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jueves, 16 de octubre de 2025

 


Primera de Pedro

1 Pedro

“Seguramente esta es una epístola pastoral. El apóstol de habla a las iglesias del Asia Menor para animarlas dentro de la tormenta de persecución desatada contra ellas. Esa tormenta ruge hoy en India donde las turbas hindús destruyen los edificios cristianos que Acosta de mucho sacrificio han sido edificados en los barrios pobres de Bombay; también en muchas tierras comunistas donde confesar a Cristo trae la pérdida de privilegios educacionales y oportunidades de trabajos y algunas veces resulta en prisión. En gran parte del mundo occidental estas cosas parecen extrañas, quizás por no estar atentos a las señales de los tiempos.

“El Ponto, Capadocia, Bitinia, Asia, son las provincias donde se hallaban los cristianos y a quienes el apóstol se dirige. La región incluye toda el Asia Menor desde las montañas Taurus recorriendo todo el sur de la costa. La mayor parte de la moderna Turquía debe ser incluida, aunque el término pudiera ser que signifique más bien regiones que provincias oficiales. La iglesia primitiva, o mejor dicho Eusebio el historiador de la iglesia sugiere que Pedro mismo pudo haber tomado parte en la evangelización de esas áreas nombradas. Obviamente el apóstol Pedro tenía algunas razones para dirigirse a los cristianos en aquellas provincias. No incluye Lidia y Panfilia o Cilicia. El Ponto y Bitinia, en la costa del Mar Negro son nombrados separadamente aunque pueden ser incluidos dentro de una provincia romana. Se ha sugerido que el apóstol comenzó en el Ponto y siguió a Bitinia. Existía una sustancial población judía en el Asia menor. Judíos desde Capadocia, el Ponto, estuvieron presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés y escucharon el sermón de Pedro, regresando a esos lugares podría haber sido los que plantaron el evangelio.

“La más temprana referencia encontrada en 2 Pedro 3:1. Clemente de Roma, antes del final del primer siglo cita esto también se menciona esta epístola en otros autores primitivos tales como Ireneo en el segundo siglo y atribuye específicamente esta cita bíblica al apóstol. Claramente la expresión de 5:13, refiriéndose a la antigua Babilonia es una manera de identificar a Roma. El hecho de que Pedro mencione a marco y no a Pablo parece improbable que este estuviera en Roma durante ese tiempo. No obstante tampoco el apóstol Pablo menciona a Pedro en sus cartas, aún cuando se refiere a los “de la circuncisión” quien permanecen como fieles compañeros. Según la tradición el apóstol Pedro estuvo en Roma solamente al final de su vida. Probablemente este apóstol escribió desde Roma después que Pablo se había marchado, liberado de su prisión en el año 62 d. C. tampoco parece probable que la persecución contra los cristianos bajo Nerón hubiera comenzado, el apóstol Pedro hubiera hecho alguna mención referente a este asunto y no lo hace (2:13-17). La fecha de la carta se sitúa en el año 63 d. C. después de la partida del apóstol Pablo antes de la persecución de Nerón, como una fecha altamente probable” (The Bible Speaks Today, Introducción of 1Peter).

1:1

"A los expatriados, de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos". Esta carta deben leerla con especial atención los emigrantes; el Espíritu Santo se las dirige, a los cuales llama "expatriados de la dispersión". 

1:2

"...según el previo conocimiento de Dios Padre...". ¿Por qué el apóstol, a diferencia de Pablo, menciona la presciencia de Dios, o pre-conocimiento? La palabra usada en griego es prognosis, o conocer de antemano. Esta palabra también es usada por Pedro en su sermón (Hch.2:23). Pablo habla de la predestinación aunque es más o menos lo mismo.  Quizás para que no pensemos que nuestra salvación es improvisada sino que hemos estado por la eternidad en la mente de Dios, y preservemos la fe y la santidad en tiempos adversos. El propósito de tal elección es doble: la obediencia y la santidad o "ser rociados" con la sangre de Jesucristo (esto es una expresión sacerdotal). Es decir, en lenguaje de Pablo, "llamados a ser santos" (Ro.1:7). 

1: 3

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos". Nuestra esperanza es viva porque Cristo está vivo; la salvación plena es nuestra resurrección. La palabra viva, Jesús, en varias formas es de gusto del apóstol usarla (1: 23; 2: 4, 5).

 

Compremos las experiencias de otros

1:7

"...para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo...". Cuando tu experiencia cristiana es sometida a prueba, tienes la oportunidad de mirar dentro de tu corazón y hallar la fe que existe o descartarla. Amado, nuestra fe es más dependiente de otros que lo que uno supone. Necesitamos de lo que otros digan para animarnos, las palabras de ellos nos hacen falta para cobrar aliento aunque ya las sepamos, necesitamos oírlas para reponer lo que hemos perdido, consumido o nos han robado; la fe suele ser, a veces, tan extremadamente débil y tímida que una pequeña ofensa, una blasfemia, una confesión de incredulidad, la sacude y estremece toda. La voz de otros hermanos y siervos de Dios nos ayudan a recuperarla. Lo mismo pasa con los que escriben, no basta con que seamos autodidactas ni con lo que el Espíritu nos enseñe en la soledad; los pensamientos de otros fortalecen nuestra mente y sentimos hambre de ellos; debemos comprar sus libros y leerlos, comprar sus experiencias, pagar por sus bendiciones. Eso es lo maravilloso, podemos conocerlos aunque hayan vivido con siglos de diferencia al nuestro, sentarnos a sus pies y deleitarnos de su sabiduría. Sentimos ganas de bendecir a Dios por ellos. ¡Qué delicioso es entrar dentro de sus almas! ¡Qué favor nos hacen con tan poco precio! Por muy apreciados que sean los autores profanos como Sócrates, Aristóteles, necesitamos a Ireneo, Atanasio, Agustín, Lutero, etc., a nuestros pensadores creyentes, que nos hablen, nos fortalezcan y defiendan los temas de la fe que los otros no tratan, menosprecian o desacreditan. 

 

Dios no se revela para que sepamos que existe

1: 8

"...a quien sin haberle visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero creéis en El, y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria...". Oh Señor ¡cuántas cosas preciosas creemos sin haberlas visto!, y llamamos sin haberlas ser atención de ellos lo principal eres tú, por eso somos bienaventurados porque creemos sin ver, y las esperamos porque lo que uno ve ¿a qué esperarlo? (Ro. 8: 24). Las creemos y llamamos por la Palabra porque aceptamos el testimonio de los que vieron y oyeron (Jn. 3: 11; 1 Jn. 1: 2; 1 Jn. 4: 14; Mt. 10: 18). Creemos y le amamos por la providencia, porque con ella se manifiesta su bondad, en ella se revela su amor, su fidelidad, sabiduría, fortalece la esperanza; si me piden pruebas de la existencia de las cosas que no se ven, las mejores son las que salen de una relación de fe, son ellas las que le dan validez y seguridad a las otras más externas. Recuerda que Dios se revela no para que sepamos que existe sino para que creamos en él, para hacernos salvos. Oh Señor que instemos a otros por nuestra fe a que crean y por nuestro amor a que te amen.

1: 12

"...en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar". Las cosas que anhelan mirar los ángeles son las que son predicadas por el Espíritu Santo. Oh Señor que yo predique con tu Espíritu Santo. Los ángeles son fieles oyentes todo el que predique la palabra inspirada por Dios.

1: 13

"...ceñid vuestro entendimiento para la acción...". Hay muchos ministros que ciñen los lomos de su sentimiento, de su entusiasmo, pero no de su entendimiento.

1: 15

"...sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir". El hombre más santo del mundo sería el hombre más libre, más feliz, el mejor padre, el mejor ciudadano, el hombre perfecto (Mt. 5: 48). Es un hombre de paz, el pecado no combate en sus miembros. No es sólo el hombre sabio e inteligente y que más la humanidad necesita, el que más conozca la creación sino el que más se parezca al Creador.

1: 17

"...conducíos en temor durante el tiempo de vuestra peregrinación". Pedro llama a la vida "el tiempo de peregrinación"; oh Dios que no sea el temor a la muerte el que me acompañe (He: 2: 15) sino a pecar.

1: 22

"Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas...". ¿Sabes que no puedes obedecer a la verdad sino por el Espíritu? Es cristianamente correcto para los que esperan la resurrección del cuerpo, habla de la del alma. La palabra Espíritu no aparece en los mejores manuscritos. El texto completo tiene una difícil traducción. La idea es que el comienzo del amor al prójimo y la fe en la verdad, o a la inversa, el énfasis recae en el experimento de la vida cristiana y la  purificación de las costumbres, la mejora del testimonio y la obediencia a lo aprendido. Lo que sigue lo confirma, los sermones escuchados.

1: 23-25

"...mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que os fue predicada". La palabra griega euaggelizō (evangelio), se traduce anunciada o predicada. Todo esto es una alabanza a la palabra de Dios, a los sermones predicados que los pusieron en el camino cristiano. ¡Oh el Espíritu y la Palabra! Yo soy nacido de simiente incorruptible, hijo de la Palabra, nací bajo un púlpito, tal vez lejos de él, pero no de la Palabra.

2:2

"..No adulterada" en griego es "sin engaño" "sin dolo"; al sonido de estas palabras no debiera serte igual ir a cualquier iglesia y escuchar a quien sea predicar. El Espíritu nos exhorta a localizar los centros de predicación bíblica donde la palabra no se mezcle con la tradición de los hombres, con las opiniones de la sociedad, donde no se le añada ningún ingrediente extra y se le disminuya la calidad; pero la idea del apóstol es peor que eso, es que se escuchen enseñanzas que corrompan las buenas costumbres. Apetece la palabra de Dios de mejor calidad porque todavía la salvación es una meta en lo que respecta a toda la obra del Espíritu Santo (v. 3).

2:3

"...si es que habéis probado la benignidad del Señor". “Has experimentado que Dios es bueno, lo has gustado”.  Mucho la he gustado Señor y más quisiera gustarla; pero no estoy seguro de que sea así con otros.

2:4

"Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios". El Espíritu a veces invita a acercarnos a Cristo porque todos los días no estamos a la misma distancia de él.

2: 4-8

"...también vosotros, como piedras vivas...". El uso del símil de la piedra no es tan sólo para indicar la solidez individual que cada cristiano debe tener sino la de la iglesia; cuando la vida cristiana de la congregación o una parte de ella está bien edificada y permanece, pero si es más muchos son blandos y viven sin consistencia espiritual la congregación se cae a pesar de que haya algunos pocos que sean sólidos. Este texto habla de la equivocación tan grande que tuvieron los judíos con Cristo, y aún persisten en la misma equivocación. No comentas el terrible error de desechar o abandonar a Cristo. El error más grande que un hombre puede cometer es cuando tiene a Cristo enfrente para creer y vivir y no lo toma; puede que en toda su vida no vuelva a estar en semejante posición.

2:6

"...pongo en Sion una piedra escogida, una preciosa piedra angular...". El centro de la iglesia es Cristo. Que no será avergonzado quiere decir que pasará bien por el juicio de Dios. la piedra de esquina donde recae el peso del edificio. Haciendo una identificación, con su Palabra, sobre ella recae la fortaleza de la construcción de la iglesia.

2:7

"...Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis...". Es una mejor traducción decir que el que es precioso es Jesús. Si le disminuyes la importancia a Cristo en la iglesia ésta se hace pequeña y si lo quitas ella se cae; "precioso", de sumo valor (v. 6). Y "destinados"; Pedro habla como si el destino de ellos estuviera echado y no tuviera esperanza que se volvieran atrás para rectificar su error. La respuesta de la Escritura para explicar el porqué del rechazo del evangelio es rápida. Jesús dice "porque no son de mis ovejas". El apóstol Pablo todavía más amplio y categórico; dice "los elegidos sí lo han alcanzado". Así sólo pueden hablar los que creen en la pura gracia y que la salvación pertenece "al que está sentado en el trono y al Cordero".

 

2: 8

"...pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello estaban también destinados". "Destinados" “señalado, puestos”; como ya he mencionado arriba ahora lo repito, habla como si ya el destino de ellos estuviera echado y no tuvieran  esperanza los que se volvieron atrás. ¿Con qué propósitos lo dice? Para bien de los ministros que predican la Palabra y que no se acusen a sí mismos ni se desalienten por el rechazo de los hombres. Nuestra observación del millonario concepto de lo que es el éxito, los números, en otros siervos, daña a los que no pueden obtener parecidos resultados. Uno tiene que ir a la teología para no considerarse un fracasado. La iglesia debe volver la espalda, y eso suena duro, a los que persisten en rechazar a Cristo, en contra de  los casi nada, que por medio siglo han estado huyendo de la verdad y por medio de un gran aprieto claman a Dios y dicen sí a todo lo que les ofrecen. Yo no veo en la Escritura que el Espíritu nos obligue a forzar a los hombres a creer en Cristo, cuando por un tiempo han dado muestras de que son destinados a no creer. Así sólo pueden hablar los que saben que la salvación pertenece a Dios. 

2: 9, 10

"...a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable". “Virtudes”, se puede traducir hombría. La hombría de Jesucristo, la hombría de Dios. En 1:3, 5, tiene una connotación moral. La palabra también significa alabanzas, glorias. Nuestra vida espiritual ha de reflejar las virtudes y las alabanzas de nuestro Señor Jesucristo. Al conocimiento del verdadero cristianismo, se le llama "luz admirable" que la luz a los ojos más ciegos y el corazón más muerto. Sobre las "virtudes", ver 2 Pe 1: 3, 5; Flp 4: 8, y siempre tiene que ver con humanidad, valor humano, y excelencia moral. La esencia de la predicación es dar a conocer a Dios. Esa es la principal y más grande necesidad que un pecador tiene, la de adquirir el conocimiento de Cristo. Las otras están subordinadas en la escala.

2: 10

"...pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia". Se puede traducir también alcanzado y obtenido misericordia. Puede que en esta vida nunca alcance la meta que se propuso, pero si alcanza misericordia no tiene que sentirse mal; el hecho de poseer un conocimiento tan admirable, el de Dios, y pertenecer a un pueblo tan excelente, compensa y excede a todas las reales expectaciones.

1 Pe. 2: 11

"Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma". Esa idea de qué modo no es nuestro hogar fijo predomina mucho en el N. T. (1:1; He 11: 13), motivada por la esperanza y por la persecución. No es un simple o acalorado debate craneal entre los pensamientos carnales y los espirituales, entre la tendencia para hacer mal y el deseo de hacer el bien; es una pelea a muerte.

1 Pe. 2: 12

"Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación". No es que glorifiquen a Dios en el día de la visitación con una espontánea alabanza sino con una amarga confesión de culpabilidad (como Acán) en el día del juicio. Trata que tu fe sea de las que condena al mundo (Jos 7: 19, 20; He 11: 7). La palabra inspección proviene de la griega episkopeō, el que da origen a la que conocemos como episcopal y obispo, que es un sobreveedor o un inspector. El día en que Cristo venga y se inspeccione las vidas de todos.

1 Pe. 2: 13-17

"Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad...". Se ve que el cristianismo en su origen no tuvo el propósito político de derrocar malos gobiernos; sin embargo no creaba criaturas apolíticas. El interés de Dios primario es el hombre. Cambia al hombre y cambiará al ciudadano. Los cambios más duraderos en la sociedad son aquellos que incluyen a Dios primariamente en el cambio.

1 Pe. 2:19-25

"Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguno sobrelleva penalidades sufriendo injustamente". La mayor preocupación de la iglesia en este período de su historia no era evadir la persecución, ni trabajar para que cesara sino no pecar, sufrir inocentemente y que las calamidades que soportara no fueran un castigo de Dios. La gran meta de cada hombre y mujer que se había bautizado en Cristo era "morir al pecado". El mayor deseo de ellos no era salvar sus vidas sino no ser condenados con el mundo (1 Co. 11: 32). Todas las injusticias que a través de los siglos ha sufrido la iglesia cristiana no ha tenido la aprobación de Dios sino su desaprobación, y que sufra inmaculadamente.

 

No sitúes a tu mujer debajo de tus zapatos

1 Pe. 3:1-5

"Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres". Mira como el apóstol indica a las hermanas el modo de "ganar" a sus maridos; el énfasis recae sobre el estilo de vida, en vez del físico y la belleza corporal. El énfasis está dirigido a situar a la mujer no bajo el zapato del varón sino erguirla por la palabra de Dios. No una sirvienta ni una esclava. Ahora bien sería hoy imposible que una mujer llamara a su marido "señor" como a Cristo. Lo que está revelado es el principio de autoridad, sin machismo sino divinamente viril. El hombre como hombre debe ser juzgado así, por la forma fina en que trata a su mujer y ella no por su sensualidad sino por su personalidad. Una mujer que tiene sentido en la vida. En el aspecto doméstico lo mismo que en la política y el orden social, el apóstol se cuida de atacar directamente la estructura y la organización vigente, pero con el evangelio la ennoblece y la cristianiza de modo tal que prácticamente la absorbe y la convierte en otra cosa muchísimo mejor con una forma nueva de matrimonio y de gobierno. Dale un buen testimonio a tu esposo; un esposo feliz con su mujer no tiene reparos para aceptar la fe de ella, y la mira como toda una Eva, carne de su carne, vida de su vida, futuro de su futuro, destino de su destino, y anhela vivir con ella, morir a su lado y ser sepultado en la misma tumba.  En el matrimonio cristiano la pareja se complementa sin que constantemente uno de los dos esté recordándole al otro sujeción o autoridad. Ni feminismo ni machismo sino cristianismo. El hombre se comporta como varón y la mujer como mujer y en todo son una carne con un solo par de ojos y no cuatro, con un solo par de pies y no cuatro, caminando en la misma dirección, con un solo corazón y no dos sino sintiendo una misma cosa. La mujer no es un paño para secarse las manos, ni un trapito de cocina, ni el hombre un cínico dictador sino un amante esposo y un estupendo padre.

3:12

"Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones". Se sobrentiende que quien está siendo injustamente tratado estará intentando resolver su situación primeramente con oraciones y paciencia, dejando en las manos del Señor la situación y el cambio. Y aprovechando la oportunidad cuando éste sea provisto.

3:13

"Y ¿quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno?". No, nadie puede hacernos daños, a menos que sea un déspota cruel; y si hace daño será temporalmente. El mayor daño no es el que nos hagan sino los sentimientos dentro de nosotros que esa mala acción genera.

 

3: 14-17

"...sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones...". La idea es que sean santos los que sean arrastrados a los tribunales y no sean pecadores y zelostes anarquistas. Es mejor sufrir por los principios que por los pecados. Lo primero endulza los sufrimientos, para lo otro no hay consuelo sino remordimientos y vergüenza. La única explicación para algunos sufrimientos es ésta: la voluntad de Dios así lo quiere. El mundo no puede hallar explicación a las injusticias que sufren los cristianos porque ignoran el bien espiritual que esas tribulaciones les traen. 

3: 15

"...sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia".  Oh sí, cuando recibas daño de otros, adora a Dios y  así estarás preparado para hacer una defensa espiritual a tu causa.

 

3: 18

"Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu". Quizás un significado sea que los sufrimientos no lo mataron espiritualmente, no le dañaron su vida espiritual, puede que lo hayan vivificado en el sentido de perfeccionar su humanidad, aunque me atrevo decir que ya era perfecta desde un comienzo sino que sólo lo llenó con sufrimientos adecuados para la redención (He. 5: 8, 9). Pero otro significado si se procede a seguir con el contexto, si fuera posible la traducción ésta, "pero vivificado por el Espíritu", sería una referencia a la resurrección y en ese caso ya haría imposible que en cuerpo bajara al infierno o a cualquier parte de la región de los muertos; de ese modo la palabra Espíritu no se refiere a la predicación de él después de haber resucitado de los muertos sino a la predicación a través del Espíritu, mediante Noé en los días del diluvio, cuyas personas ahora están bajo arresto infernal. 

3:19

"...en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados...". Los que mueran sin haber creído a Cristo por el evangelio que les ha sido predicado, su espíritu es encarcelado hasta el día del juicio final; lo mismo que los ángeles que han pecado (Jud.1:6; 2Pe.2:4); no hay transmigraciones de almas, ni reencarnaciones, ni nada se puede hacer aquí en la tierra por las almas de los difuntos. Dicho de paso, con tímida seguridad, rehuyendo toda clase de especulación y de superstición, Cristo predicó a los espíritus encarcelados por medio del Espíritu y Noé, en los días del diluvio, y todos aquellos incrédulos ahogados permanecen encarcelados sin remedio hasta ser juzgados por Dios. 

3: 21

"Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia) mediante la resurrección de Jesucristo". No hay duda que el bautismo en aquellos días tenía una importancia enorme no porque tuviera poderes salvíficos, sino porque se tomó como un símbolo de fe en Cristo como Señor y Salvador (Ro 10: 9, 10); era más una confesión pública que un acto emblemático de doctrina asociado a un credo. Sobre todo era un osado acto de fe. La llamada regeneración bautismal cuando el niño al cual se le aplica agua, se le declara cristiano, es un invento. El apóstol Pedro mismo, o pudiera identificarlo mejor con San Pedro, dice que los pecados no se quitan con el bautismo. En todo caso, tiene que ser administrado a un adulto porque ningún pequeño ora a Dios o aspira a tener una buena conciencia cristiana para resucitar con él del polvo de la tierra, simbólicamente toma esa resurrección al emerger del agua. 

3: 22

"...quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades...". Esta es una forma muy bonita de decir que Jesús es el Señor. Amén Señor, amén. Nuestro Señor está encumbrado y se le ha dado un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se sobre toda rodilla de los que están en los cielos y de los que están en la tierra (Flp. 2: 9-11). 

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