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sábado, 4 de octubre de 2025

Filemón Mis Notas

Carta de Pablo a Filemón

 

File. 1: 1 caída  

 “A Filemón nuestro amado hermano y colaborador”.

No hace falta que diga que Timoteo es su colaborador, pero sí Filemón. Quiere distinguirlo para que se sepa que se reconoce su trabajo y se le escribe como a un colega. Pablo llama   colaborador; a todo el que apoye activamente, espiritual y económicamente la predicación del evangelio. Así llama a Tito (2 Co. 8: 23, a Epafrodito, Flp. 2: 25; y a Clemente, Flp. 4: 3). 

 

File. 1: 4 

Doy gracias a mi Dios siempre, haciendo mención de ti en mis oraciones”. Dale importancia a las oraciones que hacen por ti porque ellas valen; tú no sabes en cuantas formas vuelven de Dios a ti hasta el día que Dios explique el origen de tus bendiciones (v. 22).

 

File. 1: 8

Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte hacer lo que conviene”. En vez de darle una orden prefiere hablarle, hacerle un ruego que se consigue con amor mejor lo que se quiere, la respuesta de un corazón noble es más abundante al amor que al mandamiento.

 

Tal vez estamos engendrando un Reformador o un J.I. Packer

 

File. 1:10,11

“te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones”.

Cuando uno afirma que Onésimo ha sido engendrado por él, debemos entender que eso se logró debido a su ministerio y no a su poder. Renovar el alma de una persona y formarla de nuevo a la imagen de Dios no es obra humana, y de esta regeneración espiritual es de lo que habla ahora. Además, ya que la Palabra de Dios predicada por el hombre es el nacimiento a la vida eterna, no tenemos por qué sorprendernos de que aquel de cuya boca recibimos esa semilla sea llamado padre. Estrictamente hablando, creemos que es por mediación de Dios quien regenera por el poder del Espíritu Santo” (J.C. Comentario a las Epístola Pastorales).

Está siendo una gran experiencia doctrinal para mí trabajar directamente en la fundación de una nueva congregación. Todos los días mi esposa y yo salimos a hablar con la gente en la calle, los mercados, etc., y además entregarles algún tratado. Conozco que nutro mi esperanza de bendición de la elección particular la cual me hace pensar que Dios tiene mucho o algún pueblo en ese lugar, y yo lo que tengo que hacer es predicar a  toda criatura sin saber si es o no es elegida, pero con la esperanza de hallar aquellos que han sido inscriptos en el libro de la vida desde la fundación del mundo. 

He traído de mi credo y confesión la doctrina del arrepentimiento y la fe como dones de Dios que me advierten que no puedo concederlos a quien quiera sino a quien Dios se los de y debo esperar con paciencia que eso ocurra. No puedo repartir nuevos nacimientos según mi propia voluntad como distribuimos los panfletos. No puedo decir a éste engendraré como cristiano a este otro haré nacer de nuevo y le quitaré el corazón de piedra y le daré uno de carne lo sé, lo sé, está fuera del alcance de mi poder. 

Lo que sí puedo es predicar el evangelio y no callar, como se le dijo a Pablo en Corinto, y sembrar buena simiente, principalmente lashermosuras y ciencias de Dios, sus preciosos atributos, las bellezas de la creación, de la Palabra Escrita, del modo en que salva a los pecadores y la profundidad y la ciencia de la providencia. 

Todas esas cosas serán cautivantes si a esos los recibo con simpatías humanas, sin rencores ni parcialidad como Pablo recibió a Onésimo, un tránsfuga ladrón de Calosas, con la ternura de un par de brazos abiertos y los labios listos para conversar sobre el perdón de los pecados. Corresponde a Dios hacerle sentir su estado de perdición y no a mí tratarlo como un trapo de inmundicia y que si bien está destituido de la gloria de Dios sienta el afecto del Señor, y si lo rechaza no es por culpa de un mensajero desamorado sino suya, porque está pecando contra el amor de Dios.  

Dice J.I. PACKER. “Hay que ser osados. Eso nos preserva de desánimos cuando nos encontramos, como a menudo ocurre, con la primera reacción de la gente a la predicación del evangelio, que es de rechazo, apatía y aún oposición. Tal reacción no debe sorprendernos; es algo que debemos esperar que ocurra cuando se les predica a personas que están bajo la esclavitud del pecado y de satanás. Eso no debe desanimarnos, porque ningún corazón es demasiado duro para la gracia de Dios. El mismo, Pablo fue un terrible oponente del evangelio, pero Cristo colocó su divina mano sobre él y quebró esa dureza engendrándolo de nuevo. Y usted mismo, cómo ha venido a ser cristiano, se ha dado cuenta de lo corrupto y engañoso, y perverso que es su corazón, y que antes de que se convirtiera a Cristo era peor; sin embargo, Cristo lo ha salvado y eso es suficiente para convencerle que lo mismo puede hacer con cualquiera. Así que aproveche la oportunidad para presentar a Cristo a cualquier inconverso.   No está perdiendo su tiempo. No tiene razón para desanimarse. Al contrario, tiene suficiente razón para ser osado, libre y natural, y esperar en el Señor por el éxito. Tanto usted como yo no debemos calificar a nadie como incorregible y sin esperanza, y que se encuentra más allá del alcance de la mano de Dios si es que creemos en la soberanía de su gracia (Evangelismo y la Soberanía de Dios, pag. 118). ¡Quién sabe a quién estamos engendrando! Tal vez un predicador o un  o un conocido escritor como Packer 

 

File. 1:13, 14

“a quien hubiera querido retener conmigo, para que me sirviera en lugar tuyo en mis prisiones por el evangelio”. El apóstol habla con mucha confianza y autoridad, sin embargo, no es manipulación porque no quiere que Filemón actúe por obligación. ¿Qué quiere decirle, tú debieras estar aquí, o tú quisieras estar aquí y ayudarme? (1Co 16:12). Era una asociación de amor. 

 

Inútiles en otro tiempo, pero ya no

File. 1:10-12

el cual en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí”.

¿Por qué Onésimo era inútil? Era un esclavo, pero hay esclavos que son muy útiles y sus amos se benefician de su  buen servicio (1Ti.6:2); pero otros no son útiles para nada, no rinden un buen servicio sino ninguno y obstaculizan los servicios de otros y son perjudiciales. Onésimo no era un buen obrero, nada ejemplar sino un ser inútil, contrario a los que su nombre significaba, útil. Le habían puesto ese nombre como una aspiraciónde que llegara a ser alguien muy útil, sus padres y amos cifraron en él esperanzas que cuando creciera y fuera educado cuidadosamente con la Palabra y con el ejemplo llegara a ser una persona provechosa, pero la realidad había dado al traste con todo, habían sido defraudados, no era útil y no servía para nada y además era holgazán y ladrón porque se apropiaba lo que no era suyo. 

Mientras vivió sin Cristo vivió a expensas de sus amos y de sus compañeros. Un día el evangelio lo transformó y se convirtió en una persona útil y valiosa. Esta pequeña epístola que se guardó el propio Onésimo, como orgullo por su amistad con Pablo, y como testimonio verídico y apostólico de lo que había sido su transformación. La tradición dice que llegó a ser obispo de la iglesia en Colosas. 

Aunque hayamos nacido para el reino de Dios, mientras estuvimos viviendo en la carne, alejados de la ciudadanía de Israel y de los pactos y promesas, éramos inútiles. Cuando no vivíamos para el Espíritu éramos inútiles para Dios, porque servíamos a otras cosas que no son dioses, y hacíamos la voluntad de nuestro padre el diablo. Pero llegado el momento en que a Dios agradó revelar a su Hijo en nosotros, nos convirtió en parte de su cuerpo, en miembros útiles al servicio de los demás y para la gloria de Dios. Por útil que sea su vida y significado tenga en este mundo, si no presta algún servicio a Dios directamente, y por medio del mismo, honra su Santo Nombre, gústele o no el calificativo de inútil le es bíblicamente apropiado.

 

Tu familia no te perderá, sino que serás más de ella

File. 1:15,16

“Porque quizá por esto se apartó de ti por algún tiempo, para que lo volvieras a recibir para siempre”. Este principio entre esclavo y amo funciona en cualquier otra forma de relación personal; cuando el hijo se convierte el padre no lo pierde, sino que lo recibe para siempre, aunque no lo tenga consigo, la esposa convertida es del esposo para siempre, es más suya que antes, a menos que quiera deshacer su conversión si es que ella entiende bien el evangelio. Lo que algunas veces parece en algunos es que no ocurre (1 Ti. 6:1,2). Cuando esto no funciona no es por causa de la conversión a Cristo sino por el pecado de los que no se han convertido que se sienten condenados, acusados, molestos con la nueva forma de vida del nuevo creyente; entonces el hermano niega al hermano, el esposo quiere divorciarse (Mt 10: 21) etc. La vida nuestra es más nuestra cuando se la entregamos al Señor, somos más de todos, más de ellos y de nosotros. No es Cristo quien rompe los lazos familiares sino el diablo y el pecado (1Co.3: 22). 

File. 1:22

“prepárame también alojamiento, pues espero que por vuestras oraciones os seré concedido”. La casa de los hermanos debe ser la del pastor. No es lo mismo una oración personal que un concierto de ellas. Por eso pide a otros que se vayan juntos ante el trono de Dios y sumen muchas oraciones a su favor porque la cantidad de peticiones sube el monto de la fe y la respuesta es más segura. Pablo está seguro que las oraciones abren puertas de corazones y de cárceles.

 

 

 

 

  

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