Dónde están los creyentes de Nueva York


Génesis 18:20-22; 19:13
“Y el Señor dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave”.


La versión Reina-Valera dice “el clamor contra Sodoma” en vez de “el clamor de Sodoma”. ¿Qué clamor podría salir de allí? Ninguno oraba ni temía a Dios. Por eso tomo la Versión Reina-Valera para mi exposición. ¿Quiénes clamaban pidiendo el castigo sobre esas dos ciudades? El diablo está descontado, él lo que desearía es sodomizar las familias y el país entero; él no pide castigo para sus hijos sino libertad de acción y ninguna oposición evangélica a los instintos corruptos de esas personas. Primero, sus santos ángeles  que no anhelan mirar esas cosas (1Pe. 1:12); claman a Dios porque tienen que desde el cielo y la tierra mirar lo que no quieren ver y le piden que los autorice para destruir a tales enemigos. 

Segundo, la naturaleza que desea vomitarlos (Lev. 18:26-28) y la creación que gime por causa del pecado de ellos (Ro. 8:22) y desea su redención. Tercero, la justicia de Dios, clama dentro de su corazón que destruya a esos impíos; y si no fuera porque la misericordia detiene su mano ya lo hubiera hecho. Cuarto, las evidencias del pecado, como la sangre de Abel (Ge. 4:10).

Siempre el pecado deja alguna evidencia, alguna prueba que hay que buscar y descubrir. Ningún crimen es perfecto. Las evidencias del pecado cometido y no perdonado existirán hasta el día del juicio. Quinto, la iglesia, porque Lot “afligía cada día su alma al ver la conducta...” (2Pe 2.7,8). Falta una sola cosa para que el juicio de Dios se ejecute: que el pecado alcance su clímax “veré si han consumado su obra”, si se han corrompido hasta los niños (19:4), si “ha llegado a su colmo la maldad” (15:16).

Cuando en sus escuelas los maestros empiecen a enseñarles que la sodomía es natural, normal. Entonces entre los niños comenzará la homosexualidad. Dios no ha destruido el mundo por esa razón. Ha destruido personas, familias, ciudades, naciones, sociedades. Lo que ha de destruir el mundo es la declinación de los verdaderos creyentes dentro del mundo. Esa será la señal de la venida de Cristo, la apostasía y falta de santidad de la iglesia y la incredulidad del mundo. ¿Dónde están los creyentes de la ciudad Nueva York, que ha aprobado la legalidad del casamiento entre parejas del mismo sexo?

Comentarios

  1. Humberto:
    ¿Dónde están los creyentes de la ciudad Nueva York, que ha aprobado la legalidad del casamiento entre parejas del mismo sexo?

    El asunto de las leyes me causa problemas.

    Soy de la opinión que los cristianos hemos de ser luz entre las sombras, pero no imponer a los incrédulos nuestra perspectiva mediante mecanismos legales.

    Es decir, los sodomitas que quieran hacer sexo entre ellos, lo harán igualmente sea legal dicho acto o no.

    E igualmente, que sea legal el aborto no hará que un cristiano fiel lo lleve a cabo.

    El corazón de los hombres está lejos de Dios, que las leyes humanas reflejen dicho alejamiento no añade pecado a su pecado...

    :\

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  2. El asunto de las leyes me causa problemas.

    Soy de la opinión que los cristianos hemos de ser luz entre las sombras, pero no imponer a los incrédulos nuestra perspectiva mediante mecanismos legales.

    ¡De acuerdo! A lo que me refiero es a que “la sal no debe perder su sabor”, y cuando ella no sala “suficiente” la sociedad ¿para qué sirve? Para ser “hollada por los hombres”. Para algunos es posible mirar con resignación o indiferencia como en las escuelas se les enseñan a los niños la opción de un tercer sexo, sin mostrar indignación.


    Es decir, los sodomitas que quieran hacer sexo entre ellos, lo harán igualmente sea legal dicho acto o no.

    ¡Cierto!

    E igualmente, que sea legal el aborto no hará que un cristiano fiel lo lleve a cabo.

    ¡Cierto!

    El corazón de los hombres está lejos de Dios, que las leyes humanas reflejen dicho alejamiento no añade pecado a su pecado...

    Sí, es cierto, pero a veces el silencio revela cobardía o complicidad.

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