María Durant y los Destinatarios de Apocalipsis



Recientemente he terminado de leer Passion, un libro escrito por Karl A. Olsson, antiguo presidente de North Park Theological Seminary and College, Chicago. La nota que copio se encuentra al final de dicha obra. Es esencialmente una nota espiritual y aplicativa sobre Apocalipsis 6: 9-11 donde las almas inmoladas en la persecución y delante del trono de Dios claman justicia o venganza por la sangre derramada.


Este libro fue escrito en el año 1963 y me regocijó leer que en el mío escrito en el año 2008, 45 años después, coincidiéramos en las mismas observaciones. Me parece obvio y muy bien intencionado, cuando hallo comentarios como éste, donde la interpretación simbólica, espiritual y aplicativa es una necesidad obvia. No es un autor amilenario, no lo dice, el libro no trata de doctrinas. Es devocional. Todos sus comentarios sobre Apocalipsis no son simbólicos, aunque sí espirituales y prácticos. Y en algunos textos con una prosa culta y mística prefiere hacer uso de la interpretación literal.


No es un comentario sobre Apocalipsis sino sobre la pasión de nuestro Señor Jesucristo, y la razón por la que utiliza este último libro del N. T., es porque halla en él sustento histórico dentro de las iglesias de Asia para encomiar el testimonio de aquellos discípulos y su pasión por Jesús.


"¿Hasta cuándo Señor no vengas la sangre de aquellos que habitan en la tierra?". Es inevitable para un observador no entrenado en ningún esquema teológico, notar que aquí hay muchos sentimientos de venganza y es imposible que ese clamor sea verdaderamente en el Paraíso. Martin Rist escribe, "es la esperanza de los cristianos perseguidos que Dios vengará sus muertes y es al menos comprensible, y que aunque esté lejos de algo que merezca alabanzas... es una actitud... muy diferente a aquella que tuvo Jesús sobre la cruz o del mártir Esteban". (Es la misma observación que hago en mi libro Apocalipsis el Libro de un Desterrado).


Olsson parece no interpretar bien al autor que cita y lo acusa de cometer dos falacias:

"La primera es asumir que las palabras de Jesús o de Esteban neutralizan lo que se dice en otros contextos acerca del juicio. Si nosotros eliminamos de la palabra de Jesús lo que dijo con indignación o advirtiendo sobre el juicio venidero, tenemos un evangelio equivocado. Y en cuanto a Esteban las palabras que dijo en su discurso y por las cuales fue apedreado de ningún modo podemos pensar que las dijo en un espíritu "de un amable Jesús, de un manso y humilde pastor".


“La segunda falacia es asumir que el deseo por un histórico cumplimiento conlleva a un sentimiento sub- cristiano[i]. Si creemos en la realidad del mal, ¿no desearíamos que fuera desterrado y que el bien prevalezca? ¿Y la liquidación del mal no es siempre algo desagradable? ¿Puede alguien imaginarse que una persona que ha pasado por los campos de concentración piense que el mal puede erradicarse del mundo sin que Dios pise el lagar de su ira? ¿Puede pensarse que es menos cristiano aquel que ha pasado por esa experiencia si desea que el nombre de Dios sea glorificado haciendo cesar esos sitios históricamente obscenos? ¿Se le puede mirar mal su impaciencia hasta que los culpables sean sometidos a juicio?


“El Apocalipsis como ya hemos sugerido es una carta a un pueblo concreto[ii]. Está dirigido a hombres y mujeres que confrontan una situación particular; no fue escrito como algunos parece haberlo entendido, como una especie de rompecabezas escatológico. La prueba de su relevancia es histórica y una necesidad existencial. En períodos de opresión, persecución, y de inminente desastre el libro ha cobrado algo de su frescura primitiva, y eso precisamente es una señal de cómo debe ser leído[iii]. Apocalipsis ha sido un libro para proletarios, sectarios, como para prisioneros, y para los casi heréticos: gente que se encuentra debajo de la bota de otros y les es casi imposible vivir. (El énfasis es mío).


“La crítica de bien entrenados profesores se ha levantado contra este libro y le han acusado de no tener un contenido cristiano. Se ha dicho que contiene poco del evangelio de la gracia y de las enseñanzas de la iglesia en materia de amor al prójimo[iv]. Algo que ellos ven como casi inexistente. Pudiera ser, pero si Apocalipsis es un tratado de cómo permanecer vivo después de un naufragio o de una explosión atómica, muy bien que le podemos excusar a su autor que no nos haya deleitado con temas más delicados con respecto al amor. El libro tiene un solo propósito: que la iglesia se mantenga fiel a su Señor.


“Anima a los cristianos a mantener ardiente su fe pensando en los premios futuros. Tal vez esto no sea una bien calibrada teología y da al contraste con el fondo paulino y juanino de la teología evangélica[v].


“Una vez leí una sensible historia de una muchacha cristiana francesa perteneciente a los protestantes llamados hugonotes que ilustra bien el ánimo de los destinatarios del Apocalipsis. En la última mitad del siglo XVII en Aigues-Mortes, en el sur de Francia, vivió María Durant. Fue llevada delante de las autoridades y acusada de compartir la herejía de los hugonotes. En ese entonces tenía 14 años y era brillante y atractiva, lista para contraer matrimonio. Sin embargo fue llevada ante los tribunales y se le pidió que bajo juramento negara su fe hugonote. No se le pidió que cometiera algún acto inmoral, alguna cosa criminal e incluso tampoco se le dijo que cambiara la calidad de su conducta. Sólo se le dijo que negara su fe. Ni más ni menos. Y no lo hizo. Junto con 30 otras mujeres hugonotes fue cerrada en una torre junto al mar.


“No cuesta mucho decir "juro que no". Esas palabras saldrían muy fácil de la boca. Parecería sólo un pequeño precio que había que pagar por la dulzura de disfrutar de la juventud, la dignidad del matrimonio, por una casa llena de hijos, y un lugar en la villa bien respetada y amada por los vecinos. Durante los siguientes 38 años continuó diciendo lo mismo: que no abdicaría, que no renunciaría a su fe. Y en lugar de decir las palabras "juro que no", conjuntamente con sus compañeras mártires, escribió en la pared de su celda la simple palabra resistir. Todavía hoy en día la palabra puede ser leída por aquellos turistas que visitan la torre en Aigues-Mortes.


“Para nosotros actualmente ese calibre de cristiana es inexplicable, lo mismo que el espíritu de los mártires del Apocalipsis. No podemos comprender la terrible simplicidad de esa religiosa entrega que no le pide nada al tiempo ni espera nada[vi]. No podemos comprender una fe que no se nutre de la esperanza de que mañana las cosas estarán mejores[vii]. Pensemos en ella sentada en una prisión con 30 otras compañeras y sentir que el día se cambia en noche, el verano se vuelve otoño, y los inevitables cambios sistemáticos dentro del cuerpo van teniendo lugar: su piel se seca, pierde su lustre, las arrugas comienzan a aparecer, los músculos ablandándose y cuelgan con la piel, la rigidez de las coyunturas y la lentitud de reacción de todos los sentidos. Sentir todo eso y todavía perseverar parece casi una idiotez a una generación que no tiene la capacidad para esperar y perseverar[viii]. Este no obstante fue el sentimiento de los hermanos y hermanas del Apocalipsis. El confort de Apocalipsis es sin lugar a dudas escatológico. Llama a hombres y mujeres a ser fieles hasta el final". (Págs. 114-118).



[i] Es lo que comento en mi libro y que hace forzosa una interpretación simbólica y pensar que se trata más bien de los sentimientos de los mártires aquí en la tierra o al menos si estuvieran aquí.

[ii] Es lo que he afirmado en mi libro, que aunque se pueda aplicar como mensaje a todas las edades, la prioridad la tiene la exégesis y hermenéutica de ese momento, o sea, en ese contexto, haciendo el intérprete lo mismo que se hace con las parábolas de Jesús y con las epístolas paulinas.

[iii] Así yo lo he leído, no he podido de otra manera si quiero sacarle provecho espiritual, fe, paciencia, valor y honestidad ante las pruebas, o de lo contrario no podría justificar su canonicidad.

[iv] Es cierto que el libro, como he dicho en mi libro, no llana a nadie al arrepentimiento, excepto al final cuando llega al río de la vida e invita a los que quieran a beber de sus aguas. No es para hablar de amor al prójimo sino de justicia divina. Es un libro donde se oye la catarsis de la iglesia, incluso desde el altar del cielo.

[v] Es cierto, dentro de una teología muy judaica donde Moisés y el Cordero (Jesús) cantan juntos y no hay disonancia ninguna. Eso prueba el primitivismo judío del documento y no que haya sido un producto de alguno de los inveterados enemigos de Pablo: los judaizantes.

[vi] Recuerde al apóstol Pablo preso por años, sin esperar nada del tiempo, ni pensando en eso de “aprovecharlo” mejor. Simplemente haciendo la voluntad de Dios.

[vii] ¿Cree usted que es fe esa que hoy oímos que dicen que han que negar la realidad de una enfermedad o situación como si no existiera? ¿Es fe negar la realidad? Fe es pensar sensatamente si las cosas se empeorarán y con todo las acepta y dice “si perezco, que perezca”.

[viii] El tipo de hombre que hoy se celebra es el plástico, el adaptable, el que busca adaptarse a toda situación y sobrevivir, sin principios y amoral. Siempre cambiándose, viviendo para ser una imagen, sin querer descubrirse sino inventarse.

Comentarios

  1. Qué impresionante historia la de Marie Durant, una historia de fe, de decir hasta el final, si perezco, que perezca...

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  2. Me pregunto si esto me sucediera a mi , ? QUE HARIA ? . En verdad, siento un gran temor , yo no veo este escrito como una historia, mas bien lo aplico a mi, sinceramente , me falta mucho que pedirle y aprender de DIOS , me siento cobarde todavia ,temo flaquear en una situacion similar, lo que demuestra que DIOS me debe aumentar aun mas mi escaza FE,? o tal vez sea que yo tambien soy de ESOS DE PLASTICO , que se doblan y se quiebran con solo acercarlos al calor, Moises, Esteban , Pablo, Juan, etc,son GENERALES en la FE y el valor, y yo ni aun ayudante de soldado, Ruego a mi DIOS que no tenga que pasar por eso , no sea , que como Judas, pierda el deseo de vivir, sintiendo asco y odio de mi mismo, de todo lo anterior aprendo que en situaciones dificiles, hay que hacerse de DIOS, de rodillas y con la frente hasta la tierra, DIOS nos ampare, ! Que HORROR !

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