No maniobres la voluntad de los impíos


“Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt. 11:25-27).


Se ha dicho con alguna razón que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que un “PHD” (un doctor universitario) entre al reino de los cielos. No es que el evangelio sea sólo para los ignorantes sino que esos presumidos se creen saber más que Dios. Pero el tema principal de este texto no es ése sino la soberanía de Dios en la salvación de los pecadores, y es propio para otra clase de presumidos y buenos tontillos que creen que pueden hacer cristianos como monedas en una fábrica.

Inteligentes, los que entran al reino de los cielos lo hacen por un distinguido e inmerecido acto de Dios que se llama gracia, y revelación. Doctores, psicólogos y filósofos de Atenas, Harvard y Oxford, el apóstol Pablo deseando darles una oportunidad de alcanzar misericordia dijo que buscaran a Dios palpando porque sois ciegos (Hch. 17:27). Y en otro sitio os aconsejó que depusierais conjuntamente con el orgullo el montón de conocimientos que os estorban el carácter (1Co. 3:18).

Y vosotros, santos y fieles evangelizadores del mundo, consagrados a la Gran Comisión, poned a un lado la presumida teología, la arrogante intercesión y la engañosa precipitación para hacer cristianos, que los que se salvan es porque Dios tiene de ellos misericordia, y no os dejéis engañar engendrando hijos de reprobación, sensibilizando con música los sentimientos de los pecadores, queriendo manejar a vuestra voluntad lo que sólo Dios concede, el arrepentimiento y la fe, maniobrando la voluntad de los impíos, porque no es por vuestra voluntad sino de la voluntad de Cristo y a quien “él lo quiere revelar”. Rendíos a la soberanía de Dios en la evangelización, rendíos vuestras oraciones y deseos, trabajad dependiendo del Señor, completamente.  

Si quieres una exposición  completa, tienes la dirección en esta otra entrada. El tema es "LA TEOLOGIA DE UNA ORACIÓN".

http://pastorhp.blogspot.com/2008/10/la-teologa-de-una-oracin.html

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