Es mejor perder dinero que la ayuda de Dios

                      2 CRÓNICAS 25:5-10
Reunió luego Amasías a Judá, y con arreglo a las familias les puso jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín. Después puso en lista a todos los de veinte años arriba, y fueron hallados trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo.
Y de Israel tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil hombres valientes. Mas un varón de Dios vino a él y le dijo: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín. Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar. Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Jehová puede darte mucho más que esto. Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas; y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados”.
“No vaya contigo el ejército de Israel porque Jehová no está con Israel” No se puede usar a cualquiera para edificar la obra de Dios, aquellos con los cuales Dios no se complace deben ser puestos a un lado; no apoyemos, sin necesidad, ministerios de no conversos, sólo porque tienen dones y se enojarían si no les damos participación en la lucha (vv. 8-10); el daño que hicieron fue menor por haberlos expulsado que si hubieran tomado parte del ejército (v. 13). Purga la iglesia, si los conoces, de todos los líderes enemigos espirituales de Dios. No te entristezcas cuando los que están espiritualmente incapacitados se cruzan de brazos o les dan la espalda a las necesidades de la congregación y se marchan; es una bendición que no metan la mano en los asuntos divinos, con menos gentes, purificadas, se hace más que con muchas mezcladas. La purificación de la iglesia puede costarte mucho dinero, cien talentos, pero es mejor perder dinero, diezmos y ofrendas, que la ayuda de Dios, y él, dijo el profeta, te hará llegar dinero por otra vía.

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