Señales de un amor escondido
Génesis 38:24,26
Sí, somos inclinados a condenar a muerte a los que pecan con los mismos pecados que nosotros cometemos. Pero Dios es justo y le descubrió su maldad justo en el momento de cometer una injusticia, porque el que tenía más conocimiento de Dios la había envilecido; y reconocer públicamente su incesto, su incredulidad y que ella era mucho mejor que él (Calvino muestra alguna simpatía por ella). Pudo haberse casado con ella, era viuda, o haberla liberado para que hallara un nuevo esposo.
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“Entonces Judá dijo: Sacadla y
que sea quemada. Y aconteció que cuando la sacaban, ella envió a decir a su
suegro: Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy encinta. Y añadió: Te
ruego que examines y veas de quién es este sello, este cordón y este báculo”.
Sí, somos inclinados a condenar a muerte a los que pecan con los mismos pecados que nosotros cometemos. Pero Dios es justo y le descubrió su maldad justo en el momento de cometer una injusticia, porque el que tenía más conocimiento de Dios la había envilecido; y reconocer públicamente su incesto, su incredulidad y que ella era mucho mejor que él (Calvino muestra alguna simpatía por ella). Pudo haberse casado con ella, era viuda, o haberla liberado para que hallara un nuevo esposo.
Cuando uno peca
suele dejar alguna señal de ese amor escondido, que a su tiempo será una prueba
contra el que pecó. Si no es un sello de identificación, es un báculo o un cordón. Alguna huella.
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