La verdad contradicha

Mateo 28:11-15 (LBLA) 

Y mientras ellas iban, he aquí, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los principales sacerdotes de todo lo que había sucedido. [12] Y después de reunirse con los ancianos y deliberar con ellos, dieron una gran cantidad de dinero a los soldados, [13] diciendo: Decid esto: "Sus discípulos vinieron de noche y robaron el cuerpo mientras nosotros dormíamos." [14] Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y os evitaremos dificultades. [15] Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Y este dicho se divulgó extensamente entre los judíos hasta hoy.

En todos los tiempos la verdad de la resurrección de un modo o de otro ha sido atacada. Pablo sabía que habían muchos que la juzgaban como increíble, Hch.26. 8 y que otros tantos o bien la tenían como algo pretérito 2Tim.2:17-18 o siendo creyentes bautizados la negaban sin rodeos 1Cor.15:12. Pero la resurrección de Cristo, de la cual la nuestra depende, es una doctrina fundamental del cristianismo. Aun en sus mismos albores, los fariseos y sacerdotes hicieron lo posible por negarla. De nuevo examinemos los documentos dejados por Mateo.

Este fue el origen de un rumor calumnioso que se dispersó por aquellos días. El informe de la guardia que custodiaba la tumba. Realmente que me asombra que a aquellos guardias se les hubiera ido el temor tan rápido (v. 4).

A menudo la verdad de la resurrección es negada por aquellos que más debieran creerla. La mayor carga de la culpabilidad no recae sobre aquellos soldados imperiales sino sobre los líderes religiosos de la época. Los soldados no trajeron un informe distorsionado, (v. 11); ellos abrieron sus bocas para decir la verdad y por un momento se convirtieron en fieles testimonios de la resurrección del Señor, pero los judíos se apuraron en cerrar aquellas bocas y tapar la verdad en sus gargantas.

Si alguna fe pudo germinar en aquellos guardias ellos la mataron. Si los guardias hubieran creído en sus corazones esta verdad habrían sido salvos pero los que debían haberles alentado la fe se apresuraron a apagársela. Y hay “maestros” liberales que proceden igual. Dondequiera que te halles un enemigo de la resurrección de Cristo huye de él y cuídate de sus argumentos mentirosos.

Esta fue la última oportunidad que tuvieron aquellos líderes para ser salvos, aquellos rabíes inconversos; no amaron la verdad, rechazaron el más poderoso argumento y la más convincente evidencia.

Hagamos un análisis del rumor mentiroso (v. 13). Dijeron que el cadáver había sido robado. Esta mentira fue aceptada y muchos jamás alcanzaron la fe por haberla creído. El simple todo lo cree. En materia espiritual todo hay que examinarlo, todos los espíritus tienen que ser probados para conocer la procedencia, porque podemos recibir lo falso como cierto y rechazar la verdad como si fuese una mentira. Cuando queramos saber si algo es cierto hay que investigar. Los maestros tienen que ser grandes investigadores.

Investiguemos: Ellos dijeron que los discípulos lo habían hurtado.

(1) Los discípulos eran civiles y ellos expertos militares, ¿cómo es que un grupo de civiles sin entrenamiento pudo lograrlo? Respondieron que se quedaron dormidos.

(2) ¿Se durmieron todos? ¿Por qué no lo robaron antes que pusieran la guardia cuando se marcharon Nicodemo y José el de Arimatea? ¿Por qué escogieron el momento cuando el peligro había aumentado y no cuando la tumba estaba sola?

(3) ¿No sintieron algún ruido cuando cortaron el sello, movieron la roca, sacaron el cadáver y se lo llevaron? ¿no pisaron alguna rama seca? Respondieron que no.

(4) ¿Los persiguieron cuando se dieron cuenta del robo?  ¿Detuvieron algún sospechoso? ¿Por qué se  han quedado tranquilos? No hubo respuesta.

(5) ¿Cómo saben que fue hurtado si estaban dormidos? ¿Cómo pueden asegurar que fueron los discípulos?

(6) ¿Por qué Pilato no los ha condenado a muerte ni los sacerdotes levantan acusaciones contra ellos?

Conclusión: El cadáver no fue robado, no hay pruebas de que hayan sido los discípulos y ellos mentían por alguna otra razón. Si mienten en asunto tan delicado sin temor a perder la vida es posible que haya complicidad de más de uno. Los jueces están complicados. Hubo dinero por medio. Los discípulos no mentían, ¡el muerto había resucitado y la noticia llena al mundo de esperanzas para los que también tienen que morir!