Dioses Asiáticos y Alemanes Invaden Europa y América


"Ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que le habían derrotado, y dijo: Pues que los dioses de los reyes de Siria les ayudan" (2 Crónicas 28.22, 23).

Acaz se equivocó en el análisis de su situación y como no la juzgó espiritualmente, la decisión que tomó para solucionarla fue desastrosa, tanto para él mismo como para su pueblo. Pensó que porque los sirios le habían derrotado había sido por la capacidad superior de sus dioses sobre Jehová; y no era así, los dioses no le habían ganado sino que “Jehová los entregó en manos de los sirios”. Dios no les había fallado, ellos le habían fallado a Dios. Satanás se había apoderado de ellos porque ellos se habían alejado del Señor. Ningún dios en el universo, si lo hubiera, es superior a nuestro Único Dios. Pero Acaz no lo pensó así, se dirigió a los dioses de los damascenos y abandonó completamente al Dios de la historia, para su ruina y para Israel.
Las victorias que el mundo tiene sobre la iglesia no se deben a que pueda vencer nuestra fe sino que por causa de nuestro pecado es que la fe no vence el mundo. ¿No se te parece este proceder al que tienen los que van en busca de una “mejor metodología”, y que según ellos ha derrotado y tiene mejor éxito que la ortodoxia teológica tradicional? Se imaginan que la iglesia cristiana ha sido derrotada por el agnosticismo, pluralismo, relativismo moral, la sicología atea y hedonismo social, y hay que replantear la teología y el culto tradicional y mostrarlos más eclesiásticos y menos dogmáticos.
 El contundente Cristiano de Bunyan es un ser anacrónico y prefieren al listo Flexible, individuo sin carácter que se adapta a cualquiera situación. Un veleidoso dandi que contemporice y le haga guiños de complicidad a la modernización, que según David Wells es lo que conocemos en el NT como “el mundo”.

Esos dioses han habitado en Berlín y emigrado de universidad en universidad por todo el Viejo Mundo dando traspiés entre culturas y culturas, y haciendo todo el daño que han podido, vaciando los templos cristianos y llenando los Centros Comerciales (Malls); y desde allí han hecho discípulos entre tele-evangelistas y líderes avispados de todas los rótulos cristianos, que han hecho de la iglesia un mercado (marketing) y penetran con alegres fanfarrias las calles y plazas de la Ciudad de Destrucción, no para dejar la sangre sobre el pavimento, sino con sonrisas socarronas y piropos en forma de amorosos textos bíblicos, obligados a decir lo que ellos quieren, fuera de contextos.
Y suena el rock, la música pop, y otros cambios del pentagrama, detrás de aquellas una vez serias ventanas y hacen huir con ruido a Mozart, Bach, y aún a Lutero, John Newton o Ira Sankey, con salsa, o merengue, y eso no porque crean que se adora mejor de modo autóctono sino porque han caído doblegados ante el postmodernismo, y en vez de luchar por Jehová abandonan al Invisible dando saltitos apóstatas hacia el otro lado.

Toman en sus manos la fe, el arrepentimiento, el nuevo nacimiento y otros dones divinos preciosos, los martillan en un molde arminiano y en coqueto y fino estuche lo venden como un producto neto de otro Pablo, de otro Juan y de otro Jesús, y embaucan a los compradores que los aceptan fácilmente y les abren los bolsillos, y les aumentan el número entre los oyentes. Y como el plan resulta lo acuñan como evangelismo, y vienen a comprarlo en cantidades los que suspiran por el éxito a cualquier costo.

También parecen haber derrotado la antigua Ortodoxia los dioses del darwinismo que fueron importados de los del Norte, y llegaron aquí mucho después del May Flower (Flor de Mayo) con los Moravos, Los Hermanos, los Bautistas Particulares, etc., sino hace unos sesenta años que han ido bajando al continente americano revestidos con el contundente atuendo bélico de Hegel y Nietzsch. Y su megalómana teoría del súper hombre se ha apoderado del Alma Mater enseñando a los estudiantes el nihilismo y los principios todos de Nietzsch, conectados a la vida práctica, política y moral por un tal Tocqueville que se sentó a los pies de Rousseau. Y que gritan como locos en carne viva los sensuales que no tienen el Espíritu, como si hubieran descubierto como hacer al hombre nuevo: ¡Viva el relativismo moral y el pluralismo!

Y los famélicos púlpitos no nutridos por la Palabra de Dios van cayendo. Pasma ver los púlpitos impotentes. Y no valen los púlpitos apuntalados con buenas intenciones y programas novedosos. Si de nuevo la Palabra de Dios ocupara su lugar en la iglesia y el pueblo clamara a Dios, no nos sentiríamos derrotados, pero nuestra desgracia nos ha sobrevenido porque nuestro Dios no ha sido verdaderamente nuestro Dios, le llamamos Señor y no hacemos lo que él nos manda (Mal 1.6-10; Mt 7.21). ¡Israel a tus tiendas!
Tengamos el coraje de vivir la verdad. Vivamos como un desafío. Retemos nuestra cultura. Riámonos de ella. Desafiémosla. Y pronto aplastaremos a Satanás debajo de nuestros pies. Hagamos más reflexiva nuestra meditación bíblica. Examinemos nuestros caminos. Enmendemos nuestras obras, vistámonos de armas de luz, y el liberalismo, la superstición, la idolatría oriental, las filosofías del Este y el pragmatismo de Occidente dejarán de tener prosélitos que los sigan.
 
Nuestro calvinismo debe dominar la conducta de las iglesias, quiero decir el evangelio en su mejor exposición, lleno de gracia y gloria que no comercia con sus principios, y esos traidores fantasmas que fueron primeramente importados desde las regiones frías de Europa, regresarán allá, batidos en retirada por el paciente Aslam, (personaje de C.S. Lewis) pacífico y desarmado, que con su sólo leonino rugido desbandará a esos diosecillos y brujas que van poniendo este mundo cada vez más muerto.

Es nuestro León de Judá, y con él un día llegará la primavera, retoñarán los árboles desarraigados y las esperanzas tres veces muertas, nacerán los lirios de los valles, se verá el púrpura de la rosa de Sarón, y comenzará a cantar la tórtola en paraje muy distante. Tan lejos como en América del Norte y en América hispana. No puede ser de otro modo el fin de esta guerra contra esos avejentados dioses, porque no es un juego ni se gana con bufonadas, risas y aplausos, sino con pensamientos que los lleven cautivos a la obediencia a Cristo. Acaz se equivocó, y sus modernos discípulos también “mucho yerran ignorando la Escritura y el poder de Dios”.

Comentarios

  1. ata-naram VIVE ELAYIN YAHWEH Y YSHÚ DE NAZARET POR LOS SIGLOS DE TODOS LOS SIGLOS EDADES SI AMÉN Y SI PARA SIEMPRE AMÉN.

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