Paulinismo y jacobismo
Hechos 21:25-27
“Pero en cuanto a los
gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito, habiendo decidido que
deben abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado
y de fornicación. Entonces Pablo tomó consigo a los hombres, y al día
siguiente, purificándose junto con ellos, fue al templo, notificando de la
terminación de los días de purificación, hasta que el sacrificio se ofreciera
por cada uno de ellos”.
¿Una iglesia judía, mosaica,
y otra gentil? ¿Un cristianismo con dos ramas? ¿Dos formas de vida diferentes?
Como si dijeran: "Dios quiere que nosotros vivamos así, esta ley es para
nosotros. Ellos pueden vivir de otro modo. Nosotros seguiremos siendo mosaicos,
cristianos mosaicos; somos una iglesia de primera clase, los gentiles de
segunda". El cuadro que tenemos de Jesús en los evangelios sinópticos es
judío. Él tiene poco contacto con los gentiles y se limita a su pueblo, "a
lo suyo vino" "no soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa
de Israel" (Mt.10:6; 15:24). El ministerio entre los gentiles, al mundo,
es del Espíritu Santo.
El Cristo de los gentiles no
es según la carne, es revelado por el Espíritu Santo. Es el mismo Jesús del
evangelio pero desconocido por los evangelios, o se halla en lo profundo de los
evangelios. Pablo hace poco uso, poquísimo, de la tradición judía de Jesús;
resumiéndolos en tres doctrinas: encarnación, muerte y resurrección. El
evangelio entre los judíos está ausente de interpretación, a no ser como un
buen judío. Para Pablo el intérprete de Jesús, no es Moisés quien interpreta a
Jesús sino el Espíritu Santo, y el ceremonialismo judío no es más que la ropa
que dejó en su tumba el domingo en la mañana. Entre Jacobo y Pablo había una
visión distinta de Jesús, o para no decir una herejía, en Pablo había una
amplitud cristiana mayor. El cristianismo es el paulinismo, no el jacobismo (Ro.14:14).
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