Parecen sacados de las páginas de la Biblia


Lucas 9:7-9

(Mt. 14:1-12; Mr. 6:14-29)
 7 Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos; 8 otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado. 9 Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar; ¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.


La diferencia de Lucas con los otros evangelios se halla en que, en aquellos Herodes es a quien se le ocurre esa superstición que Jesús es Juan reencarnado, y aquí son otros los que hacen esos comentarios, que pudo haber sido así y él llegó a hacerlos propios; siendo un hombre como era, sanguinario, sin convicciones religiosas firmes y que da oído a cualquiera cosa que oiga. Esa opinión sobre Jesús surgía de una conciencia cargada con crímenes (v. 9).

El público pensaba en un Juan reencarnado, Elías regresado de la gloria o cualquiera otro de los profetas. Sin embargo sería mejor si pensaran que Dios les había enviado un hombre extraordinario. Es que después de tanto tiempo esperándolo sucedió una tragedia, aparece Juan y Herodes lo decapita. En esas condiciones ya nadie esperaba que de la sinagoga ni de alguna casa en la montaña saliera otro como él, porque la religión y aquella sociedad no eran capaces de producir hombres religiosamente con esa talla. Descorazonados con su cultura religiosa se vuelven a las figuras del pasado, a la historia antigua, a aquellas grandes biografías, y con añoranzas por los tiempos idos y no haber vivido en ellos, los erigen modelos.

Así hacen los que queriendo protestar y sobrevivir a su decadente cultura, miran hacia atrás  con nostalgias, como si quisieran traer con anhelos, aquellos admirables personajes de la Reforma del siglo XVI, o a los puritanos ingleses, o a Jonathan Edwards con su amigo David Brainerd. Sacan aliento de los escritos de esos muertos porque no creen que esta anémica generación de doctrinalmente endebles líderes, ni siquiera en sueños pueda igualarlos. La solución, afirman, es encarnarlos, tomar el espíritu de aquellos, encender esta sociedad con el ardor de ellos y el respeto que tenían por la Sagrada Escritura, su constancia sermonaria expositiva y seriedad disciplinaria para los que forman la iglesia de Dios, y así se esfuerzan en llenar sus vida, sus púlpitos y libros con esa gloria tomada de algunos siglos atrás. Y tienen sus razones para hacer esas excavaciones teológicas porque están convencidos que en la sociedad actual no hay ninguno que iguale a esos clásicos.

 “Para Calvino Pablo no fue simplemente un ejemplo de la vida cristiana, sino que fue su maestro personal y su mentor. Fue en Pablo que Calvino encontró su verdadero patrón. Pero no simplemente como el caso de un superior y un subordinado. La relación de Calvino con Pablo fue formada por la comprensión renacentista de la imitación y la emulación, y en este aspecto él debió mucho a Budé y Erasmo. Para los humanistas renacentistas no tenía nada que ver con nuestro concepto moderno de ser una copia. Aunque existiendo en una miríada de formas, la imitación fue entendida como un proceso transformador por medio del cual la persona viene a ser el modelo. En otras palabras, a través de un intenso estudio, oración y conducta, Calvino buscó ser Pablo" (Calvin, Bruce Gordon, Pag. 109,110). 
Calvino quiso ser como Cristo (1 Co. 4:6; 11:1; Efe. 5:1; Flp. 3:17). Calvino quiso ser Pablo.  

Juan era tenido como el Elías que esperaban (Mt. 11:14). El pueblo se lo preguntó a él mismo (Jn. 1:21-25). Jesús, cuando los mensajeros de Juan les preguntaron si era el auténtico Mesías les citó la profecía (Mt. 11:3-5). Las vidas  de Juan y Jesús parecían hechas con los pergaminos del Antiguo Testamento. Entonces, se supone que los hombres extraordinarios que Dios enviará a esta sociedad que vive veintiún  siglos después de Jesús de Nazaret,  serán formados en los moldes de los profetas y de los apóstoles, y nos parecerán como sacados de las páginas de la Biblia.

Comentarios

  1. Humberto:
    los hombres extraordinarios que Dios enviará a esta sociedad que vive veintiún siglos después de Jesús de Nazaret, serán formados en los moldes de los profetas y de los apóstoles

    De ahí que el Señor nos diga que nos alegremos cuando nos persigan porque así es como trataron a los profetas de Dios en el pasado.

    Hay un modelo, y es el ir contracorriente al mundo en nuestro andar como él anduvo.

    Al principio me ha sorprendido desagradablemente que Calvino tomara a Pablo como modelo, y he recordado el ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? , mas después he recordado que el mismo Pablo nos exorta a ello, por una sencilla razón: él es imitador de Cristo.

    Blessings!

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  2. Renton, bien has recordado lo que dijo, “sed imitadores de mí así como yo de Cristo”. A mí me pareció súper hermoso que él quisiera ser Pablo, ¿y quién no? ¡Cuántos no quisieran ser Calvino!

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  3. Humberto:
    ¡Cuántos no quisieran ser Calvino!

    Eingh?
    Servidorcito...

    Calvino nos señala a Jesús como modelo, pero fijar nuestra mirada en el francés sería algo así como que alguien señalara al sol, y nos quedáramos embobados mirando el dedo...

    :D

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  4. Renton, le esto y dime si éste predicador no quiso ser Calvino. Posiblemente estaba familiarizado con los comentarios de Calvino y había leído algunas biografías. ¿Has leído algunas biografías de Calvino, sobre todo en inglés? Digo esto porque las mejores no han sido traducidas al castellano.

    "No soy supersticioso, pero la primera vez que vi la medalla que tenía la venerable imagen de Juan Calvino, la besé, imaginando que nadie había visto esta acción. Me sorprendí mucho cuando recibí ese magnífico presente. Por un lado de la medalla se encuentra la imagen de Juan Calvino con su rostro desgastado por la enfermedad y profundo pensamiento, y por el otro lado un versículo que es completamente aplicable a él: ‘él se movió como viendo al invisible’. Esta oración verdaderamente describe el carácter de aquel glorioso hombre de Dios.

    Entre los nacidos de mujer antes que él, no se ha levantado otro más grande que Juan Calvino; ni siquiera en la edad antes que él se ha producido otro que sea su igual, y en las edades posteriores no ha tenido tampoco rival.

    En teología permanece sólo brillando como brilla una estrella en el firmamento, mientras los otros líderes y maestros circulan a su alrededor y a gran distancia. La fama de Calvino es eterna por la verdad que él proclamó, y aún en el cielo aunque perdamos el nombre del sistema de doctrina que él enseñó, esa verdad será la que nos haga tocar nuestras arpas de oro y cantar, ‘al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios su Padre, a él sea la gloria y el dominio por siempre y siempre’; porque la esencia del calvinismo es que hemos nacido otra vez ‘no de la carne, no por voluntad humana sino de Dios’. (Autobiografía, Carlos Spurgeon, volumen II, Página 28,29).

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  5. Humberto:
    Renton, lee esto y dime si éste predicador no quiso ser Calvino.

    Si fue así, Spurgeon erró en el blanco, pues el modelo es el Señor, no un hombre objeto de Su Gracia.

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  6. Oh Renton, ¿también este poderoso teólogo erró el blanco?

    “ Calvino es una catarata, un bosque primaveral, un poder demoníaco, algo bajado directamente desde el Himalaya, absolutamente chino, extraño, mitológico; yo carezco completamente de los medios, copas de succión, cualquier cosa para asimilar este fenómeno, y sin siquiera mencionar presentarlo adecuadamente. Lo que he recibido es solamente una fina y pequeña corriente, y aquello que puedo dar es todavía un extracto más fino de esa pequeña y fina corriente; yo pudiera alegre y provechosamente sentarme y pasar el resto de mi vida junto a Calvino" (Karl Barth a Eduard Thurneysen, 8 Junio 1922).

    ¿Cómo imitaremos a nuestro Salvador si no podemos, o no queremos, imitar a otro que es más pequeño que él y más al alcance nuestro?

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  7. También él Humberto.

    Nuestro modelo es el Señor, todo lo que no sea fijar la mirada en él es errar el blanco.

    :]

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  8. Renton, Pablo dijo, “sed imitadores de mí así como yo de Cristo” (Efe. 5:1; 1 Co. 11:1; Flp. 3:17). Pero no le hagas caso porque él es “objeto de la gracia de Dios”, él es “el dedo que apunta el sol”, no el sol. No leas Hechos desde el capítulo 9 hasta el 28 a no ser para enterarte de la historia, procura no admirarlo ni amarlo, ni darle gracias a Dios por él porque eso podría llevarte a querer imitar su vida. Cuando leas sus 13 epístolas aprende teología, ética, eclesiología, a orar y amar a Dios, pero lo mismo, no lo admires ni le des muchas gracias a Dios por él porque corres el peligro de querer imitar su vida cristiana. Sigue, amigo siendo un fiel cristiano barcelonés que por la paciencia heredas las promesas, pero ojo, no seas imitador “de aquellos” fieles “que por la fe heredan las promesas” (He. 6:12). Pon tus ojos “en el invisible” solamente , no en Moisés ni Abram que se movieron mirándolo. No mires a Pedro porque es débil, negó al Señor 3 veces, no es digno de pastorear las ovejas del Señor como dijo que se le ordenó (Jn. 21). Mira a Cristo. Vete para el rebaño de Apolos que habla bonito y no se le conoce ninguna caída aunque tiene una cristología un poco deficiente, pero si te enseña a predicar no imites su oratoria. Cuando uno imita a un hombre corre el peligro de tomar sus defectos por virtudes.
    ¡Dios sabe cuánto bien me han hecho las biografías de grandes cristianos! He procurado aprender de ellos e imitarlos, con la gracia que Dios me dé para hacerlo. A veces no llego ni a la mitad de lo que ellos fueron y todavía los tengo como ideales que no alcanzo.

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  9. cristo siempre y sera siendo milagroso por darme mas vida para seguir adorandolo y mi pregunta es ¿si jesucristo biera en este momento a te llevaria con el? por el mas minimo pecado no te irias con el

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  10. Anónimo, el Señor te dio vida para mucho más que para adorarle... te dio vida para que dieras frito.

    He ahí una de las evidencias de tu redención, si das fruto.

    Autoexamínate y juzga si llevas una vida que da el fruto que Dios quiere, no el que a ti te gusta.

    Blessings!

    :]

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