Abusar de la bondad de Dios


2Reyes 5.18

“En esto perdone Jehová si yo también me inclinare en el templo de Rimón”.


¿No has oído a una persona decir: “Dios me perdone si esto que voy a decir no es verdad”? Si sabes que lo que vas a decir necesita el perdón de Dios, no lo digas. Algo similar le pasó a este hombre en el relato bíblico.

Quiso decir: “Bien, voy a pecar y… ¡Dios me perdone cuando lo haga!”. ¿Acaso no lo pudo evitar? Si le hubiera hablado al rey y le cuenta su experiencia, cómo fue sanado de lepra, su historia militar, seguramente no le hubiera pedido que adorara a su dios, que le hiciera alguna reverencia, más aun, podía haberlo ganado por su testimonio para Jehová. En última instancia, podía haberse negado adorar un ídolo, presentar su renuncia al puesto, explicarle porqué ya no ofrecería sacrificios porque no creía ya en él. Pero no hizo nada de eso sino que se dijo: “¿Qué de malo tiene una sola ceremonia?, Dios es misericordioso, me perdonará aunque yo peque porque sabe que no lo haré de corazón y que lo haga una sola vez no le molestará mucho”.

Si otro quiere que le acompañes en su idolatría o desenfreno porque no tiene el conocimiento de Dios que tú tienes, aunque sea tu superior, mayor que él es Dios y más alto está, y sus mandamientos están por encima de cualquiera criatura. No temas a los que matan el alma sino a quien puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Algunos afirman que ya no creen en imágenes pero continúan con ellas y adoran en sus templos, dicen que creen sólo en el sacrificio de Cristo en la cruz pero participan de una misa que es una blasfemia. ¿Hasta qué punto, si haces eso, puedes confiar en el perdón de Dios? ¿Cómo dices Dios me perdone, y mientes, hurtas, haces apuestas de dinero, miras vídeos indecentes, repites chistes de doble sentido y codicias lo que ama y vale mucho para tu prójimo?

Ese no fue el caso de Naamán el sirio, él era un hombre sincero, temía a Jehová, confiaba en su misericordia y comprensión, pero como todavía no había madurado su fe extendía la posibilidad de perdón hasta los pecados futuros, los que podía tomar medidas para no cometerlos. Eso es abusar un poquito de la bondad de Dios. Oh Dios, “no nos metas en tentación” ni nosotros tampoco nos metamos, donde nos veamos obligados a pecar.


Comentarios

  1. Qué hermosa entrada hermano.
    Mi reflexión es ésta: "Vivir hoy la santidad que Dios requiere y resguardar la santidad que Dios me va a requerir mañana.Es decir, pensar la santidad a futuro también"
    Que Dios le bendiga en su ministerio.

    ResponderEliminar
  2. Oh, Anwa Ture, ora para que Dios nos guarde sin manchas ni caídas para su reino celestial. Y por cualquier desventura que por imprudentes nos acontezca, El nos recupere pronto.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hiel de Betel, mal padre

Ahuyenta los pájaros y las aves de mal agüero

El altar de tierra