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Mostrando entradas de agosto, 2010

Competencia entre dos Iglesias, y su famoso pastor

Génesis 30:1-43 (todo el capítulo) “ Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos ”. Voy hacer una alegoría con estas dos mujeres. Pablo hizo una alegoría de Sara y Agar, yo la haré con Raquel y Lea, Pablo dijo que eran dos pactos, la ley y la gracia, yo encuentro que son dos iglesias que compiten por crecer en número , lo cual es desafortunado porque son hermanas y como hermanas debían amarse y no competir sino amarse recíprocamente y darle gracias a Dios por la prosperidad de la otra. Sin embargo desafortunadamente no sucedió así, la iglesia con prosperidad hizo saltar de envidia a la estéril que no soportaba que aquella tuviera hijos y ella no, y que se hubiera sentido mejor si no los tuviera o si se morían, o les sucedía alguna desgracia. Cada parto de ella la hacía sufrir porque la hacía sentir inferior, quiero decir que cada nuevo miembro que bautizaba, cada núm

Un bastón para Papá Jacob

“ Cuando vio que no había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la coyuntura del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob mientras luchaba con él” ( Génesis 32:24-32). . ¿Cómo decir eso, que un hombre luche con un ángel? ¿Cómo se pueden abrazar un espíritu y un hombre de carne y huesos? No conocemos casi nada sobre las propiedades de los ángeles, pero sabemos que cuando adoptan la forma humana también adoptan las características de un ser humano y pueden incluso ingerir alimentos como aquellos tres que visitaron a Abraham. Se hacen sólidos como la materia sin serlo, se convierten físicamente en hombres de modo que se les llama varón , sin poder distinguir entre un ser humano nacido de una mujer y un ángel en forma humana, por eso “algunos sin saberlo , hospedaron ángeles” (He. 13:2). El mismo Señor Jesús resucitado dijo que no era un espíritu porque era tocable (Luc. 24:39) sin embargo podía penetrar las paredes y con su nuevo cuerpo ¡conservaba aún los

Bendíceme después, pero bendíceme

Génesis 27:34-38 “Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío. Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí? Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío? Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró”. Aunque le parezca una sorpresa, tomo las palabras dichas por un reprobado a su padre, como buenas para orar a Dios cuando se necesita una bendición. Esaú suplicó a Isaac, “bendíceme también a mí