La puerta estrecha y la aritmética
Mateo 7: 13, 14
"Estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva la vida, y poco son los que la hallan".
La hallan los que son iluminados, guiados hasta ella, que llevan una estrella delante (He. 6:14; 10: 32; Ro. 8:14; Ga. 5:18; Mt. 2: 9). Entre tantas opciones y lugares por dónde salir, hallar la puerta de la salvación es una gran bendición. Hay muchas falsas puertas, falsos cristos, muchos dioses y señores, muchos exorcistas, sanadores, ungidos, "enviados por Dios", cientos de religiones, ¡oh hallar una pequeña puerta, un agujero que por fuera no tiene buen parecer ni hermosura, y sin embargo detrás de él hay gloria y riquezas! Si se ensancha la puerta se toma el camino de la perdición y no hay en él salvación.
Sí, son pocos los que salvan, contestamos, y no debemos preocuparnos demasiado por la cantidad de convertidos o profesiones de fe (Luc. 13:23); y es más, debemos amar esa palabra y estar conformes con ella porque glorifica a Dios. Juan vio “una multitud” en el cielo que no se podía contar (Apc. 7:9), pero aunque se diga que “una gran multitud fue añadida” al Señor, a la iglesia (Hch. 11:24; 14:1), ¿qué es ella en comparación con una multitud más grande que permanece ignorante y “va a la perdición”? ¿Por qué he de sentirme frustrado y apenado conmigo mismo?, y que se me aflojen las manos para hacer la obra porque perdería espíritu y ánimo, ¿y si Dios ha dicho que son pocos y serán pocos, que tres cuartas partes de mi trabajo por una razón u otra se perderá como si nunca lo hubiera hecho? No es mío contar los resultados.
Los números aparecen en el NT en relación con los que Jesús alimentaba pero nunca cuando se hablaba de conversiones pues se decía muchos o “salvo unos pocos” (Mr. 6: 5), o que “algunos creyeron” (Hch. 17: 4,34). Hoy, el numerismo lo que hace es hacer sentir mal al predicador que busca por todos los medios que cada vez sea mayor. No es que no desee que muchos se conviertan puesto que Pablo quería que “la palabra” corriera y fuera glorificada (2Tes. 3:1), es que no ponga sus ojos en el número sino en la glorificación de Dios y de su palabra. Difícil es sentir esto cuando casi todos lo que buscan, aunque dicen “salvar almas”, es la glorificación de su propia imagen y la obtención de su éxito personal que es medido dentro de esta sociedad por la aritmética. Y aun dentro de los bautistas reformados se predica sin doctrinas, igual que dentro de los bautistas del sur: la elección y predestinación las vuelven mudas y cuando aparece en la lectura de un texto, se brinca sobre ellas como si no existieran.
Spurgeon dijo una vez: "Meter personas sin arrepentimiento a la iglesia es debilitar y degradar a la misma; y por lo tanto, una aparente victoria de pesca podría ser una gran pérdida"
ResponderEliminarHoy en día el énfasis está en la multiplicación, en el igle-crecimiento (Visión celular, Visión de los 12, etc); cosa vana cuando se deja de lado la Escritura, y peor aún, cuando se intenta hacer la obra de Dios usurpando el trabajo de Espíritu Santo, pues Él es el que regenera. Pero hoy ¿qué vemos?: falsas conversiones, congregaciones que parecen empresas; la doctrina de la "Regeneración" ha sido "Degenerada" por aquellos que nunca han sido salvos y que pretenden ser los "Iluminados" y "Maestros de ciegos". Éstos supuestos pastores ya no sufren la sana doctrina, y nunca la sufrieron; buscan multitudes de gentes con comezón de oír sus herejías. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.
Cada vez más veo gente engañada, falsos pastores y maestros; pero todo esto ya estaba escrito, así ha de ser, y así será.
SOlo nos queda humillarnos bajo la poderosa mano de DIos y ser valientes y fuertes mediante SU Gracia, y seguir confrotando a éstos usurpadores de púlpitos con la verdad de DIos, poderosa e invencible espada del Espíritu.
A.R., estupendo tu comentario. Hablaste con la Escritura en tus labios; y ella que es tan elocuente confirma lo que estamos, lamentablemente, pensando. Ellos no aman la Palabra de Dios y tantísimo menos su gloria, porque el que trabaja y habla por su propia cuenta, su propia gloria busca, y engañan y son engañados. El día del fuego la obra de cada uno se hará manifiesta porque por el fuego será probada. De esos así agregados no muchos llegarán al final. Dice Bunyan que aunque hayan llegado muy lejos si no entraron por la puerta estrecha sino saltando la cerca, aunque estén dentro, no serán recibidos.
ResponderEliminarDifícil es sentir esto cuando casi todos lo que buscan, aunque dicen “salvar almas”, es la glorificación de su propia imagen y la obtención de su éxito personal
ResponderEliminarGenial...
:]
Renton, hola. Nadar en contra de la corriente no es fácil; negarse a obedecer la cultura.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buen comentario Hno. Humberto, todos estos falaces en vez de llenarse del Espíritu de Dios se llenan de Helio y lo único que hacen es flotar entre sus sueños de recompensa y remuneración por lo que supuestamente es "para la gloria de Dios" cuando a leguas se ve que lo que buscan es la exaltación de sus súbditos hacia ellos! Triste, pero una cruda realidad.
ResponderEliminarNi aun viendo el ejemplo claro de Jesus en su actitud hacia los que lo abandonaban estos entenderán, que Jesus no nos mando a llenar templos, simplemente a ser predicadores del santo y eterno evangelio [y el que creyere será salvo] y ser testigos de su amor y gracia, más bien creo que se cumple "Ciegos guías de ciegos".
Bancas vacías para mí no significa fracaso, más bien desprecio al Señor Jesus y a su señorío, aborrecen saber que Jesus quiere ser dueño de sus decisiones, sino que pretender decidir ellos y supuestamente muy bien, ha, eso jamás, solo Jesus es Señor!
Saludos y bendiciones.
Leo, muy bonito lo que has escrito, tus palabras son un gran respaldo a la verdad porque has visto con tus ojos el triste problema. Es áurea esa frase que las bancas vacías no hablan de fracaso sino de desprecio hacia el evangelio. Que Dios te bendiga mucho y a su iglesia. Amén.
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