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Mostrando entradas de octubre, 2010

Viviendo “del aire”, o con dinero

Deuteronomio 8: 3 “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”. Dios enseñaba a su pueblo a que viviera por fe, a que anduviera en el Espíritu. ¿Por qué tenemos que comer cada día? Porque somos dependientes de la nutrición. Se come para reponer el cuerpo que se gasta, para evitar el deterioro, la enfermedad y la muerte. El alimentarse es una forma de evitar sucumbir y los creyentes cuando comen deben dar gracias a Dios por los alimentos que creó para que el hombre prolongara su vida sobre la tierra (1 Ti. 4: 3). Sin embargo en un estado de perfecta comunión en la presencia de Dios no se necesitaría comer ni beber. Moisés estuvo cuarenta días sobre el monte y no comió ni bebió nada y no sólo no se murió sino que descendió muy saludable y resplandeciendo gloria. Moisés que lo conocía por expe

Contentos con la Suerte

Números 33:53,54. “ Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis ”. Seguramente tenemos más cosas que agradecer a Dios de las que pensamos. Uno recuerda más las cosas malas que las buenas, pero siempre son más las buenas que las malas. Alguien dice “he tenido suerte” “si la suerte me acompaña”. Aquí veremos por qué Dios le dice al pueblo que se reparta la tierra conquistada echando suertes y qué dice la Biblia sobre la suerte. Dios les da la tierra, ya les dice que es de su propiedad pero la distribución de cada tribu se hizo echando suertes, toda la tierra alcanzaba para todos. Dios no dijo: Rubén ven acá, Zabulón ponte allí, Neftalí ve para allá, por fuera Dios no intervino. No usó su dedo. No le habló a Josué. Le dijo que echaran suertes porque Dios conoce lo inconformes y mal agrad

DOS NOTAS PARA MINISTROS CANSADOS

I. La solución que no era un relevo fresco y mejor Números 11: 11-15 “ ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? ”. Me has dicho "cuídalos con mucho cariño, no los trates por obligación, son difíciles de amar pero son los que te he dado para que los ames. Sopórtalos, instrúyelos, son mis ovejas Moisés, y así es como quiero que las cuides, con todo el corazón (Jn. 21: 16)”. Quizás serán muy pesados para Séfora, Gersón, Merari, pero no para el siervo de Dios. Moisés dijo "yo no soy el padre de ellos, soy su líder, su pastor, pero ellos no son mis hijos". Dios le dijo "trátalos como hijos porque son mis hijos". Las demandas de ellos son grandes, sus niñerías y malcriadeces son molestas (v. 10), inconformidades y quiso decir "no soporto el carácter de este pueblo, hace sólo un año que los pa

¿Fue Calvino el que inventó las palabras gracia, elección o predestinación?

Efesios 2:1-3 “Y él os dio vida a vosotros cuando estáis muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás” I. No fue Calvino el primero que dijo que la historia de la salvación empieza con la elección Nota primero la pasmosa situación espiritual de cualquier pecador. Según como tú expliques la situación que un hombre tiene ante Dios; eso tendrá repercusión en tu vida cristiana, en tu adoración y en el evangelismo que hagas. ¿Cuál es el cuadro que la Biblia pinta sobre la desdichada condición humana? ¿Por dónde empezarías a contar o escribir la historia de tu salvación? Si eres bíblico comenzarías por los lugares celestial

SOMOS HECHURA DE DIOS (Parte 2)

(Efesios 2:8-10) “ Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” . I. Importancia del origen de nuestra fe 1. Dos cosas por lo menos nos quedan pendientes para meditar y contestar objeciones. Como la fe es la que excluye a las obras, las obras se esfuerzan en excluir a la fe . Siempre, desde muy temprano en la historia de la iglesia ha habido un desacuerdo constante entre dos corrientes interpretativas de la salvación, aunque no debiera ser. Unos han creído que la fe es algo que tenemos, que el hombre posee en sí mismo, que nace con él y que lo entrega o deposita en el evangelio una vez que lo escucha. Otros no creemos que eso sea cierto, sino que la fe es un don de Dios, no algo que el pecador posee en su propia natura