El extraordinario y raro hogar cristiano


Efesios 5:21-24
“Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”.

I. Cristo, un lazo de amor

I. Cristo en todo. No parece existir conexión entre estos versículos y los anteriores, es un asunto nuevo que lleva hacia delante. Si leyeras hasta el cap. 6:9 comprobarías que en todas esas relaciones humanas, cualquiera que sea ella o su nivel, el apóstol entrelaza a Cristo. Cuando dice: “Someteos unos a otros en el temor de Dios…” (v.21), que debiera decir más bien, “en el temor de Cristo” y añade: “Las casadas, los maridos, hijos, siervos…”.

En todo este texto y contexto está presente su Señor Jesucristo. He ahí una enseñanza importante: no sacar a Cristo de cualquier relación que se establezca. Los problemas en las relaciones interpersonales brotan por eso, Cristo es ignorado, su evangelio olvidado; los hombres se comportan como hombres (1Co.3:3) nada más y actúan con los otros sobre otras bases de intereses y conveniencias no cristianas. Dejo para que te convenzas de esa verdad contando por tu cuenta las veces que Cristo es mencionado en el pasaje. Cuando su Nombre aparece tanto, ¿no te indica eso que el Espíritu te está mostrando el medio y la solución para prevenir o solucionar cualquier problema humano?

I. El temor de Cristo explicado

1. Relación de salvados.Las casadas...los maridos...” (v.21), deben empezar si pueden, formando el hogar conjuntamente con Cristo; bien se sabe que el yugo desigual (2Co.6:14) se halla prohibido; pero si ya está formado el matrimonio cuando uno o los dos han llegado al conocimiento de la verdad, nunca como antes, tienen que procurar ir arreglándolo todo bajo las enseñanzas de Cristo y por su autoridad. Esa dispuesta obediencia de traer a Cristo al matrimonio Pablo la llama “temor de Cristo”. Una relación de salvados es lo que se espera que la pareja desarrolle, que se comporten como dos almas que han sido regeneradas por el Espíritu Santo y conocen lo que es la fe y la justificación. Algo que fácilmente olvidan los esposos es que en las relaciones que sostienen puede meterse el pecado y tratarse recíprocamente de modo pecaminoso, no como reales salvados. Con gritos, abusos, egoísmos, envidias, malos deseos, iras.

2. La relación ideal de los esposos es espiritual, no carnal, no la sensual. Hay muchísimos libros que los peritos han escrito sobre la familia; algunos escritores cristianos son bastante atrevidos y los temas que tratan casi son pornográficos. Hacen muchas recomendaciones psicológicas y sexuales y aconsejan carnalmente a la solución de los asuntos domésticos. El modo excelente de estar unidos los esposos es hacerlo en Cristo, si cada uno de ellos se acerca a la piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, posiblemente el matrimonio sería más sólido. Pero no pocos desechan la piedra del ángulo y el resultado es que tropiezan en la palabra a lo cual fueron también destinados (1Pe. 2:6-8). Si a Cristo no se le consulta en nada, si su influencia es pequeña, ya conocemos cuál será el destino del matrimonio. Los esposos tropiezan entre sí porque tropiezan con Cristo, con la Biblia. Por muy importante que sea cualquiera otra relación, el sentido espiritual tiene que penetrarlas todas. Deben sentirse cristianos, actuar y gozarse como cristianos, espiritualmente.

Hay esposos que comparten todo, finanzas, angustias, privaciones, alegrías, pero no comparten un texto bíblico o alguna experiencia con el Señor, alguna respuesta a la oración. Vivir en el Espíritu tiene que ser el lema de la pareja. Ese tipo de relación, con la conciencia presente de que son salvados, que tienen que cultivar el crecimiento espiritual y mantenerlo por oración y lectura bíblica los llevará al respeto mutuo. Cuando el crecimiento espiritual se detiene, enfrentan problemas.

III. El modelo de la familia cristiana

1. Pero, desde su mismo inicio tiene que definirse cómo se gobierna el hogar. Eso es importante. ¿Cómo formarás una escuela sin que nombres un director? ¿Podrás alistar un ejército sin un jefe? ¿Constituirás una nación sin que tenga un presidente? ¿O una empresa? No oigo mucho que los desposados hablen sobre esto, se unen en matrimonio, a veces con grandes diferencias culturales, sociales y otras, porque se aman, sin hablar como funcionará el hogar cuando esté establecido. Quizás eso no es romántico, pero es práctico y por supuesto necesario.
Pablo no  inventa un orden nuevo para la familia, ni para la estructura social. Su herencia judía del Antiguo Testamento, la revelación dada por Dios a Moisés, le enseña que el hombre es quien dirige a la mujer, no la mujer al hombre. Para él la familia tiene que tener un jefe, una cabeza, lo mismo que la iglesia. El mundo podrá estructurar la familia como él lo quiera, machista o feministamente. El apóstol no concibe una familia en el sentido despectivo de “machista”, absurdo y abusador; su familia, como la pensó Dios está integrada por la pareja y por Cristo y se dirige virilmente o varonilmente, sin que las opiniones de la mujer cuenten como un cero a la  izquierda: Nada.

Esa forma de organizar la familia es eclesiástica, quiero decir, dada por Dios a su iglesia. Como el sermón del monte son los lineamentos del Reino, la organización aquí dada es para la iglesia, para hombres y mujeres salvados, que no forman el hogar con sus propios principios sino bajo el temor de Cristo y con su constante compañía. Que el mundo adopte el feminismo si quiere, si lo ve como más conveniente, quizás para ellos, que no puede darle un sitio a la mujer, honroso bajo el hombre y para lo mismo tiene que alzarla hasta su nivel igualándola. El mundo bajo el dominio del pecado tiene que hacer esos ensayos, concederle a la mujer esa posición, llenarla con derechos que Dios no le dio, porque no tiene otro medio de formar un hogar feliz que no sea de ese modo.

Pero los elementos abusivos, groseros, pecaminosos que justifican el nuevo modelo familiar de la sociedad no existen dentro de la pareja cristiana. Cuando una pareja cristiana tiene necesidad de adoptar para el funcionamiento del hogar los formatos filosófico-sociales del mundo, es que la relación espiritual y cristiana que tenían que haber desarrollado ha fracasado y por eso andan buscando y descubriendo otras alternativas. Como el mundo está cansado de Dios se ha cansado de todo lo suyo.

Hablando sobre el gobierno de las naciones, sobre quién era el mayor, Cristo dijo: “Más entre vosotros no será así”. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al Señor” (v.22). El modelo de organización de la familia es el mismo que el de la iglesia, “Así como Cristo es cabeza de la iglesia” (v.23). Si una familia, esposos e hijos, son dirigidos y tratados como Cristo mismo lo haría, ¿hay campo para protestar y tratar de abolir el orden? ¿Qué abuso hay en eso? ¿Cuáles malos tratos? La correspondencia apostólica da testimonio que las iglesias primeras estaban formadas por familias: la de Filemón, Apia, Aquila, Priscila. La iglesia estaba en sus casas.
2. La cuestión de los dones en la pareja es lo que preocupa a algunos. ¿Cristo no usa todos los dones? ¿Por qué un esposo menos dotado, por ejemplo en finanzas, no usará el talento divino de su mujer? Si una mujer capaz y santa administra con amor el dinero de la familia, eso no implica que ella la gobierna.  ¿Gobierna el tesorero la iglesia o Cristo? El que da los dones no se equivoca, y cada uno aporta al grupo lo que tiene y lo que sabe.

Sin embargo por el tenor y el énfasis que tienen las palabras de efesios, el problema que pudo haber existido entre los hermanos, no fue de mal trato a la esposa y a los hijos, no que el padre fuera un tirano, un déspota o un verdugo, sino más bien lo que parece respirar el pasaje es la liberación femenina que el evangelio había traído a las mujeres. Si en la sociedad greco-romana la mujer era discriminada, usada o golpeada a caprichos del hombre, con la conversión a Cristo de ellos, el problema no había proseguido dentro de la familia de Dios. Lo contrario, ellas se sentían tan bien que hay que recordarles insistentemente que la formación del hogar judeo cristiano no ha cambiado y que la igualdad que tienen ante Cristo conjuntamente con el varón, no ha disuelto el antiguo y sagrado orden, que comenzó desde la creación. ¿Qué otra razón para explicar palabras “como la iglesia está sujeta a Cristo así también las casadas...? (v.24).

Comentarios

  1. El problema es que cuando el marido, quien tiene la responsabilidad ante Dios, mira el mundo desde una perspectiva poco bíblica, es muy difícil para una mujer cristiana no llevarle la contra, o estar viviendo continuos altibajos por la poca presencia del Señor en la vida de su cónyugue.

    Por eso que es importante casarse estando profundamente seguro que la otra persona sea realmente nacida de nuevo, y no cristiana de la boca para afuera.

    Incluso ahora, en estos tiempos, han salido por ahí muchos jóvenes "reformados", defendiendo celosamente las doctrinas de la gracia. Tanto la defienden, que entran en discusiones interminables en los foros o en las redes sociales, y al final del día, ni un poco de la Gloria del Señor resplandece en sus rostros. Hoy mas que nunca es muy fácil equivocarse de pareja, creyendo que el otro es cristiano, porque aparenta serlo.

    Hay un video de Paul Washer muy bueno, les dejo el link:
    http://www.youtube.com/watch?v=XfW5ojJ4HJ0

    Gracia y Paz

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  2. Viviana, tienes toda la verdad de parte tuya. Casado de por sí con un cónyuge adecuado es difícil; siempre el matrimonio hay que hacerlo funcionar, mucho más cuando hay desigualdad entre ambos. Ambos, como diría Washer, tienen que orar “más largo”, más tiempo y solos.

    Mientras más de Dios tenga un matrimonio, mejor. Y es cierto que es fácil errar, por lo que hay que pedir en oración sabiduría para escoger.

    Es verdad que hay mucha apariencia cristiana, y todo lo que brilla no es oro. Pero si no hay don de continencia, “cásense” y pocas las que quieren quedarse para vestir santos, o varones para eunucos por causa del reino de los cielos. Y el divorcio a veces es una solución “pírrica” donde las pérdidas son más que las ganancias. Saludos.

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  3. Mi comentario fue un poco sesgado, podría haber hablado de los cónyuges en general. Aplica para ambos géneros.
    Supongo que debe ser complicado tambien para un hombre piadoso, casarse con una mujer hipócrita.

    Que Dios nos guarde!
    Saludos pastor.

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  4. Viviana, no sé si querías decir más con tu comentario; yo lo hallé completo y sin recortes.

    De todos modos, bíblicamente la formación de la primera pareja, la razón que se crea la pareja es laboral; no pinta para nada el gusto ni la atracción sexual. Claro fue antes de la caída cuando la vida sexual de ambos era purísima. Posteriormente uno no lee que Abraham, Jacob, buscaran una mujer para hacer dinero y vivir bien; se mezclaron con lo laboral otros asuntos.

    Pero al formar la unión, el aspecto laboral, el dinero, la vocación, son importantes aspectos de consideración.

    Sí, casarse con una mujer hipócrita seria funesto. Y viceversa.
    No crees, o soy muy meticuloso?

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  5. No, no. Está bien! Yo generalmente - por no decir siempre - concuerdo con su punto de vista, por eso, su humilde blog, es uno de los pocos que me va quedando en la lectura diaria.
    Los otros se vuelven, no se como decirlo, un poco mas de lo mismo. No escriben de sus vivencias personales con el Señor, sino de lo que leyeron o aprendieron. No está mal leer o aprender, pero no se .... ni siquiera sé como decirlo.
    En resumidas cuentas, creo que por estos días ya sólo leo un par de blogs.

    Su criterio y sus comentarios están bien, yo soy la que a veces "destiño".

    Eso que Ud habla de la unión entre Adán y Eva, que no era meramente sexual, sino tambien laboral, me hace mucho sentido ahora. Pero cuando uno es joven, se imagina el ámbito sexual dentro del matrimonio cómo lo mas importante, y casi hollywoodense. Bueno, yo ya viví esa etapa - a pesar de ser joven aun - así que no tengo esas ideas en mi cabecita, lo que es un alivio, un problemas menos en esta vida, no lo cree?

    Saludos!

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  6. Viviana, en sentido general me pasa parecido, o mejor dicho similar a lo de los antiguos atenienses, que les encantaba y casi no prestaban alguna atención sino a aquello que les parecía nuevo.

    Pablo aprovechó esa preferencia helénica para introducirles el concepto del "Dios no conocido". No me mal en tiendas, porque en teología lo que sea nuevo es herejía; me refiero al prisma de la revelación bíblica, "Ave de muchos colores" de los temas bíblicos.

    La variedad "de lo mismo", aunque parece una contradicción, es casi infinita, tan amplia como el Espíritu Santo se revela entre la Palabra y la experiencia cristiana. Se puede hablar de las doctrinas principales del cristianismo en relación con la siempre variada experiencia espiritual, y por supuesto las convicciones y verdades que aparecen además de ser genuinas, auténticas, tienen el sabor y la idiosincrasia de la persona que las escribe, incluso por medio de ellas se puede tener una idea de su relación con el Señor. Y eso es tan fácil hallar como una aguja en un pajar.
    Por el momento no digo más.

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  7. Jeje ... entiendo su comentario. Es cierto que diferentes personas y culturas tengan una mirada desde otro ángulo PERO DE LA MISMA VERDAD, DEL MISMO SEÑOR, y eso es lo que a veces no encuentro en otras partes. La Biblia misma está escrita desde varias perspectivas, pero por un mismo Espíritu. No habremos subestimado el poder que internamente vive en nosotros?
    Muy acertado su comentario de cierre!

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  8. Ese fue el cierre porque se me acabó lo que tenía!

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