Es mejor para ellos que Jesús no venga


Amós 5.18-20

¡Ay de los que desean el día de Jehová!”.


¿Para qué quieres que Cristo venga si es día de grande juicio, mucha perdición, muchos ayes? ¿Para qué quieres que se cumplan sus palabras de retorno si muchos de tus seres queridos aún no lo han recibido por la fe? ¿No ves que si tornase ahora ellos serían excluidos y así perderían toda esperanza? ¿No sabes que si viene hoy cerrará la puerta del arrepentimiento, y que ya no conducirá a ninguno a la salvación, no bendecirá más su palabra aunque les fuere predicada o la leyeren con avidez? Si él volviere y no hubiere “oportunidad para el arrepentimiento” los pecadores se endurecerán más que nunca con su juicio y serán quebrantados.

Es mejor para ellos que Jesús “retarde su promesa como algunos la tienen por tardanza”. Eso significaría ya la cesación de la misión de la iglesia para el mundo, la cancelación de la gran comisión. No habrá iglesia que predique, no más estudios, no más sermones, no más exhortaciones, súplicas ni oraciones de intercesión.

Y por supuesto, el Espíritu Santo será retirado de la tierra y ya no convencerá a nadie, a ninguno conducirá a la verdad ni intercederá con gemidos indecibles. ¿Eso es lo que buscas? Abram no quería que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra aunque sabía que su pariente Lot no sería quemado. Aunque uno ya esté listo, aunque la familia se halle lista para ese día, pensamos también en muchos otros que aún no lo están y no deseamos, por ellos, la segunda venida de Cristo si con su “tardanza” se glorifica su gracia.

Piensa por ejemplo, en el estado actual de la iglesia, ¿crees que como esposa de Cristo ya se halla lista para ir a las bodas? ¿Vive ella “sin mancha ni arrugas ni cosa semejante? ¿Se ha guardado sin mancha del mundo? ¿Visita a los enfermos? Jesús oró mucho por la unidad cristiana, ¿somos uno como él y el Padre son uno? ¿O la iglesia se halla dividida en muchos pedazos, muchos grupos y aun esos grupos a menudo se fracturan en otros más pequeños? ¿Ese triste estado de división, es el mejor para recibir al Señor? Si Cristo viniera ahora muchos continuarían siendo como fueran hallados y ya no tendrían tiempo para el arrepentimiento; quizás alguno esté luchando con alguna tentación especial y necesita un poco más de tiempo y gracia, otro tal vez está tratando de recuperar su perseverancia dañada por una seria caída, otro nunca ha ganado algún alma y ahora tiene buenos propósitos y medios para hacerlo; tal vez el Señor está esperando que completemos algo y por eso no ha venido.

Pero, ¿y tú, crees que ya hiciste lo que debías haber hecho? Cuando el Señor pide que “vénganos tu reino”, quiere decir mayormente que su reino se extienda entre los pecadores, lo contrario a que todo se acabe. La iglesia tiene pocas justificaciones morales y espirituales para orar por el día del juicio: Cuando ya sienta que ha cumplido su misión en el mundo, cuando sea suficientemente santa como para entrar en gloria o cuando, quizás con menos fuerza, sea perseguida (Apc 22.20, comp. 22.17). Los apóstoles anunciaron mucho la segunda venida de Cristo pero para enseñarnos a apurarnos para ese día que se acerca, a vivir en su expectación pero no para que la precipitáramos con nuestras peticiones y deseos. El ánimo del Señor es más bien tardarse que apurarse para que “todos procedamos al arrepentimiento” (2 P 3.9; 3.15). Yo deseo la segunda venida de Cristo pero por causa de otros prefiero “partir y estar con Cristo lo cual es muchísimo mejor”, claro, para mí.

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