La nube que se interpone a las oraciones


Lamentaciones 3:44
“Te cubriste de nube para que no pasase la oración nuestra”.

¿Nuestra? El texto no dice “nuestra” es añadida para aclaración. Otra versión dice para que no pasase ninguna oración. ¿Ninguna? El sí oró por el pueblo pero no fue oído (Ver 3: 8; Jer. 7: 16; 11: 14). Es cierto que en relación con el pueblo no fue oído pero no con relación a sí mismo (vv.55-57). Y la nube que se interpuso no fue vapor de agua sino una nube de pecados y de incredulidades. Todo ministro del evangelio debe saberlo por experiencia, que Dios oye más sus oraciones personales, sobre sus asuntos o familiares que sobre la iglesia. El puede ser bendecido, ayudado, vindicado, y sin embargo su rebaño no prospera. No hay ninguna nube entre él y Dios pero sí la hay entre ellos y Dios. Su ministerio es menos bendecido que su vida. Y aun esto no lo hace feliz.

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