El hilo de la bancarrota de Demetrio y del Vaticano, conducen al púlpito de Pablo

Hechos 19:23-26
“Compañeros, sabéis que nuestra prosperidad depende de este comercio”. 

https://tse2.mm.bing.net/th?id=OIP.X_riZupel-9gKIegHAMB1wHaDf&pid=15.1&P=0&w=328&h=155No todos los que se oponen a los evangélicos tienen la misma razón para hacerlo; los que enfrentaron a Pablo no lo hicieron por los mismos motivos. Los judíos tenían sus razones y los paganos las suyas. Cuando el cristianismo enfrentó al paganismo, éste reaccionó de diversas maneras. Concretamente se le llama paganismo por la creencia y adoración de múltiples dioses a quienes representaban con figuras, muchas veces muy hermosas y elaboradas, de oro, plata y de piedras preciosas. Las cosas del cielo se presentaron bien para comerciar con ellas en la tierra. 

En Éfeso, cuando llegó el cristianismo allí, existía un amplio culto a la diosa Diana cuya imagen, habían inventado los poetas diciendo que la había enviado el dios de los dioses, Júpiter; y de cuyo templo se vendían prósperamente réplicas en miniaturas. El mensaje apostólico enfatizaba osadamente que no eran dioses los que se hacían con las manos (v.26); y la gente que compraba aquellas figuras santas porque eran eso, santas; al ser persuadida que no tenían ningún valor espiritual, se abstuvieron de invertir en ellas y el negocio de un tal Demetrio, que poseía una gran fábrica con empleados, de pronto se dio cuenta que la venta había bajado enormemente haciendo peligrar su compañía. Como el mercado cayó, investigó por qué y el hilo lo llevó al púlpito cristiano de Pablo. Ahí se formó el llamado disturbio no pequeño por causa del Camino (v.23), porque los intereses del empresario y las doctrinas de Cristo estaban en conflicto. Cuando los intereses financieros de los hombres son tocados por el evangelio, sean ellos paganos o llamados cristianos, brota la confrontación. ¿No es esa la razón por la cual los papistas, aunque sepan que los ídolos no significan nada, no orientan a los feligreses que las dejen de adorar? ¿No es porque si se suprime una superstición idolátrica se desarmaría un grande y ventajoso negocio? El paganismo le da resultado a la Santa Sede. Sabe que si los feligreses acuden al púlpito de Pablo, el Vaticano se declara en bancarrota. Es un decir, porque el negocio es mucho más grande que el de las imágenes e incluye tierras y bancos, y muy inteligentes prelados que saben de politica muchísimo. Lo que le interesa a Demetrio y a los que sostienen la idolatría es el número de personas que le sigan porque eso vale muccho como votantes en la política, a donde siempre los demetrios aspiran, gobernar los reinos de este mundo. A los demetrios lo que les importa es que la venta continúe vendiendo la religión. Religiosos aunque no tengan ninguna semejanza con el apostol Pablo ni con el evangelio que predica. 


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