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jueves, 29 de marzo de 2018

Padre perdónalos, aunque sí saben lo que hacen


LUCAS 23:34
"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". 

Los fariseos sí saben lo que hacen, pero tampoco saben lo que hacen, ellos creen que saben lo que hacen, y no saben lo que hacen porque están ofuscados, creen mentiras, están equivocados. Han pecado contra el Espíritu a sabiendas que él echaba los demonios y hacía milagros por el Dedo de Dios y no por virtud satánica. Sí sabían que por Dios hacía aquello. Padre, perdónalos porque saben lo que hacen. Si saben lo que hacen porque lo han entregado por envidia; pero perdónalos, aunque sí saben lo que hacen. Padre, lo han entregado porque sus intereses se vieron afectados por él, perdónalos, aunque saben lo que hacen. Estrictamente los que no sabían a quien mataban fueron los romanos, pero no los judíos que habían visto sus señales, muchísimos milagros y no querían aceptarlo como el Mesías, y después de resucitado, con pruebas indubitables, le pagaron a los soldados para que mintieran y dijeran una cosa por otra.

Y ¿aquellos, por qué dijo que Jesús que no saben lo que hacen? Porque eran incrédulos y la incredulidad hacía que se equivocaran, que miraran las cosas como no eran, que no pudieran juzgarlas en el plano espiritual y divino que debían. Así tomaron la mentira por la verdad, lo propio primero que lo Suyo, que menospreciaran lo eterno por lo temporal, la religión primero que la verdad, la letra de la Ley antes que el Espíritu y no pudieron nunca llegar a la esencia de las cosas. Oh Señor, cuando Pedro supo lo que hacía lloró con amargura y Judas se ahorcó. Yo quiero hacer tu voluntad.


(Muchos manuscritos importantes no incluyen este versículo (75 א1 B D* W Θ 070 579 1241 pc sys sa); es incluido en (2 (A) C D2 L Ψ 0250 f1, (13) 33 lat syc,p,h). También se ajusta al importante tema en el evangelio de Lucas acerca del perdón a los enemigos (6:27-36), y además de eso tiene un paralelo con la respuesta de Esteban en Hechos 7:60. La falta de paralelos en otros evangelios también argumenta en contra de la inclusión de este versículo. Por otra parte, el hecho de que el paralelo en Hechos 7:60 pudo muy bien haber inclinado al escriba para ponerlo aquí, por eso se encuentra solamente en el evangelio de Lucas. Además, se encuentra la dificultad del porqué en otros importantes y antiguos manuscritos no se halla este versículo, y debido a eso por cuanto la decisión es difícil, aún aquellos que tienen este versículo como no literalmente auténtico consideran el mismo como auténtico históricamente, por esta razón es que nosotros lo hemos incluido, pero entre paréntesis en nuestra traducción” (NET BIBLE NOTES).

miércoles, 21 de marzo de 2018

El sentido común en la religión, y las vacas filisteas


1 SAMUEL 6:9 Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente".

De los dones recibidos de Dios uno de los que menos usamos es el sentido común. Esta porción bíblica se presta para pensar en ese asunto, aplicado en nuestra religión cristiana, y lo mismo para otras formas religiosas. Aquí están hablando sobre los tumores que les habían salido a esta gente, y además de la plaga de ratones que se estaba comiendo las cosechas. Barajaron las posibilidades de que se tratara de coincidencia, accidente, casualidad, o por mala suerte. Y se dispusieron a barajar y despejar el asunto como se despeja un teorema. Existía la posibilidad que Dios no estuviera en el asunto. Para comprobarlo había que despejar las dudas y tratar de darse primero que todo explicaciones naturales, o de otros factores (errores). 

La explicación teológica es una opción, pero hay otras que nada tienen que ver con Dios o el diablo, sino a causa de negligencia, imprudencia, mal aseo o contagios. Tal vez con agua, jabón y legía se aguantaba el asunto de los tumores; y lo de los ratones con trampas y veneno, que sabían cómo y conocían. Los hombres se han hecho fanáticos religiosos dándole dinero, a viejos y jóvenes astutos, muy populares ahora en las redes sociales, y paganos por no usar primero que todo el sentido común y no probar primero un origen natural a todo antes que acudir a los teólogos y los libros sagrados. Esto último es más fácil y no hay que usar toda la sustancia cerebral; entre tanto romperse la cabeza y estudiar un asunto sin los consejos del brujo de la tribu es más difícil. Es cierto que la ciencia primero fue magia, pero fue magia por el alejamiento de Dios. Adán, Eva y sus hijos no eran trogloditas ni cavernícolas. En la Biblia leemos que los primeros hombres no eran supersticiosos. Las tinieblas aparecen con más o menos grosor según la distancia que tuvieran de los escogidos de Dios. Los filisteos pusieron la explicación teológica a un lado y la casualidad en el otro, queriendo decir causas naturales o al menos desconocidas que no tienen que ver con el Dios de Israel. A pesar de todos los errores de ellos, pensaron bien las cosas.  ¿Estuvo mal eso? No, estuvo bien. Pero como no tenían médicos, laboratorios, rayos X, escáner, lo único que se les ocurrió fue usar unas vacas y que si Jehová estaba metido en el asunto lo dijera.

De haber vivido hoy a todos los enfermos los llevarían al médico y después telefonearían al pastor para que orara por ellos. Si Timoteo tiene úlcera y el Dr. Lucas no puede curarlo, que tome vino. Si Trófimo se enferma y se ha orado por él y no se sana, ni tampoco hay medicinas, hay que dejarlo en Troas y que su organismo reaccione. Quedarse un tiempo con los gálatas hasta que esté mejor. Y si el colirio de Tesalónica no ayuda para nada a la oftalmia purulenta de Pablo, tiene que usar un amanuense como Tercio para escribir sus cartas. Y volviendo a lo de las vacas, tomaron la senda del pueblo de Dios. Y comprobaron con lo de las vacas que Jehová tenía que ver en el asunto. Sentido común, señores, sentido común que es el menos común de todos los sentidos.

LOS DÍAS PUDIERAN SER MAS CORTOS O MAS LARGOS


MATEO 24:20
“Orad para que vuestra huida no suceda en invierno, ni en día de reposo. Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”.

Tengo para esta nota algunos ejemplos de cómo Dios mueve las manecillas del reloj a su gusto. El tiene un margen amplio y muchas alternativas para responder nuestras oraciones, y eso lo vemos cuando recomienda a sus discípulos que oren para que la huida de ellos en el desastre de Jerusalén no fuera durante los difíciles días de invierno o en día de reposo y no tuvieran ese impedimento levítico. Nadie tiene todas las soluciones sino Dios, ni más caminos que él, ni modos, ni formas, ni medios. 

Mira cómo el Señor les dijo que podían pedir menos aflicciones y que se hicieran más cortas (v.22).
Cristo muestra su compasión hacia nosotros reduciendo la aflicción. David, mi primer ejemplo, en un salmo no dice que nunca nos enfermaremos, sino que los días en cama podrían ser menos y los malos diagnósticos reducidos. Jehová “mullirá su cama”, como hace una enfermera con el lecho de un enfermo para que esté cómodo y se sienta mejor (Sal.41:3).  En otro lugar el mismo David no dice que el creyente no da un resbalón jamás, sino que no “resbalará mucho” (Sal.62:2), no será estremecido demasiado. Otro ejemplo es el apóstol que negará a Jesús “tres” veces, que es mucho pero más podría ser cuatro o cinco, o negación total. La tentación tiene un límite que no excede a nuestra fe y no nos desgarre demasiado (1Co.10: 13). A veces sufrimos menos de lo que podríamos haber sufrido.

Me parece, tal vez también a usted, de reducir los días malos es como si negociara con nuestro destino, nuestra fe; como si negociara dentro de su mente, nuestra providencia y ella no fuera algo rígido sino flexible; como si el número de situaciones, reducciones y ampliaciones fuera innumerable. Otro posible ejemplo es el mismo Jesús cuando dijo “si es posible pasa de mí esta copa”, como si Dios dijera “lo puedo hacer de otra manera”; pensó que si Dios quisiera hay siempre esa posibilidad de cambiar el destino de uno porque para él “no hay nada imposible”.
Otro ejemplo, si usted lee 2 Re. 20:1-7, “en aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice el Señor: "Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás." Entonces él volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor, diciendo: Te ruego, oh Señor, que te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante tus ojos. Y Ezequías lloró amargamente. Y aconteció que antes que Isaías hubiera salido del patio central, vino a él la palabra del Señor, diciendo: Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: "Así dice el Señor, Dios de tu padre David: 'He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí, te sanaré. Al tercer día subirás a la casa del Señor. 'Y añadiré quince años a tu vida, y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria; y defenderé esta ciudad por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David.' "Entonces Isaías dijo: Tomad una masa de higos. La tomaron y la pusieron sobre la úlcera, y sanó”.
El rey se iba a morir, estaba decidido por Dios, sin embargo, su oración lo salvó de la enfermedad, y Dios dijo: “Bien, añadiré quince años a tu vida y después de ese tiempo te recojo”; y fue así, le dio para atrás al reloj y el buen rey siguió viviendo un tiempito más (Isa.38:8). Dios establece la enfermedad con la que nos va a llevar y dice ésta, y de este modo para que glorifique su nombre, como le dijo a Pedro, y como le pasó al profeta Eliseo (2Re.13:14); pero si quiere cambiar el tiempo de morir y la clase de enfermedad, el tiempo de su duración o el lugar donde nos entierren, puede hacerlo y hasta la cantidad de canas de que uno ha de llevar en la vejez y cuándo comenzarán a salir porque él es el autor de ellas (Mt.5:36). En fin, si nuestro destino está escrito se halla dentro de la voluntad activa de Dios y ella es recta pero condescendiente y pudiera negociar consigo mismo nuestra providencia y eso de acortar o alargar las cosas, hacer más corto el invierno y huir de una situación antes que se empeore.

lunes, 19 de marzo de 2018

Reflexiones sobre un megalómano, no solo de la era apostólica


“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia” (3 JUAN 1:9).

Este hombrecillo se creía el dueño de la iglesia. Siempre hay alguien en la iglesia que se cree el dueño de ella y la maneja a su gusto como si la hubiera comprado con su propia sangre. Individuo que, por su servicio, antigüedad, con dones o con dinero, ha logrado encumbrarse, trepado por la fortuna, y usa la congregación de sus miembros a su propio antojo, y le encanta su eminencia y se la disputa a cualquiera que aparezca con dones similares a los suyos o mucho mejores. Él no quiere que ningún dotado por la Deidad le gane la admiración en su dominio. Si es que no puede echarlo de las reuniones, porque lo considerarían abusivo, lo ignora en todo lo posible como si no existiera, hasta que el buen susodicho decida dejarle todo el campo libre de su presencia y se mude para otro grupo que se beneficie de sus dones. Jamás a este señorón se le ocurriría decir, para exaltar la gracia de Dios, que es el primero de todos los pecadores (1 Ti. 1:15), porque él no se considera de ese modo, por el prestigio de su aureola humana como un ángel caído del cielo, o heredero del prestigio glorioso de sus antepasados.

No te conviertas en un líder como él, ni lo apoyes en lo malo que hace. Quizás Demetrio fue expulsado por Diótrefes. Por este tiempo ya el apóstol es un anciano y ha desarrollado un largo ministerio y exitoso. Sin embargo cuando debía ser más respetado en su vocación por su trabajo y su historia, es atacado en su carácter por este hombre, que mirándolo y envidiándolo, quiere dañar su reputación no sé de qué manera, sino inventando mentiras, palabras ociosas, que es lo que significa “parloteo”, para restar su influencia y mermar el éxito de sus labores, y si fuera posible volverle la congregación en contra y también a él, como ha logrado con otros, cerrarle las puertas. La iglesia apostólica crecía en forma de una comunidad, de una familia, y la expulsión de un miembro no era simplemente borrarlo de una lista sino, prohibirle la entrada a las reuniones (2 Co. 2:7).
A estos hermanos anónimos, este hombre los echaba y personalmente o por medio de sus cómplices, les enviaba recados que no los quería ver en la reunión, que no eran bienvenidos a escuchar la Palabra, a tomar el pan y el vino y participar del ágape fraternal. Ningún hermano ni familia que amaba verdaderamente la iglesia acogería esa decisión con indiferencia. La iglesia era una, y sería muy difícil trasladarse para otro grupo y ser recibido, cuando otra amada congregación daba a conocer la expulsión. La excomunión era dolorosa y nadie la acogía encogiéndose de hombros. Y Diótrefes, el megalómano, y su familia sonreirían aliviados de la presencia de alguien mejor tres veces que ellos.



viernes, 16 de marzo de 2018

EXITO, AMOR, FELICIDAD (SEGUNDA PARTE)



RUTH 2:8-11; 14-16
"Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y
ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró. Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis”.

En tiempos de aquellos jueces cuando cada uno hacía lo que bien le parecía hallar un individuo así con una propiedad y empleados tan llenos de Dios, era algo muy raro, una maravilla. Se hubiera podido caminar por todo Israel y se hallarían a todos los propietarios secularizados y materializados hasta las orejas, con mucho de comercio, extorsión y superstición, pero nada espiritual en las labores, nada de Dios.
Se mira la gran piedad que tenía Booz por el modo en que trató a aquella mujer extranjera. Ordenó a sus empleados que no la molestasen (v. 9) ni la avergonzasen (v. 15), ni la reprendiesen (v. 16) o sea que no la hirieran verbalmente ni la discriminasen por ser extranjera.  Cuando supo por medio de los que la conocían el valor que ella tenía para la familia y sus cualidades laborales, porque amaba a su suegra y trabajaba sin descanso. Luego le abrió una serie de oportunidades sentándola a la mesa para que comiese su pan (v. 14), ordenando a sus siervos que dejasen caer algunos manojos para que ella los recogiera y facilitara así el éxito en su rebusco. Rut era una extranjera virtuosa y Booz también.
Hombres y mujeres estaban contentos de trabajar con él; cuando un empleador prospera en su negocio hace que prosperen también los que emplea, si no es un explotador y un mal cristiano. Cuando el dueño de una compañía, una empresa o un comercio, refleja en su carácter las bellezas de Cristo, sus empleados se sienten a gusto en trabajar para él y realizan mejor la labor porque es cristiano y no incrédulo (1 Ti 6.2) (Ef 6.5-9). Booz, como se dice en el v. 20 tuvo en su carácter mucho de nuestro Amado Redentor, más bello que el redentor de Rut la moabita, como el Redentor de Job. ¿Tienes tú un Redentor? Repito lo que dije al principio, las dos sendas para el éxito y la felicidad son el amor y trabajar duro.

  1 Juan Mayormente el contenido de esta carta, si es que a pesar de la repetición de asuntos, se puede considerar de esa manera y no como...