Hablándoles a los diablos

Mateo 8: 29-31

"Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios?".

O se puede traducir: “¿Qué tenemos que ver contigo?”. Los demonios se dieron cuenta que las intenciones de Jesús eran desalojarlos, lo sentían estremeciéndolos, y que si la Palabra proseguía serían desprendidos del alma de ellos (vv. 30-34). Entonces se fijen inocentes como si no tuvieran nada que ver con la ruina total de aquel hombre.

Si me lo permitís diablillos yo os puedo responder vuestra pregunta. ¿Qué tienen que ver con él? Todo. ¿No tenéis vosotros que ver con las almas y vidas de los hombres? ¿No los corrompen? ¿No los incitan a que blasfemen a Dios? ¿No les ciegan el entendimiento? ¿No hacen que huyan cuando oyen la palabra de Dios? ¿No se oponen a todo lo que sea objeto de culto? ¿No inventan nuevas herejías? ¿No meten en tentaciones a los santos? ¿No oprimen la mente de los hombres? ¿Quiénes levantan a los falsos profetas sino vosotros, y quiénes hacen milagros engañosos para perder a los pecadores? Si atacan a los hombres entre los cuales el reino de Dios está, ¿no están atacando a Jesús? ¿No sois vosotros hijos del padre de mentiras? ¿Entonces cómo es que dicen que no tienen nada que ver con Jesús si se oponen a sus negocios? No se finjan inocentes porque no lo son. Vosotros sabéis bien que él vino para deshacer la obra del diablo a quienes vosotros servís, y lo que deseáis es que él os deje trabajar sin molestias y que a fuerza de palabra divina os desaloje de la mente y corazón de los hombres porque vuestro propósito con ellos es volverlos impuros o ateos. 

No adulen a Jesús llamándolo Hijo de Dios, ni Santo Hijo del Altísimo (Mr. 5: 7), que su carácter es inmune a las lisonjas. El pecado vuestro cuando erais ángeles tuvo que haber enojado mucho a Dios para que haya creado para vosotros el infierno y el fuego eterno. Sois enemigos fugitivos pero derrotados. Y sabed que si nos revestimos del Señor Jesucristo Dios os aplastará en breve debajo de nuestros pies.