Spurgeon: “Salas de Conciertos y Costosos Clubes”


(Un extracto de The Suffering Letters, de Spurgeon)



"He llamado al doctor Pierson de América con el propósito de que todas las cosas mejoren. Nadie me sugirió al Dr.Pierson, salió de mi corazón y pienso que fui dirigido por el Señor. Este amado hermano es autor de varias poderosas obras a favor de la verdad y un hombre de ardiente celo misionero. He tenido con él un compañerismo de corazón a corazón como campeón de la fe. Hace tiempo me dijo que estaría dispuesto a dejar todas sus ocupaciones con tal de ayudarme y yo creo lo que ha dicho. Lo cierto es que me había escrito un día antes que yo lo hiciera, indicándome eso que el tiempo había llegado para que su ofrecimiento fuera aceptado".

"El Dr. Pierson de Filadelfia ministró en el Tabernáculo durante todo el tiempo de la última enfermedad de Spurgeon y por otro tiempo más después de su muerte. Esto fue lo que escribió para su revista en los Estados Unidos:

"Este Tabernáculo Metropolitano es enfáticamente mayormente una casa de oración donde se ora sin cesar. Cuando una reunión no está funcionando otra ya se encuentra haciéndolo. Es una colmena de abejas donde comparativamente hay muy pocos zánganos. Hay reuniones de oración ante la predicación y después de la predicación... no es una maravilla entonces que el ministerio del señor Spurgeon haya sido tan bendecido. El mismo atribuye su éxito principalmente a las persistentes oraciones de su pueblo.

¿Por qué no toda la iglesia de Dios aprende algo del Tabernáculo Metropolitano de Londres sobre el poder de la predicación del simple evangelio respaldado por las súplicas de los creyentes? Con respecto a esta gran iglesia uno no puede olvidar tampoco su misión divina en su firme protesta contra el secularismo dentro de la casa de Dios que usa el arte de atracciones mundanas y estéticas.
Nada debe desviar la mente de los adoradores de la simplicidad de la adoración del evangelio... esta lección tiene en mi opinión, una gran importancia para la obra de Cristo tanto dentro como fuera del país. Nuestra confianza es demasiada en el uso de los encantos del mundo en la atracción de las almas al evangelio y al Salvador. El Espíritu Santo no tolerará nuestros ídolos.
Si usamos música artística y secular, sustituyendo con el arte no santificado la simple alabanza, si utilizamos un elaborado ritual en lugar del simple modo de orar creyendo, si además de eso sustituimos con elocuentes discursos el sitio que corresponde a la predicación ardiente del evangelio, no debemos maravillarnos si la gloria de Dios (shekinah) ya no arde más en nuestros santuarios... quizás la razón porque la obra de Dios en el extranjero muestra mejores signos de la presencia y poder de Dios que en nuestros santuarios, se debe en parte a esto, que nuestra misión en ultramar nunca se ha visto tentada a usar la atracción artística, la cual ha convertido a muchas de nuestras iglesias en salas de conciertos, salones de conferencias y costosos clubes". (The Suffering Letters).

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