Si algunos de tus familiares te hacen sentir vergüenza al salir a la calle, lee esto y una biografía de Calvino
Mateo 1: 1-18
“El nacimiento de Jesucristo fue así. 1
Libro de la genealogía de Jesucristo. Tamar (cananita); Rahab (ramera,
cananita, pero se convirtió a Dios, se casoo con un príncipe de Israel); Rut
(moabita, se convirtió a Dios); David y “la mujer de Urías” no menciona su
nombre porque al Señor no le gusta recordarnos los pecados que hemos cometido y
él nos ha perdonado, los que nos dan vergüenza); Roboam (dejó al Señor, y su
madre era una pagana, amonita); Asa fue un buen rey; Josafat fue buen rey;
Joram fue un mal rey y se casoo con la hija de otro rey malo, Acab, y se dice
“hizo lo malo ante los ojos del Señor”; Uzias hizo lo recto; Acaz fue buen rey;
Ezequias muy buen rey; Manases malísimo como rey, asesino, pero oroo y se
convirtió a Dios; Amon, malísimo; Josías muy bueno; Jeconias, malo; Zorobabel,
muy bueno; José el esposo de María".
Jesús tomó sobre sí mismo nuestra naturaleza humana;
y llevó un cuerpo mortal, es decir que podía ser “tentado en todo conforme a
nuestra semejanza pero sin pecado” (He. 4:15); no pecó porque siempre estuvo
“lleno de gracia y de verdad”; por eso se dice que vino en “semejanza de carne
de pecado” (Ro. 8: 3).
Estos son los ancestros de Jesús. Hombres y mujeres
notables, y villanos. Acerca de la familia de Calvino se dice: "Carlos, su
hermano mayor, que había sido sacerdote fue acusado de herejía y murió
excomulgado en 1537. Antonio, su hermano más joven, que vivía en Ginebra y le
ayudaba en la obra, tuvo dificultades en su matrimonio porque su esposa que
había sido acusada varias veces de adulterio sin pruebas, fue finalmente
acusada de tener relaciones con un hombre que trabajaba para Calvino, y el
matrimonio terminó en divorcio que se finalizó en 1557. La hijastra de Calvino
fue acusada de adulterio, tan mal se sintió que un tiempo después dijo que hubo
períodos en su vida que se sentía avergonzado que no quería salir de su
casa" (John Calvin, por Burk Parsons, A Heart for Devotion, Doctrine and
Doxology; pag. 27).
Con la genealogía de nuestro Señor pasó parecido
aunque él nunca se avergonzó de "llamarnos hermanos" (He. 2:11), ni
"amigo publícanos y pecadores" (Mt. 11:19). Abraham, “el padre de la
fe”; un hombre de extraordinaria fe a quien muy poco se le podría criticar en
su vida, en relación con su esposa tomó decisiones equivocadas. Isaac, el hijo
de la promesa, aquel varón tranquilo, prefería a un hijo por encima del otro. A
Jacob, el padre del pueblo judío, es muy fácil hallarle defectos a sus
ambiciones, aunque era un hombre de fe. En cuanto a Judá hizo una cosa tan
carnal que me da vergüenza mencionarla. Tamar se vistió como una prostituta
para conseguir sus deseos. Rahab, una mujer de mucho valor y fe, fue una ramera
durante la primera parte de su vida. La mujer de Urías, sufrió una violación.
Manasés bañó a Jerusalén con sangre, aunque hizo una oración de fe y fue
perdonado.
Eso quiere decir que Jesucristo es “Dios con
nosotros”, así llamado por su esencia divina y por su relación con el linaje
humano. Fue hecho carne de nuestra carne y hueso de nuestro hueso, un gran misterio de
amor (Efe. 5: 30-32). Si algunos de tus
familiares te hacen sentir vergüenza al salir a la calle; piensa que ellos
son ellos y tú eres tú, y ellos tíos y tías, hermanos o hermanas. Tal vez preferirías
borrar algunos nombres de tus ancestros, o hacer algunas sustituciones, sin embargo piensa que
ésa fue la familia que Dios te dio, es tu árbol genealógico y no debieras
cortar ninguna de sus ramas porque ellas hacen más raros y loables los frutos
del Espíritu Santo, como la familia de Jesús.
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