El día de mañana está escrito


Isaías 37.7

“Pondré en él un espíritu, oirá rumor, volverá a su tierra y caerá a espada”.


Este blasfemo oyó noticias sobre el rey de Etiopía (v.9) para apartarlo de la ciudad porque su suerte o destino ya estaba escrito con la pluma divina en el libro de la vida. Así la historia de cada hombre, familia, ciudad y nación está ya escrita y ella discurrirá como Dios la ha concebido. Su tiempo está formulado.

Pablo demostró que creía en esto cuando hablando del nacimiento del Mesías dijo: “En el cumplimiento del tiempo Dios envió a su Hijo…”. Todas las profecías exigen para su cumplimiento que lleven como compañera la predestinación. El destino de este enemigo de Dios estaba escrito, todo su recorrido, su regreso y muerte, y además la forma de ella. Y ni la impaciencia de sus adversarios pudo adelantarla un tiempo o los deseos de sus seguidores un minuto. Lo mismo que pasa con los vetustos dictadores de hoy.

Hay una Mente Providencial que lo ha calculado todo sin que se le escape por descuido lo mínimo, sea permitido o su expresa voluntad, y no existe para ella lo inesperado y que la tome por sorpresa. Las cosas ocurrirán como mecánica e inteligentemente allá arriba están hechas y las leyes que la rigen es la voluntad y los deseos de Dios, y brotan éstas de su intrincado e infinito entendimiento, que sin suprimirle al hombre ni un ápice de su responsabilidad de acción, nunca excede a la voluntad divina y converge su historia en su Gloriosa Majestad. Dios dice con ceño fruncido a los preguntones, “lo que he escrito, escrito está”.

Jehová no adivina, él planea; no improvisa, tiene proyectos. Por lo cual, ¡vive Dios! que la Biblia enseña que no hay cabida en la historia humana para la suerte o la fortuna porque todas las letras de los pecadores y santos están escritas y no le faltan una jota, una coma o una tilde al grueso libro de la humanidad, ya tenga seis mil años o un billón de ellos. El programa de la vida humana no es cíclico sino lineal; es una línea recta y tiene un punto final en su salvación o perdición.

¿Es despotismo? Quítese eso de la cabeza, es soberanía. ¿Es determinismo? Más o menos. Yo diría que es hacerse eco de San Pablo y mejor llamarle predestinación. El destino trazado y concebidas todas las posibilidades, es una consecuencia lógica del Dios en creen los israelitas y cristianos y es como una segura roca donde el hombre inquieto y atormentado por sus pensamientos e incertidumbres en el presente, puede sentarse de cara a su porvenir y reposar, y pensar que su mal dormir y desasosiego no cambiará su futuro, y es mejor deponerlos de inmediato.

Lo que menos necesita usted son preocupaciones por el porvenir sino fe para adentrarse en él. Todo está escrito: lo que le digan, las noticias que le traen, los rumores que circulan, y las adversidades y buenaventuras. No vale la pena asustarse ni afanarse por el rumor que oye, por “el día de mañana”, porque el día de mañana tiene su propio afán, escrito.

Comentarios

  1. Absolutamente de acuerdo!
    Bendiciones!

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  2. Pues podemos andar juntos puesto que estamos de acuerdo, como dice la Escritura. Saludos,

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  3. Pastor, muchas bendiciones.
    Es verdad lo que escribe, aunque a muchas personas le asuste eso de estar a "merced" del Dios soberano. Muchos quieren creer que son dueños de sus propias vidas, de sus decisiones.

    Saludos.

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  4. Viviana, quizás ese susto tenga sus raíces en la soberbia y la incredulidad. ¿Más o menos, no? Gracias por tu comentario.

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  5. ¡Me gustó! Es de Dios el futuro y todos los tiempos y en sus manos estamos. Y me trae a la memoria un canto que dice: ¿Porqué te afanas hoy por el mañana...?
    Un saludo afectuoso.

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  6. Dios te bendiga Isa, siempre llenando tu alma con los tesoros celestiales.

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