No entregues tu cuerpo a una religión


El cuerpo no es para la inmoralidad sexual, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo (1Co. 6:13-20).

Este texto nos habla de la santidad del cuerpo. Los templos paganos, particularmente en Corinto, eran  sitios de prostitución y andaban por las calles muchas prostitutas que podían arrastrar a los hombres al interior de una casa religiosa o a las suyas propias. El peligro aumentaba en que no pocos maestros filósofos andaban enseñando  que la carne era mala, el espíritu bueno y no había ningún problema con agasajar la carne siempre que el espíritu y la mente se mantuvieran dedicados a Dios. Y esa explicación con el respaldo social encantaba a los que vivían dominados por pasiones porque las sociedades siempre han inventado alguna filosofía que convenza a la gente para pecar sin preocupaciones religiosas.
El peligro de contaminación de la iglesia también provenía del interior de ella haciéndoles más fácil el proselitismo y la entrada a nuevos conversos y la permanencia dentro de ella. Los admiradores de la cultura procuraban adaptar el evangelio a ella. Esa manera de pensar tuvo su éxito y ayudó a debilitar el glorioso ministerio post apostólico proponiendo una ética menos rígida y un camino al cielo más ancho. Y por supuesto no hay que tener una gran imaginación para saber que las iglesias crecían más rápido a la vez que se volvían famélicas, pasando hambre de los nutrientes apostólicos que ahora la enseñanza carecía, y se fue debilitando.
La táctica desintegradora comenzó no con el evangelio puro sino con los contaminados con los ritos y ceremonias de la ley mosaica que insistían más en la forma que en la sustancia, engañando a la gente haciéndoles creer que esa forma de cristianismo dominaba las pasiones y deseos (Col.2:23).  No confíes el dominio de tu cuerpo a las formas cristianas que son incapaces de controlarlo, sino al Espíritu Santo; no lo pongas a disposición de una religión o de un culto voluntario que puede tener cierta reputación pública pero nada puede contra los apetitos de la carne. Contáctate con Cristo.

Comentarios

  1. He notado hoy que muchos comentarios fueron borrados, incluyendo los míos, no sé lo que pasó, quizás cuando se cambió la forma del blog. ¿Alguno sabrá por qué? Mil excusas a los que escribieron, si quieren pueden comentar otra vez y los publico. De veras que lo siento porque me habían gustado mucho. Gracias por su comprensión.

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