ÉXITO, AMOR, FELICIDAD, NOVENA PARTE


                              Viviendo en un mundo completamente desvergonzado
                 
               RUT 3: 13,14
“Quédate esta noche, acuéstate hasta la mañana. Se levantó siendo aún muy oscuro y le dijo que no sepa nadie que ha venido una mujer aquí”.

Era cierto que una mujer había estado allí toda la noche, era cierto que había dormido a su lado, era cierto que habían hablado de matrimonio, también era cierto que no hubo contacto entre ellos ni habían hecho nada que les avergonzara, pero si alguien la veía nadie creería que durmieron en el mismo lecho sin que pasara nada. Booz pensó en lo que dirían sus empleados si se enteraban, lo que pensarían de él, y de ella, sobre todo; ya no la mirarían igual sino como una cualquiera y de estimarla y admirarla pasarían a despreciarla.
Su futura mujer debía tener una buena reputación para que todos la respetaran, porque ella, como él dijo, si hubiera querido hacer cosas malas hubiera escogido a un hombre de su edad, joven como ella, pero esa no era su intención y de saberse nadie lo comprendería. Él no le dijo, “ahora mismo te vas de aquí y que nadie te vea” porque era media noche y pudiera alguien hacerle daño. En fin, no quería infamarla por ningún costado. La moral cristiana contempla el testimonio ante los demás y hay cosas que no se deben hacer, aunque sean con limpio corazón porque son difíciles de explicarlas y que la gente enterada quede satisfecha, y si se pierde por imprudencia la reputación, la influencia espiritual queda anulada y no valen las mejores excusas y los más interesantes sermones.
Se ha dicho con razón que la esposa del César no sólo debe ser decente sino parecerlo. No todos son como Rut ni todos son como Booz que pueden hallarse solos y con oportunidad de hacer cosas que no agradan a Dios y abstenerse de hacerlas. Es mejor no tentar el carácter con una situación como ésta. Aunque estamos viviendo en un mundo completamente desvergonzado los siervos y siervas de Dios deben ser distintos y cuando se aman cuidarse mucho no den de qué hablar.


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