Justifican el baile y las orquestas en la iglesia con el ejemplo de David

Amós 6: 5
“Como David inventó instrumentos musicales”.

"El significado de la frase hebrea es dudoso. Varias opciones pueden incluir: (1) "ellos piensan que sus instrumentos son como los de David"; (2) "ellos se consideran músicos como David"; (3) "ellos estiman tan alto los instrumentos como David"; (4) "ellos improvisan canciones para sí mismos con instrumentos como lo hizo David"; (5) "Ellos inventan instrumentos como David" (The Net Bible).
 "El mismo trabajo que David pasó en la música para honrar a Dios, ellos lo emplean para componer música para sí mismos y acogen estas palabras para justificar sus inventos con el ejemplo de David. Muchas personas han justificado su degradado, sensual e inmodesto baile religioso con el ejemplo de la Santa Escritura. La palabra no puede significar otra cosa que instrumento. David inventó esos instrumentos de música para el servicio de Dios. Él fue el que introdujo en el templo el uso de esos instrumentos musicales, la lira y el arpa, en adición a los címbalos. Estos en contraste con las trompetas son llamados "los instrumentos de David" (2Cro. 29: 26), comparar con (2Cro. 29: 25; 1Cro. 15: 16; 19-21). Probablemente los adaptó en el servicio del templo. Fue quien de alguna manera mejoró los instrumentos musicales en el servicio de la adoración, pues había demostrado desde su juventud una gran habilidad para la música (1Sa. 16: 16, 18, 23). Parece que encontró rudos instrumentos y los convirtió en algo más finos para el servicio de Dios. Pero la gente de que aquí habla justificaban su lujuria y sensualidad con el ejemplo de David" (Albert Barnes).

"Creo que David no fue autorizado por el Señor para introducir la multitud de instrumentos musicales dentro de la divina adoración como leemos, me siento satisfecho que su conducta al menos en este aspecto fue reprendida por el profeta, y también creo que el uso de tales instrumentos de música en la adoración dentro de la iglesia cristiana, no encuentra la sanción de Dios y es contra su voluntad; y que esos instrumentos son subversivos al espíritu de la verdadera adoración y por lo tanto pecaminosos. Soy un hombre viejo, y un viejo ministro, y declaro que nunca he pensado que esos instrumentos sean productivos y traigan algún bien a la adoración de Dios. He tenido razón para creer  lo contrario, que han hecho mucho mal. La música como ciencia, yo la estimo y la admiro, pero los instrumentos de música en la casa de Dios  los aborrezco. El uso de ellos es un abuso de la música, y aquí dejo constancia de mi protesta contra tales corrupciones en la adoración del Autor del cristianismo. El muy eminente y venerable doctor en divinidades Juan Wesley, quien se conoce como un amante de la música, y un elegante poeta, cuando se le preguntó su opinión en cuanto al uso de instrumentos dentro de las capillas metodistas dijo en esta forma y poderosa manera: "Yo no encuentro ninguna objeción para los instrumentos de música dentro de las capillas, siempre que no sean vistos ni oídos". (Adam Clark).

“David empleó instrumentos musicales en la práctica de la religión para alzar su mente a Dios  y con otro propósito que éstos. No hay duda  que David después de haber sido librado de muchos peligros se deleitaba con  el propósito de elevar alabanzas a Dios en el templo y que tanto él como otras piadosas personas pudieran  en religiosa devoción elevar sus corazones a Dios” (Calvino).

“Amós que como pastor de un rebaño sólo usaba la flauta, se escandaliza al ver la multitud de instrumentos y su uso mundano. Inventan canciones ociosas para sus fiestas sensuales y usan instrumentos musicales para sí mismos, degradando el arte religioso y convirtiéndolo en profano” (Maclaren).

¡Y eso que estos santos escritores no viven en este siglo donde se aplaude a los músicos como los del mundo! ¡Y cuánto dinero ellos hacen en sus conciertos! Y han sustituido en aprecio a los sermones. ¡Y hasta danzan!, y afirman que como David. ¿Puede usted concebir en su mente al apóstol Pablo bailando en Corinto o en la Vía Apia? ¿Puede imaginarlo a él y a Silas cantando en la cárcel de Filipo y echándose un bailecito? ¿Y a Evodia y Síntique? ¿O a la virgen María bailando el cántico del ángel con su desposado José? Cuando se dice “regocijaos en el Señor siempre, otra vez os digo regocijaos” ni remotamente se refiere a ese tipo de expresión.

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