Pensamientos lúgubres


Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu (Ro.15:13).

Quizás te lamentas que tiendas tanto a deprimirte por cualquier cosa por pequeña que sea, te asustas con facilidad, tal vez has diagnosticado eso como una incurable enfermedad de origen hereditario, apegada a tu temperamento por nacimiento, algo que está fusionado desde el embrión a tu vida o que en el mejor caso nació con algunas zozobras de la niñez y ya es irreversible. Has perdido toda esperanza de conservarte alegre por algún período largo de tiempo y tus emociones y angustias se suceden con más frecuencia de las que hubieras deseado. Tu pensamiento, sin poder prevenirlo, cuando se ha aligerado cierta pesada carga busca otra para echártela encima y así siempre con algún costal de angustia haces tu recorrido cristiano.

Tal vez pienses que el apóstol escribió “gozo y paz” con la prisa del que quiere terminar una carta e invirtió el orden de ellas, o al menos tú le darías otro, paz primero y luego el gozo. Sabes que en cuanto pierdes la paz el gozo también se esfuma, pero ¿cómo guardarnos en paz? ¿Cómo no hundirte bajo la presión de pensamientos pesimistas y la frustración? ¿Cómo no imaginar visiones, cataclismos, problemas, aunque luego compruebes que eran sueños, fantasmas que brotan del oscuro pozo del miedo?

Tu paz depende de tu fe, “en el creer”; lee completo el texto y hallarás que la paz la coloca el apóstol en segundo lugar no para decirnos que procede del gozo sino para conectarla en relación con creer en Dios. A cada pensamiento lúgubre, pesimista, que te agobie trata de hallar una promesa que como roca sólida alce tu ánimo y te permita reposar. Cesa de reflexionar sobre tus temores, no pienses más en ellos, deja todo el asunto en las manos de Aquel que nos cuida como Padre y Amigo. Cada vez que por naturaleza tu imaginación vaya a inventarte algún peligro, oblígala a pensar en una promesa. Conserva tus pensamientos en paz con el poder que tengas del Espíritu.

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