Míralo por detrás


Joel 2.3
“Como la tierra de Edén es delante y como desierto desolado detrás”.

Delante el paraíso y detrás el infierno. Por donde pasa el pecado, por donde pasa el diablo y el juicio de Dios, dejan detrás el desierto. Enfrente belleza, detrás fealdad, delante paz detrás división, disensión, pleitos, guerras; delante primavera, detrás la flor seca; delante “el tiempo de la canción y la voz de la tórtola”, detrás el gemido, la elegía; delante la riqueza, detrás la pobreza.
Mira la tentación y el pecado por la espalda no por su rostro porque para flirtear contigo se embellece los ojos con antimonio como Jezabel, y huele a nardo puro; mírale detrás y olerá a sepulcro blanqueado y huesos de muertos; enfrente una sonrisa sensual, después amargura, una mordida de placer y después el suspiro y la muerte; no lo que vas a ganar sino lo que vas a perder; el honor, la gloria marchita, la sonrisa ida. Calcula las consecuencias.
El pecado nunca ha dejado vida detrás, sino maldición (2:14), y ni esperanza, ni fe, ni amor; el pecado tiene aguja y funciona intravenosa, e inocula delirios y fantasías, éxtasis espurios, enfermedad sublime por un instante y por el resto hunde, no engendra vida sino la muerte, es como una plaga de langosta que todo lo devora y consume. Dios es amor que casa y da abrazos de reconciliación, y forma una sola carne; el pecado es codicia que divorcia, Jesucristo te da la bienvenida y el pecado te dice adiós. Míralo por detrás, quiero decir cuando ya es pasado. Delante el fuego de la pasión, detrás las cenizas de mucha culpa y vergüenza. No hace falta que le preguntes a sus víctimas, sus historias se saben.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hiel de Betel, mal padre

Ahuyenta los pájaros y las aves de mal agüero

El altar de tierra