Decirle a una persona, Dios te ama, es decirle una verdad o una mentira
Romanos 9:10-13
“9 Porque la palabra de la promesa es esta:Por este tiempo vendré, y Sara
tendrá un hijo. 10 Y no sólo esto, sino también
cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para
que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras
sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá
al menor. 13 Como está escrito: A Jacob
amé, mas a Esaú aborrecí. le dijo a ella: El mayor servirá al menor".
La palabra de la promesa (v.9),
es ésta (v.12) que Esaú sería siervo de Jacob, lo cual como persona nunca fue
pero sí como pueblo, porque Edom servía a Israel. La cita que hace en v.13 no
está en Génesis sino en Ma.1:2,3, mucho tiempo después, y habla de naciones y
no de personas. El argumento abarca la elección de Israel y la reprobación de
Edom, pero difícilmente no sea aplicable a individuos. El fundamento operativo
teológico para la salvación de Israel, su llamamiento, elección y misericordia,
es el mismo que funciona en la salvación de los creyentes como se ve en 8:28-30.
Y al final, vv.23-26, no
habla exclusivamente de una nación elegida sino de gentiles, entre los de Edom
inclusive. ¡Ser salvo es un privilegio! (vv.1416), que debes agradecer a Dios
con toda alma. ¿Es injusto que no le de la fe al que no la quiere? ¿Realmente
Esaú quería la salvación? No, él quería la bendición pero sin la salvación. Con
amor “eterno” amó a Jacob y con ira eterna desechó a Esaú (Mal.1:3; Ro.9:13; Jer.31:3).
Decirle a una persona impía “Dios te ama” puede ser decirle una verdad o una
mentira, puede que se trate de Jacob y es verdad, pero si es Esaú a quien nos
dirigimos es decirle una mentira. Si usted toma como amor la gracia común que Dios tiene con todas las criaturas, podriamos discutirlo un poco. Sin filosofia arminiana.
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