El objeto del amor de Dios y su razón



Ezequiel 36:22-32
"Os daré un corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros". 

Oye eso, corazón ingrato y orgulloso, hay diferencia entre el objeto del amor de Dios y su razón. Tú eres el objeto y te ama, pero la razón última de su amor está en sí mismo y no en ti, ¿no te das cuenta que no es por méritos que somos amados? La última razón por la cual eres bendecido no eres tú ni tu necesidad sino él mismo. Tú existes para él y no él para ti (Col. 1:16). ¿Te desilusiona saber eso? Entonces es que no entiendes el amor divino.
Mucho mejor es que él nos ame de ese modo antes que por razón de nosotros. Si Dios nos ama por razón de sí mismo, su amor es inagotable, no hay temor de que algún día cese y eso significa que es incondicional, no tendrá variación cuando nosotros cambiemos. Si fuéramos infieles, él permanece fiel, no puede negarse a sí mismo (2 Ti. 2:13).Cuando el Señor nota que las gracias que nos ha dado para comunicarse con nosotros han fallado, él no se detiene para seguir amándonos y nos suministra más de ellas. Nuestros pecados nunca podrán cancelar el amor que nos tiene. ¿Quieres ser amado por ti mismo, por lo que eres? Eso es imposible, ¿cómo Dios amará a criaturas que nacen con una naturaleza pecaminosa, escogen vivir en pecado, se ríen de él y no quieren oírle?
Por eso vino Cristo para que podamos ser amados en una posición posible, para que podamos ser amados por razón de la gracia en nosotros mismos, cuando nos hace aborrecer el pecado y somos nuevas criaturas conformes a la imagen de su Hijo. Entonces  nos ama por razón de sí mismo en nosotros mismos porque somos como él. Oh Señor, vuélvenos a tu imagen y semejanza, danos un corazón nuevo y un espíritu nuevo que ame lo que tú amas, aborrece lo que tu detestas y elige lo que tú eliges.

Comentarios

  1. Gracias por el texto... muy claro y decisivo, todo es por gracia. No tenemos mérito alguno en la salvación y en la recepción del amor de Dios.

    Él nos ha hecho partícipes de su amor por su gracia bendita. ¡Gloria a Dios por eso!

    Dios le guarde

    ResponderEliminar
  2. Correcto, “Colegial” Reformado, aunque es un sinónimo de tu nombre, suena un poquito mejor porque tú eras más que aprendiz. Según van pasando los años más decepcionado estoy de mí mismo, más inconforme pero más contento con Dios, más enamorado de él, eternamente agradecido y admirado que nunca se desespere. Al él la gloria y a mí la dicha.

    ResponderEliminar
  3. jejejeje... tiene razón; cada día que pasa más vemos nuestra limitada condición y nuestras faltas, pero a la vez la gracia de Dios abunda para con nosotros mediante su Espíritu de amor.

    Bendito sea nuestro Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

    ResponderEliminar
  4. Dios es bueno, joven reformado y lo es contigo. Saludos y afectos.

    ResponderEliminar
  5. hermano esta entrada es muy interesante, quería decirle si puedo tomar prestada una porción de sus líneas pues estoy publicando una entrada basada en el amor de Dios y me interesó su entrada, le agradezco de antemano.

    ResponderEliminar
  6. Por supuesto, Pastor León, que puede usar lo que desee. Envíeme un link a su entrada para leer lo que escribió y disfrutarlo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hiel de Betel, mal padre

Ahuyenta los pájaros y las aves de mal agüero

El altar de tierra