Un grano de polvo en una montaña
Mateo 14: 8-10
"Entonces el rey se entristeció".
¡Oh Señor! ¿Cómo dices eso de Herodes? Yo sé que estas palabras parecen tener la intención de disminuir la responsabilidad de Herodes; son como si Mateo quisiera purgar su evangelio de cualquier motivo de acusación política. Pero ese no es el caso. Aunque era un régimen tiránico había suficiente libertad privada como para opinar sin problemas (Luc. 3:18, 19). Lucas que escribe para el excelentísimo Teófilo lo hace sin miedo alguno. No, no es una condescendencia de Mateo sino una observación hecha por el Espíritu Santo. Dios mismo fue el que reveló a los evangelistas que Herodes se había entristecido; y Marcos dice que mucho. No dice que echara alguna lágrima o sollozara. No.
Ninguno se percató de su emoción, eso pasó dentro de su corazón, nadie de los invitados supo la razón para conceder lo que se le estuvo pidiendo. Era una fiesta, su cumpleaños, y él no debía estar triste y menos mostrar alguna debilidad externa. Se repuso de su emoción, esbozó una sonrisa, o mueca, y fortalecido con la resolución sin alternativa, dio la orden de decapitar a Juan. Pero los sentimientos de tristeza por verse forzado a eliminar a aquel varón justo y santo no pasaron desapercibidos para Dios.
Esto nos da una vislumbre de la perfecta justicia divina. Aun el más perverso, cuando sean juzgados sus actos hallará un juez justo e imparcial, inclinado en ese momento a no prescindir de ninguna cosa que alivie, atenúe o suavice su condenación. En ese gran día la misericordia tampoco estará ausente y cualquier cosita, por mínima que sea, un sentimiento de tristeza, una duda antes de haber hecho lo malo, una vacilación, un remordimiento (¿recuerdas a Judas Iscariote?, "arrepentido", 27: 3), una oración antes de la caída, serán cosas que la misma Sabiduría divina sacará a la luz, no para absolverlo, sino para que ocupe su propio lugar y no sea alejado de su presencia ni un centímetro más de lo justo.
Habrá instantes en que el pecador le parecerá que su mismo Juez actúa como si lo defendiera; recogiendo evidencias que puedan aliviar su necesaria condenación, una gota siquiera de agua que alivie los tormentos de la llama de la condenación (Luc. 16:24; ¿no recuerdas la humillación de Acab, la oración del sanguinario Manasés?). Por más pequeño que sea un acto bueno, como un grano de polvo en una montaña de hechos malos, será encontrado por el Señor, él llegará hasta donde se halle, hasta el fondo de las circunstancias, y lo sacará para mostrarlo en su juicio. ¡Oh Salvador, qué grande eres! Yo sé que no quieres la muerte del impío sino que viva, que no perezca sino que proceda al arrepentimiento. ¡Y soy calvinista señores!
¡Y soy calvinista señores!
ResponderEliminarLOL, y yo también!
Hay mucha gente que confunde arrepentirse de las malas acciones con la vida eterna.
La vida eterna es para el pueblo de Dios, aquellos que Dios conoció desde antes de la fundación del mundo, aquellos que Jesús amó y dio su vida por ellos, es decir, los redimidos del Señor.
Estos serán juzgados no por sus acciones, sino por las de Jesús.
Ahora bien, qué pasa con los que no han recibido la Gracia salvífica?
Bien, ellos serán juzgados de acuerdo a sus obras, de ahí que Dios quiera que vayan todos (formen parte de su pueblo, o no) a arrepentimiento -no para que puedan tener vida eterna- sino para que el juicio sea menor.
Arrepiéntete de tus malas obras y cree el Evangelio, digo yo.
Si la respuesta es incredulidad total por la resurrección de Jesús, replico.
Arrepiéntete de tu mala vida y deja de hacer el mal...
Y es que soy calvinista señores.
:]
¡Bravo Renton! Muy bueno tu comentario separando esencialmente el arrepentimiento de la vida eterna. Esaú se arrepintió y Judas también, y de nada les valió porque ninguno de los dos buscó el perdón sino el beneficio propio. Vale eso que seremos juzgados por las acciones de Jesús, o sea seremos absueltos por ellas, ¡viva la justificación!
ResponderEliminarSaludos.
Un grupo de calvinistas desechando la "religiosidad" de los fundamentalistas...
ResponderEliminarPastor, y que hay del pasaje bíblico donde algunos que le dieron siquiera un vaso de agua al mas pequeño de los hermanos de Cristo, no quedará sin recompensa?
Aplica lo mismo aca?Porque se supone que ninguno de ellos sabia que lo hacía por Cristo, estaban soprendidos. Creo que en ese grupo estan los incrédulos. ¿Que es lo que usted opina respecto de ese pasaje?
Hola Viviana.
ResponderEliminarPor el contexto les está hablando a los apóstoles y discípulos, sobre la hospitalidad cristiana; no obstante aunque una persona no cristiana ayude a otra que sí lo es, no le vale para salvación pero sí en su condenación; porque como sabes hay diferentes grados de condenación, y para una persona es “más tolerable” el castigo que para otra. Dios toma en cuenta los hechos buenos de los impíos que pertenecen a la gracia común, y porque serán juzgados por sus justicias (obras). Ese texto de Mat. 10: 42 la Versión de Las Américas lo traduce: “cualquiera que como discípulo de de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos…”, porque como dice Calvino, la traducción es difícil y lo permite.
okey gracias por la explicación... por qué será dificil la teraducción, que fome...
ResponderEliminarEso está traducido así del textus receptus?
Lo dudo Viviana, desde el textus receptus hasta ahora han descubierto y compilado muchos manuscritos que las diferentes versiones usan. Gracias por la pregunta porque me hizo repasar el asunto. Calvino que usaba el de Beza y la Vulgata es uno de los que dice que la traducción es difícil. Muchos saludos.
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