La iglesia no debe recibir dinero de cualquiera


Oseas 4:8
“Del pecado de mi pueblo comen”.

Se refiere a los sacerdotes instituidos por Jeroboam, que no pertenecían a la línea de Aarón, y comían de esos sacrificios y de los dineros que el pueblo traía en su falsa adoración porque sacrificaban al becerro de oro que tenían como Dios. Se sostenían con el dinero ganado en el negocio de la idolatría.
Hay, ojalá que pocos, ministros que no les importan cómo vive su pueblo ni la procedencia del dinero con lo cual se sostiene él y su familia; recibiendo los diezmos y ofrendas de los cuales tienen sospechas y pruebas que el pueblo lo gana ilegalmente o inmoralmente.
Oh ministro ¿no te atreves a atacar ciertos pecados desde el púlpito a la luz de la palabra de Dios porque temes que algunas ofrendas cesen y no llegue más al culto ese “poderoso caballero que es Don Dinero”?  ¿No has leído que el oro de ese caballerito está enmohecido? (Sgo.5:3 ).
Tomar el dinero de ofrendas y promesas a santos es pecado, o de  la prostitución, el juego, de un robo, venta de drogas, extorsión, soborno, de pesas falsas, de usura o intereses abusivos, el que se le quita a la familia diciendo “esto es corbán”, y misa, es hacer a Dios cómplice del pecado. El dinero que traen manos que no han sido santificadas primero no es dinero bienvenido en la casa del Señor y no debe formar parte del tesoro sagrado del cual se les paga a los ministros de Jehová.
¿No sabes que el dinero del cual comes es sagrado? ¿No has leído en la Ley que la paga de una ramera y el precio de un perro no debían tomarlo los sacerdotes? (Dt. 23: 18). Aquí la palabra perro es similar a la anterior sodomita, y algunos comentaristas antiguos piensan que el dinero que ganaban alquilando sus cuerpos en el templo los sodomitas no debía ser recibido como una ofrenda al Señor. Es que la iglesia no debiera recibir dinero de cualquiera. Eso es un privilegio de  los santos.
Algunos bien plantados diezmadores creen que el predicador no tiene ningún derecho a reprocharle sus turbios asuntos porque al fin y al cabo él le da de comer, y vive de su dinero y cree que es mejor que se calle y predique contra otra cosa y se haga el de la vista gorda o va a terminar perdiendo su empleo.

Comentarios

  1. Wow, muy cierto...

    Y con relación al último párrafo, es lamentable que eso suceda ¡Porque sucede! Cuando los predicadores y pastores "se venden" al mejor postor, venden sus mensajes y los acomodan para aquellos "mejores" ofrenderos y "peces gordos" que sustentan su casa.

    ¡Qué triste es ver esa realidad!

    Dios nos libre de caer en eso, que su gracia nos sostenga día a día.

    Sin él nada somos.

    Gracias pastor por esta reflexión, es dura, pero es la verdad de muchas partes.

    Dios le guarde

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