El buen testimonio evangeliza
Salmo 37:6
“Hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu
derecho como el mediodía”.
No te aflijas
porque a tu espalda se hable injustamente de ti, sólo será por un tiempo; hay
promesa de que exhibirá tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía. Aunque
no te enteres del cambio de opinión. Pero, ¿por qué quieres que eso ocurra? ¿No
será que lo que quieres es rescatar la buena opinión de los hombres? ¿Que ellos
piensen bien de ti? Ese no es un buen sentimiento para que Dios exhiba tu
justicia; ¿de qué te sirve ser admirado por los que no creen si no es para
evangelizarlos? ¿Qué reportará a la gloria de Cristo? No, no es un cambio en la
opinión humana lo principal; el Señor te exaltará porque su obra necesita de
ello. Tu buen testimonio, tu buen nombre, tu fama, es importante porque
junto con esa buena opinión la obra de Jesucristo crecerá. Si el Señor hace eso
y tu justicia es exhibida no es para glorificarte a ti sino a él y porque
haciéndolo así tu vida, tus éxitos, serán notorios como una señal de gracia
divina para contigo y buscarán tu palabra y a tu Dios. Dios nos perdone mil
veces cuando buscamos la gloria de los hombres, en la exhibición de nuestras
justicias. (Lee seriamente Jn. 5:41). Alégrate cuando digan “toda clase de mal
contra vosotros mintiendo porque grande es vuestro galardón en los cielos” (Mt.5:11,12);
si siempre se recibe la favorable opinión de todos se pudiera sospechar que nos
pasa lo mismo que a los falsos profetas. Pero eso pasará por un tiempo, las
aguas se aclaran solas al paso de la corriente.
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