¿Así que you tub, eh?

“Por tanto, no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma”.

Job habla con Dios sobre la brevedad de su vida para que él se la cambie (vv.11-21). Uno esperaría una oración corta pero no es así; nota que es una gran queja y argumenta largamente con Aquel que puede cambiar su situación. ¿Pueden los hombres devolverles los hijos muertos, la fortuna y la salud perdidas? Esta oración parece tomada de su diario y leída a sus amigos o recitada en versos delante de ellos, o incluida posteriormente cuando editó su libro. Aquí admite lo que niega a sus amigos: que es pecador y afirma lo que a ellos no les acepta: que sus desgracias están conectadas a sus iniquidades (v.21).

¿Qué es eso de formar grupitos cristianos y verter como aguas todo lo que traen dentro? ¿No esconde esa simplona franqueza las larvas de la carne y lascivia? ¿No promueve una enfermiza curiosidad? ¿No elimina esa confraternidad los necesarios alientos de inspiración del buen modelo? ¿Cómo puede inspirarnos una vida que vemos y palpamos que es tan tierra como la nuestra? ¿No le da eso asco? ¿No es como un rodeo de regreso a la “confesión auricular” que se le hace a los curas católicos? ¿No sería mejor meditaciones bíblicas, alabanzas y oración?  No veo ningún resultado, a no ser siquiátrico, sentarse dentro de un grupo, sin lágrimas  en los ojos, o haciendo pucheros y gimoteando, y enseñarles los trapos de inmundicias a los demás.  Santiago no aconseja que se haga eso, él se refiere a que si alguien peca contra otro, confiese el pecado a ese otro, no a otros, que quieren enterarse (Sgo. 5:16).

No tenemos que ser tan francos con los curiosos como lo somos con Dios. El necio es a quien le gusta enseñar todo lo que hay dentro de su corazón y las intimidades familiares, y hasta pondría  una cámara de video en su hogar y la instalaría en you tub para ser el centro de atención de todo el mundo, vean lo que vean (Pro.18:2). Job no hizo eso, les dijo a sus impertinentes visitantes muchísimo menos de lo que le dijo a Jehová. Y los dejó con las ganas.

Comentarios

  1. Humberto, tu entrada me sirve de excusa para plantearte una pregunta que hace tiempo atormenta mis sesillos.

    Siempre he admirado a los pastores que exponen errores propios cometidos a lo largo de su Camino -fariseísmo, legalismo, etc- a causa de su inmadurez en la fe, miopía espiritual, endurecimiento, etc.

    Por eso cuando discipulo, procuro hacer lo mismo, ahora bien, al mismo tiempo que presento mi error para que los hermanitos puedan extraer una enseñanza, no puedo evitar la sensación de estar siendo el centro de atención.

    Miradme, aprended de mí, sabed qué me pasó, I, me, mine que cantaban los Beatles...

    Es un poco esquizofrénico, siento que señalar el pecado en los demás está mal pues es algo farisaico, siento que ejemplificar mis errores está bien pues ayuda a no perder de perspectiva quién es uno y que todo es por Gracia... pero al mismo tiempo siento que poner el foco de atención sobre mí está mal.

    Algún psiquiatra en la sala...?

    :S

    ResponderEliminar
  2. Renton, si fueran errores, o pecados teológicos, y dices cómo saliste de ellos, aunque seas el foco de atención estás queriendo decir que eras un ignorante y ahora no, el ejemplo sería útil. Que antes no creías en Dios, o en la divinidad de Cristo, que eras un papista consumado, que creías en el libre albedrío y eras arminiano, etc. Pero si fuera un error o pecado de la carne ¿qué beneficio tiene decir cómo robabas en tu anterior trabajo y cómo te despidieron, cómo mentías, blasfemabas, cómo engañabas a tu mujer? ¿Tú crees que tus alumnos se edificarían con eso? ¿A quién inspira eso? Quizás digan, “no importa que hagamos lo mismo, él lo hizo y Dios lo perdonó y ahora es mi maestro”. Que seas el centro de la atención es poquito para el daño que harás. Tu ilustración se convertirá en chisme y descrédito. ¿Cómo voy a contar historias que yo mismo procuro olvidar? ¿Cómo hablar de lo que me causó muchas pesadillas? Ni a Dios quiero mencionarle mis pecados perdonados. Alabo su gracia pensando en ellos y él sabe a qué me refiero. Cuando escribí esa entrada estaba pensando en los llamados “grupos pequeños” o “células” que se reúnen en las casas entre semana.

    ResponderEliminar
  3. Humberto:
    ¿qué beneficio tiene decir cómo robabas en tu anterior trabajo y cómo te despidieron, cómo mentías, blasfemabas, cómo engañabas a tu mujer?

    Eingh?
    No, no me refería a eso.

    Por ejemplo, cuando era joven en la fe me encantaba mostrar a los demás que mi Biblia estaba muuuy gastada, ya sabes, para demostrar que la leía mucho.

    Ese fariseísmo tonto, no era nada más que ganas de ser aprobado por los hermanos... aunque estaba mal.

    Me refería a ejemplos así, ya sabes, ese tipo de pecados y errores idiotas, sí que sirven de edificación.

    :]

    ResponderEliminar
  4. DIOS nos libre hermanos; pero la historia de JOB , no tiene precedente , y nos ensena muchisimo . Ni JOB ni nadie hubiera aguantado tanto, sin antes ser fortalecido por el ALTISIMO para ese proposito, JOB ni remotamente se imagino que habia recibido el DON DE LA FORTALEZA del ESPIRITUD SANTO, JOB fue humilde y preciso porque tambien recibio el DON de CONSEJO del ESPIRITUD SANTO, y asi uno a uno tal vez recibio todos los DONES del ESPIRITUD de JEHOVA, JOB no tuvo temor, porque tambien el valor viene de DIOS. Todos los apostoles de CRISTO eran cobardes, hasta Pedro lo nego tres veces, pero; despues de recibir los DONES del ESPIRITUD, hasta murio honrandolo y sin temor. Por lo tanto si podemos aguantar nuestras merecidas desgracias , entonces , hemos recibido un DON del ESPIRITUD, Dios mio, para convencer a otros , primero tengo que convencerme yo , eso me indica que mi FE es escaza, y, si los DONES vienen por ella, entonces estoy perdido, dame al menos el de la humildad para vivir en paz. Un universo sin DIOS es un caos, la tierra sin ti estaba desordenada y vacia, solo tuvo vida cuando tu la ordenaste, por favor, SENOR, ten piedad de mi.

    ResponderEliminar
  5. Lo siento Renton, tomé “el rábano por las hojas”. A eso que te refieres está bien. Esas vanidades yo también las viví, sin embargo, me encantaría que un joven de la iglesia me enseñara su Biblia gastada y escrita. Hay como un regocijarse en Cristo cuando uno quiere que vean su Biblia usada de ese modo. Y con todo el pecadillo que tú, escrupuloso Renton, puedas hallarte, serviste de buen ejemplo e inspiración. ¿Sabes? Estoy tan contento con las notas a toda la Biblia que por años he venido haciendo y que ahora estoy revisando (quiero antes de morir ponerla en manos de la Iglesia Cristiana), que un joven estuvo en mi despacho y frente a mi ordenador le dije: “Abre tu Biblia en cualquier parte, pon tu dedo sobre una página y dime el texto, que voy a encontrar si lo he comentado”. Y así lo hice. Yo no quería alabanza, ni un abrazo y un beso, sino compartir mi alegría y gusto. Pide perdón para mí.

    ResponderEliminar
  6. Eduardo. Dijiste que “Ni JOB ni nadie hubiera aguantado tanto, sin antes ser fortalecido por el ALTISIMO para ese propósito”; y tienes toda la razón. El discutió mucho con sus amigos y hasta acusó a Dios de ser injusto, pero después se humillaba; el asunto es que los incomprensivos amigos lo mortificaron mucho y lo provocaron a hablar como un desesperado, pero como tú dices, sin la fortaleza divina el pobre hombre hubiera caído partido de dolor su corazón.
    Oraste así, “un universo sin DIOS es un caos, la tierra sin ti estaba desordenada y vacía, solo tuvo vida cuando tú la ordenaste, por favor, SENOR, ten piedad de mi”. Exacto, amén. Gracias por ese valioso aporte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hiel de Betel, mal padre

Ahuyenta los pájaros y las aves de mal agüero

El altar de tierra