Hiel de Betel, mal padre
1Reyes
16.34
“Hiel
de Betel edificó a Jericó a precio de la vida de su hijo”.
Así
fue Hiel de Betel el que reedificó a Jericó sabiendo que le costarían las vidas
de sus hijos. ¿No es cierto esto, que igual que él muchos por sus trabajos,
vanidades y pecados exponen a los suyos a morir? Empiezan perdiendo un hijo y
no se detienen, después el otro, la hija, y siguen perdiendo, nada los detiene
hasta que alcanzan sus objetivos, logran sus deseos y se quedan sin hijos ni
hijas que más valían.
La
muerte del primer hijo no hizo que Hiel se detuviera y pensara en lo que estaba
haciendo, lloró sobre el muerto, lo enterró y continuó a costa que el otro hijo
suyo también muriera. Cuando terminó su proyecto lo selló con la sangre de su
último hijo.
¿No
pararás nunca? ¿No has perdido por tu pecado un hijo, algún ojo, un brazo, un
pie, el hígado, la salud, la fortuna, las casas, el negocio, la reputación? Si
ya has perdido los hijos, la esposa, ¿no te detendrás cuando tengas que
entregar tu alma por tu trabajo? ¿Vale tanto un nombre y la fama? No desafíes
la veracidad de la Escritura, aunque haga miles de años que Dios ha dicho que
maldecirá algo eso está vigente como si fuera de ayer. Sus amenazas se
cumplirán al pie de la letra y tropezarás en la palabra siendo desobediente.
Pero no quieres eso, moderno Hiel de México, Venezuela, etc. Quieres ser un
padre moderno pero modelo porque para ti los hijos son más valiosos que Jericó,
las piedras de Jerusalén y una cita en el libro de la fama.
Pastor,
ResponderEliminarMuy buena entrada para el día del padre.
Bienllegado, Daniel.
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