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Mostrando entradas de marzo, 2012

Un día fatal

2 Sam. 11: 4,27 “ Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová ”. Oh Señor, ¿es este David, el hombre temeroso de ti, el hombre de oración, el poeta inspirado? Oh Dios, ¡qué desconocidos nos hace el pecado! No, del David que ascendió al tercer cielo podemos gloriarnos pero no de este adúltero, hipócrita, corruptor, endurecido homicida, de ese en nada nos gloriaremos. Oh Señor ¿quién podrá ser salvo? ¿Quién podrá ser santo y fiel en Cristo? ¿Cómo pudo sucederle eso? Ni siquiera pensando que Dios lo permitió se puede hallar una explicación satisfactoria; pero la caída en pecado de este siervo de Dios tiene que despertarlo espiritualmente. Aquí lo vemos durmiendo al caer la tarde (v. 2) y paseando por el terrado. En sus

Poder de dinero y diplomático, pero no poder de Dios

 Cuando Jesucristo envió a sus apóstoles a que fueran por el mundo a predicar el evangelio, dijo al apóstol Pedro que se encargara de abrir iglesias entre los judíos. Este apóstol a pesar de haber negado al Señor tres veces, la iglesia apostólica no lo desechó por cuanto Jesús fue a buscarlo cuando él había renunciado, y le dijo que si lo amaba, pastoreara sus ovejas (Jn. 21: 15-19). El apóstol Pablo menciona que lo tenían como una columna (Ga. 2: 9). La primera visita que Jesús hizo a la casa de Pedro fue porque este le pidió que sanara a su suegra que se hallaba gravemente enferma, "vino Jesús a casa de Pedro y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano y la fiebre la dejó; y ella se levantó y les servía" (Mt. 8: 14-15). Eso quiere decir que estaba casado , y el apóstol Pablo menciona que a Pedro le gustaba llevar a su mujer en sus viajes misioneros (1 Co. 9: 5). Si lo hubieran considerado un cura o un sacerdote habría sido un cura casado

Comentaristas amigos de Dios

Jeremías 36:3, 4 “Y llamó Jeremías a Baruc hijos de Nerías y escribió Baruc de boca de Jeremías, en un rollo de libro, todas las palabras que Jehová le había hablado. Quizás oiga la casa de Judá y se arrepienta”. Esto es para que Jeremías trabaje con esperanza y lo escriba a pesar de que Ezequías le había dicho que el pueblo no se convencería ni se convertiría con sus predicaciones. O sea, escribe el libro como un complemento de sus sermones. Si el pueblo, o al menos algunos, que no pudieron escucharlo, como nosotros, o quisieran escucharlo otra vez sin que fuera posible, tendrían la oportunidad de leer lo que otros habían escuchado y reflexionar sobre el contenido espiritual de la Palabra de Dios. En ese sentido, sin ir más lejos me parece que se está recomendando la buena literatura bíblica , los panes de la proposición o maná que podía ser molido, machacado en mortero, comido con azúcar, con sal o con laurel, al gusto de cada cual, pero siempre nutritivo y que fortalece

Dale algún tiempo a la abeja

"Venid vosotros aparte a un lugar desierto y descansad un poco" (Mr.6:31). ¿Lee hoy este trocito algún ministro cansado o algún obrero de la escuela dominical, o alguna hermana preocupada, cual Marta por servir del mejor modo a Jesús? Quizás estas palabras del Señor a sus discípulos sean las que hoy necesitas. Ayer cuando acabaste tu sacrificio y bajaste de tu altar tuviste la impresión que Dios no había enviado fuego del cielo para que lo consumiese y con mucho más pesar que Caín tu semblante se ha tornado gris y el corazón no halla reposo dentro de tu pecho. Te sentiste derrotado y no has podido recuperarte después que muchas horas hayan pasado. Tus lágrimas, pobre siervo, pueden mezclarse bien con las de la hermana de Magdala porque sientes que tu Señor te ha sido quitado. Y ¿quién fue el que te ha robado su Espíritu? Nadie, no ha sido algún pecado el que te ha desangrado, no te quedaste sin fuerza porque alguna sensualidad hubiese cortado tus preciosas guedejas, no

Las mismas doctrinas en el año uno y en el cien

Filipenses 3:1-3 “Por lo demás hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas y para vosotros es seguro. Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”. Si usted hubiera sido miembro de una iglesia apostólica a principio del siglo primero, hubiera oído a los predicadores decir lo mismo, y en el segundo siglo igual. El apóstol dijo a mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas y para vosotros es seguro ; parece a primera vista como una excusa por el cambio de tema, puesto que va a hablar sobre la adoración espiritual a Dios por medio de Cristo, en amplio contraste con lo que él llama fórmulas carnales. Pero sin adelantarnos a exposiciones futuras, un buen ministro del evangelio, perfectamente instruido en la palabra de verdad, no cambia su teolog

Haz lo que Jesús quiera

  "Señor, ¿qué quieres que yo haga?" (Hch.9:6). Saulo se incorpora y le dice a Jesús “estoy a tu disposición”. El Señor le dice “sufrirás mucho” y él le responde “no me importa, por ti lo haré”. Y Jesús le dice “vete a Damasco y hablaremos después”. Y desde entonces siempre le preguntó a Jesús ¿qué tengo yo que hacer ahí? Y le respondía lo mismo “no temas, habla y no calles”. Esa era su vocación, la voluntad de Dios, esos eran sus planes , los de Jesús, ese era su propósito , el del Señor y esa era su visión porque miraba por los ojos de Jesús. Y Saulo insistió, “y ¿qué hago con mi tiempo?”. Y su Señor le dijo, “déjamelo a mí para que no hagas sólo lo que te gusta sino lo que yo quiero”. Y Pablo agachó su cabeza y se dejó conducir por el Espíritu. Cuando hizo un plan de viaje equivocado   a Asia Jesús le orientó “para allá no, ve a Europa”. Y lo recibieron con una paliza y lo ataron con cadenas.   Allí había un hombre con su familia que le preguntarían cómo ser salvo, y

El sábado para adorar y el diezmo para ayudar

Hebreos 7: 1-10 “Porque este Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham que volvía de derrotar a los reyes, y le bendijo. Asimismo, le dio Abraham los diezmos de todo. En primer lugar, su nombre significa "rey de justicia", y también era rey de Salem, que significa "rey de paz". Sin padre ni madre ni genealogía, no tiene principio de días ni fin de vida; y en esto se asemeja al Hijo de Dios, en que permanece sacerdote para siempre. Mirad, pues, cuán grande fue aquel a quien aun el patriarca Abraham le dio los diezmos del botín. Ciertamente, aquellos descendientes de Leví que han recibido el sacerdocio tienen, según la ley, mandamiento de recibir los diezmos del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque ellos también son descendientes de Abraham. Pero aquel, cuya genealogía no es contada entre ellos, recibió los diezmos de Abraham y bendijo al que tenía las promesas. Indiscutiblemente, el que es menor es bendecido por el