El fin de la gloria de Dios es ella misma

“El cristianismo no es acerca de la salvación individual sino acerca de la gloria de Dios” (Juan Calvino).

Dios no necesita de nuestro arrepentimiento o conversión para ser glorificado y no necesita la gloria del hombre para ser glorificado porque su Hijo el Salvador del mundo dijo: “Gloria de los hombres no recibo”. Pero puedo comentar un poco las palabras de Calvino en relación con la creación. El hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, o sea, “bueno en gran manera”.

Dios no creó el mundo para verse reflejado en él como en un espejo y quisiera mirarse a sí mismo, ni porque necesitara  poner su ser íntimo enfrente de él. La decisión del paso de la creación lo dio por su libre voluntad no por una necesidad de su perfecto ser. Pudo permanecer eternamente glorioso en la soledad. Tampoco lo hizo para glorificarse a sí mismo como si necesitara hacerlo al oír aleluyas y hosannas; fue una amabilidad suya la de hacer el mundo y su deseo de compartir con otros su sabiduría, belleza y gloria. Cuando se dice que hizo el mundo “para la alabanza de su gloria”, eso tiene que ver más con nosotros que con él. No para sentirse exaltado como si eso le hiciera falta, como si recibir honra de otros le fuera una necesidad de su carácter.

 Dios creó el mundo con su gloria, y todo lo que hace la manifiesta; la salvación del hombre consiste principalmente en un restablecimiento del orden de su gloria; el hombre es salvado porque la gloria de Dios lo exige, es una ley de ella misma reparar ese defecto que se llama pecado humano o por lo contrario exterminarlo. El pecado es ilegal porque es contrario a las leyes que constituyen el Ser Divino. Por eso Calvino tiene razón cuando afirma que el cristianismo no es acerca de la salvación individual, a pesar de todas las bellezas que la predestinación, elección, redención, justificación y glorificacion encierren, como si eso fuera lo principal y su más elevado fin, porque el fin de la salvación es su propia gloria y majestad.



Comentarios

  1. Gracias por el aporte de este artículo pastor,soy seguidor de su blog,y creo que no podemos añadír nada a la gloria de Dios porque en sí misma esta completa, y ciertamente todo lo ha hecho porque es Glorioso en Sí mismo nuestro Gran Dios.
    Bendiciones en Cristo

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  2. Tienes razón Daniel,Dios está completo y "de su plenitud tomamos todos, gracia sobre gracia"; es como nuestro Sol, "sol de justicia", y no se necesita añadirle luz al sol. Lo mejor Suyo para ti.

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