preferían el vino viejo de Moisés que el nuevo hecho por Jesús en Caná, y se aferraban a sus gustos diciendo que esas enseñanzas nuevas eran inferiores. Y eso que Jesús les garantizó que no le iba a quitar a Moisés ni una jota ni una tilde. 



Mt. 9:18,19

     
18Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; más ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. 19Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos”.

Marcos y Lucas dicen que se trataba de Jairo, un principal de la sinagoga y a quien se le encomendaba el cuidado de ese sitio. En griego dice que estaba a punto de morir, o muy grave. Parece que cuando envió por ayuda ella se estaba muriendo y cuando llegó Jesús ya se había muerto. El reproche que si hubiera llegado a tiempo ella no estaría como ahora se hallaba, ya sin remedio. Aunque las cosas no pasen cuando pensamos que debieran pasar, aunque quisiéramos siempre que sea fácil la solución, hay esperanza y no es así, la esperanza nunca debe perderse y aunque no hallemos soluciones, Jesús las tiene. Jairo era un hombre de fe. Nosotros no tenemos muchos remedios, pero Jesús los tiene todos.

 

Enferma, sin seguro médico y casi en bancarrota

Mt. 9:20-22

20Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”. 

La BTX traduce que agarró no tocare como dice la RV. Las dos traducciones son válidas. Si de comunión espiritual se trata un simple roce con el Señor da resultado, pero si la situación es dolorosa, penosa y duradera un poco de presión o insistencia le demuestra a Dios que lo deseamos con ardor y toca mejor su compasión. Esos instantes fueron saludables. La narración en Marcos tiene detalles y dice que se hallaba casi en bancarrota pagando a los médicos y las medicinas sin resultado positivo. La sostenía su convicción que, si tocaba a aquel poderoso profeta, sin que él se volviera para mirarla o le diera un minuto para hacerle la súplica o quejarse de sus malestares. No tuvo que pintarle el cuadro de sus desgracias. Se las ahorró. Es que no hacía falta una oración larga, con el contacto se hallaba la solución. Y el dilema y la realidad desaparecieron. Por su flujo enfermo levíticamente sería inmunda, ella y lo que tocara. ¿De qué otro modo podría hallar su sanidad sino tocándolo? ¿Cómo entre un gentío que lo apretujaba? Sé cauteloso sobre los éxitos que pudieran tener tus métodos. No me extiendo sobre eso, sino que te doy para que saborees el mismo caso, pero preparado por el doctor Lucas.

41Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; 42porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía. 43Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 44se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? 46Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. 47Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 48Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz” (Lc. 8:41-48). Enferma, sin seguro médico y casi en bancarrota.

 

Vale que, si exprimo un poco más ese texto, le saco otro delicioso sabor. Quise decir rico como el jugo (zumo) de naranja, pero ella no es de origen palestino ni israelita sino del Himalaya, India y China. Tendría, que decir que delicioso como el favorito, la manzana de mi Eva.

 

 Vamos a exprimir el texto como una naranja. Sacarle más jugo, o zumo delicioso. ImageLa imagen es para hacer más bonito el libro.

 

Jesús sabe a quién ha bendecido y cómo

Mt. 9:20-22

20Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”.  

Salva quiere decir, que no iba a morir de eso. Era un milagro que estuviera viva. Doce años es mucho tiempo para un goteo de sangre. Si puedo abrirme por entre el gentío y logro un instante de comunión con él, sentiré de inmediato el efecto, aunque sea el hilo de un instante. La enfermedad paró.  Ningún mal, de todas las clases que sufrimos, se vuelve perenne si rozamos con un dedo de fe la ropa de gloria de nuestro Señor. Oye que la llama “hija” de forma cariñosa, expresándole simpatía por lo que había obtenido, es casi una felicitación de su fe y notar en su semblante que comienza a colorearse con rubor y felicidad. Es raro que el Señor halle fe en alguna parte y no la honre. La fe de esta mujer es auténtica. Pensaba que, de la ropa de Jesús, como buen óleo que corre hasta el borde de ella habría poder. 

Si lees en Marcos la lectura es fantásticamente bella “24Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. 25Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, 26y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, 27cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. 28Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. 29Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.30Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? 32Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. 33Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. 34Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote” (Mr. 5:24-34). Jesús sabe a quién ha bendecido y cómo

 

Jesús explica nuestra muerte para que no nos dé miedo

 

Mt. 9:23-26

23Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, 24les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. 25Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. 26Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra”. 

Era la costumbre ver en un funeral o entierro que algunos tocaran flauta y una contratada llorona para que fuera lamentándose. Era un espectáculo y por eso le llama alboroto o bulla. Para Dios es tan fácil resucitar a los que han muerto con Cristo en la cruz y sepultados con él en su bautismo, como despertarlos de un sueño. El texto en conjunto enseña dos cosas bonitas, que nunca interrumpimos a Jesús, la fe no lo interrumpe. Mientras él caminaba para casa del oficial de la sinagoga esta mujer lo detuvo, pero esa detención no perjudicó para nada el bien que se proponía hacer a otra persona. Se podía haber demorado unos días como con Lázaro, que al fin la resucitaría. No debemos pensar que Dios está ocupado con otras personas, que hay mucha necesidad en sus iglesias, que otros son más nobles e importantes que nosotros, que existe mucho lío en este mundo y él tiene que atenderlo, millones de voces que se alzan a él y todas con una necesidad distinta en un lugar diferente; es decir, que pensamos que Dios no tiene un sábado para sí mismo, que no tiene una hora libre para reposar y por lo tanto tiene que dejar de lado lo menos importante o tal vez prolongar su tratamiento. 

No importa que Dios nos dé la espalda, de espalda sabe quién se acerca y lo que necesita tomar, como la mujer que padecía de un sangramiento perenne, ni tampoco importa que esté contestando la oración de otra persona para ocuparse de un centenar de otras. El Dios de nuestra fe sabe cuándo un pajarillo cae a tierra. 

Hoy uno de los pajarillos más bellos que mi esposa Walquiria tiene, Caralinda es su nombre, quiero decir tenía porque al amanecer escuchó que en la jaula había un gran asombro, o sea susto, los otros pajarillos se habían asustado y al abrir la jaula, el más lujoso de los jóvenes estaba en el suelo, ella lo tomó en su mano como aparece en la imagen y dijo “se está muriend*o”, con caricias, y así fue, en menos de tres segundos expiró la avecilla, por un infarto cardiaco. Su padre Brian de treinta o más años le sobrevive y extrañará, si fuera algo humano, su compañía. La enterramos afuera en el jardín donde los perros no puedan olfatear el cadáver y lo desentierren. Mi propósito al contarte la historia es que nuestra vida está en la mano divina y cualquiera cosa que nos ocurra durante ella y al final, depende del visto bueno de Dios. El registro de nuestros acontecimientos no está dejado a la diosa fortuna sino a nuestro padre Dios, el conjunto de cabellos, su duración y la suma total de alientos humanos. Tus oraciones no se pierden ni las mías por ti que lees este libro y por su autor al escribirlo. ¡Bendito seas buenísimo Dios! (Lc.12:7 ¡valemos más que ellos! y con eso basta para subir nuestra autoestima Image previewsin halagos al yo.

Por otra parte, aunque pudo sanar a la niña sin ir a su casa, fue porque quería enseñarnos a explicar nuestra muerte de un modo que podamos vencer el miedo natural y tenerla como un sueño. Y como nadie tiene miedo dormirse porque está muy cansado y sabe que se ha de despertar, nadie que crea que él es “la resurrección y la vida” debe temerle a la muerte porque él por medio de la muerte sacó para nosotros la “inmortalidad” por el evangelio que conocemos (Jn. 11:25; 2 Ti.1:10). Si el sueño es profundo pasarán rápido siete horas, ocho siglos u ocho mil años, hasta que salga el Sol de Justicia y los granos de nuestro cuerpo oigan su voz y se reúnan para darnos un cuerpo “semejante al de la gloria suya” (Flp. 3:21). Amén.  ¿No dices dentro de ti un hondo aleluya?  ¡Cristo es tu esperanza de gloria! (Col. 1:7). Tírale un beso, en privado.

Mt. 9:24

“La niña no está muerta, sino que duerme”. 

No lo decía para negar la realidad de la muerte sino para que pensáramos en ella como un estado reversible, y sin miedos. ¡Gracias a Dios por el Señor Jesucristo! Lo hizo de modo distinto a otros. No le habló nada, no le puso un dedo encima como para transmitirle poder, sino que la tomó de la mano, la incorporó como se hace con una persona cuando se le está ayudando porque se encuentra débil. Jesús puede siempre hacer las mismas cosas y de forma distinta. Puede empezar la contestación como una pequeña nube del tamaño de un palmo y luego la abundancia de su petición. Disfruta conmigo en lo que estoy pensando, pero búscalo en tu Biblia (1 Re. 18:41-45).

 

Es bonito divulgar la fama de Jesús

 

Mt. 9:27-31

 

27Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! 28Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. 29Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. 31Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra”.

Eso no estuvo bien, que Jesús dé un consejo o pida algo sin dar razones, se le de poca importancia y se aproveche su bondadosa flexibilidad. Los ciegos estaban orando a grito pelado que los tuviera en cuenta y que se volvieran en segundos completos videntes, sin necesidad de anteojos que todavía no existían y quizás por eso el apóstol Pablo usaba un amanuense o letras grandes (Ga. 6:11). Solamente un hombre que sea Hijo de Dios podría hacerlo.

Esa clase de oración sube al cielo presurosa, la que pide misericordia y más cuando los que hacen igual solicitud son compañeros en la desdicha y de oración porque Jesús ha enseñado que si dos se ponen de acuerdo para orar por lo mismo, esas oraciones alcanzan el cielo (Mt. 18:19). Las necesidades eran las mismas y les daban igual impulso a las oraciones con fe. La fe es un don dificilísimo de poseer y aumentarle su tamaño. Estos dos ciegos consideran a Jesús un descendiente de héroes como David. Si usted tiene a Jesús como un héroe calificado o del género de ellos no puede esperar ser vencido por su desgracia. La fe es un don divino no igual que optimismo, ella se asienta sobre la revelación de Dios y el otro por educación del carácter. 

Aunque ellos tenían sobradas razones para que explotaran de entusiasmo, eso haría más difícil hacer todas las obras que el Padre le dijo que hiciera, Jn.5:36, no obstante, y no es juego, parece que Jesús les ha dicho a muchísimos discípulos que no le digan a nadie lo que él ha hecho con ellos. En todo este comentario recuerde que Jesús les dijo esta palabra “rigurosamente” (v.30). No sé cómo es que hay escritores que excusan esta desobediencia con la gratitud y el gozo que ellos sentían que no podían tapar sus bocas. Jesús parece al principio tener alguna reticencia para bendecir los dos ciegos y después que lo hizo ellos probaron ser desobedientes y dañinos para la obra. Este es un caso parecido al que se cuenta en Mr.1:40-45; Jesús les dice una cosa y ellos hacen otra (1 Sa.15:22). Pensaban que era muy grande la noticia para mantenerla callada, que era lo mejor, aunque Jesús dijera lo contrario. ¿Cómo puede ser lo mejor si es lo contrario? A otros les había dicho que se lo dijeran a todo el mundo (Mr. 5:18-12). Pero estaban equivocados porque Jesús específicamente a ellos les dijo que no; oyeron lo que les decía a otros y contrario a la prohibición específica personal hicieron lo opuesto, cuando debían haber cerrado la boca. A veces queremos ser más sabios que Jesús. No se trata de hacer lo que creemos que es mejor sino la voluntad de Dios. La obediencia es primordial, o dañamos la obra. Cuando hacemos lo contrario a lo que se nos dice perjudicamos el transcurso del trabajo de Cristo y hacemos más difícil cumplir con su misión. Reflexione en esta expresión “si Dios te lo mandare” (Ex. 18:23); y esta otra, “considera lo que digo y el Señor te dé entendimiento en todo” (2 Ti. 2:7); y “si otra cosa sentís os lo revelará Dios” (Flp. 3:15). Dios tiene con cada cual y ocasiones, su propósito. Si te sugiere silencio, hazlo, sí que hables, no te calles porque, sinceramente, es bonito divulgar la fama de Jesús. 

Mt. 9:32-34

32Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado. 33Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel. 34Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios”.

Te explico enseguida esta extraña alianza, ese diagnóstico apostólico, no un sordomudo corriente sino que vaya usted si puede enterarse, pero su sordera y mal carácter no fue de nacimiento, bueno digo mal carácter por no decir desquiciado o neurasténico, por esa combinación o como divino castigo se le trabó la lengua y el mal humor se incrementó con locuras espirituales, que el evangelista adjudica a un demonio y va que sí y fue desalojado de su mal carácter hostil y ambas cosas dejaron su manifestación diabólica.

Mt. 9:32

“Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado”. La gente de ese siglo, y los escritores de los evangelios no constituyen alguna especial excepción, y de no saber medicina adjudicaban las enfermedades a espíritus perversos. Aunque el reporte médico esté equivocado Jesús le compone la salud.

 

No hay peor sordo que el que no quiere oír 

Mt. 9:33

“Y después que el demonio fue expulsado el mudo habló”.  

Esta persona es muda porque es sorda si no tiene problema en su lengua. Le quitaron la sordera y empezó a hablar en arameo o hebreo, en griego no creo. Su desgracia no era congénita. Algo le pasó, y no andaría muy bien su conducta cuando cierto demonio lo agarró. Si pudiera oír hablaría si puede articular bien la boca. Las causas de la sordera de este hombre no eran físicas sino espirituales, y Jesús con sólo un vistazo se dio cuenta que no había que componer nada dentro del oído que estaba bueno sino desalojar al espíritu inmundo que lo poseía. Es que este hombre no era como los otros sordos, sino que daba señales de estar poseído. No se había visto tal cosa de Israel porque la persona que logró el milagro tampoco tenía comparación. Israel nunca vio ni antes ni después otro como Jesús, y hace muy mal si es que todavía espera al Mesías, que no vendrá porque ya vino. Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír el evangelio. De todo lo que se le habla hace oídos sordos. 

 

Échate de amigo a Jesucristo

Te voy a dar por lectura adicional otro caso que aparece solo en Marcos, disfrútalo para subirte tu admiración por Jesús, que en nuestras vidas todo lo hace bien. Allá va, “31Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. 32Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima. 33Y tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; 34y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. 35Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. 36Y les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. 37Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar” (Mr. 7:31-37). Lector, échatelo de amigo “29El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido” (Jn. 3:29), y algo súper, relámete de gusto “21 él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen” (Lc. 8:21), “27Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste 28Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lc. 11:27,28). Tengo algo que decirte, échate de amigo a Jesucristo y si quieres más, aprovecha e ingresa a su familia que están abiertas las inscripciones y adopciones por la fe.

Mt. 9:34          

“El echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios”. Decían así “los demonios tienen que obedecer a su jefe y los súbditos a su príncipe; el asunto está en que este hombre tiene conexión con el príncipe de los demonios y este le ha dado autoridad para que en su lugar disponga a su voluntad de los otros demonios con menos gradación”. Y es una forma sucia de teologizar y diabólicamente contradecir la verdad de Jesús.  En otro lugar Jesús les contestó que el diablo no echaría fuera a otro demonio. Todos ellos son solidarios compinches de Beelzebú (Lc. 11:16-20). 

 

Mt. 9:35-38

35Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.37Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

Aquello era un fenómeno de bondad con los que se habían mudado para una ciudad y los que seguían apegados a sus pueblos y a las amadas sinagogas, escuelas de la ley de Dios que también de momento les dejaron entrar y se sentó con grupos de rabies que se quedaban boquiabiertos porque no recordaban que hubiera cursado estudios en las universidades de ellos. Jesús era algo más que un autodidacta, era, y no lo descubrían, lo que decía ser, Hijo de Dios, estampa de Jehová. Sin el certificado de ellos, los orondos, sabía más y predicaba en un estilo distinto que lo hacía sobresalir como predicador. Mucho más agradable.

Mt. 9:35

“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”. ¡En las sinagogas de ellos! Hasta que les cerraron las puertas. Hasta que les dijo que vivían dobles vidas. Cuando lo oyeron varias veces y su popularidad crecía como la espuma, les nació la envida y ella es agresiva. Jesús continuó siendo bueno y ni con ellos fue malo sino sincero y bondadoso con los oyentes sensibles, sanándolos, dándoles buenas miradas y toques de amor. La predicación acompañada de la compasión; hoy día pudiera ser lo que hacen algunas congregaciones, proporcionar esporádicamente ayuda médica y medicinas para los empobrecidos. 

 

Reprime tus ganas de tirarle la teja de Job

Mt. 9:36

“Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor”. 

Por contexto se pudiera intentar otras traducciones tales como “desamparadas y dispersas” “solitarias y desatendidas, expuestas a necesidades y peligros” “abandonadas y sin orientación, “agotadas y abatidas” (BTX) “sin aguas de reposo y sin sostén espiritual, a merced de cualquiera y de cualquier cosa”. Si yo dibujara el rostro de Jesús vería sus ojos húmedos, su pecho exhalar un suspiro profundo y un nudo en su garganta para contener el sollozo. Esa fue la gente que Jesús pasando su mirada sobre ella le dio pena en su corazón, tal vez cuando aún le resonaban en los oídos las palabras de los fariseos enemigos diciendo que todo el bien que les hacía a la pobre gente el diablo se lo daba. Dentro de su auditorio estaban los malos gobernantes religiosos que, en vez de criticarlo y tenderles trampa mejor echarles una mano y cooperar. Si quieres sentir lo que digo lee las tres primeras líneas de esta nota. Dan reprimidas ganas de tomar un azote y hacer lo que Jesús hizo en el patio del templo (Jn. 2:15). O tirarles la teja con la que se rascaba Job.

 

Enseña la Biblia con originalidad, rebelde a ser un mediocre

Mt. 9:37,38

37Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

Dios responde peticiones para campos misioneros e iglesias sin obreros. Casi siempre hay pocos que respondan a esas necesidades, les tienen miedo o les falta vocación. Es un buen motivo de oración que tendrían las iglesias si ruegan a Dios por ellas mismas y por los seminarios teológicos. Que formen fogosos estudiantes, que gradúen antorchas humanas que brillen en lugares oscuros (Jn. 5:35). No envíen a las iglesias, por favor, fríos doctores de la ley sino cultos y fogosos bibliófilos. ¿Cuál sería la primera pregunta que habría que hacerles antes de firmar la matrícula? ¿Usted ha besado su Biblia alguna vez? Con el amor que se besan las manos de la esposa. Las manos de ella, sus cabellos y de las páginas de la Biblia sus finos versículos.

Vuelvo al contexto. Estaban cargados y abatidos con las secas enseñanzas de los escribas y fariseos. Es que eran tantos, todos, y con el tiempo que había que dedicarles para instruirlos, exhortarlos, convencerlos, y que tomaran una decisión, que él sólo ni con los doce daría abasto.

Hacen falta muchos obreros no sólo porque la gente es mucha sino porque el tiempo que hay que dedicarles para hacerlos cristianos es tanto que apenas avanzaría la obra con tan pocos obreros calificados.  Señor, envía obreros, el trabajo es enorme y los que predican son pocos, muchos se perderán por falta de quienes les cuenten verdades de Jesús. Siempre los obreros son pocos y no pueden ser inventados. Los siervos enviados por Dios permanecen en la obra, aunque ella avance a paso de hormiga. 

Pero ellos son rebeldes a la mediocridad como escribió José Ingenieros (imagen, notas de su libro), “Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana”. “Lo poco que pueden todos, depende de lo mucho que algunos anhelan” “Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere” “Los idealistas suelen ser esquivos o rebeldes a los dogmatismos sociales que los oprimen. Resisten la tiranía del engranaje nivelador, aborrecen toda coacción, sienten el peso de los honores con que se intenta domesticarlos y hacerlos cómplices de los intereses creados, dóciles, maleables, solidarios, uniformes en la común mediocridad. Las fuerzas conservadoras que componen el subsuelo social pretenden amalgamar a los individuos, decapitándolos; detestan las diferencias, aborrecen las excepciones, anatematizan al que se aparta en busca de su propia personalidad. El original, el imaginativo, el creador no teme sus odios: los A person with a mustache

Description automatically generateddesafía, aun sabiéndolos terribles porque son irresponsables”. 

La Biblia bien explicada suena siempre con originalidad, crea enamorados por ella. Ruega como dijo Jesús por el llamado de ellos, los centros de estudios, los libros y los pergaminos que escriben. Y por la difusión de este.  Sube a la cumbre del collado, quiero decir a tu habitación o en la torre del templo donde oyes tu predicador y verás su triunfo. Quizás sea justo achacar algunas derrotas de ellos a que han pasado al olvido en nuestras oraciones.

Acaricia tu Biblia como a una novia

Ex. 17:9-12

9Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. 10E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. 11Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol”. Eran las manos viejas, de ochenta años. Casi ya son las que esto escribe, viejísimas y que aún acaricia su Biblia como a una novia.

 

Mt. 10:1-4

1Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 2Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;3Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 4Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó”.

Cuando dice que les dio autoridad es que con ella llevarían el poder para desalojar a los diablos de sus casas y tal fuerza espiritual se vio a pies juntillas. No obstante, tal lenguaje cayó en desuso y la práctica histórica ha sido la que Mateo menciona como una orden del Señor al final del libro, ir por todo el mundo predicando el evangelio. Hoy si nos enteramos que un hombre anda gritando por los sepulcros e hiriéndose con las piedras, las autoridades civiles lo arrestan, los médicos lo evalúan, le dan terapia o lo envían para un manicomio. Dime, si tienes mejor concordancia que yo dónde se hallan relatadas esas expulsiones después del destrozo de Jerusalén, lo que leo fue que fueron predicándoles arrepentimientos a los poseídos. Fueron ungidos por el Espíritu Santo y en distintos idiomas predicaban a Jesús. Ese método de pedirle a los demonios que salieran fue sustituido por el poder de la predicación del evangelio, algo así como “arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados” (Hch. 3:19).

Mt. 10:2

“Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro”. El liderazgo y la importancia de Pedro entre los apóstoles y en la iglesia primitiva es una obra de gracia (Mr. 16:7). Es el más controversial, pero quizás el más querido. Aunque Juan se llama a sí mismo el discípulo amado por Jesús, y se le recostaba en el hombro (Jn. 13:23). Mira el testimonio que da Pablo de Pedro como líder indiscutible de los judíos hechos cristianos (Ga. 2:9). Mucho oro en un rústico vaso de barro. Y no es la excepción, todos estamos incluidos. La importancia de Pedro en el orden, Hch.15:4, pero más bien porque fue el primero en ser llamado y el primero que abrió la puerta del evangelio a los no judíos, gentiles; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano para distinguirlos de los hijos de Alfeo, luego les llamarán “boanerges o hijos del trueno (Mr. 3:17), quizás por su estruendosa voz, improbable y temperamento colérico y explosivo.  O porque hubiera querido que como el profeta Elías descendiera fuego del cielo sobre los samaritanos. Eso es mi imaginación.

Mt. 10:3

“Mateo el publicano”. Le daría vergüenza que le nombraran con el prestigioso nombre Leví. O para exaltar la gracia de Dios.

Mt. 10:4

“Simón el cananita. Judas Iscariote el que también le entregó”; nota que eso se dice sin amargura ni odio. Los traidores pueden engendrarnos muchas tristezas, pero no amarguras. Ese Simón es traducido en Lc. 6:15 como Zelote. Dicen que, por su celo en predicar, o por su actitud anterior a la caída y después, de Jerusalén, con actos bélicos. Simón el cananita (no de la tierra de Canaán; es lo mismo que decir Zelote, Lc. 6:15, un grupo tenido como escrupulosos individuos que tomaban la justicia en sus manos y mataban a cualquiera que fuera hallado en adulterio, robo, u otra felonía, y tenían el apoyo de los ciudadanos y ningún tribunal los encausaba, aunque cometieran atrocidades. Simón era uno de ellos que se convirtió a Cristo y fue designado apóstol) y Judas Iscariote, el que también le entregó. (Como los apóstoles fueron enviados en pareja, este Simón se cita en dúo con Judas iscariote). No hay ningún dato de sospecha previa a la traición. Judas no pidió perdón por lo que hizo, ni por sus robos en la tesorería, y después veremos qué pasó con su culpa y el suicidio y la reacción de sus compañeros.

Mt. 10:5-15 

5A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. 9No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; 10ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. 11Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. 12Y al entrar en la casa, saludadla.13Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. 14Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 15De cierto os digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad”.

Mt. 10:5,6

5A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel”.

 Vamos a empezar por casa y después seguimos con el resto del mundo (Jn. 4:4; Lc. 9:52); la orden provisional como lo revelan esos versículos que he citado. Los samaritanos eran judíos mezclados con otras razas, unos decían que la adoración era en Jerusalén y otros en el monte Gerizim (Jn. 4:30). El plan primario de salvación fue con judíos. Después el Señor mismo inició esa evangelización (4:4; Lc. 9:52). Sobre esto en el futuro, Ro.11:25, 26. El Señor le dio el privilegio a Israel que a ellos primeramente se les ofreciera la salvación. Él pensaba incluir los gentiles, pero a su debido tiempo, en ese orden. El evangelismo debe comenzar por nuestra casa, esas son nuestras primeras ovejas perdidas más cercanas. El testimonio comienza dentro de la familia, en el territorio donde se nace. Y ¿qué crees de estas palabras “y los enemigos del hombre serán los de su casa”? (Mt. 10:36) En el caso de Jesús, a lo suyo vino y los suyos no le recibieron (Jn. 1:11). Me comparo con el apóstol Pablo y me quedo chiquito ¿y tú? Si lees esto quizás como yo bajes tu cabeza “1Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 2que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. 3Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; 4que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén” (Ro. 9:1-5). La diferencia es que mis parientes en la carne no son israelitas y de ellos no es el pacto ni las promesas y las desestiman.

Mt.10:7

“El reino de los cielos se ha acercado”. Algunos lo tuvieron cerca, otros le pasaron por el lado, y otros nunca entraron por su estrecha puerta. Ni siquiera de lado. Es para lamentarse en el infierno haber tenido a Jesús al alcance de la mano por muchos años y no haberla extendido. Gente de nuestra misma sangre y apellidos. Este mensaje continúa en vigencia, el advenimiento de un nuevo orden, el reinado del Mesías, la edad de oro del mundo. Jesús dijo “mi reino no es de este mundo”. En eso trabajamos, en su instalación. Cada cual con el don que tenga.

 

No conviertas en negocio las señales del reino

Mt. 10:8

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”. No vendan los milagros, ni reclamen contribuciones; un obrero vocacional más bien pagaría por predicar. No se debe cobrar por lo que no nos cuesta nada. Giezi quiso cobrar por un milagro que Eliseo había hecho y fue castigado por hacerlo (2 Re. 5:20-27), y Simón el mago deseaba comprar el don del Espíritu Santo y Pedro lo reprendió (Hch. 8:18-21). Les advirtió que no fueran a convertir en un negocio las señales del reino. Fíjate que todos estos poderes sobrenaturales son dados como señales de Dios para que creyesen la verdad; el fin no eran los necesitados. Curar un leproso, alzar un muerto, traer salud y felicidad no era el fin, y aunque Mateo exalta a Jesús como benefactor, es para recomendar el evangelio como la verdad de Dios, el mensaje de salvación. Cristo dijo que “las obras dan testimonio de mí”, y con ese objetivo las hacía. El fin de los poderes es llevar a las personas a Cristo. Colabora con eso.

 

Mt. 10:9-14 

9No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; 10ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. 11Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. 12Y al entrar en la casa, saludadla.13Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. 14Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies”. 

O un salario, porque con lo que se gana se come. La iglesia debe tomar la absoluta responsabilidad financiera del ministerio; promover para su alforja, para su ropa, y todas sus necesidades; y por parte de él, aceptar lo que se le da como salario sin conciencia de culpa, y pensar alto del trabajo que hace y se lo merece. Si una congregación se propone crecer en número, por el testimonio y labor, ahorrando, podrá con gusto tener un buen siervo de Dios que ansíe con el alma consumirse en labores espirituales, sería honroso que riegue el árbol de cuyos frutos ellos comen. Al autor de las siguientes palabras es el apóstol Pablo, léelas y después te enseñaré algo que aquí él no mencionó. Casi estoy haciendo una media biografía del apóstol Pablo, pero no es el caso, sino que recojo por aquí y por allá para compartir mi admiración por él. “1¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.3Contra los que me acusan, esta es mi defensa: 4¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? 5¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 7¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? 8¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? 12Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. 15Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria” (1 Co. 9:1-15).   El fruto de su vida vale más que los éxitos conquistados. Si sólo obtuvieron lo primero con ello podrían estar conformes, aunque no complacidos. Volvamos a oír a Jesús.

Mt. 10:10

“Ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento”.  No obstante, los que reciben la palabra y reciben también atenciones espirituales, tienen el deber de cooperar con la cantidad y frecuencia dignas del ministerio.

Mt. 10:13

“Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros”. Quiere decir si consideran un privilegio cooperar con la hospitalidad y el sustento de la predicación y la filantropía cristiana. Es un privilegio que Jesús se hospede en nuestra casa (Mt. 8:8).

 

Los sodomitas en un proceso judicial

Mt. 10:15

“De cierto os digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad”. La sodomía es un pecado, demostrado en la historia bíblica, que Dios desaprueba y quita delante de sus ojos la ciudad o sociedad que la legalice en la Corte Suprema. Dios la aborrece, pero no es un pecado imperdonable.  

Pagará muy caro la casa y la sociedad que cierra sus puertas al evangelio, sufrirá primero un descalabro ético y después de eso el juicio. Sus habitantes comparecerán ante el juicio. Indica con eso la resurrección de los injustos. No se quedarán en sus tumbas. Los pecados de esas ciudades no están definitivamente juzgados, sino temporalmente castigados para ejemplo de la ira de Dios sobre tales hechos (2 Pe. 2:6; Jud. 7). Cuando los pecados son temporalmentecastigados, aunque se use el término fuego eternono implica que ya han recibido por sus maldades todo lo que se merecen por ellas. Los castigos recibidos en esta parte del tiempo no son todos los que la justicia divina demanda. El tipo de muerte que una persona sufra no es toda la pena que ha de recibir por sus maldades. Algunas veces ni siquiera eso está relacionado con la carga de pecados que ha cometido.

Cuando los sodomitas fueron consumidos por azufre y fuego no recibieron lo que debido a sus extravíos contra naturaleza merecían. Simplemente murieron. El castigo después de la resurrección será menos tolerable; y con eso está indicando que será mayor, por lo tanto, no puede ser ni fuego físico ni una muerte física que pondría instantáneamente fin a la pena. Olvido. Los sodomitas saldrán del fuego donde ya están, recobrarán sus cuerpos que tendrán las marcas y evidencias de sus contaminaciones, y se presentarán para ser sometidos a juicio. Una vez condenados regresarán al fuego eterno desde donde salieron para el proceso sin fin (Mt.25:41). Los que vivimos después de Cristo, en la era del evangelio, tenemos más oportunidades de salvación, más conocimientos para ser salvos, predicadores más dignos que los que los otros han tenido, las evidencias sobre la verdad son muchas. La ofensa de rechazar el evangelio es mucho mayor que una ignorante sodomía. La condena de remordimientos será relativa, dependiendo del grado de conocimientos y oportunidades que alguien tuvo. El pecado de un sodomita, que ha sido bautizado en una iglesia, es mucho mayor que el de otro que sólo escuchó el mensaje de Lot. Los vicios de los hombres serán juzgados de acuerdo con el conocimiento moral que sobre ellos hayan adquirido. Culpas y vergüenzas perpetuas. Peor eso que evaporarse en la nada. El infierno es tan espantoso que a mente lo reprueba. Ojalá no quedara de los rechazados, recuerdos, olor ni humo.

 

Mt. 10:16-25

16He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 17Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; 18y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. 19Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 20Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. 21El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. 22Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 23Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre. 24El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 25Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebub, ¿cuánto más a los de su casa?”. 

Esto es un estado social de Israel aún pendiente, aunque exactamente ocurrió unos años después de irse a la gloria Jesús, y los ejecutores del descalabro social fueron los romanos bajo el mando del general Tito.

Mt. 10:16,17

Jesús diría, “yo sé bien que la misión que les doy es muy peligrosa, tomen las precauciones necesarias para evitar complicaciones y correr riesgos inútiles. Sepan como yo, lo que hay en el corazón de los hombres y no confíen en ellos” (Jn. 2:24). La palabra manso, aunque cuadra bien en el contexto de violencia, traducir inocente, sencillo, es mejor. La palabra original significa “sin mezcla”. No procuren engañar a los lobos sino no darles ocasión para que os coman.

 

Se pierde el horror a la muerte en instantes de gloria

Mt. 10:19,20

19Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 20Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”. 

¿No has leído que los cristianos hacían sus defensas con sermones evangelizadores? No deseaban tanto salir absueltos como testificar la verdad (Mt. 26:24-29; 1 Pe. 3:15). Esto no es una promesa para que los predicadores no piensen y estudien bien sus sermones antes de expresarlos en la iglesia. No me gusta el pan ligero sino el sustancioso de Aser (Ge. 49:20). Te doy una porción histórica sobre el primer mártir cristiano, no un obispo sino un diácono de la iglesia de Jerusalén, para que admirado te quites el sombrero o digas con admiración y asombro como los norteamericanos ¡wow! (guau), no fue una defensa sino el minuto final de una predicación “8Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. 9Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. 10Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. 11Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. 12Y soliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio. 13Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; 14pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbresque nos dio Moisés. 15Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel” (Hch. 6:8-15), cuando finalizaba su última predicación, instantes de ser recogido arriba, entrando al cielo, en contacto pleno con Dios, semejante a Moisés cuando bajaba con las tablas de la ley en sus manos “27Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. 28Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. 29Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. 30Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él. 31Entonces Moisés los llamó; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló. 32Después se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que Jehová le había dicho en el monte Sinaí. 33Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. 34Cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado. 35Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios” (Ex. 34:27-35). En momentos de máxima comunión con Dios, en minutos de gloria se va el horror a la muerte porque la esperanza futura cobra fuerza en esos minutos y se está seguro que no es un final cumbre sino un hasta luego o quizás un temporal adiós (Flp. 1:21-26).

Mt. 10:21,22

21El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. 22Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Oh, Señor, bendice tu iglesia en aquella parte del mundo donde aún esa situación existe. Es lo que os he enseñado sobre la preparación espiritual del ministerio y sus convertidos de modo que resistan todos los cambios sociales, los graduales y los drásticos.

 

Resucita, Señor Jesús, tu iglesia muerta

Mt.10:23

“Que no acabéis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre”.

En esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre. Basadas en las mismas palabras de inminencia de Jesús todos los ministros e iglesias esperaban su retorno en su generación, y vino, en aquellas generaciones con juicio. Uno tiende a pensar que estas palabras tienen su origen en la sección sermonaria de la iglesia y no en los labios de Jesús y que, aunque fuera aprendida por muchos, al paso del tiempo, se tuvieron como dichas por Jesús. Por la antigüedad de estas, son de la iglesia; siempre fueron de ella, sin embargo, contienen el Espíritu del futurismo inminente de Jesús. La iglesia cuando escribió el evangelio estaba consciente que Jesús ignoraba el día de su retorno (Mr.13:32-34) y en Hch.1:6-8 Jesús declinó dar una fecha, ni siquiera aproximada. Lo más que hizo fue inculcarles la proximidad del reino. Los evangelios no recogen en perfecto orden todo lo que Jesús dijo, aunque Lucas lo intentó. Se demoraron mucho para copiarlo, tuvieron que extraer de las predicaciones de la iglesia (como Juan Marcos) y a menudo las sacaron juntas con las del predicador (profetas) como en el evangelio de Juan. La iglesia fue edificada sobre lo que enseñaban los apóstoles y profetas (Efe. 2:20). Hay palabras que no son fáciles de entender y que pueden ser torcidas para nuestra propia perdición, como otras Escrituras (2 Pe. 3:16), a menos que uno entienda el propósito con que fueron dichas. Cuando un indocto o un carnal lee esta porción, su primer pensamiento es que el pronóstico está equivocado o que hubo engaño deliberado. Los discípulos recorrieron todas las ciudades de Israel huyendo, todos sus rincones escondiéndose y hasta “por las cuevas y las cavernas de la tierra” (He. 11:38). Aquí los burladores se ríen diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? (2 Pe. 3:4,4). No tienen razón. Jesús vino con la destrucción de Jerusalén y del templo, viene cada vez que se cumple su profecía como en la transfiguración, que vino en las nubes del cielo (Mt.16:28; Mr.9:1-8). De ese modo son las profecías de todos los profetas, incluyendo al Señor. Así mantiene encendida en nuestro pecho la llama de la esperanza. Ven Señor Jesús, en avivamiento sobre tu iglesia muerta, pero ven. Amén. Tuve en mente copiarte todo el capítulo 13 de Marcos. Regálatelo como lectura extra. 

 

El valor del oro de la gracia sube en el actual mercado religioso

Mt. 10:26-31

26Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 27Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.  29¿No se venden dos pajarillos por un  cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.30Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos”. 

El alma no la pueden matar, sale del cuerpo y va Dios porque es soplo suyo. Quienes la matan son los delitos y pecados. La destrucción de ella la ocasiona el pecado, tanto como al cuerpo que fue hecho para el Señor. Si se convierte en guaridas de los demonios, a menos que Jesús los eche fuera, van a parar a la incineración perpetua en el valle de los hijos de Hinom (2 Cr. 33:6).

El fondo de eso es la costumbre judía que los maestros que sabían el hebreo le hablaran al oído de un intérprete que traducía a los oyentes. Quiero explicar estas palabras tomadas en conjunto y seccionarlas en retazos. Hablan del testimonio cristiano cuando la rigidez social asusta y los timoratos tienden a tragarse todo lo que hayan aprendido. No verán el testimonio desplomarse definitivamente porque para eso tendrán que inventar mentiras, y ellos refutar acusaciones no demostrables. Los discípulos hicieron eso, no se dejaron amordazar y en vez de hablar como abogados por sí mismos el Espíritu les daría palabras para que la defensa fuera buenos sermones. No refutaban tanto las acusaciones como declaraban las verdades del evangelio. La pureza de ellos y lo que hubieran aprendido se desprendería y lo oirían los abusadores. Las palabras de vv.29-31 son para comérselas vivas y que ningún cristiano piense que sus circunstancias son pasadas por alto porque Dios que siempre conoce el papel que estamos jugando y da fuerzas para pasarlo sin sentirnos abandonados. Ilustra con el cabello y su cantidad, y un par de aves que cuestan unos centavos. El valor que Dios no da, en cualquier circunstancia, nos sirve contra la depresión. Lo que valemos podemos medirlo por el costo de la muerte de Jesucristo. No necesito que otro me diga lo que valgo, que me pese en su balanza y me halle falto, que la cruz de Jesús me dice que vslgo mucho y las doctrinas de mi salvación son manjares inigualables, sin posibilidad que los años me desvaloren, aunque tenga menos pelos y muchísimas arrugas. Mi valor ha subido porque sé lo que soy, en lo que me ha convertido la gracia que encontré o mejor dicho como dijo Agustín de Hipona, me encontraste. No cambio una onza de la gracia de Dios por todo el oro de la tierra de Havila, que es bueno (Ge. 11:12). El valor del oro de la gracia tiene cotidianas alzas según escasea en el mercado religioso.

 

Mt. 10:27,28

27Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.

No permitáis que nadie os ponga un bozal en vuestra boca. Por eso os digo que ser predicador del evangelio cuesta caro. No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído, por experiencia y por la altísima voz de las inmortales Escrituras. No me pidan que me calle porque reventaría. No es solo mi deber hablar del evangelio sino la necesidad que tengo, porque es sublime.

Esto no debe ser perpetua aniquilación. Será como una destrucción que no se acaba, un cero inmortal, una nada perenne, un eterno recuerdo que no existe y sin embargo existe. Es más, un estado que un lugar, una existente nada. ¡Oh los recuerdos constantes en una historia que en la memoria se lee sin fin de veces! Vamos a la otra parte del versículo. Suprimir los deseos de venganza para que sean satisfechos en el otro mundo. 

 

Los caprichosos Testigos de Jehová y el Valle de Hinom

Mt. 10:28

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.

La palabra alma, como algunos prefieren, no se puede traducir vida que es uno de sus significados, porque no tendría sentido decirles que “la vida no pueden matarla”; tiene que referirse a algo que no es la historia, ni la esperanza, ni la fe, sino espiritual que se halla fuera del alcance de las manos de ellos. En cuanto a que Dios sí puede destruir el alma de eso no hay duda; si él es el Creador del espíritu humano, lo puede deshacer cuando lo desee.

El espíritu no es inmortal en lo que a Dios se refiere, es inmortal en relación con la muerte, pues ella no lo toca, sino que cuando el cuerpo deja de funcionar ella se libera y vuelve a Dios que lo dio, su soplo. A las almas impías Dios las envía al infierno donde son destruidas junto con el cuerpo, sin aniquilación; eso quiere decir que la destrucción del alma no tiene que ver con la muerte del cuerpo y ha de ocurrir cuando lo ocupe de nuevo, o sea después de la resurrección. Mientras tanto ¿dónde se halla? En “prisiones de oscuridad hasta el juicio del gran día” (2 Pe. 2:4). ¿No lees?, es un calabozo para reos que no excluyen las culpas.

La palabra infierno originalmente es “gehenna” o Valle de Hinom, un lugar sucio donde se tiraban y quemaban los desperdicios de Jerusalén y se sacrificaban niños al dios Moloc. No tiene sentido que Dios haga resucitar a la humanidad impía y la eche toda en ese pequeño valle de Israel para que perpetuamente se estén quemando, llorando y crujiendo los dientes. Ese es un lugar que sirve de símbolo al infierno, donde los demonios y los impíos son echados y son perpetuamente destruidos, que no necesariamente es una aniquilación perpetua, una extinción total, sino un castigo o una prisión eterna de donde la conciencia jamás es liberada y no siente a Dios, a no ser su juicio. Todo lo contrario, es lo que creen los caprichosos Testigos de Jehová.

 

Dígale a Dios te quiero Señor, en los idiomas que conozca

Mt. 10:28-31

28Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 29¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.30Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos”.

Un cuarto es la cuarta parte de una moneda de poco valor, como pudiéramos decir que vale menos que un centavo. Hoy depende donde se compren porque su estima es mayor. Y en la gracia de Dios un pecador vale mucho, muchísimo. Éstas son palabras muy bonitas, como se dice hoy para subirle a uno la autoestima, aunque de modo distinto a como lo logran los psicólogos, son un encanto “pues vosotros valéis mucho”. Por la gracia de Dios no somos cualquier cosa, ni basura, basura es lo que dejamos para tener a Jesucristo, como escribió el apóstol Pablo (Flp. 3:8).

Cambio mi rumbo, sé que fue dicho con la intención de desarrollar confianza en la providencia, como si les dijera que como Dios llena los picos de las aves llenará las bocas nuestras. Pero me meto un poquito más dentro de ellas. El descubrir que para Dios valemos mucho, precisamente porque Jesús no murió para salvar de pecado a las aves sino a nosotros, para arreglar nuestras vidas, no los instintos de esas avecillas. Y voy más atrás, me introduzco dentro de la ternura divina, en el nido que hizo para nosotros en su corazón porque somos “muy amados” (1 Te. 1:4), especialmente cuando consideramos nuestra elección, que somos los preferidos de Dios, conocidos muchos años ha, milenios de milenios. Seguimos un camino que otros no han tomado. No lo han visto, ni han llegado a la puerta estrecha. Tenemos la compañía divina que otros no han tenido, ángeles que guardan nuestros pies, y no guardan los pies de otros. Salvados de no haber cometido pecados que otros han cometido. Quizás hemos negado al Señor dos veces, no tres, antes de que cante el gallo. Tal vez por eso le amamos más que otros y pastoreamos sus corderos (Jn. 21:15). Nuestra carne se ha manchado menos que la de otros. Y para desbordar el amor suyo por nosotros, también lo ha tenido con nuestros descendientes. Los vemos cultos, erguidos, victoriosos y haciendo lo mismo con sus hijos como nosotros hicimos con ellos: Universidad e iglesia cristiana. Y todavía, es más, no hemos perdido el primer amor, sino que se ha vuelto más lindo, más tierno, más encantador. Pasamos de haber admirado a Dios para quererle mucho, y decírselo en forma bilingüe, en inglés y en español, “I love you”, el conoce todos los idiomas, los vivos y muertos (Hch. 2:1-13), porque él nos amó primero, y eso nos crea una autoestima equilibrada, medida por la fe (Ro. 12:3) moderada y sobria.

 

Mt. 10:32,33

32A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos”.

Aquí tienes un ejemplo lindo para hacerte subir la estima, porque Dios que no tira piropos ni adula, te considera superior en valor a lo que era de lo más barato en la creación, un par de pajaritos. Pero ¿qué relación podría tener el v.31 con los otros dos? Parece estar fuera de lugar, pero no sino para que no nos sintamos abandonados cuando la iglesia sufre oposición social y el disimulo, la contemporización o la cobardía se consideran traición, y por supuesto eterna reprobación. Y si el único abogado calificado para defendernos, Jesús (1 Jn. 2:1,2) acepta que tiene lugar la apostasía, el caso queda cerrado y las rejas eternas será la sentencia (1 Jn. 2:1).

 

No somos moneditas de oro

Mt. 10:34-39

34No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;36y los enemigos del hombre serán los de su casa.37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará”.

Estas palabras tienen no una casual realidad, la reacción negativa de los familiares que miran con malos ojos que se produzca una deserción de sus hábitos y costumbres, a veces de por generaciones. Se sienten como ofendidos, traicionados, que un allegado rompa la cadena sucesiva de pecaminosidad e ingratitud hacia el Divino Ser. Darle la espalda a la sociedad y al consentimiento público, porque se iguala a una puñalada por la espalda o en la quinta costilla. Se conformarían con un maquillaje aparente, pero no con una profesión firme que rete al diablo, la carne y el mundo, la satánica trinidad. Una crucecita guindando sobre un pecho peludo no significa devoción sino descaro y burla religiosa. Las cruces no son para adornitos o para identificar una tumba sino para morir sobre ellas. Hay otro evangelio que da su aporte a lo mismo, Lucas “49Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? 50De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! 51¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.  Pensáis ¿que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. 52Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. 53Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra” (Lc. 12:49-53).

Esto no es una situación social permanente sino en días de persecuciones cuando las religiones mayoritarias y el estado impío persiguen a los cristianos. Con todo, el cristiano no en todo tiempo y en todas partes cae como una moneda de oro. La paz que trajo el cristianismo fue de otro tipo, en relación con Dios y la conciencia, pero a su vez indirectamente, por causa del pecado humano, enfrentó a los convertidos con los que hasta ese momento tenían paz y de ese modo uno quedó de un lado y otro del otro, enfrentados, fracturando así por la ideología, la familia y la sociedad. El pecado y las oposiciones demoníacas son los responsables y no el evangelio. Ya lo sabemos, no somos moneditas de oro y no le caeremos bien a todos. Entonces, ni modo.

Mt. 10:37

“El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí”. Cuidado con estas palabras no se tomen como excusa para no atender a la familia y que te vuelvan un fariseo hipócrita. Se trata de tomar una decisión por Cristo cuando la familia exige que se renuncie al cristianismo (8:21,22; 1 Ti. 5:8).

 

Retazos de Recuerdos

 

Mt. 10:40-42

40El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 42Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”.

Todas estas cosas fueron recogidas por Mateo según venían a su memoria al haberlas escuchado de labios de Jesús, y parecen retazos de sus propios recuerdos, archivadas en su biografía. Quien se atreva a ayudar a la iglesia en esos tiempos, será recompensado. En esta porción hallamos que nuestro Señor Jesús presenta a los discípulos el panorama que ha de crear la profesión cristiana de ellos dentro de la familia, en la vecindad, en la ciudad, dondequiera que sea expresada. Cuando se posee una fe verdadera es imposible ocultarla. Jesús afirma que trabajos, discriminación, persecución, les vendrían, pero, no obstante, por todos lados manos amigas se extenderían para ayudarlos; y, es más, exhorta a los mismos discípulos que se ayuden los unos a los otros y que tal alivio que traigan, aunque fuera sólo por ofrecer un vaso de agua fría, sería del agrado de Dios y que para mostrar su aprobación a quienquiera que use esa hospitalidad le daría una bendición (v.42). Todo parece, como dije, ser retazos de sus recuerdos.     

 

Mt. 11:1-6

1Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. 2Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, 3para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 4Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 5Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 6y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí”.

Mt. 11:1

“Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos”. Las dos cosas como parte de un todo, predicar y enseñar. La predicación expositiva recoge ambas cosas. Es la única que no aburre por su variedad. La temática permite escoger un pasaje bíblico riquísimo, y decir lo que dé la gana, excúsame la grosería. Ayer el pastor que oí escogió un texto sobre el amor fraternal y ni siquiera lo torturó para que hablase, lo ignoró con otros versículos que también fueron mudos, para él decir sus puntitos del manuscrito. Se salvó porque no tuve a mano la honda de David y una piedra lisa del arroyo (1 Sa. 17:49).

 

La fortuna del mundo vino de Israel

Mt. 11:2,3

2Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, 3para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?”. 

Tal vez no sería justo que a la pregunta se le tuviera alguna vacilación del testimonio que anteriormente había dado de Jesús, sino que quería una confirmación extra de su predicación y el Señor se la dio a los discípulos, para cuando Juan hubiera pasado, ellos no hallaran contradicción entre lo que dijo su maestro y su final guillotinado.

Los judíos no quisieron a Jesús como su mesías y nos lo dejaron a nosotros, querían un político, un héroe social, y se han quedado con las ganas o lo han sustituido por otros que les convenga a ellos como estado político. Por lo general leen principalmente la Torá (el Pentateuco, es decir Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio).

En ese caso no tiene trascendencia mundial ni sirve para lo que ocurrió con el que ellos mataron, que con su muerte y resurrección resolviera la tragedia de morir, sacando la muerte de su tumba. Es que ellos no han entendido sus Escrituras, secas y anacrónicas sin él. Lo que llamamos Antiguo Testamento no sería de uso universal, a duras penas para ellos. Israel no tiene importancia sin Jesús de Nazareth. Ni su sionismo político. Convertirse a ellos, adquirir su clase de ciudadanía no amerita que cada cual deje la suya y no ser cristiano, y prefiera la israelí, no libertada de sus pecados. En general saben hacer dinero haciendo inversiones y de otras maneras, y el dinero da poder, que llega hasta los mismos labios de Google. Comercian con la fe de los cristianos y exponen a la vista de ellos los lugares significativos del Nuevo Testamento y reciben dinero en vivo de esos lugares hasta de las famosas aguas muertas que estancadas, con altísimo grado de alcalinidad, el Mar Muerto, cerca del cual se hallaban las célebres Sodoma y Gomorra. Si tiene con qué puede caminar por donde anduvo Jesús, pero no tiene que sacar del bolsillo un centavo para seguir su ejemplo y aceptarlo como el Mesías que crucificaron y eso “sin dinero y sin precio” (Is. 55:1) para que con su pobreza seas enriquecido (2 Co. 8:9) porque la fortuna del mundo vino de Israel (Jn. 4:22).

 

Mt. 11:2-6

2Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, les envió a dos de sus discípulos, 3para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 4Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 5Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;6y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí”. 

 

Son palabras fantásticas. Sin Cristo la existencia humana se queda sin trascendencia, los propósitos humanos serían ilusiones limitadas que darían al traste con las vicisitudes, enfermedades, el envejecimiento y la muerte. El humanismo sin Cristo recibe aplausos como noble filosofía, pero no alcanza el clímax de una mejor razón para vivir. ¿Eres tú el que había de venir o esperamos a otro? La pregunta es tan inocente que tiene que ser tomada no por sí mismo sino por causa de otros, dirigida a confirmar el testimonio de Jesús y a relacionar sus discípulos con el Señor. Presiente su muerte y busca para los suyos un sustituto mejor: Jesús. ¿No te gusta más esa explicación que suponer que aquel que fue más grande que todos los nacidos de mujer, haya estado dudando a última hora? (11:11). Escoge para ti la explicación. Para mí sigue siendo un bravo. Un superhéroe que lidió con la muerte y la mató. Y Jesús a quien él bautizó y que vio sobre su cabeza el Espíritu Santo, no tiene competidor que valga la pena. Las sociedades, lo ha mirado de reojos. Bienaventurado, dijo, a quien él no le sirve de tropiezo y yo soy uno de ellos. Bienaventurado en griego se deriva de la expresión makarioi que se puede traducir como felicidad o dicha. Digo con gusto esto:  yo era ciego, cojo, leproso, sordo y muerto. Una miseria subhumana. Ahora tengo vista para ver lo invisible, a Dios en todas partes y en las vidas que tropiezan con él, no renqueo, mi pecaminosa lepra se fue y recordarla me da horror y asco, sordo me tenían las supersticiones católicas y pudriéndome en pecados como un muerto. Es que los médicos de esos claustros estaban más enfermos que yo. Y esa bienaventuranza de no hallar en él tropiezo me la aplico porque soy uno de los entusiastas que gritan “9Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt. 21:9); “9Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” (Mr. 11:9) y otro recuerda que “13tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!” (Jn. 12:3). Y yo las repito veintitrés siglos después con bienaventurado encanto. ¡Envídienme judíos! No tiene la raza humana a nadie que le quite la maldición de la muerte, la suprema frustración adámica porque el padre de la humanidad fue creado para ser inmortal si decidía perpetuarse por la fe y no estirar la mano donde no debía y por incitación de un ángel opaco.

 

Cuando me explican las doctrinas de mi salvación me siento excepcional

Mt. 11:5,6

Díganle a Juan esto:

“Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio” (Lc. 4:18). No les dijo: “Díganle a Juan que sí”, sino que los remitió a la Escritura para que leyeran lo que ella hablaba de él (Is. 35:6). Cuéntenle lo que he dicho y hecho. Si estas palabras las lees espiritualmente tendrás un texto maravilloso para describir la gracia de Dios de cada discípulo en su alma y en su piel. El maligno gusano que comía sus carnes ha sido sacado de ella y hecha nueva, sin sensualidades ni impulsos genéticos para acá y para allá en desorden como la tierra en cao de su principio antes que comenzara Dios a poner cada cosa en su lugar con sus límites y sus funciones. La indiferencia acústica solucionada y de pronto se apaga el encanto de las malignas sirenas y retiñen los sonidos celestiales y camina mejor mirando hacia arriba, cosa que un profeta dijo que era extraña, una insólita tarea (Is. 28:21, BTX). Juan les afirmó a los discípulos que Jesús era el Mesías y no un impostor. Disfruta las doctrinas de tu salvación por la gracia, por elección y estas dos bellísimas gemelas, la predestinación y la providencia, ¡la profundidad y sabiduría de Dios! “30Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 31así también éstos ahora han sido desobedientes, para que, por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. 32Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. 33¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Ro. 11:30-36). Si lo leíste sin botas puestas seguro que te chupaste los dedos. Cuando yo pienso en cada una me siento excepcional. 

 

Mt. 11:7-19

7Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están. 9Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 10Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. 11De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. 13Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. 15El que tiene oídos para oír, oiga. 16Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, 17diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. 18Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. 19Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos”.

 

Dos relatos que harían sonreír a una estatua

 

La importancia de Juan el bautista no estriba en que nació de un par de viejos que no habían tenido hijos, Zacarías y Elizabet sino porque su vida está entrelazada con la de Jesús. Son tan bonitos los relatos que te los doy como regalo, “5Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. 6Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. 7Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. 8Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, 9conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.11Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 13Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 17E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 18Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 19Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. 21Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. El les hablaba por señas, y permaneció mudo.23Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa. 24Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 25Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres” (Lc. 1:5-25) “26Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.29Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37porque nada hay imposible para Dios. 38Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lc. 1:26-38). Estos relatos harían sonreír hasta una estatua.

 

Sigamos masticando y rumiando el texto de Mateo.

Como uno recuerda con gratitud al ministro que lo bautizó y cualquier palabra de descrédito hacia el mismo se está presto a combatirla. Esa experiencia en su bautismo, para Jesús sería inolvidable (si quieres léela en Mr. 1:1-11). El área donde se hallaba Juan, aunque se dice desierta, era algunas veces invadida por las aguas del Jordán arrastrando cañas y cosas. Jesús dice que no comparen a Juan con un tipo veleidoso sujeto a cambios de posiciones como una rama cuando sopla el viento, un inestable. Quizás porque Juan estando preso envía con la pregunta de si era el Mesías o había que seguir esperando por otro, como si echara por tierra sus convicciones. Jesús aporta su opinión que tal juicio es injusto y eleva el nombre de Juan por los cielos. La ropa también le fue criticada y el Señor lo defiende, que la intención de Juan fue que su vestuario anacrónico no fuera una presunción como queriendo hacerse pasar por ese antiguo profeta, Elías, sino cumplir una profecía. Si imitaba al antiguo profeta podría explicarlo con su convicción que Jesús era el divino Mesías.  Si de su vestuario se trataba y dado que las ropas de la mujer judía y de los hombres eran similares, él les dice que los que los que quieren revestirlo con elegancia pueden hallar a otros en el palacio de Herodes o en la nobleza. La súper opinión que tenía de Juan hace un contraste con los que ya, dentro de sus oyentes, se hallaban en un programa con una plataforma superior a Juan, o sea, en el evangelio de la gracia de Dios o el reino de los cielos.

 

Hay que tener coraje para ser distintos

Mt.11:12-15

12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.13Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. 15El que tiene oídos para oír, oiga”.

La violencia de la no violencia, la violencia del Espíritu Santo, la de ser distintos, la que reta ofreciendo una vida que marque historia y deje benditos recuerdos. La BTX deja afuera “para oír” porque es una añadidura. He leído algunas interpretaciones bonitas sobre el v.12, adopto un par de ellas que en figura son consecuentes, que el reino de los cielos se alcanza como por violento asalto a una ciudad amurallada con prejuicios y corrupciones sociales, y hay que derribarlas para apropiarse del botín y darles otra ciudadanía, la del “Israel de Dios” (Ef. 2:12).  Tener el coraje para ser distinto, imponer la fe, la esperanza, el amor a los vencidos. Darles la ciudadanía celestial a los publicanos, pecadores, rameras, ladrones, y eso no es tan fácil como cantar y coser, pero lo que es imposible para nosotros no lo es para Dios “9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Co. 6:9-11). Dale una tajada a cualquier metrópolis moderna y hallarás esas desviaciones morales vivitas y coleando. No es un capricho nuestra fe es nuestra convicción, si quieren pueden juzgarnos como testarudos y tercos a eso llamamos fe sólida. Lee el título de esta nota y te doy la mano.

Mt. 11:13

“Todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan”. No hay más profetas; los del Nuevo Testamento son diferentes, mayormente predicadores del evangelio; predicar la doctrina revelada a los apóstoles, por eso no hay más que el evangelio para las iglesias; no hay ningún libro del Nuevo Testamento escrito por Agabo, por aquellos profetas de Antioquía o por las hijas de Felipe, porque éste es todo lo que ellos predicaron (Lee esto (Hch. 11:28;13:1; 21:10; Ro. 10:4; Ef. 2:20).

Mt. 11:19

“Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores”. 

 

Son unos infames, pero la crítica a la asociación de Jesús con mujeres de dudosa ética, con borrachos, lujuriosos, adictos a las copas y bares, supongo que tiene sentido por el intento de Jesús para codo con codo, en las mesas y calles, influirlos y hacerlos nuevos. Aunque muchos asistían al ministerio de Juan y se bautizaban la sabiduría era justificada por sus hijos (Lc. 7:35). Los mejores manuscritos dicen “justificada por sus obras”, que tiene más sentido. Júzguenme no por mi vestuario, contemporáneo o pasado de moda, que eso me tiene sin cuidado sino por hechos que tiran por tierra murmuraciones y desnudan la pequeñez de esos diminutos jueces.

 

No saquen a Jesús de Corazín y Betsaida

Mt 11:20-24

20Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: ¡21Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo hace que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. 22Por tanto os digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. 23Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. 24Por tanto os digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”.

 

Ya hemos aprendido que las señales que acompañarán a los que creyesen en Cristo serían para que tuvieran fe en él (Mr.16:17,18, no hallado en los manuscritos mejores); para evangelizar y ganar a los pecadores, no para puro beneficio del receptor (Jn. 20:30,31). Los milagros que Cristo hizo en Corazín y Betsaida fueron destinados a que ellos se arrepintieran y esta última es la ciudad de donde eran Andrés y Pedro (Jn.1:44), haciendo que la gracia brillara. Un comentarista dice que se incluye también la pequeña ciudad de Caná donde Jesús había hecho su primer milagro. En Tiro un tiempo después aparecieron discípulos (Hch. 21:3-6) que fueron una bendición para el apóstol Pablo y sus amigos. Y si el Señor sabía que los milagros en Corazín y Betsaida eran como un desperdicio ¿por qué no los hizo en Tiro y Sidón que serían de más provecho? Trabaja inútilmente en ciudades que sabe que no habrá conversiones, pero dejó su testimonio en ellas, y quizás en tiempo futuro aquellos milagros contados a otras generaciones les harían bien. El ministerio de la evangelización es otra cosa que a veces no se entiende. Tiene que compartir una condenación grande quién tiene en poco una salvación tan grande (He. 2:3). Por lo tanto, no saquen a Jesús de Corazín y de Betsaida, aunque en otras ciudades y regiones haya más posibilidad de conversiones que en ellas. Si no los matan, no los saquen de los países árabes donde Mahoma reina.

Este texto tiene muchas cosas que se podrían comentar pero, para bendición de los obreros que tiene el Señor en ciudades y países que parece que se pierde el tiempo y el dinero tratándolos de evangelizar, voy a señalar una, la que tiene que ver con la comparación que él hizo entre Corazín y Betsaida y Tiro y Sidón, diciendo que si en las dos últimas se hubieran hecho los milagros que se hicieron en las dos primeras, los apóstoles que estuvieran allí predicando hubieran tenido un éxito formidable viendo a la gente llorar por sus pecados mientras que en estas no pasó así. Las poderosas señales de Dios no sirvieron para nada.

Y surge una pregunta que es obvia, si el Señor sabía que su ministerio y el de sus discípulos hubieran tenido más éxito en Tiro y Sidón, como ocurrió (Hch. 21:3-6), ¿por qué perdía el tiempo entre aquellos otros empedernidos? ¿No era más “inteligente” sacudir el polvo de los pies y marcharse a otro sitio? El Señor no lo hizo porque, aunque es el Salvador “mayormente de los que creen” (1 Ti. 4:10), también se ofrece como el Salvador a todos los hombres. Amaba a Corazín y Betsaida como amaba a Jerusalén y lloró sobre ella no porque él no tuviera éxito sino porque sabía el juicio que vendría sobre ella.

El Señor mostró una actitud de constancia y esperanza a sus discípulos para que trabajaran no sólo en lugares fáciles sino en los difíciles donde las puertas están totalmente cerradas a la salvación, no poniéndose metas demasiado altas que nunca se podrían alcanzar sino otras más humildes, en la consideración que el valor espiritual de unos pocos es superior a todo el oro del universo y el futuro es de Dios como lo demostró la ruptura de la “cortina de hierro” y “la hoz y el martillo”. De Betsaida salieron los apóstoles Andrés y Pedro y sus familias (Jn.1:44), y por esos pocos se quedó haciéndoles bienes a todos. Aunque en apariencia la proporción de fruto recogido no justificara la gracia, el tiempo y el dinero invertido, por esos poquísimos continuó entre ellos esperando la conversión del último de sus elegidos. Si te han formado con prejuicios contra esa palabra sabrás que fue usada por el apóstol Pablo y es hallada en los labios de Jesús (Jn. 10:26; 1 Ti. 4:10).

El valor de unas cuantas almas amerita lo que se gaste para salvarlas. Si seguimos la regla del menor esfuerzo y llevamos el evangelio sólo a las ciudades y países que lo reciben prontamente, entonces podemos dejar a un lado el Medio y Lejano Oriente y todos los países árabes de África donde los cristianos son perseguidos, encarcelados y muertos por los musulmanes. Occidente no es sólo nuestro campo misionero sino el mundo. “Por tanto, os digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”. Aquellas dos ciudades tuvieron más privilegios que las otras dos consumidas por el fuego; más culpa tuvieron. Vale la pena continuar enviando dinero a esos lugares y sosteniendo doctores misioneros, enfermeras misioneras, y haciendo milagros con los dólares que se les envían, aunque pudiera parecer por los informes que llegan, que jamás se vayan arrepentir y que insistir no es inteligente  ni una buena política económica y perder el dinero, además que el castigo por rechazar el evangelio, discriminar y perseguir a los cristianos, justifique sacar los misioneros de allí, quitarles toda la ayuda y abandonarlos. Pero así no pensaba Jesús con sus escasos recursos económicos mientras paseaba su mirada por Betsaida, Tiro y Sidón. Las sociedades no reciben con los brazos abiertos la predicación de arrepentimiento. Quizás otras sí, si son predicaciones inocuas, me explico, sin ética y doctrinas.

 

Si quieres preservar de la muerte a tu país

Mt. 11:23

“Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo”. Oh, Señor hemos sido levantados hasta el cielo con tus muchos privilegios, caminamos de espaldas a la ciudad de destrucción, como escribió Bunyan, hemos salido del mundo, del fango; hemos sido puestos en los lugares celestiales con Cristo (Ef.1:20;2:5,6); sé que en el texto no se habla de la obra de gracia en el corazón, pero las palabras son adecuadas. Las civilizaciones han pasado porque no se han arrepentido de sus pecados. Las culturas han desaparecido y continuarán desapareciendo porque nada que no sea conforme a la palabra de Dios es perdurable, nada bajo el cielo y en la tierra. Podrá permanecer, si es con piedad. No sabemos hasta cuándo permanecerán estas sociedades muertas, pero al final sólo quedará el reino de Cristo con su cultura y los santos con Dios en el centro. Si quieres preservar de la muerte a tu país, trabaja por una moral cristiana, por la evangelización y la conversión a Cristo de la sociedad. Otra traducción podría ser interrogativa, ¿y tú Capernaum, acaso serás elevada hasta los cielos? ¿Y tú Estados Unidos, Europa, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Uruguay, Venezuela… ¿podrán ser elevadas hasta el cielo y no abatidas hasta las profundidades del infierno? (Lc.10:15). Dios lo sabe, y nosotros a edificar con oro, plata y piedras preciosas, con mucha Biblia y orar. Dice Pablo que cada cual recibirá su paga según la clase de trabajo que haga (1 Co. 3:8). 

 

Si me repites lo mismo sin un enfoque distinto, cuéntame los bostezos

Mt. 11:25-30

25En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26Sí, Padre, porque así te agradó. 27Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

 

Jesús también hubiera alabado a Dios si el evangelio hacía prosélitos entre los de la cumbre intelectual, pero ellos adictos a la cultura clásica desdeñan los conocimientos de fe como los niños que reciben como ciertas las fábulas y los cuentos infantiles. Los viven y saborean con emoción. Si en la Biblia hayas cosas fabulosas acerca de serpientes astutas, asnas con sentido común, créelas que el reino de los cielos es un mundo fantástico y lo disfrutan los niños en Cristo. Lo sé, sin la intervención de tu Espíritu, cuando tu Palabra llega a mis ojos y oídos, sola, sin revelación, no puedo aprenderla, creerla ni edificar mi salvación como debiera (Jn. 16:13-15). ¿Sabes que si conoces a tu Salvador es porque a Dios agradó revelártelo? (Ga.1:15,16). Creer en Cristo es una operación milagrosa de su Santo Espíritu. Podemos pasar años estudiando la Palabra sin lograr creerla completamente. Dios no ha dejado la Biblia sola, la acompaña en cada renglón. Sazona tu lectura con oración. Acaricia con tus ojos cada palabra. Exprímela y suspira. No tengas una meta para cada día, mes o año. No galopes tratando de leer la Biblia en un año. Si puedes compra un par de versiones. Compáralas. ¿Te pido mucho? Lee la mitad de un capítulo. Despacio. Escoge una hora cuando no te interrumpan y no estés cansado. No vueles, tú no tienes alas, los pasos de Dios son cortos, humanos (Ge. 5:23,24; 6:9. Enoc y Noé).

Ninguno puede conocer tampoco al Padre si el Hijo no lo quiere revelar, porque el Padre se halla en él (Jn.14:10,11). Tienes la santa Trinidad en tu fe, en tu lamento por los pecados y errores que cometiste, por eso has sido bautizado sin omitir ninguno de los Santos Nombres ¡que glorioso día ese cuando en agua los invocaron! Lloré de emoción (Mt. 28:19,20), los cielos fueron abiertos y nunca se han cerrado. Lee estas palabras como si las acariciaras con los ojos, relámete de gusto, las escribió el apóstol Pedro “1Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: 2Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. 3Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 5vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 12Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente” (2 Pe. 1:1-12). No me aburriré oír sobre lo mismo si no me lo dices igual. Por favor se variado, estudia la Escritura, si me repites lo mismo sin un enfoque distinto, cuéntame los bostezos. Usa la predicación expositiva. Si eres fiel oyente busca uno que lo haga que esté interesado en lo que el escritor bíblico quiso decir y no para contender sobre opiniones (Ro.14:1).

 

Como quiero que rumies, devuelve de tu mente lo escrito, o lo hago por ti.

 

No debieran publicarse Biblias con las palabras de Jesús en rojo

Mt. 11:25-30

25En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26Sí, Padre, porque así te agradó. 27Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. 

Estas palabras: “nadie conoce al Hijo sino el Padre ni al Padre conoce alguno sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiere revelar” suenan como un comentario de la iglesia o de Mateo. Si así fuera ¿hay daño porque diga que el Señor las dijo? Esas son palabras del Señor, las hubiera dicho literalmente o no, son una contundente verdad comunicada por el Espíritu Santo. No se debe olvidar que los evangelistas hicieron teología y que los evangelios no contienen sólo las palabras de Jesús sino la cristología de ellos. Y es lo mismo lo que salió de la boca de Jesús o la exégesis hecha en el Espíritu Santo. No hay distinción y no debiera haber Biblias con letras rojas para exaltar lo que Jesús dijo y en el común color negro las que escribieron los evangelistas. Es una idea comercial, una mala idea. Esas palabras: “a quien el Hijo lo quiera revelar” son de Jesús y posiblemente más auténticas, dentro del ministerio del Espíritu Santo que en el ministerio terrenal del Señor. Y hace emerger la soberanía divina en la salvación. Que es la teología apostólica.

Pero son una verdad indisputable, nadie conoce completamente al Padre sino el Hijo ni nadie conoce completamente al Hijo sino el Padre. Tenemos que confiar que las palabras de los evangelistas son sanas y consecuentes, la viva experiencia de ellos, con las palabras que Jesús dijo. El Espíritu Santo quiso que tuviéramos los evangelios así conformados, no sólo con las palabras de nuestro Señor sino también con su aplicación, como la usaron nuestros hermanos, que es lo que llamamos teología. Los apóstoles y profetas no pudieron haberse equivocado porque el fundamento de sus escritos tiene como piedra del ángulo a Jesucristo mismo (1 Co. 3:10,11). Sobre el Nuevo Testamento entero se edifica la iglesia.

Todas ellas tratan del conocimiento de Dios y de Jesús. Nota en el v.25 que dice que fueron escritas mucho tiempo después, “en aquel tiempo”. Y concuerdan perfectamente con lo que bajo el ministerio del Espíritu la iglesia está experimentando: Dios se ha revelado a los niños, ha guardado sus secretos de los más cultos e inteligentes, la gente sencilla y lo común del pueblo está aceptando a Jesús y los intelectuales en su mayoría no. No hay muchos sabios y entendidos entre ellos como pasó en Corinto (1 Co. 1:19). En fin, el título obedece al hecho de que no debe existir diferencia entre lo que Jesús dijo y lo que dijo el Espíritu Santo.

Mt. 11:28-30

“Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”; “trabajados y cargados, yugo” revelan un contexto judío, el agobio causado por el cumplimiento de la ley con sus puntos y comas o jotas y tildes. También la facilidad en el Espíritu para vivir la ley como la vivió él, quitándole todo aquello que los intérpretes de ella le añadieron o le quitaron. Nos enseñó a tomar el Antiguo Pacto en las manos como en la suyas donde reciben aplicación y cumplimiento.                     

Mt. 12:1-8

1En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. 2Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. 3Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre?; ¿4cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? 5O no habéis leído en la ley, ¿cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? 6Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 7Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; 8porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”.

No era una violación del día de reposo. Queda en suspenso por qué tenían que pasar por dentro de un sembrado ajeno. Los guardas de la ley alzaron la hoz de la crítica. Tampoco fue que Jesús buscara meter los celosos maestros en camisa de once varas. Las espigas que estaban frotando y comiendo era cebada. Eso era legal. Lo que no era permitido y se tenía como robo era hacer un mazo y llevárselo. El relato está tejido con una aguja fina desde las Escrituras. El v.6 puede que lo haya dicho Jesús con toda razón refiriéndose a su cuerpo sin vida tres días y al templo judío con derrumbe perpetuo. El suyo duraría sólo horas. Si se saca ese versículo, el argumento del Señor sería más coherente. Si embargo, siendo honrado con la interpretación, Jesús dijo algo (así lo traduce LBLA, BTX y ESV) mayor que el templo no uno mayor que el templo, y se refería a “mi mensaje, mi evangelio, mi gracia”. ¿Te das cuenta lo importante que es la consulta de varias versiones de la Biblia? Si hay diferencia hay que averiguar por qué. 

En tiempo de David lo que estaba edificado era el tabernáculo. Allí estaba el arca del pacto y trabajaban los sacerdotes levíticos los sábados. Estos criticones estaban a la caza de cualquiera pequeña infracción mosaica, colar un mosquito y tragarse un camello. Por esa vía no fue la defensa que hizo Jesús sino usando otra cita bíblica para mostrar dos cosas, que ningún texto de la Biblia debe sacarse de su contexto y que tiene que verse a la luz de otros semejantes. Los discípulos siguieron espigando y comiendo y en cada boca además de la cebada aparecieron sus sonrisas.

El templo judío sufrió una destrucción perpetua. El cuerpo de Cristo fue destruido y en unas horas reedificado para perpetuidad. Cristo es mayor que el templo (Jn. 2:19-22). Algunas copias como he dicho, dicen “algo” mayor que el templo está aquí; y se me ocurre pensar que la gracia de Dios es mayor que el templo, la misericordia mucho mayor que los sacrificios, el evangelio que se predica es mayor que el sitio donde está el púlpito; las doctrinas son mayores que el lugar donde se enseñan y quien las enseña. Ellas son perpetuas. Eso es lo verdaderamente grande, la gracia, las indestructibles e inmortales doctrinas cristianas. Yo no soy perpetuo, pero ellas sí, irán conmigo en mi ataúd y me sacarán de él. Dios no olvida donde ella, conmigo, yacen.

Mt. 12:7

“Si supierais lo que significa misericordia quiero y no sacrificio no condenaríais a los inocentes”; porque restregar espigas de trigo no es una falta ceremonial tan grande como un pecado en la moral o en el carácter; y una lengua viperina, es más. Eso nadie lo discute. Seamos misericordiosos como Dios; todos pecamos muchas veces (Sgo. 3:2), y necesitamos la piedad y la oración de nuestros hermanos; la misericordia de Dios y de la iglesia. Hay hermanos que todavía sus lenguas no han aprendido lo que significa misericordia (Mt. 18:21-35).

Mt. 12:8

“El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. No lo consagres para ti porque es de él. El sábado es para hacer bien, el domingo para adorar a Dios. Jesús nunca les dijo que no se reunieran el sábado ni tampoco que lo hicieran el primer día de la semana, sino que fue colocado en ese privilegio por las circunstancias y por las apariciones de Jesús glorificado. Ni uno ni otro es asunto doctrinal, pero el primer día de la semana tiene menos sombra y más luz y vida que el último. Más de Jesús que de Moisés, más del sermón del monte que del monte Sinaí y más activa la gracia en el primero que en las piedras mosaicas. Jesús cambió el uso del sábado y lo hizo un día de servicio al prójimo. No solo para recreación. Los discípulos no dijeron ni una sola palabra, Jesús las dijo todas por ellos, y desde un principio enseñándoles a practicar un cristianismo ausente de ceremonias.

Mt. 12:9-14

9Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. 10Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 11El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? 12Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo. 13Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.14Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle”.

 “Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano”. He leído que era un tipo de albañil que reparaba paredes y techos, Lucas dice que la enferma era su derecha (Lc. 6:6), y eso significaba que el trabajo ya era imposible, y no era zurdo. Con su sanidad volvería a entrar dinero a la casa, mujer e hijos. Fue un acto de humanidad la cura de su mano. Quedó tan nueva como la otra. Los caprichosos apegados al sábado les importaba un bledo y protestaron. Jesús les dijo “vosotros sois inconsecuentes porque si fuera algún ganado no durarían en incumplir el rito sabático sin cargo de conciencia”. Para ellos era imposible escoger entre la obediencia a los mandamientos de Dios y el mostrar humanidad. Nota como Mateo dice la sinagoga de ellos, como independizándose de ese lugar y de la organización, a pesar de que está escribiendo para creyentes judíos. No de Dios ni para los cristianos (Ro. 13:10). Son palabras apropiadas y aplicables a los que tienen la mano seca para moverla hasta la billetera.

 

Inconsecuencia cuando se trata de dinero

Mt. 12:11,12 

11El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? 12Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo”.  Le apeló al sentido común, que se ha dicho que es el menos común de todos los sentidos, y se ve en la respuesta que algunas veces el interés propio supera al amor al prójimo. Ellos pensaban que no era lo mismo y que había otros días en que se podía sanar (Lc. 13:14). Es cierto, pero Jesús quería algo más que sanarle. Nota que el argumento de Cristo no es teológico, escritural, sino humano y social. Casi siempre tuvo en mente no perseguir el éxito de una discusión sino demostrar la inconsecuencia en la vida del que le contradecía. No son únicamente las ideas lo principal para cambiar (uno puede pensar bien y actuar mal), sino el torcido mecanismo que las produce dentro del corazón. Las inconsecuencias en las prácticas religiosas, las inconsecuencias espirituales que hunden al hombre en su condenación y hacen que en el juicio salga culpable, juzgado y penado por una actitud inconsecuente. Más descriptiva del carácter es la palabra hipocresía. ¿Cómo sacas de un hoyo a una oveja en sábado y protestas porque se sane a un ser humano y su familia, más valiosos, el mismo día? Es que de la sanidad de un manco ellos no sacaban ninguna utilidad mientras que de un animal sí; pues se suele ser inconsecuente cuando se trata de dinero, y visto claramente, la hipocresía o inconsecuencia tiene un sustancial elemento de interés personal. Y si se trata de arreglar las cosas dentro de un sistema religioso donde eso es lo normal, igual que a Jesús, enseguida se levantará una confabulación contra aquel que intente poner las cosas en su sitio (v.14).  Y como no quiero perder amigos por bocón, les pido que me excusen y me callo y diciéndolo de forma familiar, reconozco que this is not my business (no es asunto mío).

Mt. 12:14

“Y salidos los fariseos tuvieron consejo contra Jesús para destruirle”. Lo intentaron, lo mataron, lo “destruyeron”; pero no sus ideas. Las ideas no se matan tan fáciles como el cuerpo. Y con todo, sin quererlo contribuyeron precisamente al propósito de redención. Jesús con sus palabras y con sus hechos los estaba llamando a que hicieran reparación en su religión, la limpiaran de inconsecuencias, hipocresías; sin embargo, ellos aferrados a la letra y no al espíritu de la Palabra de Dios cometían injusticias.

 

Mt. 12:15-21

15Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,16y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen; 17para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 18He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio. 19No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. 20La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.21Y en su nombre esperarán los gentiles”.

“Les advirtió estrictamente” (BTX) y trata de recortar su fama o evitar en lo posible su crecimiento para no precipitar el futuro y el programa de Dios. Cada día, cada obra tiene que encajar en su sitio antes conocido. Ese exceso de trabajo sanitario tendría que ser un tanto relegado para sentarse y enseñar el reino de los cielos. Si saltas unas cuantas palabras lees que las naciones del mundo lo estaban esperando, que más bien sería que lo reclamaban. Jesús era demasiado para una pequeña nación como Israel que no tenía interés en compartirlo porque ni ellos mismos supieron lo que Dios les había enviado y que no resultó de sus gustos nacionalistas. Jesús bajó del cielo con un programa completo donde ni una jota o tilde sería improvisada. Entresaco algunas palabras que de gusto vas a saborearla sin empalagarte, “mi Espíritu” “mi siervo” “mi escogido” “se agrada mi alma” “a los gentiles anunciará juicio”. Eso resumido de lo mucho que habló Isaías sobre él y no te cuento el capítulo 53 porque es extenso y a mí me parece un sublime retrato literario sobre los finales de juicio y crucifixión de Jesús. Los sesudos han le han dado a Isaías el título de profeta evangélico. Dios tiene sus siervos para cada tramo de la historia que corre. 

 

Una esperanza para la vida

Mt. 12:16,17

1He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. 2No gritará, ni alzarán su voz, ni la hará oír en las calles. 3No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia.4No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley” (Is. 42:1-4).

 

Sólo los ministros de Dios a quienes se les ha pedido un trabajo super histórico encuadran dentro de esa profecía. Los dos primeros versículos, “sostendré” “escogido” “contentamiento” no fueron ilusiones que Jesús se hizo sino algo oportuno en todo su recorrido; desde que nació y quisieron eliminarlo y lo llevaron al exilio, admirado en el templo como un niño interesado en las letras sagradas, su anonimato en una carpintería, luego la oscuridad, la repentina aparición y el asombro causado (Lc. 2:25-38). Si no eres indolente léelo. Si te gusta pensar duro, quiero decir rumiar proteínas sólidas relee esto por medio de la verdad traerá justicia (Jn. 1:17), palabras que pertenecen a un hombre comprometido no con mitos y fábulas sino con lo que es cierto, práctico, una filosofía de esperanza para vivir

Mira qué cosas tan bonitas dice la profecía sobre el Señor Jesús. El profeta como con un telescopio enfocado en el porvenir le llama su siervo. Lee eso con admiración, no pienses en argollas y cadenas y la esclavitud humana sino en la divina que es un privilegio comparado con nada. Saber que Dios está contento conmigo y con mi vocación, su sonrisa de aprobación es todo lo que necesito para ser un obrero feliz, un esclavo de Cristo que piensa en su vocación como un privilegio supremo. Sigue leyendo lo que dice de Jesús, que todo lo que diga y sobre él se escriba tiene su Espíritu Santo, la Biblia, y eso de su silencio en las calles significa que no es un líder populista, y que por medio de la verdad traerá justicia social y doctrinal porque la extensión de la segunda modifica la sociedad y la cultura. En él esperarán los pueblos. Dios mismo por sus profetas promovió la espera de un Mesías fundador de un estado judío justo. Jesús nunca hizo abortar esa espera, pero la convirtió en una esperanza viva de entre los muertos, más con el problema de la vida y la muerte que con un Israel territorial. Eso está pospuesto. “Y les encargaba rigurosamente que no le descubrieran”. Ellos entendieron que tenía que ver con el cumplimiento de alguna profecía, pero si es cierto eso, Jesús también tenía la intención de no dejar crecer su popularidad, por el momento, “y en su nombre esperarán los gentiles” (Mt. 12:21). Nosotros.

Si quieres puedes hallar estos textos, son adicionales. Si no, bríncalos. 

Mt. 8:17, 13:35, 21:4; Is. 41:22,23, Is. 42:9;44:26; Lc. 21:22; 24:44; Jn. 10:35, 12:38,19:28; Hch.13:27. Mt. 12:22 

Si no les gusta el olor de Cristo en nuestra vida, que no metan en ella sus narices. Eso suena grosero, pero así lo dejo.

Mt. 12:22-30

22Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”.

Este no nació ciego ni era mudo por nacimiento porque curado comenzó a hablar, así que, en algún momento, por algo, perdió el habla, hoy dirían que sufrió un trauma del cual no pudo recuperarse ni explicarlo. En ese tren andan las cosas actuales cuando los terapeutas van al frente en sus negocios, con hipnosis o catarsis que vomitan sus frustraciones y malos ratos. En la actualidad ya los brujos casi están pasados de moda, salvo donde pululan los incultos y supersticiosos. Explicar esas enfermedades como posesión diabólica casi nadie se atreve, según crece el agnosticismo en una sociedad secularizada y la palabra pecado está proscripta. El diablo se ha modernizado y trabaja en la descomposición de la naturaleza humana, eso es todo. Satanás ha actualizado sus tropas y deja la ceguera y el mutismo para la medicina mientras él se encarga de que cuando la gente oiga el evangelio sea sorda, no tenga oídos para oír el evangelio ni lengua para confesarlo. Jesús dejó clavada en la mente de los apóstoles que la lucha contra el pecado era una lucha personal contra satanás, que el reino de Dios se establece con la expulsión de un espíritu maloliente de la vida de la gente. Beelzebú es el dios de las moscas, de los pantanos, de heces fecales. Hace, con sus invenciones de todo tipo de males (Ro. 1:30), que el mundo huela a, en latín, merdam o tufoexcremento, o la que es más infantil, caca. La sociedad moderna, lo mismo que la antigua, lo que necesita es meterla en el lavacro de la regeneración “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Ti. 3:5) y por ese Espíritu darle una buena fregada ética, de pies a cabeza para que huela con “grato olor a Cristo” y no a sepulcros blanqueados (Mt. 23:27), “15Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 16a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?” (2 Co. 2:15,16). Si no les gusta como huelen a Cristo nuestra vida, que no metan sus narices en ella o se las tapen. Excúsame el ímpetu de lo dicho.

 

No es un buen baño 

Mt. 12:25-30

25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”.

Esas palabras debieran separarse en dos partes, el cumplimiento de cierta profecía y la misión evangelizadora a los gentiles que el caso del sanado arroja esperanza en la misión; y el ciego, qué desgracia, esa combinación de males. Algunos manuscritos no contienen la palabra “ciego” pero sin embargo todas las versiones lo traducen.

Mt. 12:23

“¿no será este el hijo de David?”.

Los fariseos dieron un brinco y sin argumento soltaron sin fundamento la calumnia, “los fariseos al oírlo, decían: Éste no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios”. Empezaba la gente a sospechar que podía tratarse del Mesías prometido, y enseguida quieren quitarles las ganas y matar la investigación. ¡Qué rápido se mueve el diablo cuando nota alguna inquietud espiritual! Creo que fue Spurgeon quien dijo que si el diablo no se inquieta por nosotros es que no hacemos nada que lo inquiete. Pobre gente, empezaron a decirse: ¿Será éste el que viene a llenarnos de esperanza? Y los fariseos de un plumazo le quitaron la ilusión; de un solo empujón los sumergieron de nuevo en la oscuridad. 

 

Jesús no ignora cómo son los tejemanejes de los políticos

Mt. 12:27

“Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces”. Beelzebú, o dios del estiércol; 2 Re. 1:2; en siriaco y árabe, en el hebreo post bíblico significa eso (BTX). El asunto de la sanidad del sordomudo y ciego fue dejado a un lado y se concentraron en acusarlo de diablo.  El contrataque de ellos consistió en que tratar de desmentir que lo mismo hacían sus discípulos, desbaratando la cohesión del reino satánico.

Si lees de un tirón 12:25-30 y hubieras estado presente habrías empezado con hurras y aplausos. Métete en el contexto y experimentarás esa emoción. Jesús leyéndoles los pensamientos como si los oyera en voz alta. Esa es la estrategia de los que quieren hacer añicos una democracia social: enfrentarla consigo misma; hallar un punto vital y que unos digan una cosa y otros otras. Jesús sabía más de sociología y política que lo que encubre su misión redentora, ¿dices que no?, lee esto “31Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. 32Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra. 33Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén” (Lc. 13:31-33). Le llama zorra, cualquiera que sea la intención, Jesús estaba informado que Herodes por agradar a los judíos prefería que se marchara de su territorio. Y qué es sino una persona ladina, astuta, porque Jesús que conoce lo que cada cual tiene en su cabeza lee la mente de ese político y lo compara con un animal astuto, una persona muy taimada y solapada. Jesús no ignora cómo son los tejemanejes de los políticos.

 

Si el diablo te ata, adiós a tus bellísimos rizos y bucles

Mt. 12:29

“¿Cómo puede alguien entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes si primero no le ata?”.

El hombre fuerte aquí es el diablo. Si primero no se le ata, o sea, si Cristo primero no lo ata limitándole el poder no se puede vivir como cristiano. Eso implica que uno adquiere el dominio y se enseñorea sobre sus pensamientos, acciones, vergüenza, su estómago, su dios no es el vientre (Flp. 3:19), sigo, sus pies, ojos y sexo; todo lo “pone por servidumbre”; el diablo es echado del cuerpo y éste se espiritualiza y se convierte en un templo “¿No sabéis que sois templos del Espíritu Santo y que Dios habita en vuestros cuerpos?” (Ro. 8:9); “sois santuario de Dios” (1 Co. 3:16, BTX).

Pero como el cuerpo es un cuerpo de muerte y nació en pecado, y ha vivido tanto tiempo bajo su dominio no es fácil identificar si una tentación es solamente orgánica o de los dos, aunque ella por sí sola hace las obras de él. El cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor (1 Co. 6:13), y para sacar al diablo primero tiene que entrar Cristo no sea que el diablo de alguna manera salga por una puerta y entre por otra, por métodos humanos, y retorne hallándola “vacía” y la persona se ponga peor (Mt. 12:43-45). Tiene que entrar primero la verdad porque por medio de ella “el Hijo nos hace libres” (Jn. 8:32,36). Cuando se dice que los glotones, los borrachos, los fornicarios, adúlteros, avaros, no entrarán al reino de los cielos (Lc. 21:34; 1 Co. 5:11); no es por capricho o por razones éticas sino porque la persona no ha sido desatada “en la tierra” y por lo tanto no se le ha concedido ninguna gracia en el cielo (Mt.16:19). El alma sola no hereda el reino de los cielos sino con el cuerpo. El glotón no tiene dominio sobre su apetito, el avaro no domina su ambición, el fornicario no puede romper o santificar esa relación a la cual le dice “vivir en pareja” y ahora con eufemismo se le llama novios a la fornicación. La falta de autoridad sobre el cuerpo es una indicación de que no se han recibido los poderes del siglo venidero. Cuando Pedro menciona la lista de cosas que pertenecen a la vida y la piedad y las que hay que añadir a la fe, menciona el “dominio propio” o templanza (2 Pe. 1:5,6). 

Volviendo al texto inicial, procura que el diablo no te amarre algo, ya sea las manos para que puedas alzarlas sin ira y contienda, o los pies para que no sigas por el camino estrecho y en tierra santa, porque si el diablo te ata, ya puedes como Sansón si te cortan las guedejas, decir adiós a tus bellísimos rizos y bucles y serás como otro individuo común (Ju. 16:1-31). Voy a ofrecerte mis notas sobre ese texto bíblico con mucho miedo que mi ogro y sus botas mágicas estén pasados de peso y necesiten dos volúmenes en vez de uno, o que su publicación exceda a mis recursos.

 

Los ojos de Dalila brillaron

Jue. 16:5

“Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata”. Intuían que su descomunal fuerza no podía ser natural; que aquel vigor tenía un resorte secreto. El resorte de Sansón es el mismo que el nuestro, la comunión con el Espíritu Santo. Los ojos de Dalila brillaron cuando oyó la cantidad de dinero que le pagarían (casi dos talentos, Ju. 16:5). La Septuaginta dice que el talento pesaba 82 ¼ libras; entonces le darían casi 165 libras de plata. Una recompensa colosal que revela la importancia que la captura tenía. El dinero sirve para todo, dijo Salomón. Hoy se hace lo mismo, se da una buena recompensa a quien provea alguna pista que conduzca a la captura de un criminal. Sansón no era un criminal, pero para ellos sí.

Jue. 16:6

“Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado”.  La traducción “para ser dominado” no es muy exacta; aunque contiene esa idea, también estas otras, que iba a ser “reducido” “deprimido” “achicado” (es menos hombre). Hasta este momento verdaderamente no corrió peligro, los ataques eran por fuera; pero ahora el peligro es grande, quieren romper su comunión con el Espíritu Santo. Pero ¿ella misma no le está diciendo que quieren castigarlo? Espera, si pierdes la comunión del Espíritu, depresiones y aflicciones y ser reducido, dominado por supuesto, y también hecho más chico. Y más pequeño lo hicieron. Y no alcanzó nunca más la estatura que tuvo. No pudo jamás remontarse a sus anteriores seráficas experiencias con Dios.

Ju. 16:6-9

“Y le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos (tendones (BTX), entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres”. Aquí empieza el juego de Sansón con su secreto. Quizá pensó que nunca se lo diría o que ella no haría mal uso de él. Se equivocó; no tenía necesidad de poner en sus inseguras manos una confesión tan importante. Oh Señor ahí está el peligro cuando jugamos con el pecado y decimos, “no lo haré” (Mt. 26: 35). Rompe las cuerdas como siempre, pero está en peligro. Aplicación: Habla como siempre, predica como siempre, pero está a punto de pecar. Y no recibe bendiciones, continúa arriesgándose.

Ju. 16:9-10

“Y ella tenía hombres en acecho en el aposento. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos contra ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza. Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado”. Si lo de él es mentira, ¿lo tuyo qué es? Es seducción y detrás de eso trampa para cazar el alma de este joven (Pro. 6:26). ¿Cómo este hombre es tan tonto y no se da cuenta que esta mujer está jugando con él? 

Ju. 16:12

“Y los espías estaban en el aposento.”. En otra habitación del apartamento. Viviendo en el mismo piso. Los espías. En su aposento interior se hallaban sus mortales enemigos, dentro de la casa. Los enemigos nuestros viven en nuestro interior y se apoderan de uno tan pronto pierda la comunión con el Espíritu y se vuelva como otro hombre cualquiera, sin el Espíritu Santo, sin voto, sin consagración. (Esto se ilustra con Mt.15:19; y con Col. 3:5). Y “en mi carne no mora el bien” (Ro.7:18), por lo tanto, trataré de ser “fortalecido en el hombre interior por su Espíritu” (Ef. 3: 16) y que se “renueve de día en día” (2 Co. 4:16).

Ju. 16:13,14

“El entonces le dijo: Si tejieres siete guedejas de mi cabeza con la tela y las asegurares con la estaca”. “como un hombre cualquiera” lo dice la Vulgata Latina (LXX). “Si tejes siete trenzas de mi cabellera”. Y se acercó más aún el pecado. Mencionó dónde estaba el secreto, en su pelo; peligro y peligro... todavía y todavía no pasaba nada... no había señales de debilidad. El peligro aumenta. Un gran error. Esas cosas no son suficientes porque este pecado se puede cometer en contra de la voluntad. Se deshonra uno ya queriéndolo. Sabía que era su muerte, pero lo hizo.

Esta mujer no lo amaba ni una gota

Jue. 16:15-18

“Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres. Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero”. Él no quería pecar, pero se puso en una situación que no fue capaz de evitarlo. Aunque no lo quisiera lo haría; con tristeza, muy angustiado, convencido que cometía un gran error. Hizo lo que no quería porque su alma “fue reducida a mortal angustia”; de la misma forma en que se había complacido al pecado. El pecado exige más y más, como una sanguijuela (Pro.30:15). Lo vendió. No lo amaba ni una gota.

Se sentía en comunión con Dios, sin estarlo

Ju. 16:19-21

“Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él”. Pobre varón de Dios; no escapó como las otras veces porque había roto el pacto con Dios. No sintió cuando las fuerzas se le fueron hasta que trató de usarlas y ya no las tenía. No “sentía” que Dios lo hubiera dejado. Se “sentía” en comunión con él, el mismo de siempre, hasta que por “las consecuencias” de su pecado se dio cuenta que no lo tenía. Cuando trató de obrar y no pudo, se había vuelto como los otros hombres, no tenía poder para vencer el mal. Unos minutos antes solamente había roto su pacto con Dios y ya el pecado entró y él estaba disminuido, tristemente debilitado, entregó todas sus fuerzas y se quedó a merced de una odiosa y estúpida decisión.

Ju. 16:22

“Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado”. 

Pero Dios es bueno y no lo había dejado para siempre y conforme el pacto se restablecía, él se recobraba, milímetro a milímetro. Cada día podía más. Los filisteos pensaron que no se recobraría, pero se equivocaron. Su caída no fue definitiva. Poco a poco iba siendo lo que fue; menos sus ojos, o el daño que el pecado le había hecho. Espiritualmente se recuperó, pero no su visión. Las consecuencias estaban establecidas para siempre. Nuestro héroe ahora está ciego pero el apóstata halla en él esperanza de restablecimiento, y bendito sea Dios si no pierde la visión…de su vocación (ver 1 Co. 3:15). Me imagino a Sansón, sólo me imagino, que era muy flaco porque una mujer Dalila tenía más fuerzas que él, y de ojos muy hermosos, que le darían una apariencia noble y atractiva.

Ju. 16:23,24 

“Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo”. ¿Dagón? No. Fue Jehová. ¿Los demonios, el diablo? No. Jehová. ¿Y cuando una persona reza a un ídolo y obtiene lo que pide? Hay un castigo de Dios en esa respuesta. A esto el apóstol Pablo le llama “milagros engañosos” (2 Te. 2:11). Dios los entrega para que crean a la mentira.

 

De héroe a juguete

Ju. 16:25

“Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas”. La palabra original divertir también significa jugar y reírse; también “servir de juguete”.  De héroe a juguete; un paladín de Dios, por su pecado convertido en payaso. Si pudiéramos mirar en visión hacia el futuro y ver en lo que el pecado nos convertiría, jamás nos atreveríamos a jugar con él. Aquellos que temblaban ante su nombre, ahora se ríen de él y lo desprecian. Oh, Dios, revélame la consecuencia de mi pecado antes de hacerlo, que piense con mi razón y actúe antes que las emociones (pasiones) me cieguen y me controlen. Muéstrame mi historia todavía sin yo escribirla.

Mt. 12:30

“El que no es conmigo, contra mí es y el que conmigo no recoge desparrama”. Puede que dijera esto porque la opinión de la gente estaba dividida, y Jesús les dijo que una posición intermedia no es válida, con sus adversarios, con la sociedad, o con él. Este es un proverbio posiblemente referido al cuidado de las ovejas, que quien no las junta las dispersa con el propósito de aprovecharse de ellas. Robar alguna. No hay neutralidad, a favor o en contra, por él o contra él, con Cristo o con Satanás, con el mundo o con el Espíritu Santo. La neutralidad suele esconder hostilidad. Con el mundo o con Cristo, el que se hace amigo del mundo se constituye enemigo de Dios, y si el evangelio no edifica, mortifica. Frase gastada por su uso.

 

Mt. 12:31,32

31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero”. 

 Lo que, inferido anteriormente, esta escritura pertenece a la historia posterior de Pentecostés. Me defraudo y tiemblo por si yo no tuviera razón, lanzando crítica contra el tiempo y quién o quiénes escribieron tales y más cuales palabras como aquí sucede. Mateo fue escrito mucho después. El texto no desea sugerir niveles de importancia entre el Hijo de Dios, Jesús, y el Espíritu Santo. Esa incertidumbre se soluciona con la consideración que haya sido escrito posterior a la ascensión de Jesús y Pentecostés, y seguro que lo ha sido, la burla contra el Espíritu Santo y las destructoras herejías que deshacen en pedazos la obra del Espíritu en muchos.

Y en sentido particular se refiere a adjudicar al diablo las obras del Espíritu Santo, sabiendo que no lo son (Mr. 3:28,29). Y estirando históricamente mi asunción podrían incluirse las herejías teológicas que fueron brotando esporádicamente en el desarrollo e interpretación del paquete de doctrinas ortodoxas. ¡Qué concepto tan alto del Espíritu Santo! Esa primera frase que “toda blasfemia será perdonada”, es similar a la que el apóstol escribió “la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:7). Es decir, toda blasfemia y pecado serán perdonados a los hombres. Esa primera parte es la más importante que comprendamos. He oído a personas blasfemar el nombre de Dios (si es en la televisión no vuelvo a mirar ese programa). Tal vez lo que más se aproxime a la blasfemia contra el Espíritu Santo sea que a sabiendas que lo que se escucha es la palabra de Dios y se le rechace, o que se ría y se burle de los dones y frutos del Espíritu Santo, de la Biblia. Eso sería posible en aquellos que a sabiendas de quien se trata lo hacen y gracias a Dios no he oído alguna.

 

Si te causa interés el tema léelo si no, dale vuelta a la página. 

 

44Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 45Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios” (Hch. 10:44-46). 

 

Lee, si no estás deprisa.

 

             Las lenguas en Pentecostés tenían estructura de idiomas actuales

 

1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. 5Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno le oía hablar en su propia lengua. 7Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11cretenses y árabes, le oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? 13Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto” (Hch. 2:1-13).

Era algo nuevo para aquellos oídos y les dio risa pensando que habían bebido demasiado. Sin embargo, tenían la estructura de idiomas, que contiene pronunciación, gramática, significado, y se puede escribir porque tiene sujeto, verbo y predicado con coherencia.

 

Mt. 12:33-37

33O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. 34¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.

Si comienzo desde abajo y subo, por la mente de nuestro Señor lo que se le ocurre es la comparecencia ante un tribunal donde se vierten declaraciones que dejan al jurado que decida la sentencia de no culpable, culpable o inocente. Las palabras que justifican son las jurídicamente ciertas. Cuando Jesús dice que del corazón salen sus declaraciones es el recuento de sus actos, que el acusado pudiera acogerse a los hechos o modificarlos inventándose excusas. El Juez le pide que cuente su historia, sus hechos o su punto de vista de lo sucedido, por supuesto que su Señoría no es tonto y fácil descubre las versiones sobre los hechos conjunto con las mentiras. El jurado estará atento a lo que el juez pregunta y las respuestas que obtiene. Y luego dará su acuerdo. Fortísimas son las palabras del v.34 “generación de víboras” aplicables a su sociedad. No son las palabras de una persona temperamental sino de alguien conocedor de su sociedad y la compara como llena de serpientes. El Juez pide al acusado que cuente su historia, sin excusas de engañabobos. Y los otros la suya que ha de ser inspiradora y pudiera ser impresa y leída con gusto y compartida con sus lectores como joyas, sin retoques, de un altruismo inspirador. Los árboles que mejores se conocen son los que producen frutos comestibles que endulzan la boca del que los disfruta, como son todos los del Espíritu Santo (Ef. 5:9).

 

El corazón se llena con lo que uno le eche

Mt. 12:35

“El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas”. Y uno aprende a echar dentro lo mejor de lo que ve y aprende, y una experiencia santificada por el Espíritu Santo y bien contada puede llevar muchos frutos. El corazón puede ser un tesoro o un basurero. Eso de hombre bueno y hombre malo es una ilustración porque esencialmente bueno no hay ninguno (Ro. 3:12), más bien quiere decir el hombre honesto, el hombre sincero; el corazón es un depósito de cosas bonitas o feas, verdades o mentiras, apariencias o realidades, sucias o limpias. Dios conoce todas nuestras intenciones y motivaciones con las cuales decimos y hacemos las cosas, conoce de todos hasta lo más profundo del corazón. “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” (1 Co. 4:5). De Bernabé, Pablo dijo que era un hombre bueno (Hch.11:24). Un carácter noble. “36Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,37como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles” (Hch. 4:36,37). Oh Señor, no sólo que mi corazón no esté vacío sino lleno, mis tuétanos, mis músculos y todo rincón de los riñones y los pensamientos.

 

Mt. 12:37

“Por tus palabras serás justificado”; es un antiguo dicho usado comúnmente por los judíos en cuanto al juicio de una persona que es condenada o absuelta después de haberla escuchado. Dios no condena a nadie sino después de pedirle explicaciones, por qué ha hecho milagros en su nombre y por qué ha echado demonios, y en cuanto a la salvación, por la conciencia o por el evangelio, no tiene excusa. ¿Sabes? Estoy contento que Dios haya dejado todo el juicio de los hombres a Jesús porque es un honesto abogado (cosa rarísima hallar uno entre los hombres), a “Jesucristo el justo” (1 Jn. 2:1), famoso experto criminalista que no dará por inocente a algún culpable y defenderá a los inocentes acusados de conspiración contra Dios, sin fundamento porque el tal es mentiroso casi desde la creación del mundo.

 

Los relojes de la vida no tienen marcha atrás

ImageMt. 12:38-42

38Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar”.

Y, dónde tienen los ojos ese público, ¿en la cara o en la nuca?; no hubo una calle en Jerusalén, en toda Judea y en Galilea que no hubiera visto alguna señal poderosa como sanidades, gente alimentada e incomparables discursos (Jn. 7:46).  Una sociedad a la cual Dios le ha dado carta de divorcio por hallarla adulterina. Traigan a los otrora ciegos, a los paralíticos dando saltos, a los locos en sus cabales o vayan a las cocinas judías funcionando a toda mecha y olor a pescados, bien saladitos en la sartén, que hace la boca agua. No se quejen que este ser humano es todo un filántropo sin una sola traza de hipocresía. Con todo, Jesús les pronostica que está en camino la esperanza cumbre de todos los mortales, quedarse el mundo sin un solo cementerio que visitar porque ha llegado al planeta la inmortalidad por el evangelio “ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2 Ti. 1:10). Sin dejar esta nota, en ella se implica que endorsa la experiencia del profeta Jonás, increíble, fabulosa.Piensa así si quieres en la resurrección de Jesús, una ilusión, un tejido de fábulas femeninas y apóstoles descorazonados, pero sin ella la vida es ridícula, neblina (Sgo. 4:14) toma las fotos de tu vida y si has envejecido ¿qué te queda? Los relojes de la vida no tienen marcha atrás, ni se detienen, siguen caminando, tic, tac. En la imagen puesta ya somos irreconocibles, Humberto y Walquiria a mi espalda, en frente yo sentado con mi hija Ifdaías (Ifdy) sobre mis piernas.

Mt. 12:38

“Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal”. Unas personas pueden atribuir a Dios milagros inexistentes, sin embargo, otros no renuncian a su incredulidad pese a que Jesús haya demostrado un despliegue extraordinario de expulsiones de demonios, sanidades sin excepción, y eso porque a aquellos no les gustaba Cristo.

 

Los humanos y algún elíxir mágico que los haga razonables bípedos

Mt. 12:39

“El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada”. Quiso decir: ni un milagro más. Adúltera es lo menos malo que se le puede llamar a la raza humana que compite y deja lejos a las bestias y los fenómenos naturales porque han muerto más hombres en las empedernidas guerras entre ellos que por terremotos, huracanes, volcanes y un largo etcétera. La raza humana se ha portado mal con Dios. Un león ve a otro huir y lo deja ir, los gallos que se pelean, igual, pero los humanos se vuelven asesinos y fabrican armas de destrucción masiva. Si aquella generación así la retrató Jesús, que había roto el vínculo matrimonial con su Creador. Los animales no tienen la desdichada libertad que llamamos ética.

La alternativa cristiana, en especial de nuestros profesores, no es suspirar y añorar con los brazos cruzados por aquella edad de oro para el mundo, que se vuelva en un santiamén o por arte de magia. Aunque la desdichada raza de Adán no tenga remedio sino pulverizarla y comenzar otra, no sé con qué tierra porque esta no resiste más polución y hasta los celajes suspiran por cielos y tierras regeneradas, cumpliremos la función divina de tratar a los mortales, de meterlos en razón y se pongan de acuerdo entre ellos mismos y se dejen de tonteras, trabajen para el reino de Dios y dejen los suspiros y añoranzas y laboren para que esas malas bestias descendientes de Adán se vuelvan seres humanos y no por extraño sortilegio, sino que nuestro evangelio los torne como con algún elíxir milagroso en razonables bípedos (Ti. 1:12-16).

 

El mejor de los hombres comparado con Cristo es nada, un cero

Mt. 12:41,42 

41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar”. 

Estaría bien que antes de seguir conmigo leyeras el pequeño libro de Jonás porque fuera de la Biblia eso sería fábula. Jesús no lo pensó así. Lo dio por hecho. Vamos a lo nuestro. La reina de Saba (1 Re.10:1), se refiere al sur de Arabia. Y todos hemos leído que también la resurrección fue una señal contradicha y hasta pagaron para que los soldados mintieran. Algunos manuscritos dicen “algo más que Salomón”. Si quieres saber bien el Cristo que tienes, compáralo con otros; ponlo junto a Salomón, ¿acaso se vistió como él? No, las ropas del gran rey cubrían su cuerpo, las de Jesús su vida. ¿Y su gloria? Cristo aún reina como Señor de señores, pero ya Salomón no reina sobre nadie; ni siquiera sus descendientes pudieron mantener la longitud de su reino. ¿Fue más sabio que Cristo? Seguro que no, aun el más pequeño en el reino de los cielos sabe más que Salomón. Compara los evangelios con Proverbios, compara el espíritu optimista de ellos con Eclesiastés, compara ambos predicadores y oirás decir que “nunca habló un hombre como este hombre” (Jn. 7:46). ¿Y las vidas de ambos? Salomón no fue fiel y siendo viejo se contaminó horriblemente, mientras que Jesucristo vivió sin mancha y más sublime que los cielos (He. 7:26).

Compáralo con Jonás, Cristo amaba la salvación de los gentiles, Jonás no, Jonás habló sólo de juicio, pero Cristo de mucha misericordia, Jonás se enojó con la muerte de una calabacera, Cristo por la incredulidad de la gente (Mr. 3:5), Jonás fue tragado por un gran pez por desobediente, Cristo por la tierra, muerto por su obediencia, a Jonás lo vomitó un pez y Cristo resucitó de entre los muertos (vv.39-41; Hch. 2:24). Compáralo con otros, si quieres: con Ninrod el primer poderoso, con Matusalén, con Enoc, con Noé, con Elías; con Judas macabeo, con esa maquinaria de guerra que fue el asesino Alejandro el Grande, con Napoleón Bonaparte con cualquier hombre célebre. ¿Por qué no te arrepientes como los ninivitas ni te instruyes como la reina del sur? Ella hizo un largo viaje para oír la sabiduría de Salomón, tuvo que hacer muchos arreglos, para oír sabiduría moral y política. Pero no te quedes pasmado, escribió un libro cuando estaba super deprimido y dijo que toda su sabiduría, su dinero, fama y éxitos amorosos eran vanidades de vanidades (Eclesiastés, no lo leas por ahora hasta que estés triste y llores en su hombro). Pero tú no tienes que ir lejos, cerca de ti está la palabra (Ro. 10:8). ¿Por qué no te has arrepentido entonces? La conversión de ellos te dejará sin disculpas. El mejor de los hombres, comparado con Cristo es nada. Un redondo cero.

 

El diablo sale, pero quiere volver a entrar

Mt. 12:43-45

43Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación”.   

No tomes esto literalmente, interprétalo como una parábola, deshace la ficción y quédate con los hechos, el señor diablo quiere alcanzar a toda una generación, en un promedio de veinte o treinta años. Quiere decir que usted no podrá encontrar un par de demonios conversando junto a un riachuelo, aunque los mate la sed porque ella es de la falta de Dios. El diablo siempre tiene la boca seca, llena de odios y mentiras, y le es imposible saciarse con nada sino descargándose con los mortales. El invento literario de Jesús no es un cuento de hadas sino el desarrollo histórico de una sociedad, de generación en generación, poniéndolo todo patas arriba. Si el trabajo de hacerla completamente apóstata y desintegrada, reúne un equipo de acólitos, quiero decir compinches. Eso de siete es un decir que solicita refuerzos, que también es otro decir porque sus poderes son terribles. Si un diablo no puede resistir el poder de Dios que tenga un cristiano, entonces busca refuerzos y como la mítica Circe, convierte a los hombres en puercos. Y el resultado es una generación porcina. La puerca lavada que se revuelca en el cieno se ensucia más de lo que estaba. Si no es un invento mío, es un adorno, o que para los demonios el río de la vida está seco, no hay gracia ni una gota para saciar la sed de ellos y viven en intranquilidad perpetua. Esto es una parábola, o hechos concretos que Jesús sabe. Los demonios no pueden ejecutar sus deseos sin el concurso humano, prefieren el corazón, para vivir a gusto dentro de sensualidad y pecados. Si desprecias los beneficios, logros, de la Palabra en ti, tu condenación será peor. Preserva los privilegios que te han dado. 

El Señor tomó la apostasía de un hombre para describir la de un pueblo. La conversión de un hombre es una liberación espiritual; no es simplemente un proceso mental inducido por el significado y la emoción de las palabras que escuchó. El origen de la conversión radica en el poder espiritual que acciona sobre el hombre y lo liberta de otro poder en el cual está cautivo (2 Ti. 2:25,26). El apego del hombre, o mujer, al mal no es algo simplemente humano, hereditario, adámico, quiero decir natural; el complejo físico y mental está afectado y sujeto a servidumbre, pero la corrupción moral humana, la incredulidad, la persistencia en pecar, la negación de Dios tiene un origen diabólico. Cuando lo incomodan un poco se siente ofendido y reúne su tropa y al ataque. 

Mt. 12:44

La mujer está barriendo el suelo. Dibujo de lápiz“…y la halla desocupada, barrida y arreglada”.  

O sea, vacante, sacudido el piso y los muebles, y ordenada. Todo eso hizo el evangelio del Señor, pero no se transformó; murió sabiendo que apenas había dejado una huella sobre aquella sociedad. La conversión a Cristo es más que una limpieza moral, y que el ordenamiento de los pasos. Tiene que ver también con la autenticidad de la fe en Dios y con el alejamiento de los pecados. Porque es algo más que una ética. El alma mientras no sea templo del Espíritu Santo, está vacía. Y nada llena el alma humana sino el Espíritu y la Palabra de Dios. Con todo, hay quienes son cisternas rotas que no retienen ni una gota de agua, quiero decir nada de nada de lo que escucharon (Je. 2:13). Les entra por un oído y les sale por el otro.

 

No uses las botas mágicas del ogro Siete leguas 

Mt. 12:46-50

46Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.50Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”.

No es que estuviera resentido con sus hermanos y si los estaba ¿qué?, no era tanto tener alguna plática que haya sido interrumpida y se dejó algo sobre el tapete, más que eso, le quieren detener en su obra, quieren que regrese a casa (Mr. 3:21), “echar mano de él” y dijeron que estaba loco, fuera “de ti” (BTX). “1Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. 2Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; 3y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. 4Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 5Porque ni aun sus hermanos creían en él. 6Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, más vuestro tiempo siempre está presto. 7No puede el mundo aborreceros a vosotros; más a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. 8Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido. 9Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea” (Jn. 7:1-9). 

No es falto de afecto por ellos y aunque quizás no estás leyendo este libro durante las fiestas navideñas, viene al caso celebrar sus afectos familiares “19Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como seos les había dicho. 21Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23(como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 25Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra;30Porque han visto mis ojos tu salvación, 31La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel. 33Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 34Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35(y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 36Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. 39Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. 41Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua;42y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. 43Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. 44Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; 45pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. 46Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndole y preguntándoles. 47Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. 48Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. 49Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? 50Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. 51Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. 52Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”.  “25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” (Lc. 2:19-52; Jn. 19:25-27). 

Es mejor ser un creyente gentil que un judío incrédulo; Jesús no es hermano y amigo ni nada de quien no hace la voluntad de Dios. La verdadera familia de Jesús es la iglesia. Y eso lo dijo con mano extendida. 

¡Qué privilegio que tú y yo pertenezcamos a esa familia! Tengamos a los demás miembros de nuestra iglesia como auténticos hermanos, lavados de pecados con la misma sangre que ellos y que se nos dio a beber un mismo Espíritu Santo “porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” (1 Co. 12:13), y es por eso que se saludaban con besos santos porque en tiempos hostiles ¡quién sabría si volverían abrazarse y disfrutarse! Discúlpame la extensión de esta nota, pero me hago responsable de mi falta por la contribución que he hecho a tu cultura bíblica.  No he puesto a María por el suelo, pero tampoco en un altar, ni he usado las botas mágicas del ogro Siete Leguas.

 

No hay peor ciego que el que no quiere ver ni sordos como los del que no quiere oír

Mt. 13:1-9 

1Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. 2Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. 3Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. 4Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. 5Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra, 6pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. 8Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 9El que tiene oídos para oír, oiga”.

El mar al cual se refiere aquí es el de Galilea y algunas veces llamado Tiberíades. La casa fue donde había sanado al ciego y mudo. El asunto que habla es sobre el resultado que estaba teniendo sus predicaciones que algunas fueron satisfactorias, pero otras, la mayoría por distintas razones eran inútiles. Remaron unos pies de distancia de su auditorio, que nunca estuvo menguado y como solía, no de pie sino sentado les dirigía la palabra y lo que en figura les dice es para que cada cual véase si lo que oye le entra por un oído y le sale por el otro, pero la intención del maestro va más allá, al provecho que cada uno saque para sí mismo, y si pudiera medir el grado de atención, la calificación que el Maestro des dio a algunos fue un redondo cero y si cada pensamiento no recibió procesamiento, como si tuviera alas y saliera volando. Algunos de sus oyentes no se aparecieron más. ¿A quién podría habérsele ocurrido una alegoría, una metáfora tan bella sino a este ilustre maestro hijo de un carpintero? Fueron momentos bellos en las poblaciones de Galilea. Gracias a Dios que Jesús usaba estas ilustraciones que se abrían paso y se quedaban en la imaginación del pueblo y recordarlas fue sencillo y para los otros apóstoles lo mismo, Marcos, Lucas y Juan, y que con pocos esfuerzos podían casi al pie de la letra repetirlas y escribirlas dando campo para sedentarias reflexiones. El uso de parábolas era común en tiempo de Jesús. Se tiene conocimiento de otros evangelios, entre comillas, apócrifos que como la iglesia no los usaba han aparecido casi intactos. El uso es una forma de medir la cantidad de votos sobre su autenticidad. Una cosa que faltaba en Jesús fue las ínfulas de orador, aunque tuvo elogios (Jn. 7:46) y el título que le cuadró perfectamente fue el de un maestroexpositor de las Escrituras y en eso dijeron sus oyentes que él no tenía émulos “45Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? 46Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! 47Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados? 48¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? 49Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es” (Jn. 7:46-49). Los malvados despotricaron contra él, pero no lo esposaron, sino que, a pesar del sanedrín, se quedaron boquiabiertos con la incomparable elocuencia del Señor, que Moisés no tuvo, ni David el dulce cantor del país, ni Juan el bautista su famoso predecesor. Y sí hubo admiradores notables como José de Arimatea, Nicodemo que por miedo vino de noche y mujeres muy distinguidas que lo apoyaban con sus bienes, “Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes” (Lc. 8:3). No sean tan crueles que esa gente que desconoce la ley no es maldita es ignorante, lo que pasa es que no hay peor ciego que el que no quiere ver ni sordo como el que no quiere oír

 

Voy a decir algo sobre las clases de terrenos para que el sembrador no se eche toda la culpa arriba. 

De eso nada y de lo otro menos, suele decirse, porque las enseñanzas cristianas es lo mejor que ha aparecido en la literatura judía y étnica, por supuesto que mejor que nuestro Cristo habría que inventarlo y lo han inventado, y han sido descritos como puras falsificaciones. El original no tiene paralelo, la salvación proviene de los judíos, si registra en otros libros sagrados malgasta su dinero y tiempo “vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos” (Jn. 4:22). Esto parece que lo escribí cuando el cielo estaba nublado porque casi no pude engancharlo con la parábola. 

La agricultura en aquellos tiempos, el agricultor cargaba la semilla en una canasta o en una bolsa atada a su cintura. Luego tomaba un puñado de semillas y arrojaba o esparcía la semilla con un movimiento de barrido de la mano y el brazo. Las semillas caerían en el suelo preparado, pero en la parábola algunas semillas caían fuera del surco entre espinos y cascajos. Las semillas que cayeron en los oídos preparados para oír, nacieron, las otras tenían apariencia de ser fértiles, fue somera la posibilidad que echaran raíces y otras que por la compañía de malas plantas hicieron el intento de brotar, pero las próximas, prójimas quiero decir, la asfixiaron. No se puede crecer muy alto si las raíces casi están a flor de tierra, me refiero si la lectura de la Biblia es somera y no se escarba debajo de las letras. Semillas que se queden en la superficie es una invitación al banquete de aves hambrientas porque el apresurado sembrador debió suponer lo que había de ocurrir si las divinas simientes no se sembraban bien, de toda la culpa de la muerte del evangelio que entra por los oídos sin meterse profundo, no sale completamente absuelto porque tuvo que ser un experto en la distribución de las simientes santas (Mt. 21:32; 2 Pe. 2:21) y hacerse oír aún por los que prestan atención de mala gana. Yo también tengo ese oficio, colega campesino, lo siento si debí ser algo más flexible explicando tus esfuerzos.

Mt. 13:4

“Y vinieron las aves y la comieron”. Es mucha la palabra que uno predica que se pierde, la gente que la escuchó parece que no la oyó, como si se les hubiera hablado a las piedras. Uno puede tratar de espantarlas, parecido a Abram con los sacrificios (Ge. 15:11), y sin embargo malos pensamientos continúan devorando lo que se ha plantado. Hay que seguir sembrando, aunque se mire atrás y no se vea ni un arbolito. Es obediencia sin límites cuando se labora para la gloria de Dios y se gastan energías sin poder contar resultados. El único fruto que se cosecha es la honra del evangelio y de ellos. Y se le ofrece a los indiferentes un ejemplo de salvación y un estilo de vida.

Mt. 13:5,6

5Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; 6pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó”. La Palabra no llegó al interior del corazón, sacudió las emociones y floreció, pero no profundizó; escuchó, la aprendió, no reflexionó, se la echó a la espalda y como quien dice si te he visto no me acuerdo. 

Mt. 13:7

“Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron”. Voy en defensa de la víctima inocente y como a inteligente ramalazos espantar las malas compañías, aunque tengan la misma savia. Cortar ramas, quiero decir modernas redes de asociación, y volverles la espalda, bloqueándolas. Una bondadosa y celestial planta, aunque se siente excepcional, elegida por Dios, no puede deshacerse de su linaje. El sentido que al texto le dio Jesús es negativo, que la sombra de ellos fue perjudicial. Quizás mi Maestro acepte mi solicitud para indicarle a esa victima qué pudiera hacer para evitar la asfixia. Como de un brinco no puede desarraigarse ni cortar en pedazos los troncos y ramas molestas, pudiera retorcerse y pedir al Plantador que no las fertilice, que caliente un poco más el sol, que seque los arroyos y desvíe las aguas subterráneas para otros árboles que ansiosos necesitan el agua de vida y la beberían con gusto sus raíces, ramas y hojas, y abrirían con exégesis apropiada, con buenos libros, nuevos pozos y compartirían las frescuras de sus manantiales con los sedientos de agua fresca no tibia que hace vomitar (Apc. 3:16). Nací y crecí entre espinos, pero me trasplantaron a un paraíso de gracia y los ríos de la tierra de Havila son maravillosos, envidiables, donde hay oro del bueno de muchos kilates y el rio Éufrates, Pisón y Gracia Divina que, al poner mis pies en ella, me siento como pez en el agua (Ge. 2:8-14).

Mt. 13:8

“Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno”.  

Aquí ayudo a Mateo a organizar su trabajo. El “el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno”, el v. 23 parece una repetición del v.8 pero con una añadidura, que entiende lo que oye. Esa euforia por los buenos resultados está bien, es como repasar el trabajo que se ha hecho y quedar más que conforme. Empieza por el cien y va bajando. Por las vidas que les quedó más bonitas y sigue con las otras que no tanto. Los que tienen oídos para oír y después los que están pensando en otra cosa.

Mt. 13:9

“El que tiene oídos para oír, oiga”. Jesús sabía bien que sus sermones a todos no les aprovechaba igual. Y, sí eran pepitas de oro. Eso de “para oír” no está en el original. En Mr. 4:9 sí es original.

Mt. 13:10-17

10Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? 11El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. 12Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis. 15Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane. 16Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”.

Las parábolas pertenecen a la literatura de ficción, una producción literaria clasificada dentro del género de novelas, cuentos, y son menos inocentes que lo que parecen. Jesús fue un buen maestro, no escritor, de esos cuentos. Lo único que Jesús escribió lo hizo con el dedo y no con lápiz ni pluma, y para ello ese incidente no parece auténtico. Son cosas que se le ocurrían en el momento de acuerdo a los oyentes que tuviera, que por lo general era mezclados, los que deseaban aprender y los mal intencionados a los cuales él no les caía bien.  Tomaba un grupo selecto, lo apartaba y le daba todo tipo de explicación a espaldas de los que él les resultaba antipático. Escribas y fariseos. Esos cuentos fueron fáciles de recordar y algunos los escribieron y dijeron lo mismo con estilo y sello de sus autores. Muchos miraban y no veían, oían y no escuchaban, en cambio sí de los privilegiados algunos entendían a medias, los llamaba aparte y les respondía sus preguntas, a esos llamó bienaventurados “33Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. 34Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo” (Mr. 4:33,34). No te mueras sin tener un récord de los privilegios que Dios ha usado contigo y no seas un oidor olvidadizo (Sgo. 1:25). Remítete a su providencia, escoge un grupo de años y repasa con ellos una porción de tu biografía.

Mt. 13:12

“Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”. Eso no es medida humana que consiste darle al que no tiene y al que ya tiene, nada. El que tiene es porque lo ha pedido a la gracia de Dios o se lo han concedido gratuitamente sin solicitudes, pero el que no pide nada se le dará nada, y como sin oración poco se recibe, el que no hace solicitudes al cielo, de allí no caerá una gota. Dios no es un personaje mezquino y sus almacenes están repletos y con las puertas abiertas hasta para que robemos alguna que otra bendición sin que nos imputen hurtos y oigamos la policía que viene por nosotros. No pedirle a Dios bendiciones se considera como hacerle un desaire, dejarlo con la mano tendida y eso y más se lo llevan los pedigüeños.  

 

Parece que les habla en mandarín o se las lleva el viento

Mt. 13:15-17 

15Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane. 16Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”. 

Engrosado en hebreo es insensible y me alegro leer esa definición porque lo de corazón gordo lo explicaría mejor el doctor Lucas que yo. Y pesadamente querrá decir que tiene poca entendedera o les cuesta trabajo aprender. Eso que describe es casi como predicarles a estatuas. Sin embargo, Jesús habla de conversiones y sanidades. Lo que uno no hubiera esperado, que las piedras oyeran y hablaran (Lc. 19:40). Piedras convertidas a Cristo. No cojas el significado de engrosado como si el corazón se ha llenado de grasa, sino que se ha puesto duro, y oír pesadamente es con dificultad; yo lo pondría así “mirad que vosotros sois pesados y parece que no los he trabajado o que mis palabras se las he dicho en mandarín o se las lleva el viento”. Del v.17 solo diría que aprovechemos las ofertas de gracia que tenemos al alcance porque otros si pudieran saltar de siglo en siglos hasta llegar a nuestros momentos, no lo pensarían dos veces.

 

Come de ese árbol de vida que es tu Biblia  

Mt. 13:18-23 

18Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: 19Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. 20Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. 22El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 23Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno”. 

Esta porción es conocida como la parábola del sembrador y que pudiera ser llamada por la clase de gente que escucha sermones bíblicos. Es creada para que los predicadores del evangelio no se desanimen y entiendan por qué todo no saldrá como a pedir de boca. Los primeros malos resultados se deben a que la gente no entiende el evangelio, lo oyen como si se les hablara en chino o a las piedras. También el diablo hace su trabajo y se come la simiente porque anda por los sembrados y se lanza sobre ella sin darle tiempo a germinar. Con todos no pasa igual, en algunos la simiente nace y parece milagroso que crezca, pero las raíces casi están a flor de tierra a expensa que alguno de las potestades del aire la descubra y se la coma. Si no pasa eso existe el problema de que la coposa vida se derrumbe con cualquier cambio de tiempo, algún nublado, granizo y un mal rato, que no es para tanto, hace que ella se deprima y ponga pie en polvorosa o se seque de tristeza. La raíz es importante y su longitud también, porque uno no sabe lo que los tiempos le depara.

 

En otros el problema consiste en el afán por hacer dinero. Y lo hacen, se les ve en la vida que se dan, las propiedades que compran, el lujo que ostentan, sus vestidos y casonas. No sirven a Dios sino a sus bolsillos, al fajo de billetes y al “dios mammón, en arameo, palabra caldea o siriaca que significa riquezas y por personificación el dios de las riquezas (Mat. 6:24; Luc. 16:9-11, NET BIBLE). El dinero es buen siervo, pero mal amo y sirve para todo (Ecl. 10:19). 

Échale una fugaz lectura a esto. Te aseguro que regresaré en un santiamén. 

6Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos” (1 Ti. 6:6-12). Recuerda que los evangelios fueron escritos muy posterior a 1 Tesalonicenses que fue la primera epístola de Pablo (49-51 d.C). Puede que sesenta años o algo así. 

Ahora relee esto “23Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno”. Esto deja a uno si no satisfecho, conforme. Si no tuviéramos tantos subibajas. Me glorío en el evangelio, porque me gusta la palabra de Dios, nunca me aburre cualquier página que vaya, me meto dentro del versículo, leo lo que dicen las palabras en su idioma original, griego o hebreo porque he comprado programas que me ayudan. No me creas un sabelotodo, es que me surten buenos autores y pergaminos. Agradezco a los que han estudiado más que yo y sus libros me enseñan. Tengo muchos buenos maestros antiguos y modernos, supongo que más de mil líderes de la gracia divina. Cuando el Espíritu Santo me muestra el significado original del autor bíblico, me exalta y beso esas líneas. Creo que Dios es muy lindo, tiene muchos colores y su Palabra es un arcoíris bello. El que hizo la mariposa, el lirio de los valles, la rosa de Sarón (Cant. 2:1,2), tiene que ser bello, y también las Eva. La eternidad debe ser bella. No hay paraíso sin ríos, brisas, aves, flores, frutos y mariposas. Come de ese árbol de vida que es tu Biblia, saborea sus páginas, aliméntate de ellas, lámelas. En cuanto al sembrador de cizaña hay que arrancarlo de alguna manera. Es malo y la asamblea tiene autoridad para darle un puntapié.

 

Mt. 13:24-30

La cizaña necesita un clima apto, el trigo nace en cualquier tipo de clima. La cizaña no genera nada, el trigo da muchos recursos. La cizaña es venenosa, el trigo es pan y cereal para otros. Fíjate que son parecidas, pero no iguales y las distingue un ojo informado. El del experto trabajador de la palabra. Crecieron ambas, la mala doctrina que da resultados parecidos a la ortodoxia, son vidas semejantes a la cristiana, pero no iguales y como no se está seguro de si es o no es, porque son sí y no, tibios, sin un amén de aprobación, hay que permitirle que I AM - #FRUTOS | Cizaña vs Trigo 🌾 Son 2 tipos diferentes ...ocupe el lugar hasta la recogida por el experto Señor en su venida. 

24Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29El les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”. 

Mt. 13:25

“pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue”. Nosotros dormimos, pero el diablo nunca. Danos ángeles, Señor, que vuelen sobre nuestra viña. Es esto nuestra experiencia cuando emprendemos grandes cosas para el Señor, el diablo tiene puesto sus ojos en nosotros y estando en su mirilla dispara pensamientos y sentimientos que son impropios, necedades y principio de locura. Una oración bien hecha, desesperada, lo pone en fuga y malhumorado sube a su lugar y los acólitos que trajo para entorpecer el trabajo digno del Señor. Amén.

Mt. 13:30

“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta el tiempo de la siega”. Esta parábola no se refiere a la iglesia sino al fin del mundo o “tiempo de la siega”; el fin del mundo para los judíos o del mundo en general, o para el que se muere, como dice John Gill. En la iglesia la cizaña no debe crecer juntamente con el trigo. Es una parábola escatológica sobre la segunda venida de Cristo. 

Crea cosas tan bien hechas que sean mejores que tú 

Mt. 13:31,32

31Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 32el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas”. 

Vemos que Jesús estaba usando esta semilla en una ilustración típicamente proverbial para ilustrar una enseñanza sin estar pretendiendo hablar en un sentido estrictamente científico. Mateo era un hombre culto y no le hizo arreglos a la declaración porque el sentido común era suficiente y los oyentes agarraron bien la idea. Había otras plantas en Israel que eran más grandes que la de mostaza. El cuento es imaginado por Jesús para mirar, soñar y trabajar en la viña del Señor, con optimismo, quiero decir con ahínco y fe en los resultados. Una cosa pequeña que se haga por el reino de los cielos puede alcanzar estaturas celestiales, árboles que no sólo producen hojas sino flores y atraen las abejas que se llevan el néctar y lo hacen miel, y también las multicolores mariposas, y por supuesto como dijo Jesús, aves que en su estación fabrican nidos en sus ramas. Trabaja viñador, con ahínco, garantiza solamente que tu semilla esté sana que, aunque tres cuartas partes de ellas se pierdan una puede tener satisfactorios resultados. Labora duro y constante y aspira a ser el creador de grandes cosas para Dios. Una cosa iniciada y bien hecha con la bendición divina pudiera echar raíces, alcanzar estaturas impensadas que no se pueden medir con un metro humano, y esas son mis súplicas a Dios a favor de este libro que he ilustrado para que les guste a muchos y a mí mismo y al releerlo sienta que lo ha escrito alguien que es mejor que yo.

Otra.    

Mt. 13:31,32

No vale la pena averiguar si literalmente la semillita de mostaza es la más pequeña del medio oriente o del mundo. Nosotros conocemos semillas pequeñísimas como el comino, por eso decimos “eso me importa un comino”, muy poco, la de uva, etc. La idea principal tiene que ver con la estatura que alcanza y llenar de esperanza en la prosperidad del evangelio a los discípulos donde cada creyente hará un poquito. Algunos textos dan pie para pensar que las aves son de rapiña (Ge.15:11; Jer.12:9; pero ahí más bien las aves vienen para hacer nidos y empollar y no veo en eso algún énfasis negativo; la parábola bien puede elevarse a una exposición positiva sobre el crecimiento voluminoso que tendría la palabra de Dios. La misma semilla de mostaza en otro lugar se utiliza como ejemplo de fe, que por cierto la fe que alcance ese gigantesco tamaño logra muchísimo, o la fe, aunque sea poca siempre tiene sus elevados resultados, en ese caso la parábola habría que comenzar tomándola en sentido negativo, pues el énfasis se halla en los enemigos de la Palabra, del evangelio.

 

Originalidad del ministro en una ceremonia nupcial

Mt. 13:33

“Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. 

 

La traducción literal es que “escondió” la levadura, aunque la idea es que la “mezcló” con la harina; la primera tendría que ver con la discreción y originalidad con que a veces hay que introducir el evangelio entre la masa de gente. Mezclarse con los pecadores y tener conversaciones con ellos a la mesa fue costumbre de Jesús. Aunque sólo se pueda tener una oración por los alimentos y tener pláticas con poca trascendencia espiritual. 

Es el caso de cierta boda de una joven pareja, que había vivido sin casarse y tiene un par de preciosos hijos, sin embargo, el ministro aceptó oficiar la ceremonia, y los bendijo haciendo de la fiesta algo inolvidable, no por su elegancia y la música sino porque diciéndoles que un matrimonio con la bendición de Dios debe durar hasta que la muerte los separe como el de Adán y Eva, que estuvieron novecientos años echándose la culpa el uno al otro y nunca se divorciaron.  Para que la parejita recordara la ceremonia más que la orquesta, las bebidas y el baile, al ministro que sacó del bolsillo una manzana y se la dio al novio aconsejándole que, aunque se la ofrecieran mil veces y la tuviera al alcance de su mano, que no la extendiera ni se la llevara a la boca. Eso hizo un representante de Jesús en una boda moderna.Beautiful senior woman over grey wall eating green apple. Portrait of happy mature woman holding granny smith apple at home. Beautiful senior woman over grunge grey wall eating green apple with happy face smiling. eating apple stock pictures, royalty-free photos & images

Mt. 13:34,35

34Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; 35para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo”. “del mundo” no aparece en manuscritos más antiguos. Asaf que es llamado profeta, no se refiere a Isaías como algunas copias dicen (1 Cr. 25:1); la parábola es una comparación, una similitud, un adagio, un proverbio. La prosa, la poesía y la música frecuentemente trae mensajes de Dios.

 

Mt. 13:36-43

36Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.

Mt. 13:36

“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo”. Al autor de la Escritura es a quien hay que preguntarle qué quiso decir con esto y aquello. 

 

Mt. 13:37

“Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre”. Buena más que buena, buenísima, dulcísima, inteligentísima semilla es el evangelio de Jesucristo, a quien se le llama “Hijo del Hombre”, una forma alegórica de referencia a él mismo. Los sembradores, nosotros, sembramos lo que salió de su boca y recogieron los discípulos, el evangelio.

 

La semilla siente que su destino es ser árbol

Mt. 13:31-33

“A la verdad es la más pequeña de las hortalizas; pero cuando ha crecido es la mayor”. Lo mismo pasa con el futuro del cristianismo o al desarrollo del evangelio en el alma, que empieza con poco y aumenta. No crece en un dos por tres. Es lento como la levadura (v.33). Desde un ignorado muchacho pastor de ovejas hasta el dulce cantor de Israel; de pecador a apóstol. Lee esto con el v.23. Hablando y hablando del evangelio; orando y sirviendo, y sirviendo a una pequeña obra de Dios que se vuelve un árbol grande. Pero “cuando ha crecido”; en esas palabras está el milagro y el triunfo de la bella esperanza, amiga íntima de la fe, con oración, paciencia, cuidado y cultivo. Paciencia, cristiano, que ya crecerás, paciencia pequeña iglesia que ya crecerás; ten confianza pequeño Pablo, en la semilla de la palabra de Dios y en el auxilio del Espíritu Santo, y la lluvia vendrá del cielo; póstrate por ella y espera. La semilla piensa en el día que será un árbol, siente que su destino es ser árbol y que las aves que se la pudieron haber comido, algún día harán nidos en sus ramas.  

 

Mt. 13:33

“Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Hay cosas que para lograrlas deben ir escondidas, no por engaños sino con discreción, cosa que cuando el diablo y los malos parientes se den cuenta ya es irreversible. A veces la verdad no puede mostrarse desnuda sino vestida con la elegancia de la discreción. La diminuta comparación es culinaria donde la ama de casa prepara su pan con levadura que corresponde al reino de los cielos. Hagamos para el cielo cosas pequeñas, para Dios, que las más grandes las hagan los superdotados, los hercúleos con grande fe y dones. La levadura que hay que suprimir es la hipocresía “9Un poco de levadura leuda toda la masa”. (Ga. 5:9) “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?” (1 Co. 5:16). La hipocresía y el orgullo hay que reducirlos a nada porque unas onzas solamente propagan el contagio y hace de un grupo, todito, una estampa farisaica y una caricatura cristiana.

 

Mt. 13:34,35

34Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; 35para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo”.

“No Isaías como algunas copias desde Jerónimo tienen sino Asaf el salmista que las dijo profetizando con su arpa, címbalos y salterios, y de igual manera sus hijos músicos (1 Cr. 25:1, y correctamente es citado por el evangelista (Sal.78:2)” (John Gill). Una mejor, más corta traducción es “desde la creación”, y punto.  Ya sabes que las parábolas son como cuentos inventados por Jesús que se recordaban fácil por lo común del pueblo que lo oía de buena gana y dejaba en penumbra a los malpensados que deseaban atrapar algo para darle forma de acusación. El bonito, pero no ingenuo cuento, se los explicaba en privado y ellos se sentían privilegiados y no lo olvidaban. Y eso tampoco a todos sino a los que en particular tenían interés en proseguir sus estudios. “9Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? 10Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan” (Lc. 8:9,10). Las exégesis de los textos bíblicos es una indispensable herramienta para enseñar bien la palabra de Dios. 

Mt. 13:36-43

La parte más bonita de esta ilustración es la última que cada uno de los elegidos será como un sol luminoso que se me antoja pensar que es una continuación de su testimonio cristiano interrumpido por la muerte. Si fuera así es sabio perfeccionar nuestra identidad cristiana, que no sufra apagones y no tenga zonas obscuras donde deje de brillar, en tal y más cual aspecto. Un sol apagado debe ser una mole fea, una piedra rodando en círculo por el universo sin interés para nadie.

36Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.

Mt. 13:36-39

Jesús se autonombra como “el Hijo del Hombre” que es usado por el profeta Daniel. No puedo ir a los otros evangelios buscando la interpretación porque no la contienen. Ese concepto lo tenían los apóstoles y nosotros con ellos. Recordemos que los evangelistas fueron oyentes individuales que recogieron en la memoria las palabras del Maestro y eso supone que los recuerdos de ellos podrían juntarse y mezclados salir al papel. “13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” (Da. 7:13,14). Tanto los judíos como los cristianos han identificado ese hijo de un hombre como el Mesías. Jesús usa esa expectativa para hablar, ocultamente pero proféticamente, sobre sí mismo. Jesús les dice que sufran la presencia de esas cizañas y que según el reloj de Dios aún no ha llegado el tiempo de la cosecha de lo que cada cual haya hecho en el cultivo, segando lo bueno y lo otro, la paja y las hierbas malas, abandonadas para ser quemadas por el fuego. 

El Reino de los cielos aquí en la tierra

Mt. 13:40-43

40De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.

Los ángeles de Dios son designados como segadores porque ellos bien conocen a los que han ayudado, protegido, toda la vida. Eso de que sirven de tropiezo aumenta la opinión de que el evangelio se estuvo escribiendo mientras la iglesia iba en marcha y los escándalos dentro y fuera recibirán en un ajuste de cuentas, la maldición que se iban buscado, ser alzados, pero no en glorioso ascenso sino para ser echados abajo donde el remordimiento les habría de corroer las entrañas perpetuamente. Es inevitable que esa clase de gente molesta en la iglesia más que una piedra en un zapato, reciban el bautismo convivan con los que no son iguales hasta que Dios arregle a su modo el mundo. Los de afuera tampoco se saldrán con la suya. Es propio para que la iglesia que tiene hambre y sed de que se haga justicia no la tomen en sus manos y la dejen a Dios que conoce los que son suyos.

 

Mt. 13:41-43

41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.

Estas palabras no son una descarga de frustración sino un respiro de esperanza celestial (v.43).

No son sólo los perseguidores. También los que sirven de tropiezo o escándalo, y hacen iniquidades, hacen que la iglesia brille menos. Para ti los que sirven de tropiezo no son los hermanos malcriados, inmaduros, sino los que dificultan la obra y se oponen a ella. Pero algunas veces cuando un buen creyente baja su mirada a los hombres de la tierra puede serle de tropiezo a su Señor (16:23). La que no sirve de tropiezo a nadie, es la piedra que en una esquina sirve como “cabeza del ángulo” (Mt. 21:42; Hch. 4:11; 1 Pe. 2:7,8).



No cambio ni una partícula de mi fe, aunque me ofrezcan villas y castillos

Mt. 13:44

“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo”.

Aquí la motivación es diferente y el auditorio pudo ser otro y quizás anterior y tiene que ver con una gran inversión hecha por alguien a quien la providencia, no la suerte, ha puesto en camino un tesoro igualable a nada, a Jesús, el evangelio, él perdón, la fe y un larguísimo etcétera de joyas y piedras preciosas. El que conoce por dentro, no digo la comunidad cristiana, sino lo que es la palabra de Dios, la autenticidad de la fe, el genuino amor de Dios, la absolución de todo cargo, justificación, no lo cambia, aunque le ofrezcan villas y castillos

 

La Biblia es una mina y cada doctrina una joya

Mt. 13:44

“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo”. 

Si alguien propone comprarme mi fe le diría que se ha vuelto loco. ¿Para que quisiera yo su dinero si me ha vuelto agnóstico, incrédulo, ateo, un infeliz ser humano? Por supuesto que, si alguien tiene la fortuna de encontrar una mina de oro, de plata, de cualquier otro metal precioso, si algún ladrón, pirata, o quien sea, lo escondió y nunca regresó a buscarlo, usted buscará la manera legal de adquirir la propiedad donde lo halló, y de repente convertirse en el dichoso propietario de una fortuna. Jesús sabía lo que estaba hablando, y que lo que le ofrecía a la sociedad era un tesoro, disponible para pobres y ricos, letrados e incultos, para mujeres y hombres, judíos y extranjeros. Todo el que ha hallado el significado del evangelio y las bendiciones celestiales que lo envuelven, bendice el día en que la providencia puso a su alcance y posibilidad de poseer tan tamaña riqueza. Si Dios sin buscarlo tú tropiezas con ese tesoro, ya es tuyo, cómpralo y no lo vendas por plata ni oro, nunca (Pro. 23:23). La Biblia es una mina y cada doctrina una joya

Esto que sigue pensé borrarlo porque la nota está larguísima, pero como al fin sobrevivió, te la dejo.

Ese campesino tal vez era un trabajador alquilado que laboraba en un campo ajeno y cuando el arado profundizó, quiso investigar qué pasaba; entonces sorprendido halló que alguien, que no era el dueño del campo, ocultó las alhajas: anillos, cadenas monedas de oro y plata y rubíes; sería el tesoro de algún ladrón o de algún avaro y viejo millonario próximo a expirar, y sin dejar testamento ni títulos de propiedad quién sabe el tiempo que aquel tesoro anónimo permaneció sepultado hasta que alguien, dirigido por la suerte, o por la fortuna, o más bien por la providencia divina, lo halló, y como sus propiedades no valían tanto las puso en subasta y con el dinerillo adquirió el terreno. Lo que pasa cuando uno halla la verdad del evangelio, y se encuentra en su escrutinio, profundizando dentro de sus letras, arando con su pensamiento y reflexiones halla tesoros tras tesoros paga lo que haya que pagar, cueste lo que cueste por lo que la gracia y la providencia divina han hecho que halle. Yo no vendería un trocito de mi fe por todo el dinero de un banco.

Mt. 13:45,46

45También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró”.

Es interesante y maravilla inventada por nuestro Creador y de la maquinaria establecida para producir una perla. Las perlas se forman dentro de las ostras, cuando una sustancia extraña, como un trozo de concha o una pequeña piedra entra en el cuerpo de una ostra. En respuesta a esta irritación, la ostra se defiende produciendo una sustancia llamada nácar, que recubre el cuerpo extraño y lo convierte en una perla. El proceso de formación de una perla dentro del molusco puede durar entre cinco y veinte años. Hay perlas carísimas que pueden costar más de treinta millones de dólares. El reino de los cielos vale más que treinta monedas de plata, porque él es precioso (1 Pe. 2:7), su nacimiento virginal es precioso, sus sermones fueron preciosos, su muerte preciosa, su resurrección única en altísimo valor y esperanza. El comerciante puede revender su perla y ganarle mucho dinero en la venta, yo no vendería del reino de los cielos ni un destello suyo, ni la doctrina más chica, ni un versículo de mi magnifico joyero Cómo se forman las perlas? - Muy Interesantebíblico. Sigue otra cosa.

Este negocio lo puede entender bien un coleccionista de piedras preciosas o un mercader como este que ve los cielos abiertos y su caja fuerte llena. ¡Ah!, y los que usan la piedad como fuente de ganancia (1 Ti. 6:5) y hacen mercadería en la religión, sean templecillos (Hch.19:24), crucifijos, amuletos y estatuillas. 

Hombres privilegiados y únicos 

Mt. 13:47-50

47Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,50y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

Uno no quisiera que de los labios de un tan amoroso profeta salieran tales palabras, supongo que tuvo que hacer un esfuerzo del corazón para estremecer a sus oidores con los avisos de tan horrible lugar, que examinado es más simbólico que propiamente objetivo porque ¿qué dientes podrán rechinar los muertos? Lo que se dibuja son remordimientos, entonces el infierno es más una perenne culpa, sin el alivio de perdón, que una perenne incineración. La medida e intensidad de remordimientos recae no sobre el juez de ellos sino en los malos recuerdos, en una inolvidable historia escrita en la conciencia. En el cerebro. Estos sencillos pescadores entendieron lo que el profeta les decía y algunos de ellos entregaron sus redes y cambiaron el oficio por seguidores del pescador de hombres. Eso quiere decir que el nuevo oficio los elevaría hasta el cielo para lo cual serían dotados y sostenidos por un Consolador que les enseñaría y fortalecería oportunamente con gracia perseverante y una estricta relación que los haría privilegiados y únicos

No te canses para que mires como en caleidoscopio el mismo texto. 

Un caleidoscopio es un instrumento óptico compuesto por un tubo con tres espejos rectangulares iguales que forman un prisma triangular. Mirando a través de él es posible observar imágenes ilusorias gracias a las reflexiones producidas por los espejos que se encuentran en su interior. Yo miro los textos bíblicos más o menos así. Image

Otra reflexión 

Arrastrados hacia la iglesia

Mt. 13:47-50

47Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49Asíserá al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

Aquí el reino de los cielos se refiere al fin del siglo y además a la predicación del evangelio y a la iglesia. La predicación del evangelio es como una red de pensamientos y palabras que el predicador arroja sobre un grupo de personas con el propósito de “dragarlas” (eso significa la palabra) hacia Cristo; son ideas hiladas y tejidas de modo que pueda atrapar peces y ser arrastrada hacia la iglesia donde se quedarán los que son del Señor. Ese es el medio que agradó a Dios utilizar para salvar a los pecadores. Estos son los que el Señor llama por su gracia y lo entienden y ya no pueden jamás desentenderse del mismo. Se sienten atrapados, aunque quisieran salir de ella, pero los hilos de la red, tejida con hilos de verdades indiscutibles (Hch. 4:16), no se lo permiten. No todos los que el evangelio arrastra hacia la iglesia son utilizables, algunos no lo son y mientras más pronto regresen a su ambiente marino, mejor. Yo procuraré no llorar por ellos cuando se salgan de la cesta y dejen la embarcación. Dios sabe cómo y cuándo tirarlos. Y volveré a tirar la red e iré mirando con emoción las bendiciones de los nuevos, brillantes y alegres pececillos que me preguntan “¿qué debo hacer para ser salvo?” (Hch. 16:30) “¿Qué impide que yo sea bautizado?” (Hch. 8:36). Mateo en vez de desarrollar la milagrosa pesca que puso jubiloso al pescador recoge una ráfaga de juicio que asusta a sus lectores, la impenitencia de los renuentes a creer y los echa al infierno que es el estado de remordimiento, sin dientes, perpetuo. Y como no quiero dejarte seguiré, por donde me echen los vientos de la providencia, hilando idea y escribiéndolas para ayudar a los que saltan en la cesta de Dios, la iglesia, dichosos.

Si puedes leer en inglés, te has puesto las botas

Mt. 13:51,52

51Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. 52El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”. 

Está bonita, ¿verdad? La respuesta fue sólida y afirmativa. “Señor”, está omitido en varias versiones. Les pregunta porque las van a enseñar. Como nosotros no tenemos al Señor en carne tenemos que preguntarles a varios autores de comentarios bíblicos y tener a mano distintas versiones de la Biblia. Los que tenemos ganas de seguir aprendiendo sobre la verdad disfrutamos mucho lo que otros escribas han comentado, buenos autores modernos y antiguos. Mi biblioteca está bien equipada, en papel y electrónica, que me facilitan usarlas para enseñar y el disfrute propio. El estudio continuo de la Biblia es un placer que tengo cotidiano, en especial matutino y despierto a un sol dormilón. Lee esta traducción “todo experto en la ley que ha sido entrenado para el reino de los cielos, es como el dueño de una casa que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas (NET). Mis estudios resultan placenteros y edificantes, como si hablara con esos eruditos y con placer nos intercambiáramos comentarios y puntos de vista. Si tus ahorros te lo permiten surte tu computadora (ordenador) con comentarios de los antiguos y de otros modernos. Si puedes leer también en inglés, te has puesto las botas porque aquí en USA en ese idioma tienes a tu alcance muchos autores soberbios. Si no tienes computadora usa libros para que te instruyan o asiste a una iglesia donde el maestro sea un escriba docto. Si el que ocupa la preeminencia abre la Biblia, saca algunaspalabras, las desarraiga de donde el autor las puso y comienza a hablar diciéndoles adiós a los versículos vecinos y mete en el texto ideas personales, te sugiero que pongas pie en polvorosa.

 

Mt. 13:51,52

51Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. 52El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”.

Esas palabras son del Señor y la iglesia se hizo eco de ellas e hizo alguna elaboración. Voy por ese escriba, experto en la ley (v.52), que estando dentro de los oyentes de Jesús fue cautivado por su elocuencia y dominio de la ley de Dios y se unió a los discípulos y también una bendición para la iglesia que se deleitaba en la variedad de sus exégesis y su atrayente predicación sin ser repetitiva y aburrida. En cuanto al texto son bonitas las dos comparaciones. Relámete de gusto con estas bellezas que dibuja en su imaginación nuestro sagrado pintor: un comerciante y un pescador. Quizás tú puedas entender mejor que yo la mentalidad de este comerciante o coleccionista, vender todo lo que tiene, terrenos, el negocio, para comprar esta joya, y después que la tiene ¿qué hace con ella? Hacerse un anillo, un collar o dársela a la novia, con un beso y de rodillas pedirle matrimonio. Cualquier doctrina de la gracia de Dios es una carísima perla, por pequeña que sea. La predicación expositiva, que es multicolor, es la que menos falsos peces atrae, pero si algunos parecidos a los comestibles vienen, Dios los echa fuera de la canasta y los tira al mar. Soy un viejo marino, o un marino viejo, con algunos malos y otros buenos recuerdos, y cuando aquellos regresaron a su medio no solté ni una lágrima sino un suspiro de alivio. 

Si te resulto cansón, déjame, si no, sígueme,

 

Vuélvete un erudito, un académico en el reino de los cielos

Mt. 13:51,52

51Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. 52El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”. 

Se refiere a los escribas evangélicos (Mt. 23:34). Si has entendido todas las cosas, propágalas. Cosas que ya sabías; las añejas, las buenas experiencias sazonadas con el evangelio y con la teología antigua; las grandes verdades aprendidas en el fondo del corazón, manchadas con lágrimas y sangre, llenas de suspiros; las verdades del Dios invisible y de la realidad de su presencia en todos los momentos; de la veracidad de la Sagrada Escritura; las verdades contundentes que hacen firme nuestra fe y aseguran en el camino cristiano. Las verdades que por años hemos puesto a prueba y hemos comprobado que son ciertas; las verdades de la oración; las verdades de la gracia; las verdades de la providencia; y cosas que recientemente hemos aprendido; los pensamientos frescos, los nuevos descubrimientos de la Palabra de Dios; las nuevas instrucciones del Espíritu Santo, los nuevos sellos de aprobación del Señor. ¿Ya ves? Se puede aumentar en conocimientos sin renunciar a la vieja teología. Yo no quiero ser un doctor sólo de teología moderna, la vieja me complace y con ella edifico mi altar de piedras desde Dan hasta Beerseba (Ge. 13:4; Ex. 20:25). Ese sí debió hacer brillar el rostro de Jesús, y se dio cuenta que los estaba haciendo eruditos, académicos en el reino de los cielos.

 

Tu familia y tus vecinos son los más difíciles 

Mt. 13:53-58

53Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.54Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste, esa sabiduría y estos milagros?55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? 57Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.58Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos”.

Jesús se topó, pero no se asombró, que sus conocidos, vecinos y parientes negaran sus evidentes poderes sobre espíritus y enfermedades e innegable elocuencia espiritual, práctica y escritural. Un grupo de símiles brillantes e importantes, fueron tan sencillos y cotidianos que lo común del pueblo y los políticos perversos las oían de buena gana (Mr. 6:20), no las olvidaron y los apóstoles menos que ellos. Ciertamente Jesús dibuja lo que él y sus discípulos saben hacer, pescar, y piensen que la predicación del evangelio es como una malla que echada al agua atrae cualquier clase de peces, pero el que maneja esa red que debiera ser un experto en la Palabra de verdad, que la trincha y corta bien con su sentido completo en el original (2 Ti. 2:15-19), conoce lo que es comestible y lo que no es útil, lo que quiso decir el Espíritu Santo y de un modo o de otro los devuelve a su antiguo medio ambiente, entonces los pescadores retornan alegres con el éxito del mucho trabajo y la navegación, porque fiel es el que ha prometido (Mt. 4:19). La condenación eterna es dibujada aquí como si se tratara literalmente de un horno encendido que abrasa perpetuamente a las pobres almas incrédulas; y sin el ropaje simbólico quedaría explicado el símil al menos para mí, como la tortura continua de recuerdos y culpas dentro de la conciencia sucia. No siempre las cosas que el Señor dijo fueron fáciles de entender, de las que se escribieron tampoco (Mt. 15:16, Hch. 8:28-31). Las palabras quieren decir experto, y sin pensar en modestia, pudiera ser que Mateo esté haciendo una referencia a sí mismo, aunque la palabra suele aplicarse a los escribas (Mt. 2:4; Lc. 2:46). La imagen es tierna y bella cuando se compara un expositor de la Palabra de Dios a un padre que instruye a sus hijos como a alumnos, y es un exégeta de la Escritura y su familia es la primeramente beneficiada de sus exposiciones antiguas y recientes, acompañadas con una experiencia santificada por la gracia de Dios y el Espíritu Santo. Los comentarios que hicieron fueron posiblemente derogatorios que permeaba a los intelectuales (Jn. 1:46) y con todo, Nazaret que sólo lo conocía en la carne y no en el Espíritu, en la revelación, no podía creer lo que era evidente y sin pretensión, que aquel joven de unos treinta años tuviera esa elocuencia y poderes.

Lo mismo pasa con el primer creyente en una familia que le conocen en la carne y no en el espíritu, y sólo Dios sabe cuándo romperán esa barrera y que el hermano que creció junto a ellos ahora es otro y que para comprenderlo ellos tienen que mirar al cielo, cosa que puede ocurrir con mucho tiempo o nunca, excepto que lleguen al convencimiento de que lo que le ha ocurrido es una palpable resurrección. Si quiere evangelizar a una persona, allegada o extraña, el foco no tiene que ser necesariamente el mal comportamiento sino la incredulidad, cuya religión es similar a la que dice el apóstol Santiago, que el monoteísmo y la creencia en la existencia de un Dios la tienen también los diablos, que no son ateos (Sgo. 2:19). La principal razón de una vida equivocada y pecaminosa es la incredulidad, semejante a la de estos nazarenos, que hizo que Jesús se fuera y se quedaran sin bendiciones. 

 

Una lectura adicional.

En su propia tierra quiere decir a Nazaret y en Marcos el relato es un dibujo sobre los conciudadanos. Te lo copio por si tienes un poco de pereza “1Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. 2Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? 3¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. 4Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 5Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. 6Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando” (Mr. 6:1-6).

Tengo unos binoculares mágicos como ciertas botas, que si lo enfoco hacia atrás veo un grupo de judíos recién salidos de su lectura de la ley mosaica. ¿Qué pasa aquí hoy que veo gente afuera comentando lo que adentro acabaron de oír?  “los escribas y fariseos parece que el popular nazareno les cae antipático” “No quieren concederle la opción que sus milagros y palabras sean auténticas sino un plagio que quieren averiguar”; las maravillas son innegables, pero se las atribuyen al dios de las moscas y les son apestosas. Dicen que es un carpintero porque su padre lo era, lo cual es posible, y los demás también los conocemos, o sea, sabemos de quien se trata y no puede de hoy para mañana convertirse en un profeta cuando con Malaquías entendemos que no ha habido más. No obstante, a pesar de esa propaganda los milagros continuaron y su elocuencia sencilla y buen corazón cautivaba a no pocos. Estaba surgiendo un movimiento imparable, lo cual pensaron que si los romanos lo juzgaban tendrían la posibilidad de deshacerse de él. En el juicio salió absuelto pero la influencia política contraria gritó que se lo dirían al César en Roma si no lo crucificaban, y lo lograron, se lavaron las manos, no sus conciencias, y todo lo otro ya es historia.  

 

Ya ves cómo es mi método, exprimir mi texto, machacarlo como las olivas para aceite puro (Ex. 27:20), hasta que suelte lo divino y no le deje una gota; y jugar de ese modo con la porción me produce un placer casi cruel. Ahora, dale vuelta a la torta para que no se queme y vamos a cocerlo por el otro lado (Ose. 7:8).

 

Si pides libros prestados jura devolverlos

Mt. 13:53-58

53Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.54Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste, esa sabiduría y estos milagros?55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? 57Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.58Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos”.

 

Se fue de Capernaum para Nazareth. Como era un pueblo pequeño habría una sola sinagoga. ¿De dónde tiene esta sabiduría y estos milagros? Lo que quiere decir es: Este hombre no estudió en ninguna de nuestras universidades judías, hemos entrado a su despacho y no hallamos comentarios de la ley, no tiene ni un solo librero sino la Escritura abierta sobre una pequeña mesa y una silla; miramos las paredes y no hay título colgado en ellas para que adrede los visitantes aplaudan; entonces ¿cómo sabe tanto? ¿Tuvo algún maestro privado? Leer sabe, porque lee perfectamente el arameo cotidiano, conoce al dedillo la Septuaginta, en la sinagoga lo probó y por supuesto el idioma del imperio, el latín (Lc. 4:16-22). No da evidencias de incultura, al contrario. Si no hubieran conocido su origen todos habrían pensado que tenía un título. Estoy hablando de Jesús de Nazaret. Los que no estudian y quieren maravillar al mundo con sabiduría, lo maravillan, pero con la ignorancia y el fanatismo que muestran propagando errores a diestra y siniestra luciéndose con gritos, y encorbatados sobre una plataforma o enfrente de una cámara de televisión. Lo que Jesús sabía por ser Hijo de Dios tenemos que aprenderlo entre Biblias, libros y oración (vv.51-58) ¡Alabada sea la ignorancia! ¿No? ¿Para qué necesitas seminarios y libros? Para mucho. Recuerda que Pablo no era Jesús, y aunque tenía raptos y experiencias espirituales superiores a todos nosotros, compraba libros y pergaminos y los leía, que también pudieran ser sus manuscritos (2 Ti. 4:13). Si no tienes para comprar libros, pídelos prestados y jura devolverlos. Y cumple el juramento porque no son tuyos. 

 

Tómate un respiro que daremos un paso más con Mateo. 

 

Lucas dice que es hijo de una pariente de María, por tanto, no primo hermano sino primo segundo, y de allí para arriba. Hijo de Elizabet y, por lo tanto, primo de Jesús, Juan es considerado el último profeta antes de la llegada del Mesías y, por este motivo se le nombra precursor. Un día, cuando Juan el Bautista bautizaba en el río Jordán, llegó Jesucristo y le pidió a Juan que lo bautizara. Juan sabía que Jesús siempre había obedecido los mandamientos de Dios y que no necesitaba arrepentirse, y pensaba que no tenía que bautizarse. Vio también el Espíritu Santo como una pequeña paloma de paz se posaba sobre él. Juan fue el más grande y último de los profetas, y ya conocemos de qué forma fue guillotinado y para prueba que la orden se llevaba cabo, igual que se hacía en la guerra con un enemigo, la cabeza en un trinchero aseguraba que el tal no andaba prófugo. Hay porciones históricas que repugnan leerlas, esta, casi es una de ellas; Herodes el tetrarca, Herodías, Felipe, ¿qué fueron esos romanos sino unos incivilizados? La historia es la historia y alguien la contará con puntos y comas.

Se le da a Herodes el título de tetrarca porque gobernaba sobre una tercera parte del territorio dejado con su muerte Herodes el Grande, la primera cayó en manos de Arquelao, Herodes Antipas de la cual habla el texto y la tercera a Felipe.

Fíjate en dos cosas, lo supersticioso que es este hombre de estado y además no creía exactamente en reencarnación sino en la resurrección para explicar lo famoso de Jesús. “Herodes Antipas (nacido el 21 A. C. , muerto después del 39 d. C. ), hijo de Herodes I el Grande , que se convirtió en tetrarca (gobernante de un principado menor en el Imperio Romano) de Galilea, en el norte de Palestina, y Perea, al este del río Jordán y Mar Muerto y gobernó todo el ministerio de Jesús de Nazaret”. (https://www.muyinteresante.es).

En el Evangelio según Lucas (13:32), se dice que Jesús se refirió a él con desdén como “aquel zorro”. Se divorció de su esposa nabatea, la hija de Aretas IV, rey del reino del desierto contiguo al suyo, para casarse con Herodías, ex esposa de su medio hermano. El matrimonio ofendió a su ex suegro y alienó a sus súbditos judíos. Según Marcos 6 y los relatos paralelos en Mateo 14 y Lucas 3, cuando Juan el Bautista , uno de sus súbditos, reprochó a Herodes por este matrimonio, Herodías incitó a su marido a encarcelarlo. Todavía sin apaciguarse, engatusó a su hija, Salomé, para pedir la cabeza del Bautista a cambio de bailar en la fiesta de cumpleaños de su padrastro. Antipas decapitó a regañadientes a Juan, y más tarde, cuando le informaron de los milagros de Jesús, creyó que Juan el Bautista había resucitado. Cuando Jesús fue arrestado en Jerusalén , según Lucas 23, Pilato, el procurador romano de Judea, lo envió primero a Antipas, que estaba pasando la Pascua en la capital, porque Jesús venía del reino de Antipas. El tetrarca estaba ansioso por ver a Jesús, esperando más milagros, pero pronto lo devolvió a Pilato, sin querer juzgarlo.

Mt. 14:1-12

1En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, 2y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 3Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; 4porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. 5Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta. 6Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 7por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. 8Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, 10y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre. 12Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús”.

 

Si yo hubiera sido un observador invisible, algo así como un espectro que pudiera oír lo que decían, cuchichiaban en las orejas y en las mesas los compinches, me habría enterado por los de la corte y acólitos que el rey estaba molesto por la predicación ética de Juan, un profeta con una alta popularidad, que el jerarca andaba tristón, o mejor, preocupado por lo que haría a Juan al que había puesto detrás de las rejas. Si la familia cercana, Salomé, la muchachita bailarina , que aprovechó la ocasión y el medio ebrio político ordenó sacar absuelto a Juan, pero la joven encantada con los aplausos y el dinero que le pagarían, pidió al rey que le diera como paga por sus danzas, la cabeza de Juan y así fue. El rey pensó en el daño político que eso ocasionaría a su popularidad y a los miembros adinerados del sanedrín, pero cedió y Juan fue decapitado y la cabeza goteando sangre en una bandeja de plata, llevada a su mesa.

Mt. 14:1

“En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús”. Vas a ver que es su conciencia que lo tortura por el crimen de haber ordenado decapitar al profeta Juan.

Mt 14:4

“Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla”. Además de incesto es adulterio. ¿Conoces a ministros que hagan algo por la moral de las figuras públicas y por la salvación de sus almas? Quizás hay algunos, tal vez muchos, y otros saben cómo adular a los centuriones, procuradores y cónsules, para sacarles posiciones o dineros (Jud. 1:16). 

Mt. 14:5

“Y quería matarle, mas, temía al pueblo; porque le tenían como profeta”. Ese título no era regalado, sino que se lo había ganado, al escucharle la gente que él los llamaba de vuelta a Dios y bautizándolos en el Jordán. 

Mt. 14:6,7

“Mas celebrándose el día del nacimiento de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes. Y prometió él con juramento darle todo lo que pidiese”.  “La hija de Herodías y Felipe. Según Josefo, historiador judío, se casó con otro hijo de Herodes el Grande (hermano de su cuñado y tío de su madre) aumentando la red de incestos de la familia” (John MacArthur). Así los gobiernos especialmente los tiranos se refrenan políticamente si alguna medida o ley pudiera afectarles la popularidad. 

El cumpleaños de su nacimiento o de su mandato. En cuanto a su cuñada Herodías, su marido vivía, aunque separados; se conoce que las mujeres comúnmente se encontraban en un harén y no debían aparecer en público y menos de esa manera. El nombre de la muchacha es Salomé. Le agradó al rey la danza o algo más, el erotismo de la chica. Ese juramento, su amplitud gloriosa, tiene euforia libidinosa.

 

Un acto bueno: un grano de polvo en una montaña de actos malos

 

Mt.14:8-10

8Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, 10y ordenó decapitar a Juan en la cárcel”. 

 

Cuando se lee así de corrido el texto parece como si el señor Herodes tuviera un momento de auténtica tristeza por el asesinato, aunque pudiera ser auténtico por cargo de conciencia y porque la popularidad de Juan podría llevar a una explosión de sus seguidores, que, de todos modos, sin lágrimas ni sollozos la Escritura menciona y que esa falsa o auténtica tristeza fue vista por Dios y se le cuenta a su favor. Así es nuestro Señor cuando ha de juzgar a los vivos y a los muertos, minucioso y dispuesto a sacar de dentro de toneladas de basura, aunque fuera una pajita, que aminore la sentencia.  

 

Rumia un poquillo el asunto y luego le das vuelta a la página. 

 

¡Oh, Mateo!  ¿Cómo dices eso de Herodes? Yo sé que estas palabras parecen tener la intención de disminuir la responsabilidad de Herodes; son como si Mateo quisiera purgar su evangelio de cualquier motivo de acusación política. Pero ese no es el caso. Aunque era un régimen tiránico había suficiente libertad privada como para opinar sin problemas (Lc. 3:18,19). Lucas que escribe para el excelentísimo Teófilo lo hace sin miedo alguno. No es una condescendencia de Mateo sino una observación hecha por el Espíritu Santo.Dios mismo fue el que reveló a los evangelistas que Herodes le había pesado lo que hizo; y Marcos dice que mucho como si le hubiera caído el mundo encima (Mr. 6:26). Aunque no dice que echara alguna lágrima o sollozara. 

Ninguno se percató de su emoción, eso pasó dentro de su corazón, nadie de los invitados supo la razón para conceder lo que se le estuvo pidiendo. Era una fiesta, su cumpleaños, y él no debía estar triste y menos mostrar alguna debilidad externa. Se repuso de su emoción, esbozó una sonrisa, o mueca, y fortalecido con la resolución sin alternativa, dio la orden de decapitar a Juan.  Pero los sentimientos de tristeza por verse forzado a eliminar a aquel varón justo y santo no pasaron desapercibidos para Dios.

 

Vuélvete conmigo un rumiante sin ser presumido

Esto nos da un vislumbre de la perfecta justicia divina. Aun el más perverso, cuando sea juzgado sus actos, hallará un juez justo e imparcial, inclinado en ese momento a no prescindir de ninguna cosa que alivie, atenúe o suavice su condenación. En ese gran día la misericordia tampoco estará ausente y cualquier cosita, por mínima que sea, un sentimiento de tristeza, una duda antes de haber hecho lo malo, una vacilación, un remordimiento (¿recuerdas a Judas Iscariote?, “arrepentido”, 27:3), una oración antes de la caída, serán cosas que la misma sabiduría divina sacará a la luz, no para absolver, sino para que ocupe su “propio lugar”, al lugar suyo, y no sea alejado de su presencia ni un centímetro más de lo justo (Hch. 1:25).

Habrá instantes en que a un pecador le parecerá que su mismo Juez actúa como si lo defendiera; recogiendo evidencias que puedan aliviar su necesaria condenación, una gota siquiera de agua que alivie los tormentos de la llama de la condenación (Lc. 16:24); ¿no recuerdas la humillación de Acab, la oración del sanguinario Manasés? (2 Cr. 33). Por más pequeño que sea un acto bueno, como un grano de polvo en una montaña de actos malos, será encontrado por el Señor, él llegará hasta donde se halle, hasta el fondo de las circunstancias, y lo sacará para mostrarlo en su juicio. Oh, Salvador Jesucristo, ¡qué grande eres! Yo sé que no quieres la muerte del impío, sino que viva, que no perezca, sino que proceda al arrepentimiento (Eze. 18:23; 33:11). Quiera Dios que en esto único me imites, vuélvete un rumiante de las Sagradas Escrituras. La imitación sin ser copias al papel carbón es válida (1 Co. 4:16). 

 

Mt. 14:8

“Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista”. Más bien “instigada” (BTX), por su madre, exactamente “en un trinchero, bandeja donde se adoban, exhiben y trinchan los manjares” (BTX).   La madre no sólo era mala sino perversa y usaba a su hija para sus propósitos. Tal vez quien mata a Juan sea la corrupción sexual de Herodes. Hay otros casos en la historia grecorromana que son similares cuando una o un adversario que triunfa ordena que le traigan la cabeza de su antiguo enemigo para tener constancia que efectivamente ha sido ejecutado (Mr. 6:27). Josefo lo cuenta en Las Guerras de los Judíos. 

 

Mt.14:9-12

9Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, 10y ordenó decapitar a Juan en la cárcel.11Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre. 12Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús”. 

Uno de los platos de cenar en la fiesta. Pudiera parecer un intento para disculpar a Herodes de su crimen, ya he dicho, quitarle la responsabilidad por el asesinato, sacarlo a él fuera del asunto y dejar a las dos mujeres. Si hubo alguna tristeza no fue por el crimen sino por el lío político que se podría formar, por las consecuencias que enseguida visionó. Tal vez junto con la tristeza la preocupación y susto. Cualquiera que sea el origen, Dios la vio. Dios no pasa nunca por alto nada, una sonrisa, un suspiro, una lágrima. Lo siento si hago llover sobre lo mojado.

 

Un entierro en USA cuesta mucho dinero

Mt. 14:10-12

10y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre. 12Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús”.

Hemos sabido cómo hacen eso, el verdugo llega y atrapa al preso por la espalda, ya cuchilla en mano, y saz, de un solo corte se queda con la cabeza en la mano y el cuerpo cae desplomado y chorreando sangre. Los amigos de Cristo y de Juan estaban pendiente de los sucesos y hecha la salvajada les permitieron que con amor se llevaran el cadáver y le dieran honrosa sepultura. 

No lo incineraron, práctica común en Egipto. Los cristianos mayormente enterraban a sus muertos porque el divino decreto es polvo eres y al polvo volverás y no polvo eres y cenizas te volverás. En este país, USA los entierros son caros y la opción de quemar el cadáver está en alza. Eso es cierto, pero existe la posibilidad de tener un seguro de vida y algunos ahorros. Walquiria y yo pensamos en eso. Ella me ha dicho “no quiero que me quemen ni que celebren mi vida”. No puedo sufrir imaginarla ardiendo en llamas su cuerpo que amé y disfruté. Como no sabemos dónde el Señor concluirá nuestro viaje tenemos los seguros para comprar si no una cueva en Macpela (Ge. 25:9,10), como Abram, para enterrar “mi muerta” o “mi muerto” “mi difunta” BTX, (Ge. 23:4,8,11,13). Oh Señor para aguantar ese dolor nunca estaremos preparados como si fuéramos heridos por un puñal en la quinta costilla, en el hígado y corazón (2 Sa. 20:10). Si yo sobrevivo a mi amada diré como un escritor cuando se le murió la mujer, “se me ha muerto la mitad de mi corazón, la mejor mitad”. Esos instantes y dolor no deseo ni presumirlos, ya, cae el telón.

 

Pudiera uno extrañarse que el evangelista no abunde en el asunto y no denuncie al mundo esa clase de salvajadas, sino que de modo sucinto no hace juicio sobre su historia, no de crímenes sino del desarrollo del ministerio de Jesús, que sale hacia Capernaum o Nazaret.  

 

Mt. 14:13-21

13Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 15Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.16Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.17Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. 18El les dijo: Traédmelos acá. 19Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños”.

 

Jesús no hizo algún comentario sobre el crimen de aquel que había sido su predecesor y le había bautizado. Tal vez uno de nosotros habría abierto su boca contra el asesino; “el cuerpo”, aparece en los manuscritos inferiores (BTX). Debe decir el cadáver, que suena más muerto. La cabeza se la dieron a la muchacha, Salomé, y ella se la llevó a su madre Herodías. Bestias femeninas. Quizás lo que hizo que se fuera del lugar tenga que ver con la mano de esa mujer, y él atravesara el lago a un lugar menos poblado y más seguro, quizás Betsaida.

Mt. 14:14-16 

La narrativa completa de los cinco mil se halla en Mr. 6:32-44; Lc.9:10-17; Jn. 6:1-14.

Jesús tenía un corazón blando. No se dice que haya reído, pero sí que lloró. Inclusive, aunque tuviera a mano el remedio, como la resurrección de Lázaro (Jn. 11:35). Antes que el grupo se desbandara y regresara a su vida cotidiana, quería retenerlo por un tiempo y decirle muchas cosas y hacer muchas por ellos.

Dice John Gill que los judíos tenían dos tardes, la primera, alrededor de las doce y la otra cuando el sol declinaba. Posible que fuera la primera que les daría tiempo para ir por provisiones, sin saber la alternativa que nuestro Señor tenía en su mente. Interesante ¿verdad? Adéntrate en los sentimientos de Jesús reflexionando sobre esa observación “compasión”, diríamos que le dio lástima que se disolviera la congregación que aguantaba el hambre para oírlo. También por los enfermos que habían traído y se sentían mal. Entonces Jesús sacó la última carta, inesperada solución y les dijo que no se moviera nadie de su puesto, ni enfermo ni sano, y les hace un reto, sigan mis instrucciones y empiecen, con ese poco que alguien tiene y verán que si años ha una viuda sin poder explicarse cómo el aceite y la harina no se acabaron, ahora haré algo parecido.

 

Qué darías por haber estado bajo el cielo palestino

Mt. 14:17-21

 

17Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. 18El les dijo: Traédmelos acá. 19Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños”.

Sin contar las mujeres y los niños que también cuentan porque comen. Una iglesia sin ellos está incompleta, está amputada y si retratada fuera, sería con los varoniles seños fruncidos y melancólicos. ¿Es un asunto imposible? ¿Una oración que suene más a queja que a petición? Desembuchen, cuenten sus quejas, cántenlas como hacía el rey de los salmos. No sean cortos en oraciones. Recuéstense en obediencia, sin promesa oída, aunque los minutos les parezcan semanas. Ya las cosas están en las manos apropiadas, la oración las puso. Jesús, como hacen por costumbre judía, bendicen a Dios y los alimentos. Me parece que la oración fue al cielo, bendijo a Dios en primer lugar, ya lo otro, el bien que uno saca de ingerir, no basura sino nutrición, puede añadirlo si quiere, pero está atado a la acción de gracias al creador. Dios supo por esa silente mirada lo que Jesús quería, llenar los estómagos vacíos o semivacíos de los necesitados.

Si lees el relato hecho del asunto, por Juan en 6:1-15, quedarás satisfecho y no tendré casi que decir una palabra, “1Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 5Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 6Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. 14Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”. 

Convirtió la escasez en abundancia. Es una gran lección de economía, no tirar a la basura los sobrantes sino recogerlos, y si no tienen problema en utilizar comida ajena se puede aprovechar, porque todos los días no son días de milagros. Una buena lección de lo que se llama ahorro, porque el que consume todo lo que tiene, puede que se quede a pedir. Donde antes había escasez ahora hay sobrantes, de poco a mucho en minutos.

Fue una breve oración de gracias sin cerrar los ojos. ¡Qué hubiera dado yo por haber estado allí! Es válido, ya que Jesús se halla en su trono de gloria, cerrar los ojos, verlo, y hacerle peticiones. No es dejar a un lado al Padre porque a él encomendó todos nuestros asuntos. No existen envidias entre el Padre y el Hijo. ¡Qué gloriosos nos sentimos que el Hijo de Dios no estimó su altura y descendió a Israel para hacer universal la continuación de la raza caída desde Adán! “5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Flp. 2:5-11).

Dios nos oye, de esa clase podemos hacer muchas durante todo el día, son segundos, instantes de devoción que nadie percibe sino el alma de quien las hace. Los milagros no se explican, se contemplan, se agradecen y se disfrutan con un salvador tan bien entronado que sigue los pasos de sus reinados, y antes que llegue una súplica la respuesta con el latido del corazón y el suspiro, abre las puertas del cielo y baja. Con amén o sin amén. Uno que tenga mucho dinero pagaría por haberse hallado, aunque sea traspuesto en espíritu, por una hora y presencie esta narrativa. Lo que estaba sucediendo bajo el cielo palestino era digno de ser transmitido al orbe.

 

Créemelo que no todo es coser y cantar

Mt. 14:22-33

22En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo!; ¡yo soy, no temáis! 28Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 32Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.33Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios”.

Pedro fue considerado por la iglesia como una columna de ella, a sabiendas de sus tres negaciones y el canto de un gallo. Pedro tenía una excelente suegra a la cual amaba y convivía en su casa. Pedro predicaba con mucho poder y los judíos le hacían caso y los volvía cristianos a millares, escribió dos cortos libros trascendentales, no tantos como su amigo el Apóstol Pablo con el cual mantuvo una transitoria desavenencia (Ga. 2:11-14). Quería imitar a Jesús hasta en su forma de caminar por donde lo hiciera, sobre el agua o hasta la casa de Anás y Caifás. En esta experiencia del lago tuvo un final glorioso con sus compañeros arrodillados ante Jesús. Nunca alguien había hecho eso, poner un pie fuera de un bote y caminar como se hace en un camino sólido. Pedro no era un ilusionista, tampoco dijo que se acercara, verlo mejor y tocarlo, sino que quiso tener la misma experiencia que Jesús con tal que él le diera el poder para igualarlo. Jesús satisfizo su deseo y le invitó a salir del bote y comenzó a caminar, pero en unos pocos pasos tuvo miedo y se hundía. Tú o yo allí nos hubiéramos hundido con el atrevimiento y la osadía al primer paso y él dio varios. Nadar no sería notable su experiencia y de susto hasta eso se le olvidó, llegar nadando. Así no vale porque es sustitución de la palabra de Cristo por habilidades personales. Pedro era marinero y sustituir una experiencia de fe por hábitos y dones excluye la oración. Hay decisiones que antes de tomarlas hay que calcular el tramo y si la fe alcanza para realizarlas. ¿Acaso ser un apóstol excepcional y ventajoso sobre otros compañeros? No, él no lo pedía pensando en sus amigos sino en sí mismo, en llegar más lejos. Un sí permisivo puede ser riesgoso. Hay que remangarse la camisa hasta donde se pueda. Esta frase que la recuerdo de alguien que dijo más o menos “emprender grandes cosas para Dios y hacer grandes cosas para Dios”, no es cosa de coser y cantar, podría tener como cumbre un fracaso y servir de anécdota (Mt. 26:75).

 

Mr. 6:45-56; Jn. 6:16-21.

Búscalos en tu Biblia, pudiera copiártelos, pero si lo hago tendrías más páginas para leer. 

“La palabra que Jesús usa “hizo” significa más que eso, quiere decir que constriñó a los apóstoles a subirse al barco, casi los empujó. En ese momento se hallaban al este del lago de Genesaret. Dirigió a los discípulos hacia el otro lado, o sea, Capernaum. Marcos añade que se dirigían a Betsaida (Mr.6:45). Betsaida estaba situada en la desembocadura del rio Jordán en el lago al este de ese rio. Compáralo con Mt. 11:21. Es posible que fuera en bote o barco a Betsaida y estuviera allá hasta que despidiera el pueblo y reunirse con los discípulos y cruzar el lago. El milagro fue tan grande que la gente pensó que se trataba del profeta que esperaban y quisieron convertirlo en rey de ellos (Jn. 6:14,15). Por eso Jesús trata de irse escondido e ir a la montaña” (Albert Barnes).

 

Mt. 14:22,23

22En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”. Eso indica que pasó varias horas orando. Y al llegar la noche se quedó solo para reponerse un poco y orar descansando, recaudar energía para el cuerpo y para el espíritu en contacto con el Padre. Quizás para que alguna vez podamos decir “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Flp. 4:13).

 

Toma un ramo de versículos y frótalos

Mt. 14:23

“Y despedidas las gentes, subió al monte, apartado, a orar”. 

Lo representa como un creyente normal, un profeta que tiene necesidad espiritual de la comunión con Dios. Jesús pasaba bastante tiempo sólo, reponiéndose del cansancio físico, mental y espiritual. Sin hacerle preguntas a la divinidad, cerremos los ojos y oremos. Orar es un privilegio que refresca. Se le marchitan a uno las hojas del alma cuando la oración es poca. Tenemos que practicar otra forma de lectura de la Biblia, sin andar sobre ella a pasos agigantados, sino más bien recogiendo espigas y frotándolas con las manos, quiero decir atrapando puñados de versículos y restregándolos en la reflexión hasta que aparezca nítido el alimento en el pensamiento, y se explaye el espíritu en palabras a Dios. Si tienes una Biblia con notas eso te ayudaría.       

 

Mt. 14:24-27

24Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo!; ¡yo soy, no temáis!”.

 Comienza a las tres de la madrugada hasta las seis de la mañana, a última hora, casi siempre cuando todo es peor y ya no queda esperanza, en eso llega Jesús; cuando todo está por acabar. No era para menos ¿qué otra cosa podría ser sino algún fantasma o demonio caminando sobre el agua? Jesús les habría de enseñar que los espíritus de los muertos no regresan.

 

Copiando a Jesús sin llegar al ideal

Mt. 14:25

“Jesús fue a ellos andando sobre la mar”. 

Pudo haber venido antes, pero se demoró; ellos estaban seguros en su tardanza y en su prontitud. Caminaba sobre las aguas como sobre un pavimento. El creador únicamente puede hacerlo (Col. 1:16). Tal vez una pequeña lección, para nosotros que oramos tan poco, es que, si lo hiciéramos más, gastando horas hablando con Dios, podríamos flotar sobre el proceloso mar y caminar contra el viento y las oposiciones. Lo que pertenece al otro mundo no se hunde con facilidad y el contacto con la Deidad nos llena de ella y desaparecen casi las fuerzas de gravitación carnal. Pedro intentó andar del mismo modo, y la imitación lo defraudó, porque copiar a Jesús sin hacer lo que él hace, ni teniendo su autorización se alcanza su ideal.

Mt. 14:26,27

26Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo!; ¡yo soy, no temáis!”. Todavía conocían poco sobre la realidad de ultratumba. Mira cómo el miedo y la falta de ánimo (desánimo), crean falsas percepciones, visualizan imposibles, confunden la realidad, mitifican la bondadosa realidad objetiva y debilitan la fe. Anímate con un poco de fe para que se te quite el miedo; ponle un poco de ánimo a tu fe, o fe a tu ánimo si puedes; entonces se te quitará el miedo y desaparecerán los fantasmas. Al menos por instantes y minutos, tal vez horas.

 

En el ministerio cristiano se va solo y no hay vuelta atrás 

Mt. 14:28

“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo vaya a ti sobre las aguas”.

Pedro quiere hacer lo mismo. Lo que hay que ver en un camino que se empieza no es su longitud, profundidad, riesgos, sino la cantidad de fe. Ninguna de aquellas cosas impidió que anduviera sobre el mar tempestuoso sino su poca fe. Jesús le dijo que sí, ven, y Pedro salió de la embarcación. Y quizás Jesús tuviera en su mente la carrera apostólica de Pedro. El ministerio de Pedro sería como caminar sobre el agua, algo que no se debe ni siquiera intentar sin permiso de Jesucristo, sin que Dios le ponga el deseo y él lo llame. Cada paso que dé es un milagro de su fe y si le escasea empieza a hundirse. Nunca debe separar sus ojos de Jesús. Una vez que empecemos a caminar sobre el agua no hay regreso al barco, los compañeros del apostolado no se atreverían a intentar imitar nuestras osadas decisiones, no podemos mirar atrás, hay que proseguir sobre el agua sin detenerse, con viento o sin viento, con miedo o sin miedo; unas veces casi sumergidos y otras flotando, buscando con la vista al Señor. Jesús le dijo que sí para entrenarlo como en parábola, para el ministerio. Como pescador Pedro tenía la alternativa de nadar, pero eso no es cumplir la vocación, tampoco fue su oración inicial ni el ejemplo que en Jesús veía, que sabiendo nadar caminaba. Sé lo que es hundirse hasta el cuello y sentir que todo lo que he cuidado y soy se quede bajo el agua; sé lo que es tener miedo a las tormentas de la iglesia y tornados que giran alrededor de mi nombre, y gritar por auxilio al que me dijo que me ayudaría a ser un buen pescador. Nunca he olvidado las tan traumáticas ráfagas de mis torbellinos. No puedo reescribir mi historia, editarla ¿para quién y para qué? Ni borrarla. Deja, lector, para mañana lo que sigue. No sé si hoy eso es apropiado para ti que todo te va como a pedir de boca y color de rosa. A Pedro le asustó el viento y empezó a hundirse y oyó la voz de Jesús y se asió a su brazo extendido.

 

Jesucristo le habló a una ley natural y ella le hizo caso 

No te asombres y varía tu lectura.

                                                Job 38:1

“Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino”, que puede ser llamado ciclón tropical y los ciclones siempre tienen nombres. Por supuesto, que podemos escribir los nombres de ellos en nuestras páginas. Job fue quien escribió, mientras se rascaba con una teja, que su vida últimamente era un torbellino. Hay instantes en la vida que son torbellinos. Les tenemos miedo. Dios no le habló a Job en una visión ni en sueños sino por un torbellino, un remolino, un huracán o una tormenta. Todas esas traducciones son posibles. Desde el giro del viento, desde el caos, como su propia vida parecía ser. A Elías Dios le habló desde un “silbo apacible y delicado” (1 Re.19:11-13), pero eso vino después de un viento que rompía las piedras. Por supuesto que tras la tormenta la calma. Dios suele hablarnos durante el torbellino, pero no escuchamos su suave y sugerente voz sino la espantosa situación circundante, el viento donde nos hallamos enredados, Inicia la temporada de ciclones tropicales en el Pacíficodonde fuimos tirados, sin actual posibilidad de salir de él. 

Nos han enseñado que Dios es amor y que los desastres naturales, son naturales, engendrados por leyes anónimas, no expresiones de alguna voluntad divina. Con claridad la Biblia enseña que no tumba el viento una hoja o un pajarillo, o un cabello en una incipiente calvicie, sin que Dios tenga que ver (Mt. 10:29, 31). Pudieras decirle “¿que más te da Señor dejarme mi pelito, tú que hiciste mis genes?”. Nos han dicho mucho sobre una voluntad permisiva de Dios, que se cruza de brazos y deja que las cosas pasen, encogido de hombros y neutral. Y eso, porque nuestra limitada razón humana reduce a Jehová hasta la altura de nuestros hombros y cabeza. Y los que nos enseñan la Biblia han aprendido de un tal Arminio, hacer malabarismo y no exégesis con el sagrado texto. Da risa, o enojo, como algunos se han atrevido a publicar notas en la Biblia, haciendo caso omiso a lo que Pablo escribió, retorciéndole la clarísima intención del apóstol y su amanuense. 

Dígame usted si Dios no desborda nuestra razón e imaginación, y lo mismo Jesucristo, haciendo lodo con saliva y untando los ojos de un ciego hace que recobre la visión, y le dice a un paralitico sin remedios ortopédicos, que se ponga de pie y con su palabra, inexplicablemente lo deja sano. No meta usted su razón humana en lo que pasa con los torbellinos, huracanes, y ande excusando a Dios y poniéndolo a un lado cuando crea de la nada, porque el Dios de la gracia empezó nuestra salvación de la nada, todo Dios lo hace desde cero. La fe no debe tambalearse ante lo inexplicable o injusto de un devastador ciclón, porque Dios mismo es un inexplicable misterio. En “Dios estamos y nos movemos” (Hch.17:28), y es obvio, que, desde su divina dimensión, no se mueve una hoja de un árbol sin su voluntad. 

Regreso al barco.

Jesús se puso de pie, porque descansaba en una almohada, y le habló a una ley natural y ella le hizo caso al instante, y su iglesia se quedó perpleja haciéndole preguntas teológicas a Aquel que camina por encima de la gravedad y maneja personalmente las leyes que hizo, cuando en el origen de todo construyó una tras otra, no para que su atmósfera se fuera de control y se porte como le dé la gana.

Con todo, Dios es misericordioso y puede hacer que las inclementes ráfagas naturales mermen, y la tragedia se titule mínima, si es que a una desgracia se le pudiera clasificar mínima, y los envueltos en el viento no perezcan y sus preciosas vidas preservadas y las propiedades de sus sustentos. Las rodillas deben estar en uso y las plegarias dirigirse al sensible corazón divino, y tocar el borde de sus misericordias, aunque fuere con una oración del tamaño de un dedo. Preferimos oír su voz en el silbo de Elías y en la voz de Jesucristo en el Mar de Galilea, no desde las ráfagas de un huracanado torbellino.  

 

Hundirme hasta el fondo es imposible

Mt. 14:30

“Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”.

Hay una gran liberación cuando dejas de mirar el viento y pones la vista en las promesas del Señor, en sus palabras. Rehúsa, apóstol querido, a lo que te mete miedo, a lo que te da horror, cambia la mirada y mira a Jesús; no son las ráfagas las que te hunden sino el miedo que te causa la falta de fe; vuelve a mirar a tu Señor y al momento te saldrás de la situación, aunque las circunstancias no cambien.

No necesitas que se cese de soplar el viento, lo que te hace falta es no hundirte y que se te quite el miedo, recuperar la fe, y caminar como sobre “un mar de vidrio” (Apc. 4:6). Cuando dejes de pensar en las dificultades y llenes tu corazón con las palabras del Señor, será como si los problemas no existieran; ya habrá pasado para ti la tormenta porque tú estarás distinto y no sentirás que te traga el remolino ni te hundes en el abismo. Dios habla desde los torbellinos (Job 40:6). Si mi hermano Andrés me diera una mano, piensas, pero está lejos en el bote. La ayuda humana es imposible donde me hallo. Mi esposa y mi suegra tampoco pueden ayudarme. Juan Marcos mi hijo no está aquí (1 Pe. 5:13). La providencia “ha alejado de mí al compañero y al amigo” (Sal. 88:18). Entonces, Señor toma mi mano y aunque yo desfallezca, sé que no podré hundirme, porque tú me tendrás asido, e irnos al fondo los dos es imposible.

 

Un mal diagnóstico o un recibo sin pagar

Mt. 14:28-31

28Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”.

Piensa en Pedro. ¿Le llamarías imprudente? No, porque quizás estaba ávido de una experiencia superior o su pedido fuera más entusiasmo que un atrevimiento. A veces debiéramos pedir cosas lejanas a nuestra experiencia. Dar un paso afuera de un sitio estable, desde el barco al agua, hay que atreverse mucho con alguna promesa que diga ven, yo te ayudo, si quieres y te lo permito, ven, pero ¿con qué propósito quieres hacer lo que yo hago? ¿Quieres lucirte ante tus compañeros, ser excepcional, o estás ávido de estirar tus límites? Estaba deseoso de avanzar en fe. Tener una experiencia superior. Parece un niño entusiasta que con cariño, amistad y seguridad pide eso. “Si eres tú yo quiero hacer lo que tú haces”, dijo. Hay una sola objeción vital para hacer esa réplica: que su fe no le alcanzaba, aún Jesús dándole el permiso. Ese mismo problema de incredulidad es el que tenemos con las promesas de Dios y el hacer su voluntad. El apóstol se quedó callado. Ninguna razón puede convencer a Dios de nuestra incredulidad. Ni disculparla. Descubrimos nuestra falta de fe por nuestros vanos esfuerzos y fracasos. El peligro como casi ningún otro es lo que pone de manifiesto el tamaño de nuestra fe; por ejemplo, un mal diagnóstico sobre nuestra salud o un inesperado recibo que pagar.

 

Purga tu fe de miedos

Mt. 14:33

“Entonces los que estaban en el barco vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios”. 

“Vinieron”, es una intrusión hallada en manuscritos tardíos (BTX). No solo Pedro sino los tripulantes del barco, los marineros, el dueño de la embarcación, y demás gentes. No era para menos, la experiencia no tenía paralelo; a los ojos de ellos rompía el récord de lo milagroso y ese fue el propósito, que supieran que era el Hijo de Dios y que podían confiar en su Palabra y no temer a los vientos. Purga tu fe de miedos y llegarás hasta donde fueras. La fe es contra el miedo y el miedo contra la fe. Es su primer enemigo, expresando camuflada la incredulidad. ¿Temes la muerte? Mira la tumba de Jesús vacía. ¿No puedes creer en el cielo? Júntate a aquellos quinientos espectadores y mira a tu Señor ascender y desaparecer en el espacio (1 Co. 15:6). ¿Vacilas ante la inmortalidad del alma? ¿No dijo Jesús, vivo, que en la Casa de su Padre hay muchas moradas? (Jn. 14:2) Morir y estar con Cristo es muchísimo mejor (Flp. 1:23-25, “soltar las amarras”, BTX). Esto lo dijo un hombre sano no un resignado enfermo. Eres tarda alma mía para creer todo lo que los profetas y los evangelios han dicho (Lc. 24:25). Señor, ayuda mi incredulidad “mi poca fe” (BTX) (Mr. 9:24). Yo no he caminado sobre el agua sino junto a serpientes y risueños demonios bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con maquilladas caras y sonrisas angelicales.

 

Si con un dedo de fe pudiéramos tocar al Señor

Mt. 14:34-36

34Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. 35Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; 36y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos”. 

Se regó como pólvora la noticia de que el famoso personaje visitaba su tierra. El relato no menciona que estuvieran ávidos de oírlo predicar sino necesitados que les sanara. Eso se lee bastante en los sitios donde él llegaba que primaba el interés de los enfermos y era tan válida la fama que escuchaban que la fe de estos desdichados era grande y se decían a sí mismos que un roce con la ropa suya obraría el milagro, y la bondad del Señor se los permitía distribuyendo su divino poder a esa clase de convicción casi supersticiosa. Lucas da a entender que casi se le subían encima (Lc. 8:42). Fe más auténtica que la de aquellos pudiera ser la tuya y la mía con los logros de instantes de comunión, una precipitada oración, un suspiro hecho con un ¡ay, Señor! La fe hace ligera la carga e impulsa los ¡oh, Señor! ¡ay, Señor!, a una velocidad espiritual increíble, como si fuera una mano extendida que toca la puerta del cielo y el borde de su gloria. 

 

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